La Sombra De Lo Prohibido (5/5)

Un Final, Para Una Gran Historia (Gracias a los que la siguieron del comienzo, y a los que se unieron en el camino)

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Cumpleaños feliz, te deseamos a ti, feliz cumpleaños Tristán, que los cumplas feliz ♪ ♪ ♪

Tristán: creí haberte dicho que no quería celebrar nada

Sabrina: por favor tenía todo planeado hace semanas, no podía disolverlo, anda amor cambia la cara

Carl: no pensaras en ir a dormir cierto cuñadito

Tristán: no me siento muy bien, iré a cambiarme la ropa y vuelvo.

....

Amanda: estás haciendo el ridículo ¿lo sabes no?

Sabrina: ya basta madre, deje de mortificarme, que la niña anda por aquí

....

Sabrina: estoy temiendo lo peor amiga

Olivia: ¿Qué cosa?

Sabrina: creo que tiene un amante

....

Sabrina, aun sin mirar, tomo una gran bocanada de aire y cerro sus ojos para dejar que las lagrimas rodaran por sus mejillas, sin soltar la manilla, asomo su vista hacia el interior, al principio no distinguía nada, pero segundos más tardes, vio el rostro de su marido ser devorado por otro hombre.

su marido, a quien tanto amaba, le era infiel con un hombre, su propio hermano.

....

Amanda: hija, hija, que horrenda palabra

Sabrina: bien, ¿me mando a llamar para insultarme, o es algo importante?

Amanda: ¡es mi hijo! Y yo decido por él

Sabrina: su niñito ¡me quito a mi marido! ¡es gay!

Amanda: en el bolso… mi medicamento niña… dámelo

Sabrina: ¡Muérase! espero que arda en el infierno

....

Sabrina: ¿creíste que no lo sabía? ¿Pensaste que no sabía que te encamas con mi marido? ¡Desviado!

Tristán tomo de la mano a Carl sacándolo del despacho, mientras Sabrina continuaba gritando

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Capitulo 5 (Final)

Las primeras gotas de lluvia de la temporada comenzaban a abrirse paso entre las nubes, hacían días que el cielo permanecía obscuro  y cubierto de nieblas, cubierto al igual que el alma de Sabrina, que no hacía más que sentarse en su cama, acariciando un arma.

(…)

Silvana corría por el jardín  tras un pequeño gato que merodeaba el sector, posiblemente tras comida, el cielo comenzó a rugir. Dejando a la niña estática observando como el cielo se iluminaba a momentos junto a fuertes estruendos, asustada y paralizada por lo mismo, camino de espalda hacia un árbol que se encontraba tras ella, sin despegar en ningún segundo sus ojos del cielo.

Silvana sintió como un liquido recorría su frente, intuitivamente se llevo la mano a la frente, al momento de tocar la gota que estaba en su rostro, igual que bajo una regadera, fue cubierta de agua, en un segundo. Comprendiendo que algo andaba mal.

(…)

Tristán al dirigirse hacia la cocina de su nuevo hogar, noto la figura de Carl sentado en el escritorio de su difunta madre, mientras a su espalda brillaba el cielo mientras llovía.

Tristán: raro clima ¿no cree?

Carl: me temo que si, aun estamos al comienzo del otoño, y ya nos callo esta tormenta

Tristán: ya han pasado tres días, ¿no quieres hablar?

Carl: ¿hablar de que Tristán? ¿De cómo mi hermana, tu esposa, quiere destruirnos?

Tristán: no quiero que eso arruine lo nuestro

Carl: lo nuestro nació arruinado

Tristán: ¿entonces qué? ¿Nada valió la pena? ¿Perdí a mi familia y tú la tuya por nada?

Carl: sabes que te amo

El joven se levanto del asiento, caminando hacia Tristán, le tomo de la mano quedando con la vista fija el uno en el otro, Carl se acerco sigilosamente sus labios a los de su pareja, los roso por la comisura del labio de Tristán, para terminar besándolo apasionadamente.

(…)

Silvia: buenos días señorita Olivia

Olivia: muy buenas Silvia, vine lo más rápido que pude, y con este clima ya es decir mucho

Silvia: la señora la espera en el despacho

Olivia: gracias

La cabellera negro azabache de Olivia se mecía de un lado a otro mientras caminaba al despacho, donde encontró a su amiga junto a un arma en el escritorio.

Olivia: ¿como estas querida?

Sabrina: ¿cómo quieres que este?

Olivia: ¿y mi ahijada?

Sabrina: en su cuarto, quedo empapada en el jardín

Olivia: bueno, cuéntame todo, y perdón por no venir antes, pero no podía rechazar ese desfile en Venezuela

Sabrina: no te preocupes, todo fue un caos

Olivia: te juro, pensé que los enfrentarías en pleno entierro de tu madre

Sabrina: no me hablas de ese vieja maldita, que espero se está asando en el infierno, ¡me dejo en la calle!

Olivia: no puede ser

Sabrina: me dejo sin nada, todo se lo dejo a ese infeliz, no tengo nada amiga, dinero, casa, ¡nada!

Olivia: pero del dinero que le pagabas los estudios a…

Sabrina: salían de la administración de la tienda, pero ahora la tienda también es de él.

Olivia: pero amiga, el modelaje, vuelve a las pasarelas como antes, eras una diosa

Sabrina: los voy a matar, Olivia

Olivia: ¿pero qué estás diciendo? Por dios… no pienses en eso

Sabrina: juraste ayudarme ese día que viniste a cuidarme

Olivia: claro que sí, pero no matarlos amiga

Sabrina: pero es lo que debo hacer, solo así todo volverá a mis manos, no esperare a que Tristán venga y me saque de mi casa, acabare con ellos antes de eso.

Olivia miro desconcertada a su amiga, que había tomado el revólver, colocándose frente a la ventana del despacho apuntándola con el arma.

(…)

Tristán: ¿estás seguro de esto?

Carl: quiero ser tuyo, míranos, vivimos juntos, el clima esta para estar acostados, déjame entregarme a ti ahora y para siempre.

Ambos se fundieron en un beso, mientras sus manos desnudaban a su compañeros, Carl tomo el pene de Tristán suavemente comenzando a frotarlo para conseguir la erección, mientras este besaba la clavícula de Carl. El cual ya empezaba a lanzar pequeños gemidos.

Carl se recostó lentamente en la cama, llevando el cuerpo de Tristán sobre él, Carl levanto una de sus piernas, dejándola en posición de A  tapando parte del cuerpo de Tristán, el cual recorría todo el cuerpo del joven con sus manos.

Tristán se recostó al lado de Carl, para colocarlo de costado, comenzando a buscar con su pene entre las nalgas de su amante, el joven lanzo un fuerte gemido de placer al sentir como su amor entraba a sus entrañas.

(…)

Rita: señor Carl, ¿puedo hablarle una cosa por favor?

Carl: claro díganos

Rita: podría ser en privado, es algo delicado

Carl: no se preocupe, Tristán ya es parte de la familia, cuéntenos

Rita: si usted lo dice, lo que pasa señor, es que el jardinero encontró esto entre los arbustos que dan al jardín bajo el estudio de su difunta madre

Carl: ¿Qué es esto?

Tristán: parece un frasco Rita, ¿qué importancia tiene eso?

Rita: son las medicinas de su madre señor, el jardinero solo encontró dos pastillas, que se salvaron porque estaban al interior, el resto debieron disolverse con la tormenta de ayer.

Carl: pero haber Rita, quizás es un frasco antiguo, y ya estaba bien, digamos que son las pastillas de mi madre, ¿para que las arrojaría al jardín?

Rita: es que no creo que lo haya hecho ella

Tristán: ¿entonces Rita, quien cree usted que fue?

Rita: su esposa señor, ese día yo iba al mercado, cuando llego a la casa, porque su madre la mando a buscar.

Tristán: no puede ser

Rita: ella fue la última persona que estuvo con su madre señor, que dios me perdone, pero creo que su hermana, lanzo la medicina al jardín

Ambos quedaron desconcertados, al escuchar la declaración de la empleada de confianza de la familia, Tristán tomo de la mano a Carl al ver que este se ponía pálido, al ver tal muestra de afecto, el rostro de Rita cambio drásticamente, yéndose a la cocina rápidamente.

Tristán: la policía debe saber esto amor

Hubieron varios segundos  de un silencio sepulcral, luego e la frase de Tristán, hasta que Carl logro reaccionar, asintiendo al comentario del hombre.  Ambos montaron en el carro deportivo de Carl, en dirección a la comisaría más cercana.

Policía: ¿podemos ayudarlo en algo?

Carl: si…. Como decir esto….

Tristán: quieres que yo…?

Carl: ¡no! Yo puedo

Policía: bueno díganme, que les sucedió

Carl: hace unos días mi madre murió…

Policía: vengan, pasen a mi oficina

Carl: como le decía, hace unos días mi madre falleció, creímos que fue un ataque, que fue algo natural, pero hoy…

Policía: que sucedió entonces, ¿por que ya no piensa que fue algo natural?

Carl: mi nana, me conto que ese día, ella fue al mercado  y dejo a mi hermana con mi madre, ellas nunca se llevaron bien, parecían odiarse, y….

Policía: ¿y qué joven? Dígame

Carl: y mi jardinero encontró esto en el jardín, son las pastillas de mi madre, alguien las arrojo al jardín, y la última persona que estuvo con mi madre fue mi hermana

Policía: ¿Quién manipulo esto?

Carl: creo que nadie, el jardinero lo tomo con los guantes y mi nana con el mismo pañuelo que esta

Policía: ¿estuvo fuera en la tormenta?

Carl: si, varias de las pastillas se perdieron

Policía: si tenemos suerte encontraremos huellas, necesito los datos de la mujer

Tristán: Sabrina Constanza Villagrand Balverde

Policía: mandaremos esto a análisis de inmediato

Tristán: tengo una hija con ella, y ella la tiene, no me deja verla

Policía: sin pruebas, no podemos hacer nada, usted es el padre, haga lo posible para mantener a salvo a su hija, trabajaremos lo más rápido para averiguar si lo que dicen es cierto

Tristán: ¿Qué puedo hacer?

Policía: intente mantenerla alejada de ella, al menos durante la investigación, permiso iré a archivar el caso y enviar la muestra. Los mantendré informados.

Carl: ¿Qué aremos con Silvana? ¿Cómo la cuidamos?

Tristán: ven vamos se quien nos puede ayudar

(…)

Olivia: ¿qué hacen ustedes aquí?

Tristán: por favor Olivia, se trata de Silvana

Olivia: pasen

Carl: gracias

Olivia: como tienen el descaro de venir después de lo que le hicieron a mi amiga

Tristán: si no fuese de suma importancia, no te buscaríamos

Olivia: pero en que estaban pensando…

Tristán: ¡por favor escúchanos!

Olivia: que sucede

Carl: venimos de la policía, Sabrina podría estar involucrada en la muerte de mi madre

Olivia: por dios, hasta donde piensan llegar los dos, Sabrina tenia razón, la quieren ver destruida

Tristán: ¡es tu ahijada!

Olivia: ella está bien, ayer la vi

Tristán: si Sabrina mato, o ayudo en la muerte de su madre, Silvana está en peligro

Olivia: por favor, Silvana no estará mejor con nadie más

Tristán: tú conoces a Sabrina, entiende por favor, Silvana corre peligro, la misma policía lo dijo, por favor, entiende

Olivia: y si ese fuera el caso, ¿Qué puedo hacer yo?

Tristán: estos son dos pasajes, uno para ti y otro para Silvana…

Olivia: no no no

Tristán: escucha por dios, solo debes ir mañana, retirarla del colegio y llevártela a Australia, será por poco tiempo

Olivia: están locos, Sabrina es mi amiga, no le haré esto

Tristán: piensa en Silvana por favor, dentro tuyo igual sabes que corre peligro, ayúdala, no a nosotros, ayúdala a ella, te lo ruego, yo no puedo protegerla, llévatela por dios, a pesar de todo soy un padre Olivia, no dejes que le pase nada.

Olivia: ….

Carl: eres la única que puede ayudarnos, esta todo pagado, y los permisos están listos

Olivia: ¿y las firmas?

Tristán: con la mía basta, tu eres su madrina, te lo ruego, cuídala por mí.

Olivia: 30 días, no más, si en 30 días no solucionan esto, regresaremos igual

Tristán: gracias gracias, no sabes cuánto….

Olivia: lo hago por Silvana, no por ustedes. Mañana iré por ella

(…)

Olivia: hola buenos días, me dijeron que retirara a Silvana, creo que su padre llamo para avisar que la niña tiene medio

Maestra: si, llamo hace poco, usted debe ser la madrina

Olivia: si esa misma

Maestra: iré por la niña

Olivia: gracias

La joven irradiaba su nerviosismo, no paraba de remecerse y mirar a todos lados, hasta que vio a Silvana frente a ella, la abraso fuerte y la abotono la chaqueta que llevaba puesta, la subió al carro, para meter la mochila en el maletero, apenas se termino de acomodar en el asiento del piloto, logro respirar, se volteo para mirar a la niña que la observaba.

Olivia: mi amor, iremos a un pequeño viaje, las dos juntitas, un viaje de mujeres

Silvana: pero mi mami y papi

Olivia: los dos nos dieron permiso, la mami no pudo venir y el papi está trabajando, todo estará bien princesita, iremos a un lugar muy lindo ¿ok?

Silvana: si, vamos

Las dos emprendieron marcha al aeropuerto, apenas llegaron al lugar se bajaron, mientras Olivia bajaba las maletas, la niña terminaba de desabrocharse el cinturón de seguridad para bajarse.

Olivia tomo de la mano a la niña dirigiéndola, al sector de maletas, donde la dejo en la cinta, para ir apresuradamente a la entrada del vuelo.

Azafata: buenos días

Olivia: buenas

Azafata: todo en orden, pueden abordar, que disfruten el viaje

Olivia: gras, ven cariño vamos

Silvana: ¡mami!

Olivia volteo mirando fijo hacia su espalda, como Silvana corría hacia los brazos de Sabrina, que se encontraba en compañía de cuatro policías, los mismos que la rodearon ante la vista de toda la gente que circulaba en el sector. Sabrina soltó un momento a su hija acercándose a Olivia, escuchándose el golpe seco que le dio Sabrina a Olivia en la mejilla

Sabrina: ¿querías raptar a mi hija? Perra

Policía: por favor no puede golpearla, detengan a la mujer

Dos policías se acercaron a Olivia llevándole los brazos hacia atrás, para colocarle las esposas, guardaba un profundo silencio mientras los policías la retenían, hasta que vio que Sabrina se alejaba con Silvana

Olivia: ¡no! ¡No dejen que se la lleve! ¡Está loca! ¡Loca! ¡Suéltenme! ¡Silvana!

Mientras Sabrina se volteaba y reía al ver a su ex amiga gritar, mientras se retorcía en el piso sujetada por los policías.

(…)

Tristán: ¿si diga?

Sabrina: hola amorcito, ¿sabías que impedí que Olivia secuestrara a nuestra hija?

Tristán: ¿Qué le hiciste a Olivia?

Sabrina: lo que merecía, la denuncia, a esta hora debe estar en un calabozo

Tristán: loca

Sabrina: (cuelga)

(…)

Carl: ¿Qué sucedió?

Tristán: no sé como lo supo, pero Olivia ahora está detenida por secuestro

Carl: llamare a mis abogados, para que la saquen hoy mismo si pueden

Tristán: mi niña ahora esta mas en peligro que antes

Rita: señor, lo llaman, creo que es policía

Carl al oír eso corrió al despacho para contestar, seguido de Tristán

Policía: las huellas son positivas, concuerdan con las de su hermana, ya van dos patrullas a la casa

Tristán: ¿Qué está pasando?

Carl: van a detener a Sabrina

Tristán: ¡mi hija!

Ambos salieron corriendo hacia el coche para emprender marcha a la casa, donde ya estaban las patrullas, con policías por todos lados, Tristán logro ver a Silvia salir corriendo del interior, a lo que no dudo bajarse del carro e ir donde ella.

Tristán: ¡Silvia!

Silvia: señor, señor ¿Qué está pasando por dios?

Tristán: ¿Dónde están? ¡¿Dónde está mi hija?!

En ese momento a Carl le llego un mensaje al móvil, apenas este lo abrió se dio cuenta que era de Sabrina, que lo invitaba  a la tienda y deja explicito que fuera solo, a lo que no pensó ningún momento y encendió el carro, dejando atrás a Tristán y los policías.

Silvia: se la llevo señor, la señora se llevo a la niña, ¿Qué está pasando? Dígame señor

Tristán: mi hija por dios, mi niña no

Policía: no hay rastro de ellas, empacaron todo y se fueron

Tristán: deben encontrarlas, mi hija está en peligro

Policía: hacemos lo posible señor, cálmese

Tristán: ¿y Carl? ¿Dónde está Carl?

Silvia: vi que se iba hace unos minutos

Policía: hay que ubicarlo, el puede saber dónde está su esposa

Tristán: el móvil, puedo triangular su ubicación

(…)

Carl: aquí me tienes, deja a la niña vamos, que ella no tiene la culpa

Silvana: mami, quiero irme mami

Sabrina: ¡es mi hija! Y estará conmigo

Carl: pero querías verme, vamos déjala ir, aquí estoy yo

Sabrina saco el revólver de su cinturón, levantando el pánico en la niña que no paraba de llorar y en Carl que veía como Sabrina apuntaba a la niña

Carl: baja el arma, ella no tiene la culpa

Sabrina: ¿Por qué? ¿Por qué tu? ¿Por qué me engañaste?

Carl: ¡no lo sé! Solo nos enamoramos, por favor deja ir a la niña

Sabrina: ¡que no! Ella estará conmigo hasta el final

Silvana: mami, mami

Carl: vamos mátame, pero déjala a ella.

Sabrina: ¡eso! Suplícame, como lo hiso tu anciana madre, ¡suplícame como lo hiso ella!

(…)

Tristán: es la dirección de la tienda, están en la tienda

Policía: todas las unidades, repito todas las unidades a la dirección…

(…)

Carl: déjala por favor, es tu hija, tu sangre, no le hagas esto

Sabrina: tu igual eras mi sangre ¡y me traicionaste!

Carl: ¡perdón! ¡Perdóname! No era mi intensión

Sabrina: perdóname mi niña, te juro que será como quedarse dormida

Carl: ¡no! Sabrina ¡no lo hagas! ¡Déjala!

Sabrina: no dolerá nada princesa

Silvana: mami, déjame, tengo miedo mami, déjame

Sabrina: solo será un segundo mi vida, solo un segundo

Carl: no lo hagas, es tu hija, déjala

Sabrina: perdóname cariño, siempre te amare, estaré contigo siempre, te amo mi niña

Silvana: ¡mami!

El estruendo revoto en cada una de las paredes del lugar, todo parecía ir en cámara lenta, los policías rompiendo la puerta y entrando estrepitosamente seguidos de un Tristán enloquecido, que su rostro pareció aliviarse al ver a uno de los policías coger en brazos a Silvana y llevándola donde él.  Unos pasos más adelante otros policías ayudaban a Carl a ponerse de pie, el cual había caído por el impacto de la escena, su hermana, se había suicidado  frente a sus ojos, y a los de su hija.

Tristán al ver aquello todo a la niña saliendo  a la calle, donde una aglomeración de gente se acumulaba, para observar lo ocurrido, el sonido de las sirenas de la ambulancia y de los policías, no le dejaban escuchar nada, solo quería dejar atrás todo ese calvario.

1 semana después

Tristán: deje todo listo, la casa estará a tu nombre así podrás administrarla en mi ausencia

Carl: todo fue en vano ¿no?

Tristán: después de todo lo que paso, debo irme de aquí, y sacar a Silvana, y el trabajo de enseñar en Yale, me vendré muy bien

Carl: ¿y nosotros? ¿Nuestro amor?

Tristán: seamos sinceros Carl, en este país nunca seriamos felices, nos juzgarían. Más aun luego del suicido de la reconocidísima ex modelo Sabrina Villagrand

Carl: pero te amo

Tristán: y yo a ti, quizás el destino nos junte luego ¿no? Será mejor que me vaya, el vuelo sale en unas horas

Tristán se acerco a Carl besándolo en la boca, se acerco a su oído diciéndole “te deje algo en la recamara”  para luego bajar la escala con las ultimas maletas.

Silvia: lo extrañemos mucho señor, y a la niña igual

Tristán: cuídame la casa, adiós Silvia y gracias por todo

Tomo de la mano  a Silvana montándose en el taxi, miro a Carl por el vidrio, lanzándole un beso, perdiéndose el taxi en la carretera.

Carl subió a la recamara de invitados que generalmente ocupaba el encontrando un sobre, este lo abrió, viendo que dentro había un pasaje y una nota que decía “te estaré esperando amor”

Carl saco su móvil marcando a su casa, donde contestaron pasados unos segundos

Rita: ¿diga?

Carl: Rita, soy Carl, llame a mis abogados, los espero esta tarde, y arme mis maletas, que me iré de viaje por un largo tiempo.

FIN

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