La Rosa

Una joven es perseguida por un desconocido en la oscuridad de la noche,quien logra someterla haciendole descubrir un mundo de sensaciones inesperado.

La rosa

Una tenue luz alumbra la calle solitaria, tus pasos rompen el silencio de la noche. No ves a nadie ni un alma esta cerca de ti.

Te detienes, por un instante quedas estática al escuchar unos pasos detrás de ti; el corazón comienza a golpear tu pecho con fuerza y el miedo te invade.

Cada vez las pisadas se hace mas fuertes, mas intensas, sabes que alguien se acerca y reinicias tu marcha tratando de aparentar calma, giras lentamente la cabeza y una sombra que se proyecta en el piso te hace palidecer; aumentas la velocidad de tus pasos y escuchas como los pasos detrás de ti hacen lo mismo; las pisadas retumban por la solitaria calle, no hay nadie mas, nadie a quien pedir ayuda.

No puedes contener el miedo, la respiración se acelera dejando entrar el frío aire hasta tus pulmones que se inundan de oxigeno para darte fuerza y huir no sabiendo de quien. Giras en una esquina pegando tu cuerpo al muro mientras tu corazón late con fuerza, los pasos se acercan a ti, cada vez mas...

De repente un silencio absoluto, no hay mas pisadas; tu cuerpo tiembla pegado al muro en que te has refugiado, temes asomarte y mirar, no sabes que hacer mientras tu mente trata de convencerte de que solo fue tu imaginación que te jugo una broma macabra.

Como puedes reúnes valor y despacio miras hacia la calle por donde venías, esta vacía solo los faroles que alumbran la calle con su luz pálida están ahí.

Aliviada tratas de reanudar tu camino pero al girar para dar el primer paso un rostro cubierto por las sombras aparece frente a ti, mientras unas manos aprisionan firmemente tus hombros no puedes gritar estas congelada en manos de aquel desconocido.

Las obscuridad no te permiten ver con claridad las facciones de aquel hombre que se aferra a tu cuerpo con firmeza, repentinamente te empuja con fuerza y tu espalda se golpea con la pared que te impide caer, quieres gritar pedir ayuda mas estas muda, por mas que tratas no sale sonido alguno de tu garganta, el miedo recorre tu cuerpo cuando unos dedos gruesos y ásperos comienzan a deslizarse por tu mejilla hasta llegar al contorno de tus labios, tratas de girar la cabeza pero eres sujetada fuertemente del rostro con una mano que casi te cubre por completo la cara, abres los ojos desmesuradamente tratando distinguir alguna persona a quien pedir ayuda pero no hay nadie, la calle esta desierta. A pesar del frío, gotas de sudor recorren tu frente mientras el corazón late con tanta fuerza que sientes se saldrá de tu pecho en cualquier instante; y cada segundo se convierte en una eterna agonía.

Estas inmovilizada por un frío muro a tu espalda y el cuerpo de un desconocido frente a ti, que de forma repentina te hace girar tan rápido que tu cuerpo pierde el equilibrio pero eres sostenida por unos brazos que te proyectan nuevamente contra la pared, toma tus manos por la espalda mientras aprieta fuertemente tu cuerpo, aplastando tus senos contra los rústicos bloques, por mas que tratas de moverte es imposible y ahora menos puedes ver a tu agresor.

El terror se apodera de ti, en tu garganta se ahoga un grito desesperado cuando sientes su cuerpo aplastando el tuyo su vientre presionándote las nalgas; estas a su merced a lo que el disponga hacer de ti y sabes que no puedes hacer nada para evitarlo; hecho que compruebas cuando su mano se cuela bajo tu falda y comienza a acariciar tus piernas apretándo con fuerza, el dolor se hace cada ves mas fuerte, sientes como se desliza por tus muslos hacia tu vientre dejando a su paso marcas rojas en la piel, tratas de moverte de soltar tus brazos tallando tus senos al intentarlo, pero es imposible no puedes soltarte a pesar de que solo usa una de sus manos para sujetar las tuyas, sus fuerzas son muy superiores y lo único que puedes hacer es cerrar los ojos

Sientes como se abre paso hasta tocar tu sexo colándose entre tu ropa interior, sus toscos dedos te frotan apretándote cada ves mas fuerte, frotando de forma despiadada hasta que finalmente entran en ti, se mueven en todas direcciones acariciando tus adentros entrando y saliendo con fuerza, tus ojos siguen cerrados, mientras tu cuerpo es dominado y se agita con cada embate de esos dedos que penetran en ti provocando que tus pezones se froten una y otra ves estimulándote de una forma tan extraña, pero es mas incomprensible aun como tu cuerpo poco a poco reacciona ante tales caricias, sientes como cada ves llegan mas profundo y con mayor facilidad debido a la lubricación que sale de tu sexo, pronto tu cadera se mueve de forma rítmica acompañando cada empate que te inunda mientras eres sometida.

Nuevamente te hace girar hasta quedar de frente a tu verdugo, mas tus ojos siguen cerrados y solo sientes un par de manos que se apoderan de tus senos, los que aprieta a través de la ropa, las manos se mueven de forma ruda causándote dolor y una terrible excitación que te hace abrir las piernas haciéndole una invitación para que te posee, te sientes una mujerzuela pero no te importa solo deseas sentir ese extraño goce hasta ahora desconocido para ti.

De forma brusca sientes como tu cuerpo es presionado al mismo tiempo que eres penetrada brutalmente y como su cuerpo se agita casi tan fuerte como el tuyo; tu espalda se talla subiendo y bajando una y otra ves con cada embate, haciendo que el falo dentro de ti llegue cada ves mas profundo; sin poder resistir tu cuerpo tiembla al de sentir el peso de otro cuerpo, poco a poco se agita con mayor intensidad hasta que de lo mas profundo de ti escapa una ráfaga de placer estallando en un orgasmo profundo y prolongado.

Por unos instantes quedas atónita, con tu mente en blanco no has abierto los ojos durante varios minutos, tu cuerpo aun se agita a pesar de no tener fuerzas, poco a poco tu corazón disminuye la fuerza con que golpea tu pecho mientras eres presa de un silencio profundo; después de unos minutos reúnes valor para abrir los ojos, te cuesta trabajo hacerlo pues no sabes que hallaras, pero al abrirlos no ves mas que una calle vacía, alumbrada por unas luces tenues y frías, desconcertada volteas para todos lados pero no encuentras a tu agresor, aturdida te agachas para colocarte bien las zapatillas que perdiste durante el ataque, frente a ti hay una rosa de color intenso, un rojo tan profundo como tu desconcierto.

De forma casi autómata pero con un gran cuidado la tomas entre tus manos y con piernas temblorosas emprendes tu camino dando pasos lentos mientras aspiras el aroma de la rosa que sostienes entre las manos, poco a poco tu silueta se va perdiendo en la obscuridad de una calle vacía y el sonido de tus pisadas se hace cada ves mas débil hasta dejar solo una calle en silencio alumbrada con unos faroles que fueron mudos testigos de lo que hasta ahora no comprendes a pesar del paso del tiempo, pero que cada ves que lo recuerdas lo vives tan intensamente que aun tu cuerpo se estremece con tanta fuerza como aquella ves en la que sin decir una sala palabra no solo tomaron tu cuerpo si no tu corazón, y hoy antes de dormirte miraras como cada noche la rosa seca que guardas entre las paginas de un libro que esta sobre tu buro desde hace muchos años...

H_DOMINANTE_MEX