La sexualidad de una mujer madura
Una mujer divorciada, en plena madurez encuentra la confianza para sentirse bella y sexualmente plena liberando los tabúes que la ataban.
La sexualidad de una mujer madura
En una ocasión me invitó un amigo a su fiesta de cumpleaños, mi esposa no me quiso acompañar ya que tanto mis amigos como sus esposas eran un poco mayores de edad que nosotros, a pesar de estar mucho tiempo tratando de convencerla me dijo que no había problema si me iba yo solo por lo que llegué un poco tarde y la fiesta ya estaba en su apogeo.
Como estaba bien lleno el lugar quedé un poco lejos de mis amigos y ya hasta como las 2.00 a.m. me llamaron para que me reuniera con ellos y como ya conocía casi a todos incluso a sus esposas el del cumpleaños me presentó a su cuñada, ya la había visto un par de veces en otras reuniones pero no teníamos amistad o confianza como con las esposas de mis amigos, era una señora de 44 años, divorciada, muy atractiva, venía vestida muy conservadora pero en otras reuniones o en el colegio donde iban nuestros hijos y coincidíamos a veces iba con bermudas o pantalones de licra bien entallados luciendo unas nalgas enormes bien paraditas.
En algún momento de la fiesta en que quedamos cerca empecé a conversar con ella, estuvimos bailando y le estuve sirviendo unos tragos le dije que si quería tomar una copa en otro lugar y me preguntó que cuando, -el día que tu quieras -le dije-, si quieres hoy mismo, me sorprendió que su respuesta fuera rápida y positiva y aceptó de inmediato me dijo que se iba a despedir y nos veíamos en cinco minutos afuera de la casa, le di las señas de mi auto para encontrarnos mas tarde, como pude me despedí de mis amigos pretextando algo.
Cuando salí ella ya me estaba esperando, nos fuimos a un bar después de varias copas y de estar conversando la empecé a besar y acariciar le metí la mano entre las piernas y la sentí hervir de pasión me dijo que tenia mas de un año divorciada, que tuvo una relación breve, que tenia mas de cinco meses sin sexo y me dijo -no quiero que vayas a pensar mal de mi pero llévame a otro lugar, llegamos a un hotel y nos acariciamos efusivamente estaba ardiendo le quite la ropa y le chupé los senos estaban duros y firmes le baje el bikini y al acariciar sus nalgas suaves y firmes, la sentí bien mojada la acosté en la cama y la acaricié en todo el cuerpo recorriendo con mis manos y boca sus pechos, su cuello, orejas, vientre, piernas, ella me volteo y sentándose en mis piernas me hizo lo mismo que yo le hice a ella, se volteó para hacer un 69 y me chupó el pene como una experta, me lo mamaba muy desesperada mientras yo le acariciaba con mi lengua toda su intimidad mientras lamía su clítoris introducía dos dedos en su vagina provocándole un orgasmo placentero haciéndola retorcer su cuerpo, después me volteo boca arriba y se me montó de un sentón devorando todo mi pene, moviéndose frenéticamente hasta que se vino en un orgasmo largo y placentero y se dejó caer hacia atrás y como yo no había terminado la puse "piernas al hombro" y la penetré hasta el fondo mientras me apretaba bien sabroso con sus músculos vaginales hasta que me vine dentro de ella y sin moverse seguía exprimiendo mi pene, después de reposar seguimos haciendo el amor toda la noche hasta que amaneció la llevé a su casa.
Seguimos viéndonos cerca de dos años por lo que nos conocimos bastante bien me platicó que quiso mucho a su esposo que gozaba mucho en la intimidad pero lo dejó por que era muy mujeriego y la inducía a hacer un trío con una mujer pero ella nunca se quiso prestar a ningún juego, en una ocasión fueron a un hotel y después de un rato de estar cachondeando tocaron a la puerta y entró una mujer joven y guapa que se veía que ya se conocían y que habían quedado de verse con el ahí, se empezó a desvestir y se metió a la cama con los dos y la quiso acariciar pero ella no se dejó, después la chica empezó a mamar la verga a su esposo y ella se la quitaba tratando de quitarla de en medio y no dejaba que ella lo acariciara luego se le montó a su marido mientras la chica le acariciaba los senos su marido le agarraba las manos para que se dejara pero no lo disfrutó y después de eso se fue debilitando su matrimonio hasta que terminó en divorcio.
Le dije que estaba mal que si su marido la incluía en sus juegos era por que la quería y que no tenia nada de malo quizá un poco egoísta si no le proponía un trío con otro hombre pero por algo se empieza pero ella pensaba muy conservadoramente que si la familia, que si el respeto, después de esa platica cada vez que cogíamos en diferentes lugares en el auto, en el estacionamiento, en las escaleras, en el lavabo, etc. la fui haciendo mas liberal que mostrara toda su sensualidad sin reservas
-Y conmigo te gustaría hacer un trío? - le pregunté
-Tal vez con un hombre si lo haría me dijo- pero con una mujer no me gustaría, me encanta tanto tu verga que no quiero compartirla con ninguna otra.
Cuando estaba encima de mi montada le penetraba el ano con un dedo y le pregunté
-No te gustaría que tu ex te metiera la verga en el culo en este momento
-Mira, te pido un favor ni me lo recuerdes no quiero saber nada de el me dijo en un tono algo molesta-
-No te enojes es tan solo un juego para fantasear y descubrir nuevas cosas
-No te molesta a ti hablar de mi pasado?
-La verdad no, me gusta encontrar el lado positivo de todas las cosas
-Te digo la verdad?, si, si me gustaría hacerlo me encantaba como me lo hacía por el ano y lo disfrutaba mucho.
-Oye y si fuera al revés mejor yo por atrás?
-No mi amor la de el es un poco mas larga que la tuya pero mas delgada en cambio la tuya es muy gruesa no la aguantaría
-Por que no hacemos la prueba -le dije-
-Tal vez algún día me anime me respondió
Quedamos que para otra ocasión por lo que no la presioné tanto y como al mes estábamos en un hotel mientras hacíamos un 69 la puse boca abajo y le metía la lengua en el ano después le metí un dedo con lubricante por lo que se puso a mil.
-Nena me dejas meterlo en tu culito le pregunté
-Si pero con cuidado no me vayas a lastimar -me dijo
Por lo que después de ponernos lubricante le puse la punta en la entrada de su ano pero como en esos momentos de excitación el pene se hincha más de lo normal, era casi imposible que entrara por lo que al recargarme un poco le dolió y pego un grito
-Sácalo tantito por favor y vuélvela a meter despacito -suplicó
Volví a ponerle lubricante y se lo metí poco a poco hasta que entró totalmente luego descansé unos momentos para que se relajara y ya que se había acostumbrado a el me decía que lo sacara todo y lo volviera a meter fuertemente después de un rato de mete y saca le llené el ano con mi semen, después de eso no la pude ver en toda la semana me dijo que no se podía ni sentar de lo adolorida que estaba, entre bromas me dijo que nunca mas lo volveríamos a hacer por ahí, y lo volvimos a hacer por el ano solo dos ocasiones mas.
Durante casi dos años disfrutamos del sexo en toda su plenitud ya habiendo cambiado su forma de ver las cosas pensaba, actuaba y vestía muy diferente con ropas mas sensuales haciendo resaltar su belleza ya que le di la confianza de que era una mujer madura muy bella que aun tenía mucho que dar, nuestra relación se fue enfriando por chismes y malos entendidos por lo que dejamos de vernos, después supe que se había vuelto a casar con su ex-esposo y pensé que ya habían madurado como pareja y eran felices pero cuando la volví a ver de lejos en el colegio su mirada era triste y su vestir era gris de una persona mayor, quizá no le supieron comprender la sexualidad de una mujer madura.
Una mujer divorciada, en plena madurez encuentra la confianza para sentirse bella y sexualmente plena liberando los tabúes que la ataban