La revancha de estrella (nalgadas orgásmicas 2

-¿Te gusta comer coños, putona? -Sí. -¡¡Plaaaaas, plaaaaas. plaaaas... -¿Te gustan mis azotes, zorra? - Sí. abuela. ¡Plaaaas,plaaaas, plaaaaaaas...

Estrella no quería, pero llevaba un día castigada sin comer, y no le quedó más remedio. Ahí estaba, en la huerta, agachada, poniendio patatas, con un pantalón de pana de su abuelo, que le hacía un culazo y con una  camiseta blanca  que con el sudor marcaba sus pezones. Su prima Amalia, una morena de 24 años, de ojos azules, muy guapa, casada, sin hijos y con el marido embarcado, iba poniendo patatas a su lado, y le dijo:

-Tienes un culo que si las mujeres no me dieran asco...

-Cinco minutos conmigo y comienzas a adorarlas.

-Ni cinco ni diez. Soy mujer, mujer.

-Y yo. Mucho más mujer que tú. Por eso me gustan las mujeres y los hombres.

-¿Y qué le haces a una mujer?

-¿Te gusta que te chupen las tetas y que jueguen con tus pezones:

-Claro que sí.

-Pues eso les hago. ¿Te gusta masturbarte?

-Sí.

-Pues eso les hago. ¿Te gusta que te coman el coño?

-¡No! ¡Por Dios, que asco!

-Si no te lo comieron no sabes si te da asco o no.

-No sé si no será mucho preguntar si...

-Pregunta lo que quieras.

-¿Cómo se siente una mujer cuando se lo comen?

-Se siente la mujer más sensual y más deseada sobre la tierra.

-Tonterías de tortilleras.

-No dirías lo mismo si le estuvieras dando de beber a otra mujer el flujo de tu orgasmo.

Se callaron porque venía la abuela con la comida. El abuelo le quitó la yunta a los bueyes. Dejó el arado en medio de la huerta. Puso los bueyes a apastar. La abuela puso un mantel sobre la hierba y sacó de la cesta el pollo frito, la tortilla de patatas y el vino tinto. Comieron... Volvieron a poner patatas...

Acabaron de trabajar cuando se fue el sol... Cenando, en casa de los abuelos, Marta, la abuela, le dijo a Amalia:

-¿Te quedas a dormir aquí o vuelves a tu casa?

Amalia sabía que la casa tenía sólo dos habitaciones y que tenía que dormir con su prima, aún así, dijo:

-No me gusta la oscuridad y  las bombillas de los palos de la luz, unas están fundidas y otras  las rompieron los chavales.

Poco después, las dos primas estaban en camisón, en la cama. Dándole la espalda, le dijo Amalia  a Estrella:

-Hasta mañana.

-Hasta mañana, Amalia.

A los cinco minutos...

-¿Duermes, Estrella?

-No.

-Estoy temblando.

-Te siento. Yo también temblaba la primera vez. Date la vuelta.

Amalia se dio la vuelta. Estrella la besó en los labios, dulcemente, después le metió la lengua en la boca. Amalia seguía temblando. Estrella le quitó el camisón. Le magreó,  lamió, chupó y mamó las tetas y los pezones. Los temblores dieron paso a los gemidos.... Le quitó las bragas. Le pasó la lengua por el chocho empapado, una, dos, tres.. diez veces.... Amalia se corrió en la boca de Estrella, que después de tragar su fujo fue subiendo, besando y lamiendo su vientre... sus tetas... hasta que se fundieron en un largo beso. Amalia le quiso devolver el favos a Estrella. Ya le comiera las tetas bien comidas... Empezara a lamer el coño cuando Marta encendió la luz de la habitación y pilló a Amalia entre las piernas de Estrella. A Amalia casi le dio un infarto, pero no era la cosa para tanto... Tras la abuela entró en la habitación el abuelo, que sabían que esto iba a pasar porque los padre de Estrella ya los avisaran.

-Sigue, Marta.

-Yó...

La  abuela se puso autoritaria.

-¡Qué sigas, coño!

Amalia volvió a poner el culo en pompa y le comió el coño a Estrella. Marta le empezó a dar nalgadas. ¡Plaaaas, plaaaaas!

Lucas le subió la enagua a Marta, le bajó las bragas y se la clavó. Después, cada vez que Marta le daba un azote a su nieta, el se la metía y se la sacaba. La fue follando al ritmo de los azoles. La abuela le preguntó a la nieta:

-¿Te gusta comer coño, putona?

-Sí.

-¡¡Plaaaaas, plaaaaas, plaaaas, plaaaaas, plaaaaas plaaaaas plaaaaas plaaaaas plaaaaas!! ¡¡¡Plaaaaas, plaaaaas!!!

A Amalia le gustaban los azotes y a la abuela le encantaba el mete saca de su marido.

-¡¿Te gustan mis azotes, zorra?!

-Sí, abuela.

-¡Plaaaaas plaaaaas plaaaaas plaaaas plaaaaas plaaaaas paaaaaa. ¡¡¡Plaaaaaaaad!!!

Marta comenzó a gemir.

-Menos ímpetú Lucas que me voy a correr antes de tiempo.

Amalia, estaba gozando como nunca había gozado. Sacaran la puta que llevaba dentro.

-¡¡La que me voy a correr soy yo! ¡¡Da con fuerza, vieja ramera!!

-¡¡¡Plaaaaaaaaas!¡¡¡!

Lucas le metió a Marta un chupinazo

-¡Que me haces correr, cabronazo!

-¡¡¡Plaaaaas plaaas plaaaas, plaaaas, plaaaas plaaaaaas plaaaaas plaaaaas, plaaaaas!!!

-¡¡¡Me corro, Lucas, me corro!!!

Marta  se corrió como una cerda.

Al acabar de correrse, se apartó... Lucas se la metió en el coño a Amalia, que se echó encima de Estrella y la comenzó a comer a besos...  Lucas paró de follarla cuando vio que las piernas de Amalia temblaban y su coño echaba por fuera el flujo de la corrida...

Estrella estaba esperando por su abuelo como el ciego por la vista. Cuando Marta se apartó, y su abuelo  se le echó encina, le dio la vuelta, y le dijo a su abuela:

-¡Mira como follo a tu marido, cornuda!

Estrella folló a su abuelo, pero estaba tan caliente, que se corrió antes de lo que esperaba.

-¡No, aún, no, no, nooooo., noooooooo.!¡¡¡Siiiiiiiiiiiiiii!!t

Estrella tuvo un orgasmo brutal.

Al acabar de correrse su nieta, Lucas sacó la polla. Marta y Amalia se la chuparon y acabaron por repartirse la leche.

Al acabar el abuelo de correrse, la abuela le dijo a las nietas.

-Mañana en pie al salir el sol.

Se agradecen los comentarios buenos y malos.