La señora Monserrat
Primer relato sobre mi ahora esposa madura y nalgona
Buenos días a todos, es el inicio de mi primer relato en esta página, aunque ya soy lector desde hace algunos años, pero es la primera vez que escribo un relato para la página, espero salir bien librado de este primer relato y así tener la confianza de seguir escribiendo algunos más.
Radicamos en uno de los estados del sur de esta república mexicana, mi familia es pequeña solo somos 3 integrantes, mi hijastro (Armando de 13 años), esta en la etapa de la adolescencia, es algo tímido, pero también de ves en cuando tenemos quejas de el en la escuela por algunas travesuras en la que lo inculpan sus amigos del colegio, ya que se aprovechan de su inocencia para meterlo en algunos líos.
Mi esposa “Monse” (Monserrat de 44 años) morena y chaparrita de 1.65, tiene una fonda junto a mi suegra y por las tardes ayuda en una peluquería que abrió una amiga suya (Rosa), ya que por motivos de la pandemia a tenido algo de tiempo para dedicarse a ese nuevo negocio. Mi esposa tiene un culote que siempre me ha traído loquito, nalgas grandes que forman un corazón invertido, algo chichona copa C, unos pezones cafés, ojos sexys, cabello negro con rayitos rubios que descansan al llegar a sus caderas, simpática y muy amable con todas las personas.
Al final pues yo (Jorge) moreno, gordito y de 1.55 de estatura, algo calvo y canosito realizó trabajos de albañilería, plomería y electricidad, bueno pues les cuento como es mi vida con mi familia y los sucesos morbosos que han pasado.
Yo me casé con Monse hace 5 años, ella era madre soltera, claro cuando la conocí lo primero que me llamó la atención fue ese par de nalgotas que la hacen ver muy apetecible para uno como macho, esas nalgas que cualquier hombre quisiera disfrutar en una noche de pasión desenfrenada, recuerdo que su mamá tenía una fonda y ella la ayudaba, yo trabaje un tiempo ahí haciendo una instalación eléctrica junto a otro compañero y no perdíamos la oportunidad de ver ese par de nalgas de mi monse moverse por toda la fonda.
Al ser madre soltera pues yo ya sabía que alguien disfruto de ese cuerpecito y que la dejo bien preñada, pero pues aún así me fui enamorando de ella y nos hicimos novios, pero pues su mamá estuvo necia y necia hasta que nos casamos hace cinco años aproximadamente. Recuerdo que, a los 3 meses de novios, fuimos a un parque y de ahí la convencí para irnos a un motelito de paso, claro que la cabrona se hacia la decente que no quería ir, que como va a entrar a unos lugares de esos en fin esas cosas, recuerdo que ese día llevaba unos leggins azul cielo, blusa blanca y tacones dorados, se le traslucía una tanga pequeña de color oscuro.
Después de tanta insistencia esa tarde por fin acepto y me dijo que estaba bien que fuéramos, a lo cual yo le agarre de la mano y fuimos a un motelito discreto pues como ella trabaja en una fonda me dijo que muchas personas la conocen y que le daría pena que la vieran entrar a esos tipos de lugares, por eso fuimos con mucha discreción, entramos al motel después a la habitación y al entrar pues ella recorrió la habitación con nerviosismo como si nunca hubiera estado en esos lugares, digo como si nunca (porque después me confesó que había visitado más de una vez esos lugares) y yo algo ingenuo esa ves si le creí que era la primera vez que iba ahí.
Pues se sentó al borde de la cama, platicamos de cosas triviales, luego nos empezamos a besar y la recosté en la cama recorriendo todo su voluptuoso cuerpo, sobre todo eses melonzotes y esas nalgas de campeonato, poco a poco nos fuimos desnudando hasta que ella quedo con una tanga pequeña dorada de encajes, (después supe que le gusta combinar el color de sus zapatillas con el color de sus tangas) yo ya desnudo sintiendo como masajeaba mi pene ya erecto, le dije que hiciéramos la posición del 69, a lo cual me dijo ella que no sabia cual era esa(otra mentira más que después acepto) la coloque encima de mi le hice un lado su tanga y deguste tan rica panocha de mi novia Monse, mientras sentía como ella me devoraba mi verga erecta lo hacia con gran maestría cosa que me hizo pensar que no era la primera vez que lo hacía, pasaron 10 minutos, ya estaba a punto de eyacular así que detuve la sesión oral y me acosté encima de ella mientras la tenia abierta de piernas, le daba unas ricas bombeadotas, mientras notaba como mi Monse gemía a cada embestida que le daba, en eso estábamos cuando sonó su celular, ella contesto mientras yo la bombeaba, era su mamá que le dijo que se apurara porque se había juntado gente en la fonda, y ella le dijo que sí que nomás terminábamos de comprar unas cositas.
Me dijo que si me montaba a lo cual yo accedí, al montarme se veía como una verdadera puta, totalmente desnuda con sus melones moviéndose al ritmo de las metidas y meneaba el culote de una forma sensacional que no tarde ni 5 minutos en deslecharme completamente, mientras ella se movía con un movimiento de caderas como una madura profesional en la cama.
Terminamos de coger y nos dimos un baño ya que habíamos terminado sudando, salimos del motel escondiéndonos de la gente como siempre para regresar a la fonda, llegamos y la deje para que ayudara a su mamá mientras yo en mi mente decía hay suegrita si supiera que su hijita me acaba de dar esas nalgotas.
Ya les iré contando mas experiencias morbosas que he vivido por culpa de las nalgotas de mi ahora esposa Monserrat. Cualquier comentario o sugerencias mi correo es monserratlucero059@gmail.com