La secretaria del ginecólogo
Por hacer un favor a un amigo, fuí a entregar un paquete al consultorio de un ginecologo, llegue tarde y solo estaba la secretaria. La casualidad, la magia, los instintos, hicieron que jugar al doctor fuera algo mas que un juego.
Un amigo, visitador médico me había pedido que le hiciera el favor de llevar unas muestras a unos médicos, dado que el había arreglado una escapada con su novia a Uruguay. Le dije que no se preocupara, sin sospechar que detrás de ese inocente favor se destaparía una experiencia única. Tras haber entregado 2 de los paquetes, me fui a realizar la última entrega a última hora, sin saber si iba a llegar a tiempo. Toco el timbre una y otra vez sin que nadie apareciera, cuando me disponía a irme, se abre la puerta y veo una mujer monísima, con unos ojos azules de efecto hipnótico. Le dije que me perdonara por llegar tarde, pero que le estaba haciendo un favor a un amigo.
Algo había conectado entre nosotros a la velocidad del rayo, nos miramos con ese silencio que dura un instante pero que parece un siglo y me dijo que pasara. Me dijo que el doctor ya se había retirado y que el lunes se lo daría, que no me preocupara. Ese mágico magnetismo que se nos había pegado a ambos nos hacía desgranar excusas de charla como dando pié a algo que teníamos que descubrir. Me preguntó a que me dedicaba y le dije que estaba estudiando dirección cinematográfica, a punto de graduarme. A partir del "topico" del cine se nos fue ablandando el dialogo, presentándonos con nuestros nombres y otras señas. Habían pasado unos veinte minutos y nos reímos al darnos cuenta que en una mínima fracción de tiempo, ya parecíamos íntimos y realmente, sentía como si a Lucía, la maravillosa secretaria del médico la hubiera recorrido en cientos de sueños.
Le comenté que jamás me hubiera imaginado que un viernes al anochecer me daría la sorpresa de semejante descubrimiento, ya no sólo por su belleza, sino que todo en ella era la armonía del encanto. Mientras hablábamos yo la iba filmando con una cámara invisible que se aproximaba a sus ojos, a sus labios, a sus manos dibujando figuras en el aire. Por lo general soy una persona tímida y espero señales seguras de la otra parte para dar el paso, creo que nunca antes me había sucedido de querer besar a una mujer a quien hacía minutos había conocido.
Lucía estaba fascinada con lo del cine y me preguntaba que género me gustaba mas, si tenía algún proyecto en mente, etc. Tras hablar de mis inspiraciones, quise saber mas sobre ella y así fue como me comentó que había trabajado de modelo y azafata de convenciones, manejada por una empresa con la cual había tenido problemas, especialmente con un gerente. Le pregunté si era por impuesto de cama y me contestó afirmativamente. Eso me hizo pensar que tal vez fuera algo puritana, dado que el mismo ambiente tira a tener que exponerse mas que con otros trabajos, sin embargo, lo que vendría después me demostró lo contrario.
No se cómo, le hice el comentario que en territorio médico, tendría que atenderme de una molestia en un muslo a consecuencia de una caída con la moto.
Con una sonrisa muy particular me preguntó si yo sabía cual era la especialidad del médico para el que ella trabajaba, a lo que contesté que ni idea, amplió su sonrisa.
-Este es un consultorio ginecológico- se rió al contestarme. Mi sonrisa se plegó a la suya y hasta sentí cierto rubor.
Me surgió preguntarle si a un ginecólogo no le podía excitar, cuando las circunstancias se daban, el tener que toquetear, dado que no entendía ese desdoblamiento.
Su contestación fue un mmmmmmm. . . con mirada muy pícara.
Me dijo que ella no podía saber lo que podría pasar por la mente de un ginecólogo, pero que lo mas probable sería que hubiera un poco de todo.
En un momento dije. . . y pensar que a veces jugamos al doctor para excitarnos. . . .
Sus ojos se abrieron como parabólicas. . . y dijo en tono de cuestionamiento:
Jugar al doctor??????Vos jugas al doctor??? Que ordinario!!
Le pedí que disculpara mi comentario por si le había molestado. . . su contestación fue. . .
Sabes que sos muy tierno????
Sentí como si una bocanada de fuego recorriera mi cuerpo. . . era desconcertante. . . tremendamente seductora, ángel y diablo a la vez.
Pregunté porqué ordinario? Y me dijo que era un chiste, que ella mas de una vez
había jugado al doctor. . .
Mis ratones saltaban por dentro y mi cámara invisible, casi la estaba desnudando.
. . A ver. . señor director de cine. . . que le representa un consultorio ginecológico un viernes al anochecer. . hombre y mujer que se acaban de conocer y hablan de jugar al doctor. . .
No podía creer lo que escuchaba y no quería pasar por tonto y puse el hielo que pude en lo poco de cerebro que me quedaba en esos instantes. .
Es que acaso vos te dibujastes alguna fantasía en este escenario????
SI
No dudo, ese SI fue rotundo, un mensaje claro y conciso.
Tan bueno esta tu doctor?
NO! Para nada. . . además esta avanzado en años. . . No, nunca me comi el coco por ese lado. .
Y entonces???
Me dijo que lo dejáramos ahí. . que cambiáramos de tema, de porqué no la invitaba a cenar. . .
Me quede mirándola y con cara de transmitir nítidamente los mensajes.
Vaya! Casi me habías metido en la película!!. .
A ver contame tu película. . . si te animás. .
Equis Equis equis my dear. . .
Te dije que eras ordinario. . .
Tenes razón. . . Zeta Zeta Zeta. . . .
Una carcajada conjunta nos abrazó y comenzamos a besarnos frenéticamente.
De golpe se detuvo y me dijo:
Querés jugar al doctor. . director ordinario?
Pregunté donde estaba el escenario y me llevó de la mano a una sala contigua en la cual destacaba una camilla ginecológica y bandejas con instrumental.
Momento!. . primero quiero contarle el motivo que me trae aquí, doctor. . .
Claro. . sientese. . .
En el consultorio nos sentamos frente a frente. . .
Doctor. . me cuesta hablar de mi problema. . . . mis relaciones son dolorosas. . . secas. . .
Relájese, no es algo anormal y casi seguro encontraremos solución.
Siempre ha tenido este problema o es reciente?
Doctor. . nunca pude sentir un orgasmo. . no se lo que es. . .
No lo tome a mal lo que le voy a preguntar. . pero. . nunca se masturbó?
Si, si. . de pequeña. . pero no se si tuve orgasmos. .
Lo mas probable es que no los haya tenido. . pero no se preocupe. . . vamos a ir por el camino adecuado, primero tengo que revisarla. . . pase por aquí. . .
Yo estaba totalmente inmerso en una película que era pura realidad, el guión se iba escribiendo a cada instante y presentía que iba a estallar en cualquier momento, pero el frenarme me producía un placer que jamás había sentido antes. . .
Me tengo que quitar toda la ropa?
Si, si. . pase al cambiador y póngase la bata. . .
Lúcía hizo un paréntesis y me dijo. . .
Ni que supieras Director!. .
Me senté en una banqueta frente a la camilla y apareció Lucía tan sólo con la bata, la que delataba unos pechos erguidos y unas piernas esbeltas.
Recuestese y ponga un pie en cada estribo. . .
Al separar sus piernas, encendí una lámpara especial, obviamente para uso profesional. . . nunca antes había visto una escena semejante. . . Lucía contenía la sonrisa. . .
Primero vamos a hacer unos ejercicios de relajación. . . hay que quitar toda la tensión. . . y una respiración suave nos va a ayudar. . .
A medida que Lucía hacía caso a mis improvisadas indicaciones, mis manos iban recorriendo un cuerpo perfecto. Le quite la bata y descubrí unos pezones erectos destacando sobre unas aureolas rosadas y deseosas de caricias.
Mi boca se anticipaba al deseo y se reservaba las caricias bajo la excusa del juego, lo que hacía que la excitación nos invadiera cada vez mas.
Sus pechos estan muy bien, no hay nada anormal, por el contrario, favorecerán a la terapia. Ahora vamos a seguir explorando. .
Me va a poner el espéculo doctor?
Miré al costado y adiviné que un instrumento metálico de forma fálica sería el espéculo. .
Si, efectivamente vamos a hacer una exploración interior. . .
Lucía hizo otro parétesis y me dijo como si fuera un secreto.
Usa ese y ponle vaselina. . . Confío en usted doctor. . .
Miré el adminículo metálico, el cual tenía una mariposa para abrirlo, le puse la vaselina y tras una previa dilatación con mis dedos, lo fui introduciendo en su hambrienta vagina.
Ay Doctor! Ay. . . siga. . siga. . . .
Mi pene y el especúlo se confundían en una sensación sólo comparable con los fuegos artificiales. . . Iluminé ese canal mágico en el que quería sumergirme. . . quité el espéculo y ya fue mi lengua la que fue explorando cada pliegue de esa piel húmeda y agridulce.
Lucía comenzó a gemir cada vez mas fuerte. . .
Doctor! Estoy sintiendo!!! Mas fuerte doctor. . mas. . mas!!
Nunca había estado tan cómodo para succionar ese conjunto maravilloso de labios, vello y un remate de danza sobre un clítoris a punto de estallar. . . Mi erección dolía, era un sable ardiente y cuyo filo estaba a punto de clavarse dentro de mí si no afloraba su metal hacía ese imán que me atraía como un ciclón imposible de evitar. Me desnude completamente y mi pene llegó a un límite que creía imposible, como si la suave piel envolvente fuera a reventar, con su cabeza agigantada y roja ya sin poder aguantar mas fuera del único lugar que podía calmar la fiebre.
Lucía se incorporó y me dijo:
Doctor. . . se que su tarea puede ser incómoda. . deje que le ayude. . .
Sus dos manos envolvieron toda la elongación, para ser devorada a cada centímetro por sus labios y el rasgueo de unos dientes que sabían medir el límite del dolor. . .
Deme ese jarabe mágico doctor y me curaré aquí mismo. . .
Apretó mis testículos y un interminable volcán láctico fluyó dentro de su boca. . . cada espasmo era un grito de gloria, de triunfo en el cosmos de lo imposible. . . .
De la camilla al suelo enredando los cuerpos y los besos fusionaban un fuego inacabable, las lenguas se enredaban furiosas compartiendo una saliva tan confidente como febril. . .
El primer orgasmo solo fue un mensaje pasajero, la erección no había bajado y se alimentaba aún mas con las palabras de Lucía. . .
Quiero que me cojas hasta el último de mis poros, cojeme con toda tu furia. . quiero que entres todo dentro de mi. . . .
La verga encontró sóla la entrada a ese mar de deseo y los movimientos se volvieron cada vez mas agudos y punzantes. . . los pies de Lucía se alzaron sobre mis hombros y la penetración se sentía cada vez mas como estoques firmes que buscan atravesar lo infinito. Los orgamos se encontraron en un grito compartido y se sedaba con nuestros labios recorriendo el sudor de la piel fusionada. . .
Lucía se puso boca abajo, estiró sus brazos y separó sus piernas, la sola contemplación de ese culo perfecto que llamaba a separarle las nalgas, me llevo a recorrer cada palmo con mi lengua, mi nariz hundida para inspirar su perfume sexual. Introduje un dedo en su ano y le produjo un placer aún mayor, luego dos dedos, volví a untar la vaselina y me introduje en un ano que apretaba con el tono de un dolor placentero. Mi corazón parecía estallar, cada latido era parte de una maquinaria insaciable que pedía mas y mas.
El agridulce del aroma sexual nos envolvió en la confidencia y fuimos aterrizando en la contemplación, los ojos volvieron a mirarse, los labios se apretaron en el gozo absoluto.
La ducha nos devolvió a un mundo mas formal y tan solo la sonrisa de ambos sellaba la confidencia de algo que fue mas que un juego. . .
Su película ha sido excelente. . . mejor final. . imposible. . .
Crees que la película ha acabado?
Es que acaso te queda mas guión? Director?
Tal vez?. . . nos queda alguna fantasía por traer a la realidad? Le pregunté. . .
Me gustaría saber que con vos he perdido todas mis vergüenzas. . comentó Lucía.
Yo creo que algo queda. . .
Por ejemplo?
Que por ejemplo tengo ganas de hacer pis y me da vergüenza pillar delante de tuyo. . .
Lucía sonrió y me pidió que nos sentáramos en la bañera. . . me dijo. . mira. . . y un chorro dorado hizo un arco hacia mi. . .
Ahora te toca a vos. . . .
Javi. . . que te gusta mas? Mi vagina o mi concha?
Me quede sorprendido. . pero entendí el mensaje. . . y le contesté. . tenes la concha con la vagina mas dulce del universo. . .
Bingo señor director. . . nos faltaba el lenguaje. . .
Nos queda algo madame?
Creo que si. . tal vez. .
El amor????. . .
Si, a lo mejor. . el amor. . .
Efectivamente, el amor se plegó a nosotros y duró dos años y medio. Lucía se fue a vivir a Barcelona donde retomó su trabajo de modelo. La distancia nos hizo amigos, confidentes, no habíamos dejado ninguna asignatura pendiente.
El paquete le fue entregado el lunes al doctor, el instrumental fue pulcramente limpiado y el consultorio, seguía recibiendo, entre otras, a mujeres que no jugaban al doctor. . . o tal vez si. . .
Todos los hechos relatados se corresponden a la realidad y han sido recreados lo mas aproximados a lo que fueron sus diálogos reales.
Javier