La siesta
Una tarde de siesta se convierte en una tarde de placer y contradicciones con mi sobrina.
LA SIESTA
A las 4 de la tarde solo tenia ganas de echar una siesta., en casa solo estaba mi sobrina viendo la tele en el salón con cara de aburrida. Me tumbé sobre la cama con las puertas abiertas para que corriese el aire. Al poco rato entra mi sobrina en el dormitorio y dice:
Estoy aburrida tío ¿Qué puedo hacer?.
Ve, mira la televisión y déjame descansar por favor.
Ella insiste como hacen lo niños a los 18 años, aunque tiene ya el aspecto de una mujercita para mí es solo una niña.
Tío, ¿quieres que te rasque la espalda mientras tú descansas?
No gracias estoy muy cansado y quiero dormir.
Venga tio ..... porfa.
Yo asentí con un silencio, ella se puso junto a la cama y empezó a darme un suave masaje en la espalda con la punta de sus deditos, aquello me gustó y la dejé hacer. Después de un rato empezó por los pies subiendo casi hasta la entrepierna, aquello hizo sonar la alarma en mi cerebro y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y con una carcajada dijo:
Tío... se te ha puesto la piel de gallina en los brazos ¿te gusta, verdad?.
Callé como si estuviese dormido, pero la niña continuó el masaje acercándose peligrosamente a los glúteos, llegando con las manos hasta el borde del ancho bañador que yo llevaba puesto. Continuó con las manos por debajo del bañador tocando la piel solo con las yemas de los dedos, despacito por encima de los glúteos, bajando hasta la junta del culo, acariciando suavemente hasta donde se une el culo con las piernas.
A esas alturas yo tenia una erección tal que hacía que mi pene se pareciese al mango de un martillo, me dolía la presión contra el abdomen tanto que con la mano por dentro del bañador me lo recoloque abriendo las piernas y bajándolo hasta colocarlo en posición hacia abajo entre las piernas, de forma que aunque estaba doblado no sufriera la presión de mi cuerpo.
Mi sobrina esperó en silencio, observando todas las operaciones que yo estaba realizando, como extrañada y cuando terminé, continuó con el masaje, centrándose casi exclusivamente en los glúteos, aquello pasó de ser relax a excitación total cuando la muchacha bajó despacito la mano bajo el pantalón y se encontró con el pene erecto, entonces paró en seco y tras dos segundos continuó acariciándolo con la punta de los dedos casi sin tocarlo subiendo con ese movimiento de los dedos hasta los testículos. Yo me hacia el dormido y ella continuó inspeccionándolo un buen rato, acariciándome el pene, el culo y los testículos cada vez con mas decisión. Se mojó los dedos de saliva y mojando el glande empezó a menearlo con la mano cerrada masturbándome lentamente, arriba y abajo. El placer me inundaba cuando se detuvo y dijo:
Basta ya que estoy cansada.
Me quedé de piedra, con los testículos llenos a rebosar y el glande mojado de la mezcla de saliva con el fluido lubricante que ha ido rebosando lentamente por la punta, de repente perdí la vergüenza y le dije:
Ráscame un poco más....., por favor (suplicando con voz de lástima).
No......, ahora tu a mí, ........y se me gusta te haré una cosita que le hace mi padre a mi madre cuando se porta bien.
Accedí y mi sobrina se colocó sobre la cama boca abajo vestida con el bañador de bikini, se desabrocho la parte de arriba y se relajó sobre la cama. La observé, tenia un cuerpo de niña pero con formas, con el culo redondito, larga y delgada per con las curvas perfectas de un angel, empecé a masajearle la espalda bajando lentamente hacia su culo intentando tocarlo, pero ella cada vez que lo intentaba me cortaba, sin dejar que mis manos llegasen a ese lugar tan preciado:
Tío...........Solo por la espalda.
Continué con el masaje por la espalda, mientras ella de vez en cuando con los dedos se recolocaba la braguita del bikini pasando los dedos por debajo de la goma y levantándola lentamente, dejaba ver por la abertura su precioso culo y el inicio de su chochito virginal, pero a mí solo me dejaba tocar su espalda.
Ahora en los pies tío ( dijo, dándose la vuelta de golpe)
Se colocó boca arriba con las piernas abiertas, mientras me puso un pié delante de la cara, con las manos cogió los laterales de la braguita y tiró de ella hacia arriba levantando el culo de forma tal que la parte inferior de la braga se introdujo dentro de la rajita de su vagina y su culo dejando ver los labios vaginales por los lados, así se quedó durante un rato mientras yo le manejaba los pies. Yo tenía los ojos clavados en su chochito semi cubierto, cuando ella puso un dedito por el margen de la braguita y recorriéndola la apartó unos centímetros dejando al aire la vagina, jugando con ella apartó los labios exteriores hacia los lados dejando ver la flor sonrosada en todo su esplendor. No aguanté e intenté llegar siguiendo la pierna hasta el fruto deseado, pero ella me dio una palmada en la mano, tapándose la rajita con la braga.
No seas malo tío, eso no se toca a una niña. Ponte tú ahora que te voy a dar el premio por aguantar todo el rato
Ella se puso de pié y yo ocupé su lugar en la cama, me acosté boca abajo, pero ella ordenó.
¡No así no¡
Me cogió de la goma del bañador y tirando hacia abajo me lo quitó por los pies, continuó ordenando
te voy ha hacer lo que le hace mi mamá a papá cuando se porta bien, ahora levanta el culo y ponte a cuatro patas.
Yo obedecí las ordenes de la mocosa como si estuviera atolondrado, de hecho la postura no podía ser mas ridícula para un hombre de 37 años delante de una niña preadolescente. Mi sobrina empezó a manosearme el culo y con la mano sobre mi nuca me hizo agachar la cabeza sobre la almohada, de rodillas con el culo levantado. Por detrás colgaba como un badajo de campana mi pene totalmente erecto con el glande totalmente amoratado por la presión de la sangre en su interior. Se arrodilló detrás de mí y con la mano abrazando el pene empezó a subir y bajar la piel que lo cubre con lentitud mientras con la otra mano ensalivada le daba un masaje al glande.
El placer era inmenso, yo jadeaba reflexivamente pero con timidez. Cuando creía que aquello era el cielo y no podía ser mejor, empezó a hurgar con el dedo ensalivado la abertura de mi ano, masajeando la entrada durante un ratito sin dejar de mover mi pene con la otra mano. Minuto a minuto avanzó metiéndome unos centímetros su dedito en mi culo, moviéndolo al mismo ritmo del movimiento del pene.
Me excité tanto que en mi cuerpo empezaron a desencadenarse los mecanismos del orgasmo, apretando el ano y contrayendo el pene acompañado de un jadeo que salía de mi boca. Pero cuando ella lo notó se apartó súbitamente, quitando el dedo del culo, soltando el pene me dio una palmada fuerte en el culo mientras con la mano me cogió de los testículos apretándolos lo suficiente para generar un dolor soportable pero sorprendente, cosa que hizo que se cortara el orgasmo y la eyaculación. Yo grité del dolor y del susto e intenté levantarme, pero ella me sostuvo de la cabeza para que no me moviera, acercando su boca a mi oído me susurró:
No te muevas que ahora viene lo bueno
Yo me sentía como un gilipollas manejado por una mocosa, pero al tiempo la excitación no me dejaba pensar con claridad y me quedé inmóvil tal y como me dijo mi sobrina. Entonces ella me abrió el culo por detrás con las dos manos dejando al aire totalmente el agujero del ano y acercando su cara empezó a chupar con delicadeza, dando círculos con la lengua por la parte exterior y metiendo y sacando la lengua en su interior mientras lo abría con los dedos.
Yo ya no disimulaba y suspiraba de gusto, cuando ella, cogió mi pene con una mano y empezó a moverlo lentamente como si fuera a ordeñarlo sin dejar de chupar el ano que estaba mojado totalmente. Sacando la lengua del culo empezó a bajar besando los testículos y chupando todo el tronco de mi verga llegando hasta el glande, agachando la cabeza se lo introdujo en la boca chupando como si fuera a sacarle la sangre, moviendo la lengua en el interior de la boca, empecé a contraerme otra vez moviéndose el pene con ganas de soltar todo el jugo acumulado. Cuando ella se dio cuenta, puso la cabeza entre mis piernas recostada en la cama a un palmo de la punta de mi glande, con una mano cogiendo el pene sin dejar de moverlo, subiendo y bajando la piel, y con la otra moviendo el dedo en la abertura de mi agujerito con una falange metida en su interior.
La miré, tenia la boca abierta con el capullo encarado cuando se me fue un pequeño chorro de esperma que cayó lentamente sobre su barbilla, seguido de una contracción del pene y un segundo chorro, largo y a presión, que fue a dar dentro de su boca totalmente, otros tres chorros mas pequeños cayeron también en el interior de su boca, seguido de otro chorro fuerte que ella recogió con sus manos untando el pene de arriba a bajo con la sustancia cremosa y siguió frotando mientras manaban las ultimas gotas, las recogió con la mano cuidadosamente, continuó recogiendo semen de mi pene y depositándolo en su mano, escupió todo el que tenia en la boca también en su mano y sin soltar mi verga se levantó poniéndose detrás enfrentada a mi culo y abriéndolo con una mano dejó caer las gotas de esperma en su interior empujándolo hacia dentro con el dedo hasta dejarme el ano totalmente embadurnado de leche. Entonces me dejé caer rendido sobre la cama agotado, mi sobrina se acercó a mi oído y me dijo:
A mi padre también le gusta mucho cuando se lo hace mi madre................, pero le gusta más cuando se lo hace tu mujer.