La residencia de mayores

Un trabajo aburrido...o no?

Trabajaba en una residencia de mayores desde hacia aproximadamente dos años, siempre en el turno de noche. Me encargaba de los abuelos para acompañarlos al baño, ducharlos, vestirlos y cosas así y generalmente no hacia falta que hiciera nada de eso ya que solían dormir de un tirón toda la noche, por lo que yo aprovechaba para leer, ver películas y en numerosas ocasiones, casi a diario, dar rienda suelta a mis calenturas, masturbándome y paseando por la residencia completamente desnudo presa del morbo de verme a mi mismo con la polla dura y caliente como una perra por los pasillos del complejo.

Una de las noches estando en la habitación junto a la que ellos dormían y leyendo un relato porno, con los pantalones por los tobillos y muy caliente escuche un fuerte golpe seguido de un quejido, por lo que rápidamente subí mis pantalones y a duras penas logre meter de nuevo mi polla ya que estaba durísima y entré en los dormitorios, viendo como uno de los abuelos se había caído de la cama…

  • ¿Señor Esteban se encuentra usted bien? Pregunté preocupado al verlo en el suelo.

  • Si, no te preocupes David, tan sólo me he lastimado un poco la rodilla.

  • Venga, vamos a la enfermería a ver esa rodilla.

Ayudé a que el anciano se levantara y puse derecho su camisón, que llevaban todos los residentes de la residencia para ver durante unos segundos su polla que parecía pequeña y llena de pelos, con los huevos que colgaban de una manera graciosa, aunque de un tamaño bastante grandes…

Llegamos a la enfermería y viendo que cojeaba de una manera lastimosa decidí sentarlo en una camilla, quedando sus piernas suspendidas en el aire. Tome un poco de algodón y lo moje en agua oxigenada para desinfectar un pequeño arañazo que se había hecho al caer desde la cama al suelo y por el que un pequeño corte comenzaba a sangrar, abrí un poco sus piernas, separándolas para tener algo de espacio y cogí una silla más baja que la camilla, quedando frente a sus piernas. Comencé a curar su herida con movimientos suaves y lentos, pareciendo mas un masaje que una cura propiamente dicha.

  • Lo haces muy bien, apenas me duele ya, aunque continua un poco mas de tiempo por favor, es una sensación muy agradable, me dijo con una voz baja, casi un susurro.

  • Me alegro de que le esté gustando señor Esteban, no se preocupe que continuaré un buen rato, dije sonriendo, sonrisa que fue correspondida…

Pasados unos minutos en los que mis manos habían pasado a la acción sustituyendo al algodón y que, poco a poco abarcaban mas espacio que la rodilla, acariciando sus muslos con la punta de mis dedos, comencé a ver como el camisón del señor Esteban comenzaba a subir lentamente por la parte de la entrepierna descubriendo una gran erección…

  • ¿Vaya, pero que tenemos aquí? Pregunte sonriendo

  • Lo siento David, no se que ha pasado, no he podido evitarlo, supongo que es a causa de las caricias ya que hace años que nadie me toca, y mucho menos así de dulce y por esa zona…

  • No se preocupe, dije sonriendo, ¿eso es señal de que lo estoy haciendo bien no?

  • Si, lo estás haciendo genial

  • Me alegro, relájese y no le de mayor importancia

El anciano cerro sus ojos y se inclino levemente hacia atrás, por lo que junto a la erección ese movimiento dejo al descubierto sus grandes he hinchados huevos, unos huevos que parecía que iban a explotar.

Cogí crema hidratante y se la eché por los muslos…

  • Estoy seguro de que esto le va a encantar le dije

Comencé a masajear sus muslos muy despacio y cada vez un poco mas arriba, hasta que casi podía tocar sus huevos, en mis movimientos los roce un par de veces haciendo que el señor Esteban se excitara aún más si cabe…

Con una de mis manos comencé a masajear aquellos huevos lentamente, apretando con suavidad mientras que notaba incluso las palpitaciones, continúe subiendo muy despacio por su tronco y levantando el camisón deje que su polla se mostrara por completo, era bastante grande y estaba durísima. Me acerqué a sus huevos y comencé a lamerlos y a metérmelos en la boca, arrancando gemidos del anciano que continuaba con los ojos cerrados, presa de la excitación. Cogí su miembro y recorriendo con la punta de mi lengua el tronco llegué al glande y me lo metí en la boca comenzando una mamada mientras que con mi otra mano me sacaba la polla…

  • ¿Le gusta señor Esteban? mientras que un hilo de saliva y fluido resbalaba de mis labios

  • Es maravilloso me dijo, la chupas muy bien

  • Gracias, dije sonriendo y volviendo a meterme esa polla en la boca

Cuando paso no mucho tiempo ya estábamos los dos completamente desnudos, me levanté y poniéndome de espaldas me abrí el culo y le dije mirándolo con cara viciosa:

  • ¿Le gustaría follarme el culo? Pregunte mientras que uno de mis dedos penetraba mi ano…

  • Me encantaría meter la polla en ese culo respondió

Se puso detrás de mi y pude notar lo dura que tenia la polla incluso antes de meterla, tan solo rozándome…de pronto comenzó a meter su polla en mi culo, dilatando poco a poco mi ano y haciendo que gimiese de placer…una vez metida entera me agarro de los hombros y me empujo hacia adelante para que me agachara, comenzó a follarme de una manera brutal, que hacía que en más de una ocasión pensara que me tiraría al suelo de algún puntazo. Mis gemidos se convirtieron en gritos de placer cada vez más audibles, aunque sin darme cuenta de ello, de pronto un repentino sonido se escucho en la puerta y se abrió de par en par, mostrando a los dos desnudos y como el anciano me follaba…eran tres abuelos mas que con los ojos abiertos de par en par y empalmados no dejaban de tocarse las pollas por encima del camisón.

  • ¿Desde cuándo están mirando? les pregunte aun con la polla del viejo metida por el culo

  • Desde que comenzaste a lamer sus huevos me contesto uno de ellos

  • ¿Van a delatarme? les dije

    • No, no te preocupes David

Casi al mismo tiempo los tres dejaron caer sus camisones y, mostrando sus pollas duras se acercaron y comenzaron a sobarme por todas partes mientras seguía siendo follado. Me agarraban la polla, me lamian los pezones y me besaban introduciendo sus lenguas hasta casi mi garganta. Yo estaba muy caliente y me puse de rodillas, ellos, rodeándome hicieron un círculo y solo podía ver pollas empalmadas a mi alrededor. Comencé a chupárselas intercambiando unas pollas por otras mientras la mezcla de fluidos iba derramándose por mi pecho, de pronto el anciano que tenia frente a mi comenzó a mearse sobre mi pecho, haciendo los demás lo mismo casi al instante, por lo que estaba siendo meado por cuatro viejos que me estaban chorreando…

Comencé a masturbarme de manera frenética mientras notaba como aquellos líquidos calientes mojaban mi cuerpo y el suelo por completo, yo, con las piernas levantadas y muy abiertas me masturbaba mientras que con la otra mano recogía los meados y me los metía en la boca y en mi ano…

  • Me corro si, me corro, me corrooo y en esa postura comencé a soltar esperma que salía disparado en todas direcciones y que recogía con mis manos para meterlo en mi boca mientras que comenzaban a escupirme desde arriba a lo que yo miraba con lascivia… de pronto uno de ellos comenzó a correrse en mi cara sin avisar y que hizo que cerrara mis ojos, otro me levanto y, abriendo mi culo empapado que parecía una fuente metió de nuevo su polla para notar como se corría dentro de mi ano y la leche resbalaba por mis piernas hasta los tobillos…

Otro me dijo que me tumbara sobre los meados y se agacho para ponerme su ano en la boca y comenzara a chupárselo y dejárselo limpio, cosa que hice con gran dedicación y haciendo que se corriera mientras metía mi lengua por su culo y el ultimo que era el señor Esteban me puso de rodillas frente a su polla y me dijo:

  • Voy a correrme en tu cara y ver como chupas hasta la ultima gota de mi leche

  • Estoy deseándolo señor Esteban le dije mostrando mi lengua.

Comenzó a masturbarse y a la tercera o cuarta sacudida un chorro blanco de semen golpeo mi frente y derramándose hacia abajo recogí con gran placer, relamiéndome por tragarme esa leche deliciosa mientras masturbaba mi propia polla con una mano y me metía tres dedos por el culo con la otra.

  • ¿Ha sido impresionante les dije sonriendo, no sabía que aun conservaban esa energía y ese vigor mientras esparcía semen y meado por mi pecho, ahora van a delatarme o van a portarse bien? Pregunté

  • Puedes estar tranquilo David me dijo el señor Esteban sonriendo, ahora que hemos descubierto que podemos pasar un rato como este todas las noches no vas a escaparte tan fácilmente, incluso el numero va a crecer de una manera brutal.

  • Espero que así sea chicos les dije relamiéndome los labios, bueno, ahora si que tengo trabajo que hacer, tengo que limpiar todo el suelo… ¿Qué me recomiendan, fregona o lengua? Ellos rieron a la vez y me dijeron todos a una:

  • La lengua es mucho más divertida

Y salieron de la habitación dejándome desnudo, con el culo abierto, lleno de semen y meados y completamente satisfecho…comienza a gustarme de verdad este trabajo.