La silla color cerezo.

Una mascota deja su huella en el mobiliario de casa.

El calor de la primavera se abre paso entre el frío y la humedad invernal, trae consigo el florecer de los árboles, el renacer de la hierba fresca que crece en el jardín  y el resurgir de pasiones olvidadas. Una tarde de primavera de esas en las que el día alarga hasta las tantas y el ambiente se siente animado, yacía una mascota retozando en el regazo de su Amo, está en sus días y eso significa que tiene el cachondo subido al cielo, no para de restregarse y de moverse, a sabiendas que no puede follar la mascota sigue empeñada en correrse, su Amo que bien la conoce le muerde la oreja y de una patada la baja del sofá, y coloca su pierna en su humedecido coño y le ordena que no se mueva mientras su pierna empieza a moverse  a un ritmo lento la mascota entra en su estado favorito La mascota cachonda, una bofetada intensa la trae de nuevo a la tierra y al abrir los ojos se encuentra con su bien más preciado la polla endurecida de su Amo, abre bien la boca y saca la lengua empapada en saliva y lame lentamente el capullo dando una vuelta completa con la lengua y terminando en el frenillo, nota como se tensa y palpita en su boca, se deleita lamiendo y de una estacada la tiene en la garganta, la paciencia del Amo es corta en relación a la boca de la mascota, se mueve lentamente en su boca y empieza a follarla como si no hubiera un mañana, sus dedos se enredan en sus rizos y clava sus uñas en su cabeza; las lágrimas empiezan a caer de los ojos de la mascota que ha pasado de estar en el Cielo a bajar a Los infiernos en un abrir y cerrar de ojos, jadea y babea mientras intenta respirar entre estocada y estocada, siente su clítoris palpitar y la tensión en sus pezones es casi dolorosa, el movimiento se detiene lentamente y siente como unas manos fuertes aprisionan su cuello a la vez que la polla sale de su boca, otro bofetón la hace centrarse y responder a la orden que le han dado:

Mastúrbate.

El calentón de la madrugada aún rondaba por su sexo, mira a su alrededor y ve una silla de color cerezo que le recuerda a cierto mueble recién adquirido por su Propietario y un calambre intenso le parte el coño, y una necesidad nace en ella , masturbarse con esa silla, gatea hacia ella y se coloca una de sus patas entre sus labios y empieza a restregarse en ella ante la atenta mirada de su Amo que no ha dejado de observarla en ningún momento mientras el se masturba lentamente, sus miradas se cruzan y se siente la electricidad en el ambiente, se levanta del sofá y se acerca a ella no sin antes darle otra bofetada, la mascota está cachonda y no puede evitar mojarlo todo, coloca la silla tumbada en el suelo para tener un mejor control y agarre, se coloca entre las patas de la silla tumbada y empieza a restregarse contra una de ellas moviéndose sobre toda su longitud, un charco se empieza a crear en el suelo, de un estirón de pelo su Amo la hace volver a Los infiernos y empieza a darle bofetones con su polla endurecida alternando mejillas, con sus dedos abre la boca de la mascota y mete su polla en ella y empieza a follarla salvajemente, vuelven las lágrimas, las babas y los gemidos, porque la mascota no ha dejado de restregarse en ningún momento, las puertas del orgasmo empiezan a abrirse y la mascota se deja llevar y con un profundo grito ahogado por una polla endurecida se corre a chorros dejándolo todo perdido y las patas de silla empapadas, las embestidas de su Amo la hacen volver a la realidad y siento como un líquido caliente empieza a resbalar por su cara, seguido de una pequeña pausa y un bofetón.

La mascota se levanta para ir al baño sin dejar de pensar en esa mesita, ¿querría esa mesita ser silla? o ¿querría esa mesita ser mascota? ambas opciones excitan a la mascota pero tiene sus preferencias, muchas cosas pasan por la mente de la mascota, cada una más degenerada que la anterior....

Live.Love.Laugh

venuss_DD