La red púrpura IV

Gran despedida del fin de semana. Juegos, alcohol y sexo.

Llevaba un buen rato ya en la piscina cuando el sonido de alguien zambulléndose detrás mío me despertó de mi embobamiento.

Tras el polvo con Lucía estaba teniendo un rato de relax en la piscina dejándome flotar. Cuando me giré vi que del agua surgía Marta con una sonrisa.

-Lucía se ha ido a comprar alcohol al supermercado, y estos están preparando la cena, tu y yo tenemos que encargarnos de poner la mesa en el jardín.

Me acerqué a ella con ganas de jugar.

-En el jardín?

-Si –dijo sonriendo mientras adivinaba mis intenciones y se daba media vuelta con actitud juguetona- como hace bueno podemos disfrutar del aire libre

-Es cierto… a ti te gusta mucho hacer las cosas al aire libre… ya se me olvidaba…

Giró la cabeza queriendo responderme, abrió la boca pero se lo pensó, me sonrió otorgándome el asalto y se salió de la piscina secándose mientras entraba en la casa.

Llegó Lucía con la compra, y con la mesa puesta al lado de la piscina, unas velas y el risotto de Clara y Carlos, nos sentamos todos a cenar, estuvimos riéndonos y con un poco de vino la cena se fue amenizando.

-¿Os apetece salir?- propuso Lucía

-¿Porqué no montamos nuestra fiesta aquí?- intervino Marta con ganas de guerra

-¿Y hacer qué?-preguntó Carlos

En ese momento intenté no sonreír demasiado mientras alzaba mi copa, todos levantaron la suya esperando un brindis o algo por el estilo, entonces dije:

-Yo nunca he follado en la sauna de la casa de Lucía

Acto seguido Clara y Carlos se quedaron paralizados y se pusieron rojos, mientras Lucía se descojonaba y Marta trataba de entender que pasaba ahí.

Tras unos breves segundos de confusión Clara sonrió y pego un trago a su copa, mientras Carlos la imitaba y Marta empezaba a descojonarse sorprendida.

Clara sonrió y tomo la palabra.

-Yo nunca he follado con uno de los aquí presentes.

Bebimos todos menos Marta, que exclamó.

-Quee!!!!!???- mientras todos miraban fijamente a Lucía.

-Ya me lo olía yo- soltó Clara.

Como única respuesta Lucía se encogió de hombros y tomo la palabra.

-Yo nunca he hecho un trío

Giré mi mirada de forma inquisitiva y exagerada a Marta, dejando evidente al grupo que yo sabía que ella había estado en uno. Ella refunfuñó y dio un sorbo a su copa.

La sorpresa vino cuando Clara y Carlos se miraron chocaron sus copas y bebieron también.

Animados por la sorpresa y el alcohol Lucía y yo gritamos y aplaudimos mientras se terminaban de una su copa.

Lucía se apresuró a hacer la siguiente

-Yo nunca me he liado con una tía

Obviamente Carlos y yo bebimos, pero Marta preguntó

-A ver… ¿picos, liarse bien o sexo?

-Dejémoslo en nunca me he tirado a una tía- rectificó Lucía

Clara se mordió el labio inferior, como insinuándose a Lucía, cogió la botella y bebió, para después rellenarse la copa.

Lucía se puso colorada y se levantó pidiendo pausa para ir al baño.

Tras tanta sinceridad entre los que estábamos reino un silencio ligeramente incomodo. Clara se giro y se puso a besarse con Carlos mientras que Marta clavaba su sensual mirada en mi, era increíble, hace unos días ni me hubiese mirado, pero tras un par de sugestiones la gente siempre empieza a producir y realimentar el deseo. Su pie se apoyó en mi pierna y empezó a acariciarme cuando de nuevo irrumpió Lucía que llevaba varias cosas en los brazos.

Pusimos música y relleno varios vasos de gin tonic con hielos, los puso en el medio de la mesa y sacó una pelota de ping pong. Nos miró traviesa y sugirió:

-¿Apostamos?

Veíamos donde llevaba eso pero nadie dijo nada al respecto. Tras practicar un poco nuestra puntería para acertar en los vasos decidimos empezar.

Quien acertaba mandaba el vaso a beber a alguien, y así el alcohol siguió fluyendo, generalmente acertábamos mas Carlos y yo. Al rato y para no enfriar el ambiente Lucía propuso poner castigos.

El primero en acertar fui yo

-A ver, como parece que a Clara le va el rollo bollo y Marta ha dejado entrever que no le hace ascos… echar un pulso de lenguas durante 10 segundos.

-Joder empezamos fuerte- rechistó Marta

Clara miró a su novio buscando permiso, el cual la miró con media sonrisa sin inmutarse, cediéndole la decisión. Acto seguido Marta se acercó a Clara quedándose a pocos centímetros de sus labios. Sus miradas se cruzaron y se quedaron quietas manteniendo sus penetrantes miradas fijas entre ellas, mientras la distancia seguía inmóvil en un palmo.

Clara paso la mano por la nuca de Marta y jugó peinándole un poco el pelo, Marta hizo lo propio retirando un mechón que cruzaba la cara de su amiga, esta mientras deslizó su lengua para humedecerse los labios y Marta la imitó.

Nunca me había imaginado que podrían tener la mas mínima inclinación sexual lésbica. Tras unos segundos donde se notaba que crecía la tensión sensual en la sala, Clara asintió como dando su consentimiento y las dos dulces bocas se recibieron ya con la lengua fuera, y se enfrascaron en un violento beso.

Sus manos pasaban de sus nucas a sus mejillas, fijando la cara que besaban, me quedé de una pieza viendo como el sello formado por sus carnosos labios se separaba dejando entrever sus lenguas deformando sus respectivas bocas, al comprobar si la emoción de Marta era cierta, noté que era a medias, sentía como estaba excitada pero era mas por el espectáculo y atrevimiento que por besarla en si.

Carlos avisó cuando terminó el tiempo, a mi me pareció un suspiro. Tras separarse con una mirada de complicidad, Clara beso a su novio, esa noche estábamos aprendiendo mucho de nosotros.

Luego tiró Lucía y falló, siguió la rueda hasta que acertó Carlos.

-Bueno, estas chicas nos han puesto a todos cardíacos hace un rato, eso de dejarnos calientes está mal yo creo que se han merecido unos azotes, como quiero mucho a mi novia, voy a ordenar que Marcos le de 5 azotes a Marta.

El reto me sorprendió, pero me acerqué a Marta y ella recomendó que nos fuéramos al césped para estar mas cómodos, trasladamos las bebidas y los vasos y una vez instalados, se puso en el medio del circulo a cuatro patas levantando el culo todo lo que podía, dejándolo en pompa, provocativamente todos pensamos que estaba como si lo ofreciera para ser penetrado.

Me acerqué sin poder disimular mi felicidad al ver ese culo perfecto totalmente a mi disposición, reinó un tenue silencio, Carlos se fijaba embobado en sus nalgas, Lucía apuraba su quinta copa, mientras miraba el trasero de su amiga esperando a que el azotamiento sucediera y excitada por el rumbo del juego, por el contrario, Clara clavaba su mirada en mis ojos, esperando leer mi mente con una sonrisa pícara.

Acaricié el culo de Marta para aclimatarlo, dios qué culo! Se me puso de piedra solo de palparlo, aprovechando el tocamiento desvié mi mano hacia la entrepierna y paré mis dedos cuando llegaron a notar la gran humedad que ahí había, efectivamente mi amiga estaba cachonda a mas no poder, y me juré por dios que no me iba a dormir sin haberla follado esa noche.

El primer azote sorprendió por la fuerza, se esperaban que empezara tímido, pero no iba a desperdiciarlos, el segundo fue mejor que el primero, logré que sin hacerle ningún daño fuese especialmente sonoro, y noté como exhalaba todo el aire cuando le daba. El tercero logró sacarle un gemido suave, el cuarto se escuchó mas su voz, y el quinto fue un genuino gimoteo de sexo, fue como si todos oyésemos un original ejemplar de la voz de Marta follando.

A las alegres caras de Lucía y Carlos se oponía la seductora inconformidad de Clara, que logró ganar la siguiente ronda y me impuso el castigo.

-Creo que se le ha dado un trato injusto a mi compañera y en reprimenda obligo a Lucía y a Marcos a obsequiarle con un profundo beso negro a Marta

Carlos aplaudió, Marta dio un trago a su copa tratando de no descojonarse

-Queeee!!!?? –espetó Lucia- Ni de coña guapa, yo no le como el ojete a una tía! Joder a ver si no ser lesbiana va a ser un delito!

A Lucía se la notaba muy a la defensiva con el tema lésbico, creo que se venia venir la presión para hacer algo con ellas y salto de golpe para zanjarlo.

-Pues si no haces atrevimiento pagas prenda- sugirió Carlos.

Lucía se retiró la camiseta quedándose al igual que el resto de chicas, en bikini.

-No es justo, ella tenía mas prendas que el resto- protestó Clara- debería quitarse otra prenda.

-A ver, a ver- me impuse yo- hagamos un termino intermedio, se quita la camisa, no hace el beso, pero me echa una mano, que os parece?

Todos asintieron menos Lucía que no estaba por la labor, pero me giré y le miré con ojos de corderito degollado, le saqué una sonrisa y me acompañó mientras pensaba en cual sería el termino medio que complacería a todos los presentes.

Marta recuperó la posición de lordosis, ofreciéndome su divino trasero, y en ese instante me olvidé de todo lo que me rodeaba, le retiré la braga del bikini y pude observar el inmaculado culo de Marta.

Apoyé mi boca sobre sus nalgas, dándole besos pequeños mordiscos y fugaces lametones breves aquí y allá. Reparé en mi compañera de castigos y cociéndola de las manos se las posé sobre las nalgas de Marta.

Mientras Lucia se acostumbraba a la vergüenza de estar tocando a otra mujer le indiqué que las separara para ayudarme en mi labor, y eso hizo, al fin y al cabo, debía satisfacer al publico para que no demandara más…

Sin mas dilación incrusté mi lengua en su rosado esfínter, alternaba lametazos amplios sobre su ano, con estocadas intentando inútilmente avanzar.

-Mmmm, siii… -los sensuales ronroneos de mi victima eran calmados y me ponían a mil.

Pronto noté cierta envidia en Lucía, y puesto que ella también se estaba poniendo caliente por verme así, la acerque y le di un beso, justo antes de que Clara dijera algo sobre que la mimada tenia que ser Marta, acerqué empujando desde la nuca, la boca de Lucía a una de las benditas langas de su amiga, lejos del ano pero en el culo al fin y al cabo. Lucía besó, besó y al ver que seguía sin estar contento empezó, para sorpresa de todos a lamer, en ese instante yo regrese o lo mío.

-Aaa… si… dos boquitas para mi sola- decía Marta intentando picar a Lucía su estreno lésbico.

Al continuar me percaté que aunque por fin el ano iba cediendo, era momento de parar, la prueba estaba durando demasiado, así que como colofón, y tras una última estocada en la que entre un par de centímetros en su perfecto trasero. Agarré la mano de Lucía, la cerré dejando los dedos corazón e índice rectos, y de un golpe se los metí a Marta, provocándole un gritito.

El colofón final dejó callados a todos los presentes, la pequeña del grupo se encontraba un poco en shock mientras lentamente retiraba los dedos del interior de su amiga. Marta esbozaba con los ojos cerrados y la boca abierta, una cara de placer con leves temblores conforme sentía huir aquellos suaves dedos, y la pareja se comunicaba telepáticamente, preocupados por la escalada del juego, y por su sentido del limite.

Nos volvimos sabiendo que el nivel estaba ya muy alto.

Siguiendo con el juego la siguiente en acertar fue Marta.

-Bueno, para que jueguen todos, voy a ordenar a Carlos que le practique un minuto de sexo oral a Lucía.

Clara saltó, aquello había pasado sus límites.

-Nada nada bonita, una cosa son los besos, pero mas allá, se mira pero no se toca!

Nadie montó un jaleo por aquello, lo entendíamos, a pesar del alcohol, que aunque siempre estaba presente, no era excesivo en ninguno, todos andábamos solo con el puntito.

Ante la negativa de su novia Carlos procedió a pagar quitándose la camiseta. Yo acaricié el tirante del sostén de Lucía, pero esta me paró.

-Oye que yo estoy dispuesta, es él quien tiene que ser castigado.

-Si -proseguí yo- de hecho, pienso que Clara también nos debe una prenda.

Y para zanjar el debate, nuestra amiga se quito la parte superior del bikini sin pensárselo dos veces. Quedaron al aire unos jugosos pechos muy apetecibles

Seguimos jugando y acertó Clara, propuso un reto claramente escueto para bajar el ritmo de la velada

-Venga va Carlos, 2 minutos de morreo con Lucía, que la pobre no  ha catado nada.

Lucía, se quedó algo decepcionada, pero sin mas se acercó a su compañero de penitencia, y comenzó a besarlo sin ningún preámbulo. Lucía movía su lengua con lujuria, sus lametazos eran lentos y sensuales, degustaba la boca de su amigo. Al principio Carlos se dejó hacer mostrando como no tomaba partido, pero poco a poco fue olvidando a su novia, y la abrazó acercándosela mas. Esto pareció darle una idea a Lucía, que cogió las manos de Carlos, y poco a poco las fue dirigiendo a sus tetas. El chico abrió los ojos sorprendido, buscando la mirada de su novia, pero una nueva incursión, mas profunda que las anteriores, de la lengua de la joven Lucía en su boca, le descontroló y comenzó a amasar aquellos generosos pechos sin contemplación.

En ese momento noté una brecha en la fuerte mente de Clara, su deseo de pararlos, sus celos, su ira contenida al ver que Carlos de verdad quería hacer lo que estaba haciendo… le dio rabia, y aunque todavía no podía sugestionarla, si que podía entrar en su mente.

Así que para derribar sus defensas, le rellené la bebida y recurrí a excitar mas a Carlos, aunque por norma general detesto sentir la excitación de otro tío, era un medio para un fin.

Acercándose al final  los protagonistas se devoraban como si fueran amantes que llevaban un año sin verse, en el calor del momento Carlos desvió su lengua y lamió el cuello de Lucía, que con un gemido agarró la cabeza de Carlos y apartándose el bikini lo empujó contra uno de sus deliciosos pezones para que lo devorara.

Carlos pecó, y succiono con gula amasando con ganas las enormes tetas de su cómplice.

-Tiempo!- grito Clara unos segundos antes de tiempo, con ira disimulada.

Dos tiradas mas y a final volví a ganar yo.

-Creo que tengo una buena idea para terminar hoy, por todo lo grande.- todos me escucharon con atención.- Clara has dicho que se mira pero no se toca no?

-Si bueno, aunque al final se ha tocado mas de lo que esperaba…

-Pues déjanos mirar…

Todos se quedaron callados, así que lo aclaré

-Chupársela a tu novio hasta que vacíe el cargador, y trágatelo.

Carlos reaccionó

-No a Clara no le gusta tr…

-Está bien!- sentenció su novia, con ganas de marcar el territorio.

-Cariño, no se… me da corte…

Yo decidí puntualizar

-Pues vamos a mirar de bien cerca, así que Clara esmérate o colaboraremos

Mi amiga entendió aquello como una verdadera amenaza, pero en realidad era mas que eso, era el guión…

La novia se agachó mientras que Marta que estaba sentada detrás de Carlos colaboró bajándole el bañador. Clara observó como aprovechaba para acariciarle el culo, pero se calló.

La polla de su novio se descubrió mas dura que una piedra, obviamente estimulada por su beso con Lucía, celos, se lanzó a devorarla, y observó como la mano frágil de otra chica masturbaba aquel manubrio para ella, mas celos, claro que era ella la protagonista, así que a fin de terminar aquello tragaba… nunca mejor dicho.

Invadida de celos, Clara se esmeraba en devorar aquel miembro con su mejor pericia, intentando que acabara la noche cuanto antes mejor, yo mientras me encargaba de reprimir el final de Carlos, y excitaba a mis dos aliadas para que no se quedaran quietas.

Poco a poco su inseguridad me permitía entrar en la cabeza de Clara, y colocándome detrás de ella, le retiré la braga del bikini, dejándola totalmente desnuda. Mientras que con una mano le sobaba las tetas, con la otra le di un azote, y con ese ruido, entré en su cabeza, con una increíble facilidad.

La fui excitando mentalmente mientras que mi mano jugaba con su coño, ella observaba que Carlos no decía nada al respecto, al estar con los ojos cerrados. Lucía masturbaba el pene del penitente, mientras movía con la otra mano la cabeza de Clara, y para sorpresa de la novia, Marta apareció enfrente suyo, lamiendo los testículos de su agradecido novio.

Lucía empezó a explorar, dando pequeños besos a la polla de Carlos, con un poco de sugestión, pasó a la mejilla de Clara, la cual se quedó mas tranquila al ser la protagonista de sus mimos, también Marta, mas descarada empezó a lamer el cuello de la feladora, terminando en su oreja, despertando un gran placer en Clara, que se quedó cegada.

En ese instante Lucía se levantó y empezó a devorar a besos a Carlos. Sus labios recordaron pronto la pasión de hacía unos minutos, Clara fue a protestar, pero en ese instante empecé a comerle el coño y ahogó su gemido tragando de nuevo el miembro de su novio, Marta le susurró al oído:

-Trágatela! Trágatela entera, bonita.

Tras decirle esto se separo y vino en mi búsqueda.

-Esto es lo que querías verdad?- pregunto Marta clavándome su mirada mas sexy.- Querías follártela y lo vas a lograr.

Sonreí y le susurre.

-Hoy os voy a follar a todas… ahora ves y logra compartir la mamada, tenemos que separarnos de Lu y Carlos.

El novio desbordado se tuvo que tumbar en el césped, en el cambio de posiciones Clara observó como las preciosas tetas de la anfitriona estaban ya al aire, y mientras su querido se tumbaba boca arriba, ésta se acercaba para amamantarlo, mientras él la masturbaba.

Visto de lado, el cuerpo de Lucía era irresistible incluso para Clara, su esbelta figura era coronada de forma inexplicable con unas pechos enormes, bien puestos, se estaba poniendo cachondísima por momentos, y descubrió que en el descuido Marta había tomado el relevo en la mamada.

Como única reacción hundió la cabeza de ésta, empujando su preciosa melena oscura, lejos de atragantarse, Marta la engullo de golpe. Cedió espacio para compartir la mamada.

Las dos boquitas devoraban aquel falo mientras su dueño se entretenía con los pezones de la joven Lucía, los gemidos de la anfitriona encendían mas y mas a todos los presentes.

Elegí ese momento para apuntar con mi polla a la entrada de la vagina de Clara, esta lejos de estar dispuesta se irguió para protestar. Marta, tratando de obtener la atención de la novia, se monto de espaldas a su novio, y con un fuerte gemido, se incrusto todo el pene, cogió suavemente la barbilla de Clara y la beso tras decirle.

-Como me apetece follarme a tu novio!

Su parálisis fue completa al ver que Carlos estaba devorando el coño de Lucía que estaba sentada sobre su cara.

Tras esto, Marta volvió a atraer la nuca de Clara besándola mientras cabalgaba e introducía su lengua para palpar toda su boca. No sin cierta confusión, la novia, alargó la mano hacia atrás y me atrajo, induciéndome a que empezará a penetrarla.

Su duda se despejó cuando por fin atravesé aquel coño, la visión de su culo a disposición de mis manos, la mirada de Marta mientras besaba con todas sus ganas a nuestra victima y los gemidos de Lucía hicieron mi sugestión completa y aceleré por momentos el orgasmo de Clara.

Entrar el aquel coño era divino, su piel tersa invitaba a sobarla, el sudor de su cuerpo era fruto de estar emparedada, de rodillas por delante con Marta y por detrás conmigo, fuimos acercándonos, intentando fundirnos, a veces yo le comía la boca y ella le chupaba los pezones, en otras ocasiones se colaban las manos de Marta y jugaban con su esfínter anal. Al ver esto y mientras Clara lamía el cuello de su compañera, agarré sus manos, las llevé al culo de la otra, y sin necesidad de decir nada hurgaron entre ellas, cuando vi que la segunda falange de marta se hundía en el ano de la novia, bombee con todas mis fuerzas.

El gemido de Clara propició que Marta metiera todo el dedo, y tras esto estallara nuestra victima en un gran orgasmo.

Clara cayo rendida a un lado mientras su cabeza no podría dejar de oír a Lucía disfrutar ya de su tercer orgasmo, en la sesión mas larga de sexo oral que jamás había realizado su novio.

Atraje a Marta hacia mi, pero ella tiro y se agachó diciendo

-Déjame chapártela maestro.

Y tras esbozar una sonrisa atacó mi polla dejando que yo me follara su boca a placer. Sus tersos labios, ya humedecidos por los profundos besos, eran paso franco para mi polla que resbalaba entre ellos y su suave lengua, que presionaba de forma deliciosa mi glande.

-Ah! Aaah! Me voy a correr

Clara despertó ante la llamada de su novio, al fin y al cabo, su tarea era tragárselo, según el “algo modificado” castigo. Marta se levantó, y dejando que me tumbara boca arriba, empezó a cabalgarme con una maestría inolvidable.

Los gemidos de Carlos anunciaron la corrida en la boca de su novia, la cual se levantó y besó a una confundida Lucía. La joven, recibió parte de la corrida, y los besos de su amiga, algo que no le emocionaba, pero al fin y al cabo, estaba dispuesta a pagar un impuesto por los servicios recibidos. Poco a poco la lengua de la novia fue bajando hasta lamer los pezones de la anfitriona, la cual cerró los ojos y dejó que Carlos se uniese a los besos.

Susurre a la oreja de mi amante:

-Creo que tu culo añora ciertos mimos.

Acto seguido introduje medio dedo en su perfecto culo, y ella aceleró el bombeo de sus caderas. En ese momento desaté el orgasmo en Marta, que arañó con fuerza mi espalda, mientras callaba un gemido mordiéndome cerca del cuello. Prosiguió un poco el movimiento mientras paraba lentamente su cuerpo, con un beso la deje a un lado y me acerqué a Clara.

Desvié su boca de las tetas de Lucía, que había empezado a ser penetrada por Carlos desde detrás. Sin necesidad de palabras, Clara engulló mi falo y mientras esperaba con los ojos cerrados, yo termine de pajearme dejando que todo mi semen colmara la garganta de mi amiga, liberándome de toda tensión.

Me separé deje que Lucía me limpiara los restos mientras dejaba el justo protagonismo de la polla de Carlos a su novia. Y tras esto me aleje de la mano de Marta, nos levantamos y entramos en la casa, dejando a solas al trío. Encontramos una cama, y reanudamos las caricias juntos hasta quedarnos dormidos.