La revisión

Acudo al despacho de mi profesor a la revisión de un examen, sin saber la sorpresa que me espera.

----------- LA REVISIÓN-------------

Voy a contaros lo que me sucedió hace un par de semanas. La verdad es que desde que pasó no puedo pensar en ello sin que mi polla empiece a despertar dentro de mis pantalones.

Empezaré presentandome, soy un chico gallego de 25 años, no muy alto, rubio con ojos verdes y un cuerpo no muy musculoso pero si definido. A mi edad he tenido bastantes historias, pero ninguna tan caliente como esta.

Estudio en la escuela de ingeniería de telecomunicaciones y como en la mayoría de las facultades están a punto de comenzar los exámenes aunque en la mía ya habiamos hecho alguno en diciembre. Yo suelo estudiar en la biblioteca y aquel día estaba haciendo unos ejercicios que uno de los profesores nos había mandado días antes cuando me dijeron que ya habían puesto los resultados de uno de esos exámenes. Me levanté a toda prisa para ir a ver mi nota aunque estaba seguro de tener una buena nota. Cuando la miré vi que me habían puesto sólo un aprobado cuando yo esperaba al menos un notable alto. La rabia se apoderó de mi porque estaba convencido de que había hecho un examen muy bueno, así que decidí pasarme por el despacho del profesor.

Manuel, el profesor, tendrá unos 35 años, pelirrojo, bajito pero muy cachas y con una cara de anuncio, sobre todo su boca, con unos labios carnosos y rosados. Además siempre viste baqueros apretados que marcan su enorme paquete y su apretado trasero, más de una vez se me ha puesto dura cuando nos dá la espalda para escribir en la pizarra.

LLegué al despacho y toqué con los nudillos, pero nadie contestó. Pensé que no estaba porque era la hora de la comida y los pasillos del departamento estaban vacios. Volví a tocar e iba ya a darme la vuelta cuando oí un síii muy bajito. Supuse que me daba permiso para entrar y abrí la puerta. Lo que me encontré cuando abrí me dejó paralizado. Manuel estaba sentado en su sillón con los brazos apoyados detrás de la cabeza totalmente desnudo y entre sus piernas una cabeza se movía a lo largo de su polla. Tardé unos segundos en reconocer a la otra persona, era Raúl, otro de los profesores de la asignatura. Ellos ni se habían enterado de que yo estaba dentro del despacho, pero la puerta se cerró de golpe detrás de mi y ,sobresaltados, se levantaron y clavaron sus miradas en mi. Yo estaba paralizado, sólo acerté a balbucear que pensaba que era su hora de tutorias pero que ya me iba, que lo sentía mucho y deseando que el suelo del despacho se hundiese tragandome a mí también. Me di la vuelta decidido a salir de allí, pero con los nervios tiraba de la puerta hacia mi olvidando que se abría hacia afuera. En eso estaba cuando Manuel dijo :

-Ya que estás aquí por qué no me cuentas que quieres.

-Mejor vuelvo en otro momento - comenté yo, tirando con más fuerza de la puerta

-Anda, ven y sientate - dijo ahora Raúl con voz tranquilizadora- que vas a dejarnos sin puerta.

Me giré lentamente y con la mirada clavada en el suelo volví a disculparme reiterando cuanto lo sentía.

No ha sido culpa tuya - habló Manuel-, el que debería disculparse soy yo, porque sí es mi hora de tutoría y tendría que estar disponible. Sientate y me cuentas- dijo ofreciendome una silla junto a la mesa.

Yo con paso bacilante me acerqué y me senté. No acababa de reaccionar pero su voz me tranquilizaba. Me parecía una pesadilla ( o quizás un sueño?) estar allí encerrado con dos de mis profesores sudorosos y totalmente desnudos.

Una mirada de soslayo me permitió observar el espectáculo. Manuel, como ya he dicho, está muy cachas, aunque la ropa no le hace justicia. Así desnudo pude comprobar como todos sus músculos se marcaban bajo su piel extremadamente blanca. Además todo su cuerpo se encotraba cubierto de un ensortijado vello pelirojo que aumentaba sustancialmente entre las dos montañas de sus pectorales extendiendose hasta su entrepierna. Yo ya sabía que estaba muy bueno, y esa furtiva mirada no hacía más que confirmarlo.

En cambio Raúl nunca me había atraido especialmente. Alto, moreno y con su cabello muy rapado para disimular su incipiente calvicie. LLeva perilla y un piercing en una de sus cejas que resalta los preciosos ojos azules que si tiene. Siempre me había parecido que estaba muy delgado pero viendolo ahora desnudo creo que es efecto de la ropa amplia que lleva. Realmente sí está delgado pero tiene un cuerpo fibroso que lleva totalmente depilado y su piel tostada contrasta exageradamente con el color blanco de su abultado culito.

  • Bien- dijo Manuel sentándose en la mesa a mi derecha- espero que lo que has visto no salga de aquí.

  • Claro, por supuesto- contesté - no teneis que preocuparos.

  • ¿Qué querías?- me preguntó Manuel.

-Yooo....

Raúl se sentó también en la mesa, al otro lado. Así que estaba allí en una silla con mis dos profesores sentados delante de mí, uno a cada lado , y totalmente desnudos.

-Yo - continué- sólo quería pedirte que rebises...-me detuve para tragar saliva-... mi examen. Creo que debería tener una nota más grande...- dije mientras la mirada se me escapaba a sus pollas- ...quiero decir más alta, más alta.

La verdad es que la situación era muy excitante. Aunque sus pollas habían perdido su erección ambos tenían un buen vergajo. Manuel tenía unos enormes cojones cubiertos de rizos rojizos y una buena polla totalmente cubierta de piel. Raúl, en cambio iba totalmente depilado, y su rosado capullo quedaba totalmente expuesto.

Vaya, vaya, Manuel - dijo Raúl con una sonrisa dibujada en su cara y señalando mi paquete - parece que a tú alumno le gusta mucho lo que ve.

Lo cierto es que con la vista de aquellas dos pollas babeantes se me había puesto durísima y el bulto en mis pantalones no dejaban lugar a dudas.

  • Tal vez sea hora de hacerte un nuevo examen - dijo ahora Manuel - rozando mi muslo con su pie desnudo. ¿Qué dices? - me preguntó- ¿cerramos la puerta con llave?

-Si, será mejor- dije estirando mis manos para rozar suavemente sus muslos.

Jamás se me habría ocurrido fijarme en ninguno de mis profesores, pero ya que la situación se había dado, estaba dispuesto a disfrutarlo al máximo. Yo mismo me levanté y fui a cerrar la puerta. No estaba dispuesto a que nadie arruinase aquel momento.

Volví a la silla y ellos ya se habían puesto manos a la obra. Raúl se ensalivaba una mano para pajear suavemente la polla de Manuel mientras con su otra mano se pellizcaba con ansias uno de sus pequeños y oscuros pezones. Manuel se me acercó y sacando su lengua humedeció mis labios y traspasó la entrada de mi boca dándome un tremendo morreo que hizo temblar mis piernas. Raúl acerco también su boca y nuestras lenguas se entrelazaron en una danza increible. Levantando mis brazos Raúl comenzó a sacarme la ropa, mientras Manuel arrodillado en la mesa acercó su polla a mi boca. La mire unos instantes. Como ya dije tenía unos cojones enormes, que colgaban como dos naranjas en su red. Su polla, no muy larga pero si gruesa y llena de venas goteaba pidiendome que me encargase de ella. Sin pensármelo dos veces, acerque mi boca a su redondo capullo, dejando que su calido olor y su sabor inundasen todos mis sentidos. Pase mi lengua por todo su tronco, humedeciendo uno a unos los centimetros de ese exquisito manjar. Abrí mi boca y tragué lo que Manuel me ofrecía arrancando un buen suspiro de su garganta.

  • Sí, sí...

  • Así, chúpasela bien- me dijo Raúl al oído- acaba lo que yo no pude

Raúl se arrodilló en el suelo y desabrochó mi pantalón.

-Vaya Manuel- se sorprendió-, este ya venía preparado.- dijo sacando mi pantalón y dejando al descubierto mi costumbre de andar sin ropa interior.

Mi polla saltó al verse liberada y rozó descaradamente su perilla. Raúl no se lo pensó y atrapó mi mástil con su mano. Bueno al menos una buena parte porque la verdad es que tengo una polla bastante larga, pero sobre todo muy gruesa, con un capullo muy rojo que mi vello rubio y recortado hace que resalte mucho más.

-¡ Menuda herramienta se gasta el chaval !- exclamó- creo que si tendrás que subirle la nota.

Pasó su lengua por mi capullo haciendo círculos y haciendome ver las estrellas. Con su mano apretaba ligeramente mis huevos y con la otra no dejaba de acariciar mis pectorales pellizcando suavemente uno de mis pezones.

Creo que en ese momento ya me daba igual, no sólo que no me subiese la nota, sino incluso que me suspendiese.

Raúl dejo de chuparme la polla y levantandos acerco la suya también a mi boca. Era fantástico, estaba allí con dos machos estupendos y con mi boca llena de rabo. Junté las dos polla y pajeándolas suavemente me entretuve en sus capullos. Raúl tenía un pollón. No tan gruesa como Manuel pero por lo menos de 21 o 22 centímetros. Mi experta boca arrancaba constantes suspiros de ambos que se entretenían morreándose de lo lindo.

No sabía en que iba a acabar aquello pero me imaginaba con el culo en pompa y con estos dos echandose a suertes quién se follaba primero mi casi virgen agujerito. Y lo peor es que no sabía como iba a negarme porque la situación no era la más ventajosa para mi. Por un momento pensé que iba a estar una semana sin sentarme, pero la verdad es que en este momento no me importaba nada.

Seguí deleitándome un rato más hasta que Raúl me dijo:

  • ¿Te gusta comer un buen culo?

  • Claro- contesté.

  • Pues hoy estás de suerte, no sólo los vas a comer sino que los vas a follar.

Dicho esto, ambos se arrodillaron en la mesa y dejaron a mi alcance sus tremendos culazos. Raúl también tenía su blanquísimo culo depilado y me enseñaba un apretado agujero que me hizo la boca agua. Por su parte Manuel tenía dos inmensos glúteos cubiertos de vello que escondían en su gruta una oscuro y palpitante entrada.

Aunque no era lo que había pensado, la opción de follarmelos a los dos era mucho mejor que la que había pasado por mi mente. Acercandome les di un par de azotes a cada uno que los hizo jadear de gusto. Seguidamente me agache y dirigí mi lengua al agujerito de Raúl. Despues de entretenerme un rato pasando mi lengua por toda su raja y de pasarla de vez en cuando también por sus huevos me entretuve en dar lengúetazos en su precioso agujero. Raúl suspiraba agitadamente sobre todo cuando mi lengua ya se abría paso por la entrada de sus intestinos. Cambiando mi lengua por uno de mis dedos comencé un mete y saca constante mientras dirijí mi anhelante lengua al culo de Manuel . Realmente lo que a mi me gusta mucho, mucho es un buen culo peludo, y el de Manuel lo era. Su vello rojizo me volvía loco y mi lengua no le daba respiro a su tremendo agujero. Yo estaba como loco, no necesitaba ni tocar mi polla para que esta estuviese como un verdadero cincel. Aparté también mi boca de su culo y comencé también con un buen trabajo manual. Estaba deseando follarlmelos pero quería que ellos me lo pidiesen. Y por lo dilatado de sus culitos y por sus continuos suspiros supe que no tendría que esperar mucho tiempo.

-A que esperas, cabrón- me dijo Raúl- métemela ya.

  • No , a mí primero- suspiro Manuel - a mí primero.

-Que difícil decisión- dije sonriendo, mientras mis dedos los hacía retorcerse de placer -.

  • Venga...

Me decidí por Raúl, porque quería disfrutar un rato de la polla de Manuel en mi boca. Puse mi polla en el hollito de Raúl y de un sólo empujón se la metí hasta más de la mitad

-Ahhhh!!! - gritó- que me matas cabronazo.

Esperé a que se acostumbrase a mi grosor y empujé de nuevo. Esta vez no hubo grito, sólo suspiros. Comencé un suave mete y saca mientras Manuel me acercaba de nuevo su maravillosa polla. Me tragué uno a uno sus enormes huevos mientras seguía con mi mano en su culo.

Cambié de posición a Raúl quedando ahora boca arriba. Así Manuel le metió su polla en la boca y , a su vez, el se tragó la polla de Raúl en un fantástico 69. El culo de Raúl apretaba cada vez más mi polla por lo que supo que estaba a punto de correrse. Y así fue, con un tremendo suspiro apagado por la polla que tenía en su garganta, Raúl se corrio llenando la boca de Manuel con su leche calentita. Manuel se levantó y me dió un excitante morreo compartiendo conmigo la enorme corrida que conservaba en su boca.

  • Es tu turno- le dije a Manuel, sacando mi polla del abierto culo de Raúl

  • Ahora vas a ver como es un culo que se lo traga todo- dijo Raúl-, todo, todo.

Manuel se puso a cuatro patas y yo me coloqué detrás. Pusé mi capullo en su entrada y de un solo empellón entró hasta los huevos. Púes sí que tenía un culo tragón ,si.

Raúl se puso debajo de Manuel a comerle la polla. Yo seguía metíendosela sin piedad mientras Manuel se deshacia de gusto. De pronto sentí como Raúl situaba dos de sus dedos al lado de mi polla y comenzó a penetrar también a Manuel. La verdad es que estos tíos eran unos cerdos

cabrones.

Despues de estar un rato así Raúl dijo:

-Que Manuel, ¿estás preparado?- preguntó - ¿le enseñamos a este lo que te gusta de verdad?

-Sí- gritó Manuel-pero que sea rápido porque me voy a correr. Este cabrón folla de fábula.

Me dijeron que parara y que me sentara en la silla. Yo así lo hice y Manuel volvio a meterse mi polla hasta la empuñadura. Yo no sabía que iba a pasar pero me enteré rápido. Raúl se acerco y colocando su polla encima de la mía comenzó a hacer presión para metersela también a Manuel. Yo estaba a cien, creía que lo de las dobles penetraciones se veía sólo en las pelis

y jamás habría pensado que al serio de mi profesor le fuesen estos rollos, pero realmente era una verdadera zorrilla.

Raúl hizo un poco más de presión y sentí como su polla se desplazaba encima de la mía mientras dos lagrimones asomaban a los ojos de Manuel. Yo lo atraje hacia mi y comencé a comerle la boca, con aquellos labios que tanto había admirado durante sus explicaciones en clase.

Me encantaba la sensación de sentir la polla de Raúl rozándose con la mía dentro de aquel apretado canal que era el culo de Manuel. Los suspiros de Manuel aumentaron de intensidad y pronto noté como su polla que rozaba mi estómago comenzaba a escupir chorros de leche a la vez que aprisionaba nuestros rabos dentro de su intestino. Con esa presión Raúl no pudo aguantar más y comenzó a correrse dentro de Manuel. Fue lo más excitante que he vivido nunca. Sentir como su corrida invadia a Manuel y mojaba mi rabo alli metido fue tremendo. Yo también estaba a punto de correrme. Estuvimos un rato sin movernos mientras ellos tomaban aliento y nuestras pollas salieron solas del culo de Manuel.

Raúl me miró y me dijo:

-Creo que es hora de devolverte este placer.

Ambos se arrodillaron delante de mi y comenzaron a comerme la polla. Yo estaba a punto de acabar porque realmente nunca había estado tan caliente.

Sus lenguas se juntaban en mi capullo esperando lo que iba a salir. Y vaya sí salió. En mi vida me había corrido tanto, casi me desmayo de placer. Manuel y Raúl se dedicaron con fruición a aprovechar hasta la última gota de mi corrida y la compartieron con calientes besos con mi capullo incluido.

Nos sentamos en el sillón y estuvimos besándonos un buen rato hasta que Raúl dijo que tenía que irse, que iba a empezar su clase.

Nos vestimos y yo recordé por lo que había ido allí. Le dije a Manuel que esperaba tener un notable y no un aprobado.

Sonriendo me contestó:

-No te preocupes- dijo apretándome la polla por encima del pantalón- creo que me confundí al poner las notas. Pienso que tienes un sobresaliente.

Raúl me guiñó un ojo y los tres nos reímos. Me despedí de ellos no sin antes decirles que tenía unas cuantas dudas de otra asignatura y que al día siguiente volvería por su despacho.

FIN

Este ha sido mi primer relato en TODORELATOS, así que os pido que me comentéis que os ha parecido, si os apetece que escriba más y todo lo que vosotros queráis.

---> pollaskylab@hotmail.com

Un saludo