La sesión

¿Cuando acaba algo?

Sigo con la mirada perdida en la pantalla oscurecida del ordenador. Siento mi cuerpo tenso y estoy respirando agitadamente. Mis ojos se apartan de la pantalla y recorren la mesa mirando sin ver los objetos que están depositados sobre ella. Mi mirada se fija en el último de los objetos y mi mano derecha lo aferra encerrándolo en el puño.

Un suspiro profundo sale de mi garganta mientras mi cuerpo se relaja algo. Me miro en el espejo que desde la esquina del cuarto me observa continuamente. Estoy agitada.

Hago un esfuerzo y me levanto. Me acerco a la puerta y apoyo la frente en ella mientras intento que el corazón que galopa en mis oídos se tranquilice.

Abro el pestillo. Tiro del picaporte y una bocanada de aire sin viciar entra en la habitación. Salgo y con pasos lentos voy por el pasillo en dirección al salón sin dejar de apretar el puño, sintiendo como se clava su contenido en la palma de mi mano. El sonido de la televisión suena como algo ininteligible en mi cabeza mientras me acerco.

Entro en el salón y desde el sillón él me observa detenidamente.

  • ¿qué?- dice

Callo.

Me aproximo hasta quedar de pie ante él. Los dedos de mi mano izquierda buscan el borde del escote de mi camiseta. Los doblo cogiendo la camiseta y el sujetador y empujo hacia abajo mientras con la derecha ayudo a que salga el pecho por encima. Un cordón se desliza entre los dedos de la mano, colgando, mientras lo hago. Ajusto el borde del escote de la camiseta bajo el pecho. Lo tomo con la mano izquierda y aprieto suavemente haciendo que el pezón se resalte. Dejo que el cordón termine de deslizarse entre los dedos hasta que retengo entre ellos una pinza que abro y ajusto al pezón. Lentamente la suelto. Voy notando como el mordisco de la pinza aprieta y la sensación se extiende irradiando desde el pecho, bajando hasta mi estomago y subiendo hasta el hombro y la nuca. Me muerdo los labios para no gemir.

Deslizo los dedos por el escote y saco el otro pecho acomodándolo igual. Lo envuelvo con la mano y aprieto. He cogido la pinza que cuelga del cordón y abriéndola la ajusto al pezón. Una respiración profunda se me escapa mientras la pinza muerde el pezón y la sensación que me produce en el pecho izquierdo se junta con la anterior.

Estoy mirándome. Mis pechos juntos y apretados por la presión del sujetador y la camiseta, proyectados hacia adelante con los pezones mordidos por las pinzas unidas por el cordón. Jadeo. Me estiro y echo los hombros atrás, llevo las manos a la espalda cruzando los brazos por detrás hasta que las manos se agarran al antebrazo contrario. Sigo jadeando.

Levanto la vista y lo miro. Veo como me observa. Veo como observa cada detalle que tiene ante él

  • ¡Estas caliente!- afirma

  • ¿Te ha dejado caliente?- me pregunta

  • No te importa- le espeto de forma desagradable

No dice nada. Se inclina hacia mí y extiende el brazo introduciendo su mano en la cintura de mi pantalón y tira de ella, obligándome a acercarme y quedar entre sus rodillas

Baja la cremallera de mi pantalón con un tirón brusco. Introduce la mano metiéndola por dentro de las bragas su mano se retuerce empujando en la estrechez del pantalón buscando mi sexo

Siento como sus dedos como rebuscan y como uno me penetra un poco. Me muerdo los labios y levanto la vista para no mirarlo. Su mano sale lentamente

-Mírame

Vuelvo a mirarle. Mis ojos van de su cara a su mano que gira lentamente mostrándome su dedo húmedo

-Sí, te ha dejado caliente- dice

-Muy caliente- añade

-¡Pero qué puta eres cariño!- apostilla

Limpia el dedo en mis pechos

-Vamos al dormitorio- casi ordena

-¡Si eso quieres me tendrás que llevar!- gruño

Se ríe meneando levemente la cabeza. Se levanta

-¡Si eso quieres eso tendrás!- Su mano vuelve a meterse en la cintura de mi pantalón y se cierra sacando los dedos por la cremallera abierta. Se gira y empieza a andar tirando de mí hacia el dormitorio mientras va girando la cabeza para mirar cómo voy avanzando con sus tirones.

Entra en el cuarto y sin dejar de tirar de mí se sienta en la cama. Desabrocha el botón de la cintura y tira de los pantalones hacia abajo hasta que quedan en mis tobillos. Después hace que sigan el mismo camino mis bragas.

Se levanta. Da la vuelta alrededor de mí y me empuja con un golpe que hace que caiga sobre la cama. Resisto la tentación de separar los brazos de mi espalda

El dolor que me recorre es intenso cuando las pinzas agarradas a mis pezones se me clavan por el efecto de mi peso al caer sobre la cama. No puedo evitar que un gemido escape de mi boca

El tironea del pantalón y las bragas hasta sacarlas de mis tobillos y los arroja al suelo.

Separa mis piernas y se coloca entre ellas. Escucho el tintineo de su cinturón al aflojarlo. A continuación noto como su cuerpo se va apoyando sobre mi y su polla endurecida está extendida sobre la raja de mi culo.

Todo el está sobre mi aplastándome. Siento que casi no puedo respirar. Su mano me coge por la frente y me levanta la cabeza su boca queda al lado de mi oreja

-Sí, el te ha dejado muy caliente a ti... y tú me has puesto muy caliente a mi... y yo voy a terminar lo que él ha empezado... ¡puta!

Un gemido se escapa de mi garganta. Suelta mi cabeza

Noto como se remueve colocándose hasta que siento como la punta de su pene empuja en la entrada de mi vagina. Sus dedos se engarfian en mis caderas. Empuja con toda la fuerza y brusquedad que puede penetrándome totalmente de un golpe

Ahogo un grito en las sabanas y se me escapan unas lágrimas

La sesión continúa...