La residencia universitaria II
El año pasado llegué a una residencia muy peculiar, con 21 años descubrí que era bisexual y cambió todo para siempre. Segunda parte: El comienzo no lo es todo
Abrí los ojos despacio, no reconocía donde estaba hasta que encendí la luz y me acorde que me acababa de mudar a la residencia, era Domingo por ello no puse el despertador. Immediatamente me vino a la mente la escena del dia anterior y la interesante conversación con mis nuevos amigos. Inmediatamente alargue la mano derecha y cogí el móvil que estaba encima de la mesa; dude unos segundos y decidí desbloquearlo…. No tenia wasaps de ninguno de ellos, ni ningún grupo nuevo….
Me empecé a rallar, quizás todo era una puta broma pesada de dos estúpidos que me vieron con cara de pardillo y se quisieron echar unas risas a mi costa; me dio por mirar la hora en la esquina de la pantalla del móvil. Mierda! Son las 11… ya no llego al desayuno, de puta madre…
Como ya no iba a desayunar decidí ducharme y salir a por algo de comer, recuerdo estar en gayumbos mirándome en el espejo cuando en mi móvil que estaba en la mesa, sonó un silbido… acababa de recibir un wasap.
Decidí salir del baño y resolver el misterio… como sospechaba era mi nuevo amigo Ricardo….
W. Buenos días dormilón! Ya era hora que te levantaras cabron, vente a mi cuarto anda y hablamos un rato, te espero, habitación 1303, el 1 significa que está en nuestro bloque.
Me volví a rallar… reconozco que siempre me han molado las tías, no es que haya follado mucho, pero con las suficientes para darme cuenta de que no era gay… o al menos eso creía… la verdad es que más de una vez confieso haber visto por curiosidad porno gay… Siempre he tenido una fantasía, montarme un trio con otro chico y una chicha, me pone muy burro imaginar a un tío follando a una tía en directo delante mía.
W. Buenos días socio, dame un rato y bajo enseguida.
Pasados unos diez minutos ya estaba listo para salir de la habitación, decidí ponerme guapete por lo que pudiera pasar; camiseta blanca talla S, pantalón vaquero pitillo talla 38 y zapas blancas. Me miraba al espejo del baño una y otra vez, me veía genial; decidí acudir al encuentro.
Baje las escaleras, y entre en el pasillo que me dijo mi compañero… gracias a dios todas las puertas tienen puesto arriba el numero y debajo una placa con el nombre del residente… descarte las cinco primeras puertas y por fin la encontré… la última del pasillo, como no…
Llamé no sin muchas dudas a la puerta, enseguida me abrió mi nuevo amigo… lo que no me esperaba era lo que vi, el hijodeputa me recibió con una camiseta azul corta.. y con unos boxer azul eléctrico… Sin querer mi mirada lógicamente se centro en su entrepierna la cual dejaba entrever ya un bulto considerable… aunque quite la mirada rápidamente, el hijodeputa se debio de dar cuenta seguro.
“Qué pasa vecino, ¿nunca has visto a un tío en gayumbos?”
“Tio… ¿me quieres matar de un susto o como va esto”
“Anda pasa cabronazo que tenemos mucho de que hablar, me he levantado aburrido y he dicho voy a ver si me quiere hacer compañía”.
Entramos a la habitación, en honor a la verdad he de decir que era mucho más grande que la mía y la ventana daba al enorme jardín; el cuarto de baño quizás si fuera como el mío y el resto de los muebles evidentemente también lo eran.
Ricardo que estaba detrás mia se sento en el borde de la cama dejándome la silla del escritorio libre, indudablemente quería que me sentara.
Estuvimos un rato hablando de cómo había elegido la residencia, de donde era y demás temas típicos cuando uno llega a una residencia de una uni, lo que no me explicaba es por qué cojones seguía en boxer hablando conmigo… sin duda la situación era rara de cojones… no tenía ni puta idea de por qué me había hecho venir…
Era septiembre y la verdad es que hacia bastante calor en esa habitación mucho más que en la mía. En un momento dado, Ricardo me miro y dijo:
-“oye tío.. te importa si me quito la camiseta.. hace mucho calor y normalmente voy en boxer por la casa”
-“eh…no claro, estas en tu casa”
Agarro la camiseta azul por abajo y se la fue quitando despacio, me pareció incluso que se estaba contoneando delante de mí, según iba subiendo la camiseta iba contemplando el cuerpazo que gastaba el cabrón. He de reconocer que mi polla empezó a despertar de su letargo ante aquella visión.
Seguimos hablando un rato más, yo intentaba disimular mi erección cada vez mayor, intentado cruzar las piernas y poniéndome de lado en la silla, la verdad es que no recuerdo de que hablamos, de cosas tontas, aunque sí que retengo que tenia la sensación de que esta conversación estaba teledirigida de manera subrepticia por el cabrón de Ricardo…
Una vez más, tras preguntarme una pregunta tonta y darle una respuesta igual, se hizo el silencio y soltó de golpe:
- “Bueno nene, por curiosidad solo, creo que eres hetero por lo que contaste ayer… me queda una duda
Ahora si que flipe con la pregunta… antes de que pudiera responder, le corte tajantemente.
- “no soy gay si es eso lo que me vas a preguntar” intente tomármelo con humor para no parecer borde, por ello me reí al decírselo.
- No… esa no era mi duda, mi pregunta es.. ¿eres bi?
Hijodeputa… me había acorralado verbalmente, no sabia que responderle, me quede como un minuto pensando sin poder responderle… hasta que finalmente hablo de nuevo el,
- Me lo imaginaba… Juro que no me dio tiempo a reaccionar, recuerdo que se levanto de la cama tirando el boxer al suelo, dejando al aire un rabo de unos 13 cm blanquito y con las venitas marcadas y se puso enfrente de mi apuntándome con su polla semi erecta…
No se que me paso de verdad por la mente lo juro por lo que más queráis, pero lo siguiente que recuerdo es estar comiéndole el rabo de rodillas… recuerdo como aquel trozo de carne iba ganando tamaño conforme avanzaba mi mamada, jamás había probado un rabo, simplemente hice lo que vi en la película gay, sujetar la base meterla entera y con la lengua jugar con la punta del rabo.
Llego un momento en que era sumamente difícil meterse todo en la boca, pare un momento y le miré con el rabo en la mano… iba a preguntarle cuanto le media, pero no me dejo, me agarro del cuello y empezó a follarme la boca… menuda sensación chaval experimente, jamás sentí lo mismo comiendo los coños de las tías… nada que ver,
Os diría que estuve así unos quince minutos sin exagerar, no me cansaba de chupar mi nuevo juguete, mientras escuchaba expresiones como “que bien lo haces nene”, “como te gustan los rabos”… he decir que esas cosas me ponen más burro aun para que engañar.
De repente sin venir a cuento, me quito el rabo de la boca y sujetándolo con una mano, lo restregó por toda mi cara.. buff que delicia era aquello, era impresionante. Notaba como su respiración se hacia más fuerte y supuse lo que pasaría a continuación. Menos de un minuto después y tras dos grandes gemidos de Ricardo juro que tenía la cara, el pelo y media camiseta manchada de su semen… nunca había visto correrse a un tio en directo… pero os lo digo enserio… si no hecho cinco potentes trallazos no hecho ninguno….
Dude que hacer a continuación, también es cierto que no estaba para pensar, nunca había probado mi leche por que me daba repelús, pero cuando me quise dar cuenta, tenia otra vez el rabo de Ricardo recién corrido en mi boca… ¡como me molaba el sabor de la leche! Buff aun lo recuerdo y me dan ganas de volver a llamarle para que me de su ración…
Pasamos así unos instantes, hasta que Ricardo me quito su rabo de la boca otra vez, aunque en esta ocasión le mostré mi disconformidad gruñendo; le dio igual, se situó enfrente mía tal y como estaba de pie. No decía nada y yo continuaba de rodillas expectante, lo siguiente que me viene a la memoria es la imagen de Ricardo meando sobre mi; diioooooosss! Os juro que me corrí dentro de los calzoncillos, que sensación tan espectacular, jamás había imaginado esto ni por asomo…
Una vez termino y yo estando empapado de arriba abajo, me puso un pie en un hombro y me dijo:
- Enhorabuena novato, has pasado la prueba, eres digno de entrar en Atlas.