La reunion de mis ellos
Puse un espejo en el piso para ver mi ano, me coloque en cuclillas encima de el. y me pude ver, lo tenia muy maltratado, tenia mucho tiempo que no me lo veia, el color cenizo normal ahora era rojiso por las rosaduras que me provoco el viejo;
El seguía aplicando toda su fuerza para penetrarme, ahora salían lágrimas a borbotones de mis ojos… Ya solo intentaba no hacer ningún tipo de ruido o gemido porque esto excitaba mucho al viejo solo apretaba lo más que podía el ano y además me movía….. Yo no estaba dispuesto a que el pensara que estaba sintiendo placer por eso, o que estaba cediendo a que el me tomara.
Sentí los chorros de su semen caliente sobre mis nalgas, la excitación del viejo fue tal que sin lograr penetrarme se había corrido. Cayó cansado sobre mi espalda…
En el silencio solo se escuchaba la respiración acelerada de Don Beto y mis ahogados sollozos.
Pasados unos minutos me soltó se acomodó la ropa y salió a la tienda Con voz autoritaria muy cerca de mi oído para que nadie lo oyera me dijo: .....
- * * * *
Después de llorar, dolerme y auto-consolarme, como siempre entendía que la vida tenía que seguir…
También pensaba en que podía hacer para digerir lo que me estaba pasando. Aunque físicamente solo estaba un poco adolorido, emocionalmente me sentía exhausto. Tenía que hacer algo para no ir a la prepa pues no quería ver a nadie pero tampoco quería preocupar a mi mama, así que era el momento de enfermarme fui a la farmacia y pedí una purga.
El andar suelto del estómago justifico plenamente con mi madre las ojeras, le dije que no me sentía bien y lo que pasaba con mi estómago, le pedí que me diera el chance de no ir a la prepa por los días que faltaban de la semana, ya era miércoles, me dijo que si pero que tendría que llevar a checar con el doctor alegue que solo era un dolor de panza que me diera ese día que si para el viernes seguía sintiéndome mal entonces yo le diría; cuando hablaba con mi ma, sentía vergüenza por primera vez sentía que le había fallado… Mi mama me tocaba la frente buscando temperatura y haciéndome todo el montón de preguntas que suelen hacer las madres, también decía que iría a la escuela para justificar la falta y que de una vez la del viernes pues me miraba muy desmejorado. Alguna vez mi voz se quiso quebrar quería abrazarla y que ella hiciera lo mismo, pero si eso pasaba iba a terminar confesando así que me aguante. Ya para irme a mi cuarto me dijo:
--vino Kike a dejar tu bicicleta. Con voz de sorpresa dije: - KIKE!! .y ella corrigió me dijo: -no perdón fue el sobrino de Don Beto Héctor.
Solo fue un momento de emoción pues pensar que Kike me había ido a buscar me dio alegría además en estos momentos me hacía falta, pero fue intento fallido, ¿en que momento pensé que tenía amigos? -Me preguntaba-
Reflexionando en mi cuarto, aparte que sentía una soledad arrolladora también pensaba lo complicado que era crecer en mi época (los 80s). Pues el acceso a información “clasificada” de verdad era toda una aventura; de por si hablar con un adulto de sexualidad era imposible, pues hacerlo de sexualidad gay ni pensarlo. Está por demás decir que consultar con un psicólogo era una verdadera utopía.
Procesar lo que me había sucedido me costaba, nunca pensé que me pasara a mí. Una violación era un hecho que si escuchaba que sucedía pero muy lejano a mi medio o al lugar donde vivía… hasta ese día. Inclusive aun cuando iba ayudar al balneario a Héctor y nos cuidábamos unos a otros Kike, Érico y yo para que supuestamente Héctor no nos lastimara lo sentía más como un juego, algo que solo tienes en la cabeza pues mi ingenuidad me decía -no isael- aquí las personas no son tan malas; -ves muchas películas-
Lo que más me pesaba y me causaba culpa era mi forma de amar, mi forma de sentir. Me causaba vergüenza el que a mí no me diera asco comerme una polla y que mi corazón hubiera llegado a sentir amor por alguien de mí mismo sexo. Y de nueva cuenta las palabras sub-normal y pervertido retumbaban en mi cabeza.
Eso por un lado, pero por otro también pensaba que iba hacer, el solo pensar que ese viejo me agarrara me daba asco, y sabía que no se iba a conformar con tomarme una vez, Apretaba mis manos del coraje y la rabia que sentía, no solo contra el viejo sino también contra Érico.
Olvida eso, olvida eso, me repetía, ahora lo importante para ti es, conocerte y aceptarte tal cual. Cualquiera que fuere Mi persona.
Era importante ya no posponer más la cita pendiente con mi ello; por varios años había estado huyendo a pensar en mis cosas y mis preferencias, lo que me gustaba y lo que no, me daba valor diciéndome: -todo va estar bien confía en ti entiende que una introspección ya es inminente.
De verdad pensaba que me estaba volviendo loco pues estaba sentado en un rincón de mí cuarto y… es como si tuviera varios yo discutiendo el tema, uno me decía:
-Que vas hacer con el viejo de Don Beto, tiene tus cosas… las vas a recuperar?
Otro:
-Quiero venganza esa sabandija de érico no se va a salir con la suya. Pártele la madre al viejo.
Y otro:
-Ok supongamos que ya eres homosexual: ¿esto te convierte en un hombre que se tiene que vestir de mujer? … ¿porque le gustan los hombres?, y casi me gritaba dime! Como es un maricon?.
Por supuesto yo seguía en silencio pero también tenía mis ellos ángel que me acompañaban y defendiéndome contestaron al unísono:
-no seas baboso, el que a él le gusten los hombres no lo obliga a convertirse en mujer, o que se tenga que vestir de mujer pero no falto el que me pregunto:
- O.. ¿También te gusta vestirte de mujer?
Por supuesto inmediatamente conteste que NO.. Rayos!, ser gay no se trata de eso y agregaba: -o que se yo.
Mi ello, dando un suspiro de descanso solo dijo:
- bueno yo solo decía, porque si te gustara vestirte de mujer también te apoyo en eso.
-Chale… conteste.
Aunque la noche estaba fresca en mi cuarto se sentía calor, Salí rumbo al baño para darme un regaderazo. Pero la noche limpia y estrellada hizo que me sentara y siguiera hablando con mis metiches ellos.
Uno empezó a decirme:
-yo pienso que el que te gusten otros chicos no es malo, cada quien no?... Después de todo quien dijo que a los hombres a fuerza le tengan que gustar las mujeres para tener sexo.
Sentado solo con mi short piyamo en el patio, le contestaba:
--bueno hasta hoy pensaba que no era tan malo que dos hombres cogieran, digo como tu, es cuestión de gustos el problema empieza cuando la demás gente se entera porque si es un secreto no pasa nada;
Mi ello moralista me grito:
--te vas a ir al infierno
Qué más da dijo mi ello valedor, total eso será hasta que te mueras.
Un ello más dijo:
-Porque no asomas por la barda, a lo mejor ves a tu amigo Kike; instintivamente me asome había luz en la ventana de su cuarto, y en el traspatio su mama tendiendo ropa. Yo seguí ahí viendo recargando mi barbilla en el borde de la barda, sumido en mis pensamientos, seguía escuchando todas las tonterías de mis ellos. Kike salió tenía puesto un solo un short vi su pecho desnudo acompañado de su abdomen marcado empezó a platicar algo con su mama, mientras hacía esto también le alcanzaba prendas mojadas del canasto y se las daba.. Yo espontáneamente sonreía cuando veía que su mama le respingaba a bromas que le decía Kike y también a cosas que le platicaba, Kike esquivaba los golpes que intentaba darle su madre y se reía… Rayos! La risa de Kike realmente era entrañable. De todo esto me di cuenta hasta que Salí de mi letargo y fue cuando los dos se metieron.
Inmediato mi ello valedor me dijo háblale y cuéntale que don Beto te metió un dedo en el culo, muéstrale tu cuerpecito que vea como te dejo todo mallugado con cara de fastidio solo atine a decirle: cállate.
Entre al cuarto de baño y ya desnudo empecé a verme, todas las marcas que había dejado el viejo con los forcejeos, mi color de piel es de morena a apiñonada, lampiño y con apenas unos bellitos en las pantorrillas, en las nalgas y la pierna alta es donde más tenia moretones, los de las nalgas eran más notables por lo pálido de la piel.
Mientras me inspeccionaba también sentía algo de ardor en mi ano pues por todos intentos que hizo el viejo por metérmela me dejo todo rozado y algunas partes si logro abrirme la piel.
Puse un espejo en el piso para ver mi ano, me coloque en cuclillas encima de el. y me pude ver, lo tenia muy maltratado, tenia mucho tiempo que no me lo veia, el color cenizo normal ahora era rojiso por las rosaduras que me provoco el viejo; mi hoyo se veía completamente cerrado. Tome una pomada y la aplique alrededor mientras hacía esto mi verga empezó a reaccionar, mis huevos son lampiños, solo tenía bello en el pubis, bellos suaves y delgados, mi verga mediría unos 14 cms sin circuncidar.
Termine de aplicar la pomada y me puse de pie, a mis diez y seis años no estaba nada mal era de cuerpo proporcionado y estilizado, abdomen firme plano brazos torneadas y piernas fuertes.
Me quede viendo en el espejo por buen tiempo, pensaba si había señales o algo en mi cara que me señalara como gay, pensaba que tal vez el pelo pues lo usaba algo largo y era rizado, de la cara poco podía hacer pues era de rasgos finos. Pensando en esto uno de mis ellos me dijo:
--ok isael quieres verte más rudo, yo sé cómo puedes hacer que tu carita de ángel tenga un aspecto más rudo. Rápate… córtate el pelo como soldado, usa ropa más holgada y ponte cebolla con chile en las barbas para que te salga.
De entrada era buena idea, tenía que hacer algo para verme no tan chico, tenía que verme más rudo, más fuerte.
Mientras pensaba seguía pasando mi dedo por mi ano sobaba un poco el masaje calmaba el escozor… con la otra mano me acariciaba la verga. Y pensaba es verdad tenía muchos conflictos internos con mi sexualidad, pero ahora que lo veía con más claridad sabía que no había sido culpa mía, que nada había tenido que ver con que este viejo intentara violarme y mis ellos me apoyaban. El ritmo de mi mano empezó a ser más fuerte y las sensaciones de placer empezaron a llegar, cerré los ojos y las imágenes del beso de Kike y el cuerpo desnudo de Kike me hicieron llegar. Mi leche fue estrellarse contra el espejo. Exhausto me senté en el piso bajo la regadera y el agua seguía cayendo sobre mi cuerpo.
La noche paso muy rápido toda esta introspección duro hasta pasadas las 4 de la madrugada.
El ejercicio me hizo mucho bien, aunque seguía teniendo muchas dudas ya no me sentía sucio o pervertido. Decidí no hablar con nadie hasta ver cómo le hacía para recuperar mis cosas.
Saber que mis verdades pudieran salir a la luz pública no me dejaban dormir, tenía miedo por el tipo de gente que vivía en mi pueblo, no sabía cómo lo iba a resolver o que iba a pasar pero uno de mis ellos me dijo:
-tranquilo todo va estar bien, la única persona que te debe importar que piense de ti, es tu madre, y de los demás seguro ellos también tienen su lado negro, aunque lo impórtate aquí es que sepas que tú eres un chico normal.
Por supuesto mi ello valedor agrego –que le gustan los chicos…pero normal.
La respuesta del otro fue: -baboso-
A partir de esa noche decidí lo que realmente era importante y en lo que me debería enfocar, vivir mi edad y solo preocuparme por hacer una carrera y ser alguien con futuro, así que los juegos de adultos quedarían pendientes.
Las ojeras se dejaron ver…
--Todo bien isael? Preguntaba mi mama cuando me veía la cara.
Ya era viernes y tocaba entrenamiento, decidí no ir, no tenía ganas de nada, también me asustaba la idea de encontrarme a don Beto y por otro lado me decía:
--Si se atreve a decirle a mi mama tendrá que venir a la casa y mejor que yo este para que no invente más mentiras
Ni siquiera había querido ir ayudar al abuelo.
Esa tarde en particular decidí compensar a zoc (mi perro.. bueno era de mi hermano pero yo era el que lo atendía) zoc fue el único que en silencio me hizo compañía… Como lo compensaría? Con un buen baño.
Nos fuimos al patio trasero y empecé a preparar todo lo necesario para el baño, me puse un short me quite la playera, y a empezar a pelear con zoc para que dejara bañarse.
Siempre que bañaba al perro, el terminaba limpio y yo hecho una porquería. Zoc traducía el baño a juego, nos la pasábamos jugando todo el baño, yo lo enjabonaba y el intentaba quitarme la esponja, me tiraba el agua, me jalaba del short para que ya no siguiera… En fin era una fiesta, y de verdad con todo lo que tenía me hacía falta. Muchas risas me saco el tremendo zoc y mi corazón descanso.