La saga crepusculo:Amanecer

Es el relato mas largo que hice hasta ahora, gracias a javiet por sus comentarios para que mejorara

Esta historia empieza cuando Edward y yo nos fuimos de luna de miel, primero atravesamos medio continente en avión hasta Rio, i desde allí cogimos una motora que nos llevaría hasta el paraíso.

Cuando desembarcamos ya había oscurecido, Edward, con su fuerza sobrenatural, cogió todas las maletas con sus fuertes brazos, i las subió a la casa que había justo delante de nosotros a una velocidad, como poco, mareante, al menos para mi, la persona mas torpe de todo Forks, y, de echo, de toda la península Olimpic...

En cuanto llegamos a la casa, Edward me dijo:

-Les dije a los cuidadores de la casa que acondicionaran la casa ya que íbamos a pasar unos dias aqui, bueno, Bella, te espero en el agua.

Acto seguido se quitó la camisa y los zapatos i se quedó solo con unos tejanos cortos, se fue hacia el mar, yo tuve una buena instantanea de su mármoreo cuerpo de dios griego justo antes de entrar en el agua, i el sonido de su risa me acompañó hasta el interior de la casa.

Aún no me lo podia creer, era todo mio...

En cuanto llegué al baño cogí el neceser que había traido equipado para cualquier lugar en el que Edward y yo hubíeramos podido pasar nuestra luna de miel, ya que la sorpresa de Isla Esme me la dijo al llegar, por los nervios, empece a depilarme, me lavé los dientes, i me mojé con agua caliente los brazos i piernas, al final desistí i me metí en la ducha, y claro, el agua caliente me relajó por completo los musculos, con el jabón empecé a limpiarme el pelo, i luego cogí una esponga i empecé a frotarme todas las partes del cuerpo, cuando llegué a mi sexo, me entretube allí un rato, pensando en que Edward me esperava allí, pero paré antes de llegar al orgasmo, queria que fuera Edward el que me hiciera el amor, no mi mano.

Edward tenía razón al decirme que el agua estaba caliente, pues aunque era de noche, el agua guardaba el calor del sol que habia caído sin tregua durante todo el dia, i era como entrar en una bañera gigante, al segundo, Edward emergió de las aguas, al estar los dos desnudos, la excitación de Edward era visible,nos besamos apasionadamente, hasta que, con el calentón que llevaba encima, le dije a Edward:

-Vamos arriba, allí nos lo pasaremos mejor- Dije con una pícara sonrisa.

Edward sonrió i me cogió en volandas hasta salir del agua, me subió por las escaleras i me dejó con suavidad en la cama.

La cama tenía un gran cabezal, i unas cortinas de seda transparente alrrededor, entonces Edward, el cual había estado eludiendo este momento lo máximo posible, se dejó llevar.

Recordad que nosotros estabamos desnudos, acavabamos de salir del mar.

Miré el pene de Edward, mediría unos.... 18 o 19 cm, y, ¡No veas lo grande que se había puesto!

Empece a besarle, le mordí suavemente la oreja, con lo cual soltó un gemido de excitación,i seguí bajando por su cuello, sus grandes pectorales, le mordí el pezón, con lo cual soltó otro gemido, hasta llegar al pene, el que cogí y empecé a masturbar suavemente, i luego mas rapido, yo dije:

-Te gusta mi amor? pues preparate que ahora viene algo mejor.

Me metí el pene en la boca, empezando a lamerlo de arriba abajo, Edward, con mucha suavidad, posó sus manos en mi nuca i empezó a empujar suavemente, yo notaba como su pene chocava con mi garganta, así estuvimos dandole  un buen rato, hasta que, con una pequeña explosión, empezó a soltar chorrazos de sémen, yo los tragué, me saqué el pene de la boca y Edward, el cual aún seguia con esa monstruosidad tiesa, empezó a sobarme las tetas, a pasarme las manos por encima de mis erectos pezones, yo cogí su pene y empezé a hacerle una cubana, chupandole el capullo que llegaba hasta mi boca, acelerando el ritmo, hasta que la leche me roció toda la cara, Edward soltó otro gemido de excitación i dijo:

-Mejor lo dejamos por hoy, ya no tengo energias para seguir.

entonces me limpié como pude toda la lefa que tenia encima, y así nos acostamos, desnudos i abrazados.

Al dia siguiente me desperté en la cama con el, el cual me dijo que tenía preparada una sorpesa para mi.

Durante los dias siguientes estuvimos haciendo submarinismo, y Edward, el cual, en un alarde de que el podia aguantar sin respirar indefinidamente, me acompañava sin bombona, estubimos mirando los preciosos corales submarinos, las cuevas sumergidas, yo vi un grupo de manatíes, pero en cuanto Edward se acercó, huyeron como si hubíera un tiburón en el agua, claro, los animales detectaron la presencia de Edward, i huyeron despavoridos.

También exploramos el volcan de la isla, el cual no era muy grande i estaba inactivo, en cuanto subimos hasta allí, vimos que el crater estaba cubierto por una masa de rocas compactas, como una tapa de la olla, Edward de un solo golpe rompió un trozo de masa i dijo:

-Bella! mira, acercate!

Yo me acerqué con cuidado al borde del agujero, las paredes estaban repletas de cristales  que brillaban, i al fondo se distinguia algo de luz, era magma!

Como os podréis imaginar, después de tanto ejercicio, yo acabava echa polvo, sospechava que era una estratagema de Edward para no poder hacer el amor, pero no le va a funcionar.

Era un dia radiante, cuando me desperté asustada y llorando, Edward me dijo:

-Que te pasa? estas bien? estas herida?

-Esque... he tenido un sueño.

-Y lloras por eso?

-No, esque nunca será realidad.

-Qué era?

-Estabamos tu y yo .... y.. Oh! Edward, desearia que fuera real!

Entonces el me besó, i dijo:

-De acuerdo.

Yo cogí su pene a través del pijama que llevaba, le bajé los pantalones i yo me quite la ropa.

-Penetrame ya!!

Con su pene se fue acercando lentamente a mi raja humeda, metió ligeramente el capullo, con lo cual me hizo gemir, la entró toda i yo grité:

-AHHH!!!! DIOOOS!!!

El siguió bombeando, yo me movia hacia delante i hacia atrás, entonces se agacho un poco i me cogió de las tetas, no es que fueran precisamente grandes, pero me cogió los pezones, los estiró, los mordió e hizo todo lo que quiso con ellos. yo grité:

-DIOOS! ME CORRROHHH!!!!!!!!!!!!!!

De mi coño manaron mas fluidos que de una fuente, noté como el se corrió dentro de mi, lo que nunca me imaginaria es que el era fertil...