La sedución de Raúl

EL hermano de Laura, es provocado por una amiga de su hermana... puede pasar cualquier cosa...

LA SEDUCCIÓN DE RAÚL

A mis 20 años sé que tengo una figura espectacular. Desde siempre he disfrutado coqueteando con los hombres. Me encantaba mi cuerpo y yo sabia que volvía locos a los chicos moviéndome y haciendo oscilar mis pechos, enseñando las piernas, inclinándome para que pudiesen ver mi escote, mirándoles de una forma lánguida, sonriéndoles provocadoramente. Tenía todo un repertorio que había empleado tantas veces con éxito...

En aquella ocasión iba a utilizar todas las tretas para conseguir a Raúl el hermano de mi amiga Claudia. Estaba pasando un fin de semana en la casa de Claudia. Ella había salido, y me quedé sola leyendo una revista en la sala de estar. Yo sabía que Raúl estaba en el piso de arriba, y esperaba que en algún momento bajase. Al poco tiempo, oí cómo bajaba la escalera y abría la puerta de la sala. Al verme, se quedó un poco cortado.

Le sonreí maliciosamente mientras dejaba la revista a un lado y deslizaba mis manos sobre la blusa para alisarla. Luego, despacio, me desabroché los primeros botones dejando más expuesto mi escote. Sabía que eso era realmente irresistible para cualquier chico. Raúl me miraba con disimulo, sentándose junto a mí.

--¿Qué tal ?... -- dije aparentando desinterés -- Hace tiempo que no veo a tu hermana Laura

Enrojeció y me miró como alarmado. Era una reacción extraña.

--¿Por qué... por qué me lo preguntas?

Yo había oído algo de una fiesta algo salvaje, en la que la hermana de Raúl se debió pasar con el alcohol

--No por nada… es que me perdí la fiesta del otro día… debió estar bien ¿verdad?

Raúl me miró sorprendido sin responderme.

--Tu no estuviste ¿verdad? –le pregunté

--No..no. yo no

Estaba muy nervioso y eso le hacía más atractivo. Me olvidé del tema. Al fin y al cabo, todas sabíamos que Laura era una auténtica calientapollas y que cualquier día alguien se la iba a terminar tirando. Ya averiguaría qué ocurrió realmente en aquella fiesta. Así que dediqué mi atención al hermano de Laura. Debía tener no más de 15 años, pero estaba como un tren. Parecía mayor, y su timidez le hacía especialmente atractivo… sobretodo para mí que me consideraba especialista en conquistar chavales. Especialmente si eran jovencitos.

Me estiré en el sofá, dejando que la blusa realzase bien todas mis curvas. Respiré hondo para que se marcasen bien mis pechos bajo la finísima tela de la blusa. colocando los brazos detrás de mi cuello. De esta forma la blusa se abrió casi por completo dejando a la vista mis pechos cubiertos con un precioso sujetador que apenas los contenía. A la vez, simulando un descuido, dejé que la abertura de mi falda permitiera enseñar toda mi pierna. Así permanecí un rato, notando la presencia de Raúl junto a mí. Seguro que me miraba con deseo. Pero no iba a atreverse a nada… era uno de esos jovencitos que se calientan y luego se hacen una paja, incapaces de insinuarse lo más mínimo.

Bueno… podía intentar seducirle… Me incorporé un poco hacia él, dejando que un tirante de mi sujetador se deslizara sobre el brazo. El pecho quedó durante un instante al aire y sentí la disimulada mirada de Raúl sobre mí.

--Uyy…casi se me sale… -- dije aparentando rubor, y colocando una mano sobre el seno. A la vez crucé las piernas, dejando que la falda quedase bastante por encima de las rodillas.

Raúl seguía todos mis movimientos como hipnotizado. Sus ojos lascivos. se deslizaban disfrutando de todo mi cuerpo, desnudándome con la mirada... Noté su tremenda erección abultándole en el pantalón.

--Vaya…estás algo nervioso … --le dije sonriendo mientras miré sin disimulo al apetitoso paquete que él trataba de ocultar.

--Creo que me voy a ir... -- dijo levantándose, sin apartar sus ojos de mi cuerpo.

Entonces, decidí atacar.

--Raúl … ¿no te gusto?...tu estás bastante bueno…-- le dije volviéndome hacia él, apartando un poco la mano que cubría mi seno.

Se quedó quieto, mirando con la boca abierta. Me acerqué a él y puse mi mano sobre el abultamiento del pantalón. Se quedó inmóvil hasta que bruscamente me atrajo hacia él y sujetándome por los hombros me abrazó. Podía notar su fuerza, podía notar su dureza... Uauu, de repente me noté excitadísima. Noté una sensación agradable entre mis muslos. Me aparté simulando una sorpresa que no sentía . Aunque aún trataba de aparentar que era un juego, yo sabia que ya no lo era. Su mano comenzó a deslizarse a lo largo de mi brazo. Me reí y traté de evitarlo encogiendo mi cuerpo.

--Eh, no seas tan agresivo…--dije, mientras me cubría con la blusa, comenzando a abrochar los botones.

El me sostenía apretándome firmemente, así que seguí mi coqueteo, ignorando el ansia de su abrazo

--¿Te gusto?

Sin responderme, acercó su boca a la mía y me besó con pasión. Sus labios se abrieron, separando los míos con ansiedad e introdujo su lengua en mi boca. Sentí su forma, deslizándose ansiosa en mi interior, mientras yo abría mis labios tratando de mantenerla dentro, como un reptil que me exploraba. Una ola de placer me inundaba y apreté mi cuerpo contra el suyo. Sin dejar de besarme, me tumbó sobre el sofá, y movió sus manos sobre mis pechos, acariciándolos con movimientos nerviosos. Le dejé hacer cuando comenzó a desabrocharme torpemente la blusa. Intenté ayudarle, pero con un movimiento rápido, me la subió hasta el cuello.

Se separó de mí, y miró mis pechos, cubiertos por el pequeño sostén. Su mirada reflejaba la tremenda excitación que le invadía.

--¡Joder!. ¡Estás tan buena como mi hermana! – dijo con voz ronca

Me quedé atónita con lo que había dicho. O sea, que Raul y Laura...

Entonces, despacio, colocó sus manos sobre mis pechos. Me invadió una oleada de placer y cerré los ojos. Nerviosamente, me bajó el sujetador, dejando que los senos quedaran libres ante su vista. Yo notaba cómo subían y bajaban acompañando mi agitada respiración. Mis pezones estaban rígidos. Movió sus dedos sobre ellos y me los acaricio estrujándolos, como si me ordeñara.. sentí que me iban a estallar. Tenia miedo de moverme y cerré los ojos, quedándome quieta. Noté como bajaba la cabeza y comenzó a lamerme los pezones. Escuché un gemido de placer, y me di cuenta que era yo misma... ¿Qué me estaba ocurriendo? Sabía que estaba excitadísima, mucho más que cuando lo había hecho otras veces... Estaba mareada...

Raúl comenzó a desnudarse, mirándome fijamente. Ví cómo desabrochaba la bragueta de sus vaqueros... Después sacó la polla…. Rígida, oscilante ante mis ojos… Me pareció mucho más grande de lo que yo esperada... La miraba extasiada....

--Oh. Dios mío… --musité ahogadamente

Nervioso me tumbó sobre el sofá y dijo con voz entrecortada:

--Ya verás... a Laura le gustó... ya verás ...

Se tumbó encima de mí, y apretó la dureza de su sexo sobre mi vientre, frotándose con fuerza mientras movía su cuerpo frenéticamente. ¡Vaya con el chico,... se había cepillado a Laura!... Increíble.... ¿cómo lo habría hecho.?... Noté cómo bajaba su polla hacia mi pubis y la sentí entre mis piernas... sobre mi sexo... comenzaba a apretarse con insistencia abajo... Yo quería más, más... y moví mis caderas rítmicamente, sin que pudiera controlar el movimiento. Mientras me excitaba con locura, pensando en Raul tirándose a Laura, noté la presión de su polla apretada sobre mi vulva… me iba a follar…me iba a follar… Y entonces, de repente, me dí cuenta que iba a hacerlo sin ningún preservativo… ¡ Dios mío podía quedar embarazada!. Bruscamente, me detuve. En mi mente, comenzó a urdirse una nueva estrategia.

--Espera... espera... déjame a mí... ya verás…-- y apartándome un poco, le cogí la polla. Raúl se quedó quieto, sorprendido por mi reacción. Sentí toda la rigidez palpitante de su tremenda erección y comencé a deslizar mi mano sobre ella a lo largo de su tallo con movimientos primero lentos…aumentando el ritmo mientras mantenía fuertemente asida la verga,... desplazando su piel desde el glande hasta la base, hacia arriba y hacia abajo, hacia arriba y hacia abajo….

--¿Ves?.. así te va a gustar más ¿Te gusta... te gusta?... así... así --y seguí masturbándole con pasión notando cómo el chico movía solo la cintura cada vez que deslizaba la mano..

Raúl me miraba con la boca entreabierta, mientras notaba el placer que le estaba dando...

--Uaaa... ua... ua...

--Ves... es mejor.,,, -y aumenté el ritmo, desplazando su piel con fuerza, mirando cómo el glande se le hinchaba como si fuese explotar

Comenzó a contraerse espasmódicamente, mientras su rostro enrojecía

--Ahhh.. aaahhh….me corroo…¡me corroooo!...

Detuve mi movimiento y contemplé fijamente, la punta de su polla. Ahora se movía por sí misma, agrandándose por momentos hasta que, bruscamente, un chorro de un líquido blanquecino se proyectó hacia afuera mientras encogía su cuerpo ahogado en espasmos de placer

--Auuu…auuu… auuuu… --jadeaba con ojos turbios con cada oleada del semen que brotaba de su polla encogiéndose espasmódicamente

Le contemplé fastidiada. Le había hecho correrse, y el tío se olvidaba de mí. Todo por no haber previsto usar un condón… Lentamente me aparté de él, mientras miraba cómo seguía jadeando con el placer de la paja que le había hecho.

--Raúl…eres demasiado niño... un tío aguanta más

--Oooohhh... ojhhhh..ojjj... – seguía jadeando con los últimos espasmos

Me senté y comencé a colocarme el sujetador y a bajarme la falda, mientras él seguía abobado, inmenso en el placer su propio orgasmo

Me levanté irritada

--Oye... la próxima vez que quieras te lo haces tu solito... – y me alejé, dejándole aún enrojecido por el placer