La Segunda Vez con mi Amigo

Segunda anécdota de una experiencia íntima con un amigo cercano

El presente es la continuación directa del relato 'Pecando en el Baño' que puedes encontrar en mi perfil, te recomiendo leerlo antes de empezar con este.

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El resto del día me decidí ignorar a mi novio, necesitaba pensar en una excusa, dado que él se notaba preocupado en sus mensajes, me daba remordimiento el pensar en él, pero también me exitaba recordar el acto de infidelidad.

El día transcurrió y sus mensajes y llamadas siguieron en menor medida, por ello, al día siguiente, me decidí a respóndele por WhatsApp. Inventé una excusa tonta, la cual él se creyó, pienso que lo hizo para no considerar la idea de que yo pude hacer estado haciendo otras cosas, como serle infiel, mi novio no era celoso, pero tampoco tonto.

Al día siguiente, lunes para ser exacta, recibí un mensaje de mi querido amigo, con quién le había puesto los cuernos a mi novio. Me estaba invitando a beber algo en el centro de nuestra ciudad, me negué en un principio, pero no tuvo que insistir mucho para que yo aceptara, me moría por besarlo y de nuevo sentir el rose del escaso vello de su barbilla.

Mediante WhatsApp, quedé en verme con él en determinado parque cerca de un bar, todo mientras me mensajeaba con el cornudo, no les voy a negar que tenía las manos heladas y los pezones erizados minutos antes de llegar a la cita, me exitaba la idea de ver a mi amante a escondidas de mi novio, incluso me puse una tanga ajustes de color negro que iba en conjunto con mi brasier, por si las cosas se ponían interesas, y vaya que lo hicieron, aún cuando no disfrutara de usar ese tipo de lencería, quería verme bien para mi amigo, me estaba enamorado.

Llegué en transporte público al lugar, estaba a punto de anochecer, pero aún había la tenue luz rosácea del atardecer, yo estaba con un nudo en la garganta. Cruzando la calle para llegar al parque donde quedamos en encontrarnos, lo ví a lo lejos esperándome, en una banca, mi amigo estaba ahí con esa sonrisa que me hacía mojar los calzones.

Ya frente a él, ante de pronunciar palabra, una sonrisa se me escapó, él se puso de pie y me besó en los labios ligeramente, yo no pude hacer más que sonreír y bajar la mirada al suelo.

Él me preguntó:

-¿Nos vamos uno bien?

Yo no respondí, así que él tomó la iniciativa, me tomó suavemente las manos y me acercó su rostro al mío y nos besamos, fue un beso intenso, el solo hecho de sentir tu lengua dentro de mí boca rodando la mía, me excitó, me sentía como una primeriza.

Fue solo un beso, pero yo ya estaba al cien, le pregunté si iríamos a un conocido bar del lugar donde había música en vivo, el respondió afirmativamente, así que nos dirigimos al lugar.

Ya dentro del recinto, en el cual recuerdo ese día, había un tributo en vivo de una de mis bandas favoritas, sumando a ello la excitación de la cita y las ya tres llamadas perdidas de mi novio, solo podía dar como resultado una noche increíble si finalizaba como yo esperaba.

No bebimos mucho, tal vez estuvimos menos de tres horas en el lugar, cuando mi acompañante insinuó hacer algo más divertido, ni loca me iba a negar, tenía las piernas cruzadas de lo nerviosa que estaba.

Salimos del bar y apenas dos calles de ahí, empezamos a besarnos de una manera salvaje, no sé si era el alcohol que me tenía tan ansiosa o las ganas que tenía de volver a coger con él, generalmente no soy tan entregada, pero así fue esa vez. Tenía su lengua dentro de mi boca, una de sus manos apretando una de mis nalgas y la otra uno de mis senos, tan fuerte que me estaba incomodado, corte el beso y le dije que mejor fuéramos a un hotel porque alguien podría vernos, él accedió sin pensarlo y le indique donde sería, yo conocía uno muy bueno donde ya había estado con otro 'amiguito', tal vez luego les cuente esa historia. Este chico me comentó, mientras caminábamos las pocas calles que habían entre el bar y el hotel, que, nunca había ido a uno, yo le dije que yo ya lo había hecho un par de veces, él se notó bastante sorprendido, era claro que yo tenía más experiencia sexual que él, lo cual se confirmo ya en la cama esa noche.

Pedimos la habitación por dos horas, nos indicaron cuál y entremos a ella, era muy pequeña, solo había espacio para la cama y el baño, y estaba pintada de un horrible color 'rojo pasión', igual, no estamos ahí para disfrutar de la decoración.

Pasé al baño a acicalarme con mi bolso, dejando a mi amigo sentado en la cama, se notaba más nervioso que yo, sobre todo por el hecho de que yo insistí en que no usaramos condones, no habría problema, pues yo estaba en mis días seguros. Me lave la cara y mis partes íntimas en el lavabo, y luego tome mi celular para responderle al cornudo, le dije que me había quedado dormida y le escribí más cosas de novia buena. Salí del baño y apague las luces del cuarto, él me preguntó la razón de ello y yo le dije que porque así era mejor, no me cuestionó, sino que se lanzó sobre mí, poniéndome contra la pared para besarme y tocarme a su antojo, y yo hice lo mismo, apretando por encima de sus pantalones su verga gruesa. Él no tardó nada en empezar a quitarme la ropa de una manera romántica, dejándome solo en interiores, yo estaba segura que él ya estaba enamorado, elogiaba mi cuerpo mientras me acariciaba, todo esto mientras aún estamos de pies. Al fin llegó lo interesante, él se empezó a quitar la ropa, empezando por la playera y dejando paga el final lo mejor, se quitó los calzoncillos y dejó al aire su verga parada, mi vista ya se había acostumbrado a la oscuridad, la pude ver de nuevo, morena y venosa, con esa mata de vellos que del asco pasaron al fetiche para mí. Él no tuvo que pedirlo, yo misma me puse de rodillas y empecé a mamarsela, cosa que siempre dejo al final, pero ya me moría por tenerla en mi boca, mientras se la chupaba yo estaba pensando en la de mi novio, comprando en mi mente tamaños e imaginado lo rico que sería chupársela a los dos al mismo tiempo, todo eso mientras él apretaba mi cabello rizado con fuerza y yo movía mi cabeza de adelanta para atrás por la excitación, como tratando de sacarle la leche lo más pronto posible, quería que me llenara la boca de nuevo con su leche, tenía antojo de ella, en ese momento, con el corazón a mil por hora, me dí cuenta que la tenía más pequeña que mi novio, nunca hubiera podido meterme toda la verga de mi novio a la boca sin propocarme nauceas por el tamaño de la misma, era claro, mi amigo era mucho más pequeño en tamaño que él. Me detuve cuando empecé a escuchar como su respiración se aceleraba al punto de hacerme pensar que pronto se vendría, no quería que acabara tan rápido.

Pasamos a la acción, me quite el brasier y la tanga y me tumbe en la cama boca arriba en la cama, tapándome los senos con los brazos y abriendo ligeramente las piernas, ese mismo día me había depilado como esperando recibir verga horas después, y así fue, se puso sobre mí e introdujo su pene, no pude evitar arquear la espalda y gemir como fui fuera mi primera vez. Empezó rápido y fuerte, podía sentir como su pelvis golpeaba fuertemente mi vagina, sentía sus testículos chocar contra mí y el roce de sus vellos. Mi amigo parecía más un animal frenético que un amante, la penetración era fuerte y profunda, tanto que me dolía un poquito, pero no me incomodaba, estaba muy dilatada por la exitación y por lo que pasaba en mi cabeza, no por la cogida mediocre que estaba recibiendo.

Yo pensaba en mi novio con los ojos cerrados mientras me penetraban, me hacía gemir la imagen de mi novio viendo como estaba cogiendo con otro, todo mientras mi amigo me chupaba los senos y los acariciaba, es ahí cuando él puso su mano en mi cuello y yo la tomé, la tomé y me metí dos de sus dedos a la boca y empecé a chuparlos cual verga, sí, estaba pensando en la de mi novio. Llegué al climax con ese juego, llegué al climax imagunadome un trío con mi novio y mi amigo, una verga en mi vagina y otra en mi boca.

Más pronto que tarde, él terminó dentro de mí, recuerdo haber tenido dos órganos durante ese round, me sacó los dedos de la boca y luego su miembro, se quitó de encima mío y yo me puse de pie para ir al baño a lavarme. Frente al espejo me ví, despeimada y un poco sudorosa, le sonreí a mi reflejo, las piernas me temblaban y tenía chupetones en los pechos, le había dicho que no me los fuera a dejar marcados. Salí del baño, aún con las luces apagadas de la habitación, me subí sobre él y empecé a cogermelo, tal vez estuvimos montando treinta minutos, no era muy bueno haciéndolo, simplemente se quedaba acostado mientras yo hacía todo el trabajo, pero a mí me bastó para terminar una vez más, recuerdo que durante eso, los gemidos suaves y el sonido de nuestra respiración solo se vio cortada por el sonido de las vibraciones de mi celular que venían de dentro de mí bolso, de manera burlona, mi querido amigo me preguntó si eran del cornudo, lo cual solo me hizo darle más fuerte y rápidos los sentones, pero está vez no dejé que terminara dentro de mí. Me saqué su verga y baje de encima suyo, para empezar a chupársela, se la mame al ritmo en el cual yo me metía los dedos a la vagina, me estaba dedeando como una loca, de nuevo imaginando eso, pero ahora al revés, le daba la mamada a mi amigo y mi novio era quien me cogía, fue tanto el calor del momento que terminó en mi boca, el chico estaba tan excitado que su pene seguía duro después de la eyaculación, así que se la seguí chupando solo sacandomela de la boca para escupirle el semen que no me había tragado. Estaba exhausta, así que no terminé el trabajo manual, tomé mi bolso y de nuevo entre al baño, revise mi celular y tenía un par de llamadas de mi novio, así que le respondí al WhatsApp con una pequeña mentira, para luego usar la regadera del lugar y darme un baño.

Salí del baño y encendí las luces, él ya estaba vestido, no uso el baño para limpiarse, era tosco y descuidado no solo en el sexo, pero eso me gustaba de él, salimos de la habitación y pagamos el tiempo de uso y salimos del motel.

Llegaría temprano esa noche a casa, me dí otro baño, en la regadera aún me temblaban las piernas. Ya más relajada, le llamé por teléfono a mi novio para contarle que todo estaba bien, mientras me mensajeaba con mi querido amigo de lo que acabamos de hacer.

Es así como termina esta pequeña anécdota, trate de dar más detalles como ustedes me pidieron, espero la hayan disfrutado.

Les mando un beso, solecitos.