La seducción del osito
Un gay de 35 años seduce a uno ¿dudoso?
Ya estoy bastante maduro, acabo de pasar lo 35. Desde mi infancia me gustó ver a los hombres. Me atraía y atrae de ellos, verlos de espaldas, con pelos en sus piernas, aun en sus nalgas. Cuando veo un macho desnudo, mas que su pene, me atraen sus nalgas, muslos y piernas. No piensen que soy solo activo. Es que me excito con esas partes del cuerpo masculino. Por lo expresado, según el día, los lampiños también me atraen.
Resumiendo soy homosexual, sin complejos. No me pongo un cartel de gay. Cuando pude, gracias a mi novio, me fui de casa. Conseguí un puesto en ventas que me permitió independizarme de el. No soportaba sus celos, ni que me controlara en los horarios.
Él era mayor que yo, de allí debe haber sido que por estar ya calmado él con respecto al flujo de las hormonas no me entendiera. En lo sexual ya no me van los noviecitos. Me estoy dedicando solo al sexo esporádico, con forro si, pero si me gusta un tipo haré todo lo necesario para conseguirlo.
Practiqué natación siempre. Sí, no lo niego, se ven buenos machos allí, en los natatorios y que decir en los vestuarios. El olor a macho abunda, satura el ambiente, me encanta el vestuario. Ya se habrán percatado que estoy bueno. Mido cerca del metro ochenta y peso setenta y pico kilos, tengo poco vello, además me depilo.
En la pileta le eché el ojo a un morocho, con poco vello en el pecho, pero de gambas bien velludas. Alto como yo, algo más robusto, lo que se dice morrudo.
Siempre que podíamos algo conversábamos. Nos comentábamos las novedades del día,
Ese día salimos del agua al mismo tiempo, cuando me comenta
-Vos Diego te cansaste, igual que me pasó a mí, será que consumimos mucha energía.-
Juntos llegamos al vestuario
-Me daré una ducha Toto le digo- el cloro no debe quedar, irrita las zonas húmedas del cuerpo.-
-Tenés razón, te sigo Diego-sigue diciendo-esos restos de cloro me deben haber irritado el glande.-
-Toto nunca dejes de enjuagarte además un poco de champú en el pelo y acondicionador para que no se seque en demasía.-
-Por eso vos Diego tenés esa piel de terciopelo, no traje champú ¿me prestas el tuyo?.-
Me acerco con el champú y el acondicionador de cabello, lo veo bien de cerca, esta fuerte, en las nalgas no hay vello.
-No veo Diego, me entró jabón en los ojos, ponemelo en la mano, ya que estás aquí, mirame el glande que me arde.-
Descubre la cabeza del pene, miro y es real, tiene una irritación.
-Acá no tengo crema. No recuerdo la marca, en el departamento si tengo una con desinflamatorio y antibiótico.
Se me estaba parando la pija y noté que a el también
-Diego antes de comer, pasemos a tu casa, y me lo mostrás ¿sí?-
Le di unas cachetaditas en las nalgas en tanto
-Apurate, me imagino como estuviste sufriendo, vamos ya.-
-Vivo a cuadra y media del natatorio caminemos ¿cómo no consultaste al medico? Tenés la pija a la miseria.-
-Diego, me la vi hoy, antes no me ardía, hoy sí-
Entramos, para mis adentros pesaba que suerte que se haya irritado así me lo traje aquí
-Así que te gusta mi piel aterciopelada Toto, desnudate que te traigo la crema.-
Me sigue al baño, tomo la crema del botiquín cuando él está atrás mío
-Creo que si, pero acá no veo, ni toco tu piel, sacate la ropa y te diré con certeza si es como aparenta ser.-
Siento que me besa el cuello, me baja el pantalón, lo dejo hacer, me agarra la verga, de 18 cm, con ella como palanca me gira
-Diego, si no me ardiera te cojo aquí mismo, hace rato que te veo y me calentás, estas muy bueno.-
Nos trenzamos en un beso profundo, lo interrumpo
-Toto yo también ando caliente con vos, dejame curarte la irritación, caso contrario no podrás usarla con nadie.-
Le paso la crema hasta que desaparece absorbida por su piel, él da unos grititos suaves
-Ya pronto te sentirás aliviado, date vuelta a ver si tenés el ano irritado.-
Se abre las nalgas, hermoso agujero negro, le meto un beso, el quieto, le meto lengua, el emite sonidos de macho al que le place el cunni liguis.
-¿Ya me vas a garchar?.-. -
-No Toto, esperá que actué el desinflamatorio, comamos algo en tanto.-
-Vos Dieguito tenés razón siempre, aunque quiera ser tuyo, voy a cumplir lo que vos ordenás.-
-Vestite Toto, vamos abajo hay un barcito, de paso me contás de tu vida.-