La soledad no es buena consejera
Dos amigas que se conocen desde siempre acaban acostandose juntas e invitan a otra amiga a la fiesta.
LA SOLEDAD NO ES BUENA CONSEJERA
Ana y Alicia eran amigas del pueblo de toda la vida. Se conocían de pequeñas, habían estudiado juntas en la antigua EGB, en BUP, COU y ahora llevaban las dos tres años en la Universidad. Por circunstancias, a Ana sus padres habían considerado que era mejor que estudiara en otra ciudad para así que fuera ganando responsabilidad. Alicia les había propuesto entonces a los suyos lo mismo. Sus padres que no tenían problemas económicos habían accedido.
Era Junio habían estado en la Universidad viendo las notas de fin de curso, las dos habían aprobado todas, eran dos buenas estudiantes. Las dos en su ciudad de origen tenían novio. Su heterosexualidad siempre la habían tenido muy clara. Hoy era el día del orgullo y estaban paseando por el centro de la ciudad cuando vieron una manifestación festiva conmemorativa. No había forma de cruzar y se unieron a la manifa. Las dos iban caminando cuando se encontraron con una compañera de la Universidad.
No pensaba que entendierais- les dijo Marta.
No entendemos pero no había forma de pasar-respondió Alicia.
Las dos se llevaban muy bien con Marta, reconocían que tenía un culo precioso pero nunca habían imaginado que fuera lesbiana o como mínimo bisexual. Acabó la manifestación y su amiga las invitó a tomar algo en algún bar de ambiente. Alguna chica les tiró los tejos pero ellas riéndose, la bebida había hecho algo de efecto, lo rechazaron.
Al día siguiente por la tarde cogerían el autobús de vuelta a su ciudad y dentro de tres días un avión a las islas para pasar una semana de vacaciones. Llegaron a casa y se fueron a dormir. Por la mañana sonó el despertador a las siete de la mañana.
Alicia me voy a duchardijo Ana.
Ana fue a ducharse mientras Alicia recogía las habitaciones y hacía las camas. Tenía ganas de ir al baño pero estaba su amiga duchándose. No tenían secretos la una para la otra así que entró sin avisar y se la encontró masturbándose con la mano bajo el chorro de agua caliente y tenía un ¡¡vibrador!! En la bañera. Siempre había creído que su amiga era un poco más estrecha que ella pero por lo que parecía no era así. Ella riendo y para meterla prisa la dijo:
Si quieres te ayudo pero date prisa que me meola vaciló Alicia riéndose.
Si quieres me puedes ayudar jabonándomerespondió Ana con la mirada perdida por el placer.
Alicia se metió en la ducha y cogió gel la fue enjabonando inocentemente la espalda pero Ana con cada paso del gel se pegaba a ella para rozarse contra ella. Se notaba que estaba muy excitada. Ana se giró y se miraron a los ojos y lo que pasó nunca lo hubieran soñado. Se besaron en la boca, un suave y delicado beso primero, casi fraternal pero luego sus lenguas empezaron la más ardiente danza, una danza que las llevaba a acariciarse por todo el cuerpo, a lamerse y sobar sus cuerpos. Todo bajo la ducha caliente. Alicia más experimentada con los juguetitos cogió el vibrador y poniéndolo en marcha lo rozó contra el clítoris de su amiga que empezó a convulsionarse por el placer. Con la otra mano la sujetaba de los pechos, le rozaba los pezones e inesperadamente el vibrador penetró en el coño de Ana.
Por la posición en que se lo había metido en cada acometida rozaba la pared anterior de su vagina con lo que llegar a su punto G no fue una tarea muy difícil. Así que consiguió que su amiga estallase en un orgasmo muy rápidamente. Se aclararon, salieron y se secaron y se volvieron a besar. Esta vez más tranquilamente pero las dos tenían claro que lo que había pasado querían repetirlo muchas más veces. Alicia le propuso a Ana llamar a Marta y que esa mañana tuvieran un trio las tres. Marta no vivía lejos, así que cuando recibió la llamada se vistió rápido y fue corriendo, no se fueran a arrepentir.
Cuando entró las dos amigas estaban vestidas. Se han arrepentido pensó. Pero antes de nada la hicieron sentar y la explicaron.
Antes de que empecemos te diremos que no hemos cambiado lo que pensábamos sobre nuestra sexualidad pero ayer la juerga contigo, el vacileo, el tonteo ha degenerado en que esta mañana nos hayamos enrollado en la ducha y nos ha gustado. Lo hemos pensado y vemos que el sexo con mujeres nos gusta pero solo será eso.
Vale, de todas formas yo soy bisexual, no soy lesbiana aunque he tenido novia.
Tras eso Ana se levantó y besó a marta en el cuello. Alicia hizo lo mismo y la besó en la boca sus labios jugaban, se entrecruzaban y sus lenguas jugaban a un juego muy ardiente. Ahora Ana y Alicia hacían lo mismo teniendo a marta en medio. Marta levantó la falda de Alicia y le sacó el vestido por la cabeza para luego bajarle el tanga, el culo de Alicia no era pequeño pero estaba muy bien proporcionando y duro.
Ana quitó por su parte la camisa a Marta y la soltó los pantalones. Marta se los acabó de quitar. El tanga de Marta desapareció a la misma velocidad por las hábiles manos de Alicia. Ahora entre Marta y Alicia cogieron a Ana y la llevaron a la cama tras desnudarla. Las tres chicas completamente desnudas en la cama. Ana tumbada boca arriba con las piernas abiertas ofreciendo su depilado coñito a Marta que a 4 patas procuraba comérselo y llevarla al cielo del placer. Alicia se puso tras Marta deseaba poseer ese culo.
Cuando fue comenzó a lamer el culo al acariciar el coño se encontró con un hilo que salía del mismo. Era un hilo del que estaban unidas unas bolas chinas. A la vez que su lengua se movía en círculos y punteaba cada pliegue del estrellado agujerito con el dedo fue sacando cada bola muy lentamente, poco a poco hasta que no quedó ninguna. Luego con dos dedos la penetró con suavidad y luego con más firmeza.
La estaba follando con los dedos a la vez que con el vibrador de Ana al que había colocado un preservativo la penetraba analmente. En cada acometida frotaba ligeramente el clítoris. Ahora Marta las dijo poneros juntas. Las puso que formaran un excitante 69. Ella se levantó a su bolso y sacó el arnés que había llevado consigo y se lo colocó. El arnés tenía una función vibradora y un pequeño pene que rozaba su clítoris. Se arrodilló y penetró por el coño a Alicia, esta no tenía el coño rasurado sino que tenía una fina tira de vello y unos pechos medianos rematados con dos pezones rosáceos. La fue follando a la vez que Ana la lamía el clítoris. En la mesita vió unas bolas anales que por lo que la dijeron eran de Alicia y mientras la follaba se las iba sacando y metiendo con delicadeza, cosa que ponía a cien mil a la chica. Alicia empezó a temblar. Se estaba corriendo, un pequeño chorrito de fluido caía de su coño y Ana lo recogía con su lengua.
Ahora cambió de posición y penetró a Ana pero como modo de lubricar el arnés antes de follarla por detrás. Tenía ganas de desflorarla analmente y lo hizo. Se la metió de un solo golpe. La chica se quejó pero con los lametones y las caricias en el coño de Alicia los quejidos se convirtieron en gemidos y casi en aullidos de placer.
La estaba follando a su amiga y veía como sus pequeños pechos rematados en dos pequeños pezones marrón oscuros estaban casi en punta por la dureza de los pezones. La chica se puso literalmente a aullar. Estaba teniendo un orgasmo tan grande que se medio desmayó atrapando con sus muslos la cabeza de Alicia. Marta le pudo sacar a duras penas el arnés del culo y se puso a gatas en la cama. Ana se metió bajo sus piernas y la lamió los labios vaginales como queriéndoselos secar a la vez que le daba pequeños mordiscos pero en un momento dado sintió como Alicia la penetraba por detrás y con los dedos ayudaba a Ana a que Marta tuviera un orgasmo. Las tres se pusieron a besarse, acariciarse y a tocarse. Estaban las tres entrelazadas bajo las sabanas y tuvieron un orgasmo detrás de otro hasta que el agotamiento las hizo caer en los brazos de Morfeo. Solo el móvil de Alicia les hizo despertar para darse cuenta que solo tenían una hora para llegar a la estación a coger el autobús.
El curso había terminado de la mejor forma posible. Este es un relato imaginario pero si queréis podéis escribirme(sobre todo mujeres) a: