La rusa y los vagabundos.

Un festejo de cumpleaños, lágrimas, vagabundos y 2 perros salvajes...¿Que mas podría salir mal en este 2020?

Si han seguido mis historias, sabrán que actualmente me encuentro en mi ciudad natal Samara en Rusia. Me presentare de forma breve para aquellos que no me conocen: Recién cumplí en Octubre 25 años, 1.70 de estatura, pelo rubio largo que alcanza el inicio de los hoyuelos de mi cadera, ojos verdes y varios tatuajes repartidos en mi cuerpo. Me considero una chica atractiva en México pero en Rusia soy muy normal.

El mes pasado fue mi cumpleaños y con motivo del festejo, salí ese fin de semana al departamento de Anna para reunirme con ella y un par de amigos más. Mi festejo no era como lo había planeado para mis 25 años en el que me había imaginado tener una fiesta en grande con mucha gente asistiendo, incluido mi novio que sigue en México… La vida es caprichosa y no siempre nos complace…como queríamos…

Ese día el alcohol nunca falto ya que habíamos comprado suficiente para no quedarnos cortos y tener que desafiar las restricciones que se encuentran implementadas en mi ciudad por la pandemia; ya que es muy difícil estar en la calle si no es para algo esencial.

Esa combinación de exceso de alcohol y la grandiosa actitud de Anna fueron un elemento clave para la serie de eventos que me llevaron a esta experiencia que relato.

-      No te marcharas de aquí por tu propio pie… Te traje carne para que elijas que vas a cenar esta noche por tu cumpleaños – dijo Anna muy cerca de mi cara. Podía percibir el fuerte y penetrante olor a whiskey que desprendía su aliento

-      Creo que ya va siendo tiempo de que te olvides de tu novio por un momento… Dijo Anna con mucha dificultad ya para hablar y casi gritando.

Yo no estaba ebria a decir verdad y la había estado pasando bien hasta ese momento en el que me sentí muy incómoda cuando voltee a mirar a nuestros amigos que nos observaban de manera curiosa como si fuéramos dos animales en el zoológico.

Anna acerco sus voluptuosas tetas a mi cara que sobresalían de su ceñido escote del vestido negro con purpurina (recordaran que es más alta que yo) y me apuntaba con su dedo:

-      Te estoy haciendo un favor por ser mi mejor amiga y espero no me decepciones esta noche…

Dio un sorbo a la copa que se tambaleaba con todo su cuerpo y vi como le escurría el alcohol por su barbilla para gotear sobre sus enormes tetas.

-      Anna, estás haciendo un espectáculo y me estas avergonzando… No me voy a follar a ninguno de tus amigos. Le dije entre dientes

-      Quiero que dejes de joderme lo que resta de la noche…

Anna se quedó tambaleando como buen ejemplo de persona ebria, pero con su mirada fija en mí. Dio un último gran trago a su vaso y comenzó a reír muy fuerte con la intención de llamar la atención de todos… Y lo logró.

-      Queridos amigos, para los que no conozcan a Natasha… Esta…es…mi…amiga. Dijo en voz alta mientras me abrazaba de forma torpe. Y esta noche quiere llevarse premio a casa…

-      …Solo que ella no lo sabe. Susurro en voz baja mientras me abrazaba y me asfixiaba mas…

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, la música ya no sonaba y se sentía incomodidad en todo el ambiente. Empujé a Anna a un lado con mucho coraje, tenía ganas de golpearla en ese momento, pero me contuve y solo salí lo más rápido que pude del apartamento.

-      Oye espera… Escuche que alguien grito

Pero no me detuve y me salí rápidamente del edificio. Eran aproximadamente las 2 am y las calles ya estaban desiertas; en esta época del año comienza el frío insoportable y yo solo llevaba puesto mi vestido corto nuevo que había comprado ese mismo día para la fiesta y un abrigo que me tapaba un poco.

Mi apartamento esta a unos 15 minutos caminando desde la casa de Anna sin embargo en esa zona se están construyendo nuevos complejos de vivienda que se encuentran detenidos desde que inició la pandemia y han dado lugar a que las obras las usen de refugio los vagabundos de los alrededores…

Cuando llegue a la zona de construcción observe que había un grupo de vagabundos a unos cuantos metros. El sonido de mis tacones rompió el silencio de la noche por lo que el grupo que consistía de 3 hombres viejos voltearon al mismo tiempo hacia mi dirección.

Yo apresure el paso, pero podía ver que entre ellos se decían cosas. Cuando pase justo frente a ellos, uno se acerco y me pregunto que hacía sola a esas horas de la noche…

-      ¿Por fin escucharon nuestras plegarias y nos mandaron putas para quitarnos este maldito frío?

Yo no supe que decir, me congelé de miedo. Sus dos compañeros terminaron de cerrarme el paso y yo solo pude decir:

-      Voy…a ca…a casa… Por favor no me hagan nada, aquí tienen mi celular y mi bolso de mano que tiene algo de dinero pero por favor déjenme…déjenme ir…

Mis lágrimas se derramaron por segunda ocasión pues me estaba imaginando lo peor: Que podría acabar muerta…

-      Ohhhh está llorando, déjame ver tu linda cara muñeca. Pareces una buena zorra mira… Tienes todo el maquillaje de los ojos embarrado en tu cara. Dijo el viejo mientras pasaba su asquerosa y putrefacta mano por mis mejillas.

-      Haznos compañí… ¿Qué mierda fue eso?

Sus compañeros al parecer habían escuchado lo mismo y salieron corriendo hacia la dirección de donde yo había venido.

-      Puta bestia del demonio… Hey, hey tranquilízate… Dijo el viejo

Se escucho un gruñido que provenía de dentro de la zona de construcción y pisadas fuertes.

-      No pasa nada, hey no pasa nada… Ya nos vamos… - Dijo el viejo mientras me tomaba del brazo

Pero no había terminado de agarrarme cuando se escucharon ladridos muy fuertes y pisadas apresuradas.

El viejo me soltó y salió corriendo en la misma dirección que sus amigos.

Yo voltee y observe de que se trataba: ¿Dos lobos? No, parecían una rara mezcla entre lobo salvaje y perro. Algo muy común en Rusia.

Se acercaron ambos, eran enormes y muy peludos. Ya no se veían agresivos.

Me comencé a reír de alegría pero las lágrimas seguían corriendo por mis mejillas.

Los perros se acercaban y me olían tímidamente por lo que me puse en cuclillas para estar a su altura.

-      Me salvaron… Quien iba a decir que 2 perros iban a salvarme la vida en mi cumpleaños…

Era evidente que ambos eran perros salvajes o vagabundos, pero se veían bien alimentados.

Uno de ellos aprovecho mi posición en cuclillas y comenzó a olfatear mi entrepierna…

-      Hey, tranquilo. Apenas nos estamos conociendo y no follo con desconocidos… - Dije con una sonrisa.

Me levante y mire hacia todos lados para asegurarme que nadie estuviera viendo y pensé “Mi festejo se arruino y casi pierdo la vida… No puedo desperdiciar esta oportunidad”

-      Creo que se la forma de agradecer lo que hicieron por mi… Les dije a ambos.

Me metía a la zona de construcción y encontré un lugar que tenía muros y evitaba que alguien pudiera verme. Los perros me siguieron enseguida.

El frío era insoportable así que no me quitaría toda la ropa, encontré algunas piezas de cartón que coloque en el piso… Estaba nerviosa y parecía que los perros sabían lo que estaba ocurriendo pues comenzaron a rodearme.

-      Salvaron a esta perra de una situación desagradable así que los voy a compensar…

Me baje mi tanga y enrolle mi vestido por encima de mi cintura al igual que el abrigo… Inmediatamente sentí frío en mis piernas y mi vagina que se sentía aun mas el aire helado al tocar mis labios ya cubiertos por mis fluidos viscosos que comenzaban a emanar de mí.

-      Ven, acércate mas le dije al perro mas grande que tenía un color oscuro y su pelaje más largo y alborotado.

Ambos debían ser hermanos pues eran muy parecidos a excepción del color de pelaje ya que uno era oscuro y el otro una mezcla de blanco y gris. Debían ser una cruza de un ejemplar de lobo con un husky siberiano por lo que ya podrán imaginar que el tamaño de ambos era descomunal.

El oscuro se acerco e inmediatamente el otro comenzó a gruñir y a ladrar de forma muy agresiva y fuerte. Yo me espanté un poco y comencé a pensar que quizá no sería buena idea hacer eso… Me intenté levantar, pero el blanco volteó inmediatamente hacía mi y me gruño de forma amenazadora.

-      Hey tranquilo, tranquilo… ¿Tienes ganas de follar chico? Eso es…. Calma, calma. Le decía mientras me incorporaba en posición de perra y observaba que dejaba de gruñir, pero no dejaba de arrugar su nariz y hocico mostrándome sus afilados dientes. Su hermano estaba en un rincón con la cola entre las patas y se veía asustado por lo que me hizo pensar que no era la primera vez que peleaban…

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por el gran peso que sentí sobre mi espalda y el inmediato calor corporal del perro que comencé a sentir. Era muy fuerte: Con sus patas delanteras jalo mi cadera, rasguñando en el proceso mis costados.

-      Ayyyy!!!!! Hey espera bruto, me estas lastimando…

El perro comenzó a hacer movimientos pélvicos, pero no atinaba a mi entrada. Yo no quería ni mirar su verga porque sabía que sería algo descomunal y lo comprobé con solo tocarla con mi mano izquierda para dirigirla. El perro estaba jadeando y me tiraba saliva por mi cabeza, pero al momento de sentir mi mano en su falo, gruño mas agresivamente que la vez anterior y me mordió el cuello…

-      Yaaaaaa, déjame ir por favor… Quitate de encima perro estupido…

Sentía un gran dolor y sentía caliente en donde me había mordido pero fue en ese momento que el enorme perro se acomodó y comenzó a bombearme con toda su fuerza. Su verga entro de golpe y toco el fondo de mi vagina. Era un tipo de pene que nunca había sentido; era gigantesco o al menos eso percibía

-      Auuh auhhhh auuuuuhhhhhhh… Me duele, por favor bajate no voy a aguantar tu verga… Por favor quítate. Le dije desesperada e intentaba empujarlo con todas mis fuerzas, pero era inútil el perro ya había agarrado ritmo y me penetraba de forma salvaje y sin compasión.

Y justo fue aquí que lloré por tercera vez en la noche, me estaba partiendo de dolor y su verga no terminaba de acomodarse dentro de mi vagina.

No estaba sintiendo placer en esos momentos, el movimiento frenetico me había parecido eterno, pero en realidad había durado menos de 2 minutos cuando sentí su bola luchando contra mi vagina para lograr entrar…

-      No no no no… No me abotones por favor (ja, como si entendieran) …Por favor déjame ir, esto fue un error. Ayyyyyy auuuuhh no no no NOOOOOO. La bola entro y se escuchó en ese momento como si se hubiera sellado algo al vacío.

-      Ahhhh ahhhhh auuuuhhh uuuuuuuyyyyyy mmmmmhhhhh.

Me comencé a hacer la idea de que iba a quedarme pegada al menos por 15 minutos.

El perro estaba jadeando mucho mas que al inicio que pensé que le estaba dando un ataque o algo y mientras esto ocurría escuche que su hermano comenzaba a rondarnos y chillaba a nuestro alrededor. El pobre quería follar también y preñar a la perra que tenían ahí a su merced.

En ese momento comencé a sentir mucho placer después de todo el sufrimiento que había pasado. MI vagina comenzaba a darme sensaciones placenteras y estaba a punto de explotar mi primer orgasmo de la noche…

-      Ayy siii…siiiii…lléname de semen…ahhhhhh me…estoy….ahhhhh….viniendooooo….. auuuuuhhh mmmmhh mmmmh mmmmhhhhh…

Mi cuerpo comenzó a temblar lo que hizo que el perro se exaltara y de un movimiento brusco se quitara de mi espalda cayera a mi costado derecho. Su bola en ese movimiento se libero un poco pero seguía siendo engullida por mi hambrienta vagina simulando un depredador devorando plácidamente a su presa… Que ironía.

-      No te salgas aún hijo de perra mmmmhh  ¿Me querías follar no es así?. Le dije mientras echaba mi cadera hacia atrás haciendo movimientos lentos para intentar volver a introducir el nudo.

El perro comenzó a querer liberarse pero de algún modo hice un gran esfuerzo para apretar con mis paredes vaginales su pene y con mi brazo derecho lo tome fuertemente del pelaje del cuello jalándolo hacía mí. El perro solto un chillido fuerte.

-      ME VAS A TERMINAR DE VACIAR TUS BOLAS Y YO SERÉ QUIEN DECIDA SI PUEDES DESPEGARTE HIJO DE PUTA. Las palabras me salieron entre jadeos y gemidos por el esfuerzo colosal.

Sentía como su nudo luchaba por querer liberarse, pero mis paredes vaginales eran mas fuertes y no lo liberaban…

-      Ahhhhhh quietooo ahhhhhh ahhhhhhhhhh…me voy a…correr de nuevoooooo…. Vaciame todos tus cachorros en mi…ahhhhhhhhhh.

Sentía como pulsaba su pene y el perro seguía aullando no sé si de dolor o placer. Yo estaba sudando a pesar del frío por la fuerza que estaba utilizando. El perro comenzó a alborotar más y más intentando brincar hasta que por fin me gano y de un movimiento brinco con sus patas traseras levantando mi cadera levemente y en el aire se libero su nudo de mi… Fue un sonido muy curioso, no fue el típico sonido de descorche; no, fue un sonido muy diferente y que no se como describir.

-      Ahhhhhhhh mmmmmmmmmmmhhhhh mmmmmmmmmhhh

Mi grito fue involuntario pero necesario pues mi vagina había librado la peor batalla. El perro se comenzó a lamer su pene. Yo no voy a describir ni a decir una medida por que fallaría pero puedo asegurar que era el pene mas grande que he visto en mi vida…Parecía algo irreal y el nudo era el doble de lo de un perro gran danés. No podía creer que mi vagina se hubiera devorado ese manjar.

El perro se quedo observándome y noté el miedo en el; su hermano se acerco y también le lamió el pene. Ambos comenzaron a salir del cuarto lentamente sin quitarme la mirada de encima. Yo me senté sobre las piezas de cartón y observaba la graciosa escena mientras me acariciaba mi deliciosa vagina recién follada. Se sentía viscosa y me enamore del olor que salía de ella en ese momento: Era un olor a sexo mezclado con el frío y el miedo.

Me metí un par de dedos y sentí como estaba llena del néctar canino “Debo tener mi vientre lleno de esperma” pensé.

Saqué los dedos y observe que el semen era mas viscoso de lo que normalmente había visto en los perros, parecía semen de humano. Era muy blanco o quizá había adquirido ese tono por la combinación de los jugos de ambos; me lleve ambos dedos a la boca escurriendo un poco sobre mi ropa y los chupe con impetú: Sabía exquisito… Y el sabor era aún mejor al saber y recordar que fui yo quien termino violando al jodido perro.

Mis lágrimas se convirtieron en risa al ver que los perros al llegar a la puerta salieron huyendo a una velocidad increíble dejándome ahí como una perra que acababa de tener relaciones con su macho…

PS. Bueno, no pretendía un relato realmente largo o extenso pero no me gusta relatar mis historias sin el detalle debido por que perderían su esencia. Se que aún tengo pendiente la historia con Anna de nuestro camping pero esto me pareció digno de contar antes de olvidar mas detalles de lo ocurrido… Un beso.