La sesión fotográfica

Increible sesión de fotos profesional, que termina en gozosa tarde entre la modelo, la maquiladora y el fotógrafo.

LA SESIÓN FOTOGRÁFICA

Como en muchas ocasiones Jose, un conocido representante de modelos, me había llamado para concertar una cita para una sesión de fotos profesionales con una nueva modelo de su agencia, tenía que preparar un trabajo con fotos de todo tipo, desde retratos hasta desnudo integral, varias veces ya lo había hecho con otras modelos y no había problema a pesar de que no es mi campo normal de trabajo.

Llamé a Julia, la maquilladora que suelo llamar cuando realizo esta clase de trabajos, teníamos el estudio preparado a la hora concertada y entonces llamaron al timbre, era Pepa, la modelo.

La verdad es que me quede impresionado cuando la vi, nunca antes había visto una mujer tan alta, pero no fue eso lo que más me impresionó, era delgada, las piernas con semejante altura eran super estilizadas, unas curvas vertiginosas, pechos grandes siliconados pero sin llegar a ser desproporcionados, y cara de angel moreno, su piel era morena tirando a mulata.

Nos saludó efusivamente a los dos y tras las presentaciones se fue al vestuario a cambiarse, Julia la maquilló de manera natural para comenzar con la serie de retratos, y nos dispusimos al trabajo.

Durante la primera sesión hablábamos desinteresadamente, más que nada para tranquilizar el ambiente.

Para la segunda sesión, Pepa se vistió con varios trajes de noche largos y muy ajustados, la verdad es que era un bombóm y en varios momentos de la sesión me sentí incómodo al notarme la erección que abultaba mi pantalón.

Cuando Pepa pasó al vestidor para cambiarse para la sesión de ropa interior, Julia se acercó a mi y me sorprendió diciéndome que me tranquilizara y dejara de sudar que se me notaba mucho la excitación.

La verdad es que no lo había notado tanto como dijo Julia pero si que era verdad que estaba sudando la gota gorda. Y más la sudé cuando Pepa se quitó el batín dejando al descubierto su tremendo cuerpazo decorado por un tanga negro de encaje con su respectivo sujetador que apenas cubria sus pechos, y un liguero con medias negras y zapatos de tacón alto.

Pepa trabajaba estupendamente con un desparpajo digno de una modelo profesional, entonces le propuse que cuando ella se sintiera cómoda se fuera quitando el sujetador de manera sexy y atrevida, tras varias fotos comenzó a bajarse un tirante, luego otro, su cara cambiaba de expresión en cada disparo, se dio la vuelta y se soltó el sostén, se volvió a dar la vuelta hacia nosotros y con las manos en la tetas empezó a contonearse hasta que las apartó y nos dejó ver sus grandes pezones, los pechos estaban marcados por las marcas del bikini, yo estaba a cien e incluso Julia estaba asombrada de ver a Pepa, cosa que no me extrañó sabiendo de sus tendencias sexuales.

Me estuve recreando con sus tetas de manera especial, disparaba primeros planos, cuerpo entero, cara, pechos, culo, piernas. Me preguntó que si se quitaba el tanga, yo le dije que cuando quisiera y de la forma que quisiera.

Pepa en un momento determinado se agarró las tirillas del tanga y de cara a nosotros y con las piernas bastante juntas de lo bajó hasta los tobillos de un solo tirón, se notaba que estaba en buena forma, se incorporó tapó su entrepierna con las manos estiradas, separó las piernas y mirándonos las apartó dejando al descubierto un aparato en semierección de gran dimensión que nos dejó boquiabiertos a los dos.

Pepa se dio cuenta que no sabíamos que era una transexual, y nos preguntó si Jose no nos lo habia dicho, yo no tenía ni idea y no lo hubiera imaginado, era preciosa y rezumaba feminidad por cara poro de su piel.

Intenté seguir con la sesión como si nada hubiera pasado, pero la verdad que ante semejante visión era bastante difícil trabajar y más cuando la erección de mi entrepierna no bajaba ni de coña.

Para intentar calmarme le dije a Julia que le direra un retoque al maquillaje, de la cara y también al corporal mientras me fui al lavabo y a tomar algo de beber.

Julia mientras le retocó la cara y los pechos y cuando le estaba retocando la barriguita, Pepa le preguntó si le había gustado la sorpresa, Julia no sabía que decir y mientras le pasaba la brochita por el bajo vientre notó como la polla de Pepa crecía y crecía hasta su punto máximo justo delante de su cara, Pepa le volvió a preguntar que porque no le daba con la suave brochita un poco de maquillaje a su delicioso caramelo.

Tras refrescarme volví al estudio y la visión de Julia comiéndole el rabo Pepa me dejó estupefacto justo detrás de la puerta, me quede parado viendo como Pepa disfrutaba de la mamada que Julia le estaba dando. Julia recorría todo el tronco de arriba abajo, metía todo el glande en su boca y lo succionaba con fiereza, Pepa sujetaba la cabeza de Julia contra su polla y yo detrás de la puerta me sobaba el rabo por encima del pantalón.

Me decidí a entrar y al verme Pepa me indicó con el dedo que me acercara a ellas, me fui desnudando y totalmente desnudo abracé por la espalda a Pepa besándole el cuello y la nuca y sobando sus preciosos pechos. Pepa me agarró una mano y me la bajo por su vientre hasta la polla que Julia lamía sin cesar, en un principio el tacto de su miembro me hizo retroceder la mano, nunca había tocado una y realmente me encontraba muy sorprendido de mi reacción hacia Pepa porque no hubiese pensado nunca que llegara a tocar alguna, Pepa me agarró de nuevo la mano y la volvió a acercar a su polla, no me lo pensé más y la agarré suavemente empezando a cascarsela mientras Julia le sorbía el capullo.

Su tacto era muy agradable, diferente a la mía, era más larga y gorda que la mía, y sus venas se notaban gruesas, Pepa arqueó su espalda contra mi polla cogiendola entre sus mofletes, que me ofrecían su culo duro y redondo.

Julia se levantó del suelo y se empezó a desnudar delante de nosotros que seguíamos abrazados como al principio yo no paré de machacar la polla de Pepa mientras me recreaba viendo a Julia desnudarse, la verdad es que no me había fijado en la figura de Julia que realmente era espléndida, bonito culo, largas piernas, tetas redonditas no muy grandes y la verdad es que cuando se soltó la melena la chica estaba cañón, se acercó a nosotros y abrazándonos los tres unimos nuestras lenguas en un apasionado beso.

Julia agarró nuestras pollas y las empezó a machacar juntando nuestros glandes entre las dos manos, nuestras manos iban de un culo a unas tetas, a un conejito, otro culito, el magreo era general, hasta que decidimos tumbarnos en el sofá que había en la sala, yo me senté primero y Pepa y Julia se arrodillaron delante de mi y tomaron con sus bocas toda mi zona genital, toda. Pepa sorbía mi glande y Julia mis testículos, luego Julia recorría mi polla y Pepa mis huevos y mi perineo, estaba a cien y Julia que se incorporó primero se sentó a horcajadas sobre mi mientras Pepa recorría mi polla, su conejito y culito, metiéndole la lengua hasta el fondo, Julia no tardó ni un momento en correrse, y volvió a hacerlo poco después cuando Pepa la metió un dedito en el culo.

Pepa pidió su ración de polla y Julia se levantó de su silla especial para dejarle asiento a su compañera de juegos. Pepa se puso delante de mi con mis piernas entre las suyas con la polla completamente erecta y acercando su cara contra la mía poniendo el culo en pompa le pidió a Julia que lubricara con su lengua su delicioso culito.

Julia lamió toda su zona anal durante un rato mientras Pepa me la cascaba y me besaba en la boca, llegado el momento Pepa se colocó en posición y suavemente deslizó mi polla en su interior hasta los huevos, se quedó muy quieta con la cabeza hacia atrás y Julia comenzó a chuparle los pezones, mientras yo agarré su polla que apuntaba hacia mi y se la comencé a cascar, Pepa empezó a moverse circularmente y arriba-abajo, y subiéndose al sofá Julia me ofreció su conejito, justo ala altura de mi cara, saqué mi lengua y se lo comí mientras Pepa estaba apunto de correrse, sus chorros de semen salieron de su polla sobre mi pecho, y con sus manos me los extendió por toda la tripa y el pecho.

Yo no me habia corrido todavía, así que puse a Julia a cuatro patas en el suelo y los dos le hicimos un beso negro al unisono juntando nuestras lenguas y salivas en su ano, me incorporé y Pepa apuntó mi polla contra su esfínter, de u solo empujón se la metí hasta el fondo, Julia gimió de placer pero no se movió mientras la empalaba con mi polla hasta que mis huevos tocaban su conejito, la cosa es que Pepa se colocó detrás de mi y con la mano me aplicó una especie de gel en el culo metiendo dos dedos en mi ano, la sensación fue muy rara pero placentera, pero lo peor fue cuando colocó la punta de su gorda polla contra la entrada mientras yo follaba a Julia y me la endiñó dentro de mi, el dolor fue increíble pero poco a poco mientras mi culo se acomodaba a su grosor noté como llagaba hasta el final de mis intestinos, los tres comenzamos a movernos al parsimoniosamente hasta que al final en un acto de locura colectiva nos corrimos a la vez prácticamente, unos dentro de otros, yo noté como el chorrito de semen caliente dentro de mí, la corrida fue genial y las sensaciones nuevas para mi extraordinarias.

Los tres nos quedamos quietecitos durante un rato encima de la alfombra, hasta que decidimos continuar con la sesión de fotos, cosa que no pudimos terminar por el calentón que nos volvimos a dar