La rica verga de mi primo parte 2

Continuación y punto final a una gran aventura con mi primo Fabián

No habían pasado ni dos minutos y mi primo ya estaba detrás de mí. Se acercó pegando su bulto en mi trasero.

-          Siente, la sigo teniendo dura.

-          Aquí no, por favor. Pueden vernos

-          Nadie vendrá, dijo oliendo mi cuello.

Sus manos se apoyaron en mi cintura pegándome a él. La tenía bien parada. Dura y larga. La Quería bien metida en ese mismo instante. Mordí mi labio inferior sofocando las ganas. Pasó su mano derecha a adelante metiéndola en mi entrepierna y me apretó. Dios, sentí tan rico que me tocara así. Junté mis piernas apretando su mano. Eché el culo para atrás embarrándolo en su rica vergota.

-          …para, para, le dije.

Di un pasó zafándome de él. Quería más pero no era el lugar apropiado para dejar que siguiera.

-          Vengan!! Ya hay que comer!!, llamaba mi tía todos.

Fuimos al comedor y nos sentamos. Comimos, platicamos, algunos tíos contaron anegdotas d cuando eran jóvenes, lo típico en las familias. De pronto Jorge no se sentía bien y fue a recostarse a una de las recamaras de mis tíos. Liliana platicaba con una de mis tías y Fabián estaba en el celular. Mi cuerpo necesitaba más de él. De sus manos, de sus labios, pero sobretodo, de su rica verga. Como estaba sentado en la pequeña sala que estaba en el comedor, caminé junto a él de modo que me viera pasar. Salí por la puerta que dirigía al patio y justo antes de salir, volteé a verlo. Me miró y le sonreí siguiendo mi camino. La casa de mis tíos tenía habitaciones del otro lado del patio, por lo que me dirigí a una de ellas. Entré y me quedé parada junto a la cama. Pasaron cinco segundos y en ese instante, unos brazos rodearon mi estomago.

-          Pensé que no íbamos a continuar, me susurró en el oído izquierdo

-          ¿…y porque no?

-          No lo sé

Mientras hablábamos, sus manos desabrocharon el botón de mi pantalón y bajaron el cierre. Metió su mano a mi entrepierna y cubrió mi vagina con su mano derecha. Aunque me cubría mi telita, parecía como si no tuviera nada. Me encogí inclinándome hacia adelante y juntando las piernas.

-          Sepáralas, sepáralas, me decía untando su vergota en mi culo.

Dobló mi prenda descubriendo mi rajita y metió su dedo medio y su dedo anular. Mordí mis labios al disfrutar de esa postura que habíamos tomado. Me rascó por dentro con esos largos dedos. Mis paredes vaginales disfrutaban de ese masaje. Sacudió sus dedos generándome un exquisito placer. Giré mi cabeza para darle un beso en su mejilla izquierda.

-          Que rico lo haces… mmmmm!!!, le dije.

-          ¿si?, ¿te gusta?

-          …si!!!

Sacudió más rápido haciéndome disfrutar al máximo. Dios, sabía como volver loca a una chica.

Me sacó la mano y se desabrochó el pantalón tan rápido como pudo. Se bajó el bóxer y la untó sobre mis arrugados y mojados pliegues continuando de una lenta y profunda penetración.

-          Aaahhh!!!! Siii!!! Que rico!!!

-          …eso!!! Siii!!! Aaahhh!!!, Gimió abrazándome fuertemente y hundiéndola toda

Meterme esa cosota se sentía tan rico. Lo hacia tan lento y profundo.

-          ¿…Cuánto te mide?, Aaahhh!!!

-          21 centímetros

Por un centímetro de diferencia a lo había imaginado. Su mano izquierda acariciaba suavemente mi ombligo mientras la otra la resbaló por mi pelvis bajándola hasta mi vagina. Rozó mis pliegues y parte de su verga con sus dedos. Me abrazó fuertemente y la resbaló tan rico que quería llorar de placer.

-          …ssiii!!! Que ricooo!!!

Bajé y subí el culo. Me columpiaba para que me saliera y me entrara. Apartaba mi trasero y lo pegaba de nuevo para que me entrara hasta el fondo. Me llenaba tan rico la concha. Doblé mis brazos hacia atrás y acaricié su cabeza. Volteé a verlo. Como es más alto que yo, mi cara se encontró con su garganta. Pegué mi boca y empecé a besar su blanca y fina piel. Su aroma me encantaba. Adictivo, dulce, fresco y tan embriagador.

-          Te entra tan bien!!! Aaahhh!!!

-          Si!! Sigue!! Métela así!!, le pedí excitada.

-          ¿te gusta como te la meto?

-          …ssiii!!! Me gusta… mucho…Aaahhh!!! Lo haces tan rico!!!

-          Es porque me gustas!!!

-          ¿si?, le pregunté con los ojos cerrados

-          Mucho!! Tienes un culo hermoso, parado, una cintura delgadita como a mi me gusta, y un abdomen plano!!

Me dio una rica nalgada con la mano derecha haciendo bailar mi glúteo derecho. Pasó sus manos a mi ombligo y las resbaló acariciando mis costillas y subiéndome la blusa. Siguió subiendo hasta tocar las copas de mi brasier. Metió los dedos hasta tocar mis puntas con sus dedos. Cubrió mis dos senos con sus largas manos.

-          Que ricas están, me alagó jugando mis puntas con sus yemas.

Me pellizcó las puntas suavemente. Sentí lindo. Las jaló y las exprimió. Mordí mis suaves y delicados labios. La sensación era envolvedora. Olía mi cuello. Respiraba mi aroma. Su verga resbalaba por mis paredes. Salía y entraba haciéndome disfrutar de esa sabrosa cogida.

-          No te detengas!! Sigue!!! Sigue!! Cógete a tu prima!!

-          Dilo!!! Aaahhh!!! Vamos!!! Me gusta como te escuchas!!

-          Aaahhh!!! Que rico coges!!! Sigue!!! No pares!!!

Sus manos vagaban por todo mi cuerpo. Viajaban por mis pechos, mis costillas, por mi ombligo, las metía por mi entrepierna y las resbalaba por mi trasero. La lujuria nos envolvía por completo. Masajeó mi culo. Lo apretaba con sus largas manos. Me nalgueaba como si fuera una niña mala. Como si me hubiera portado mal. Y vaya que si lo hacía.

-          Camina al mueble, me ordenó.

Avance más no llegué hasta él mueble ya que me detuvo al tomarme de la nuca. Me inclinó. Estiré mis brazos para apoyarme de la cómoda que estaba frente a mi. Agarró mis nalgas y me las separó empujando su larga verga al mismo momento. Lo miré por el espejo. Vi que miraba mi culo. Acariciaba mis glúteos. Chupó su dedo medio y lo bajó a mi trasero frotándolo donde menos imaginaba. O al menos no lo imaginaba de él.

-          Espera, ahí no, le dije.

-          ¿Por qué no, prima?

Lo presionó metiéndolo suave y fuertemente. Lo movió como si me rascara.

-          Sácalo, sácalo, me duele

-          Como no te va a doler si lo tienes apretadito y rico

Lo retiró y lo lamió probándolo. Me agarró del cabello con su mano izquierda y me jaló hacia él.

-          Sabes rico, susurró en mi oreja derecha.

-          ¿Por qué lo haces?

-          Porque tienes un rico culo y bien parado

Rasco mi orificio de nuevo y lo metió hasta el fondo llenándome bien rico el culo. Sentirlo todo adentro se sentía extraño pero rico.

-          ¿te gusta que te lo meta, prima?

-          Si…pero…ya sácalo

-          ¿Por qué?

Me lo sacó dándome una fuerte nalgada en mi glúteo derecho. Me sacó su verga y la rozó sobre la línea que separa mis nalgas. La untaba de arriba abajo. Estaba tan dura y húmeda. Lubricaba mis nalgas y mi ano.

-          Ayer soñé contigo, me dijo.

-          ¿si?, ¿Qué soñaste?

-          Que te la metía por el culo.

-          Jaja ¿en serio?

-          Si. Me gustó tanto que cuando desperté tuve que masturbarme.

Le sonreí.

-          ¿puedo?

-          ¿Qué cosa?, le pregunté.

-          Meterla por ahí

-          ¿tu quieres?

-          Claro, ¿Por qué no?

-          Excelente. Solo déjame hacer algo antes

-          ¿Qué cosa…mmmm!!!

Se agachó detrás de mí abriendo mis nalgas y resbalando su linda lengua sobre mi orificio. Lo lamió como a mi me gusta. No pensé que a él también le gusta hacer ese tipo de cosas.

-          Mmm!! que rico!!!, dijo

-          ¿te gusta?

-          Si!! Te sabe rico!!

-          Sigue!! Chúpamelo, le pedí cerrando mis ojos para disfrutar de ese rico masaje.

Lamía toda mi zona. Lengüeteaba. Me hacía cosquillas con su lengua pero lo disfrutaba. Tenía el ano cubierto de saliva. Se levantó, escupió su mano y lubricó su gran verga con su saliva. Colocó su glande y me la enterró con fuerza hasta meterla toda. Dios, resbaló por mis paredes hasta llegar al fondo.

-          Dios!!!! Que rico!!!! Mmmmm!!!!!

-          Siiii!!! Que rico te entra!!!

-          Siii!!! Vamos!!! Dale verga a tu prima!!!

-          ¿si? ¿te gusta bien metidota?

-          Sii!!! Me encanta!! Métemela toda!!!

Separó mis nalgas y empezó a cogerme con fuerza. La metía toda. Me enloquecía la forma en como lo hacía. Me rompía el culo bien rico. Entraba y salía su rica vergota.

-          Que rico, primita!!! Me encanta tu culito hermoso!!!

-          ¿si, mi amor? ¿te gusta cogerme?, le preguntaba recargando mi espalda sobre su pecho.

-          Sii!!! Te entra bien sabroso mi pene!!! Me dan ganas de terminar adentro!!

-          ¿quieres venirte y bañarme de semen?

-          Sii!! Si quiero!!!

La sacó poco a poco dejando su punta atorada en mi hoyo y de un empujón la metió toda

-          Ayy!!! Que rico!!! La tienes bien larga!!!

-          ¿te gusta mi pitote?

-          Siii!!! Me encanta!!! Prefiero que te vengas en mi boca para tragarme todo lo que te salga!!!

-          Que rico te escuchas!!!

Me abrazó sin dejar de cogerme. Froté mi vagina. Me masturbé mientras me cogía por el culo. Me metí los dedos a mi rajita y empecé a sacudirlos. No podía. No podía hacer lo que él sabe. Hacer que explote como una puta loca.

-          Méteme los dedos.

Metió su mano a mi entrepierna y penetró su índice y dedo medio y los comenzó a sacudir.

-          Asi!!! Siii!!! Hazlo rápido!!

-          ¿así?, me preguntó excitado y metiéndola fuerte y rápido

-          Ándale!!! Así!!! Eso!!! Métela!!! Aaahhh!!! Que rico!!! Que rico me coges!!!

-          Dios!!! Me voy a venir!!!

-          Siii!!! Vente!!! Lléname el culo!!!

-          ¿si? ¿quieres que me venga?

-          Sii!!! Quiero sentirlo!!! Vamos!!!

Me sacudió los dedos cogiéndome más rápido.

-          Aaahhh!!! Que rico!!! Siento…siento que explotare otra…vez!!!

-          Sii!!! Hazlo!!! Quiero verlo!!!

Sacudió tan rápido que nuevamente me hizo tener un riquísimo orgasmo

-          Aaaaahhhh!!!! Rayoooossss!!!!

Gemí. Me tapó la boca para que nadie escuchara. Mis ojos lloraban. En verdad lloraba de placer. Era extraordinario. Parecía que meaba. Mojé mi pantalón. Dios, eso m importaba menos. Estaba sometida al placer. Me sacudía. Mis piernas temblaban. Seguía cogiendome con ganas.

-          Aquí voy!!! Aquí voy!!! Siii!!! Aaahhh!!!!

-          Siii!!! Ya vente!!!

-          Siii!!! Aaaaaaaahhhhhh!!!!! Que ricoooo!!!!

Sus gemidos me excitaban. Rayos, expulsaba una gran cantidad de semen. Su verga pulsaba. Su rico semen estaba calientito. Me quedé quieta sintiendo como me llenaba. Lo miré por el espejo y sólo vi un hombre excitadísimo. Me abrazó fuertemente. Me la sacó y se apartó. Miré mi pantalón y vi que estaba mojado de la entrepierna. Lo había mojado de mi delicioso orgasmo. Pasé mis dedos por mi  y me los metí. Al sacarlos estaban cubiertos de semen. Necesitaba ir al baño. Entré y pujé. Aún no m limpiaba los dedos que me había metido así que me atreví a probarlos. Sabían ricos. Hubiera preferido tragármelo todo. Expulse la mayoría y salí de esa área rumbo a la cocina. Algo tenía que hacer. Tomé un vaso y me serví refresco ocasionando un accidente a propósito. Fingí que s e resbaló y me derramé un poco sobre el pantalón. El ruido llamó la atención de todos.

-          ¿Qué se cayó?

-          Nada, solo se me resbaló el refresco.

-          ¿estás bien?, preguntó mi mamá entrando.

-          Si, sólo se me resbaló el envase.

-          Te mojaste el pantalón.

-          Si…pero no importa, ahorita se seca.

Después de ese incidente. Volví al comedor. Entró Fabián actuando como si nada. Al final del día solo me despedí de él dándole fin a ese inolvidable aventura. Durante estos días sólo hemos platicado. Él regresó a Monterrey ya que lo citaron para un trabajo que no quiso desaprovechar. Ahora sólo hablo con el mediante whatsapp. La verdad me hubiera gustado que estuviera más tiempo, pero creo que será ya en otro momento.