La que sabe dar satisfacción en familia.
Una mujer se realiza sexualmente dando felicidad a su cuñado, a su suegro y también a su marido
La que sabe dar satisfacción en familia.
Deseo en familia 5.
Estos relatos pueden leerse de forma independiente, pero la autora recomienda ver las historias anteriores de esta serie.
Una madre : Renata. ¿ Es normal lo que me ocurre?.
Creo que soy mala, estar enamorada de un hombre y hacer lo que estoy haciendo, meterle los cuernos con dos familiares suyos, me debería sentir mal, pero estoy en plenitud, liberándome de todos los complejos que he arrastrado en mi vida.
Hasta los 16 fui la flaquita, la sin formas, la que no gustaba a los chicos, y además mi mejor amiga era la guapa de la clase, la que volvía loco a los chicos, y qué decir de su madre, la mujer más sexy de todas las mamas, no había más que ver cómo la seguían los profesores y los otros padres. Bueno pues ahora soy yo la que tengo a sus maridos comiendo en mi mano y me encanta. Hace que me crea una diosa.
Lo de mi cuñado, Sebastián, me sube el ego, soy un ama rigurosa, que le obligo una y otra vez a obedecer mis caprichos, y eso a un macho como él, le vuelve totalmente loco.
Todo empezó cuando me di cuenta que me espiaba, y yo le fui encelando, dejando que viera desnudos parciales míos, las lolas, el culito, la concha, como si fuera una despistada. Hasta que un día me dijo que no aguantaba más y le hice una paja en el agua. Nadie se dio cuenta , nos cubría hasta medio pecho. Desde entonces se convirtió en costumbre, le hacía una al día, pero sabía que quería más y yo estaba deseando dárselo. Los problemas eran es dónde y cuándo, pero también cuál iba a ser el límite.
Pero él me seguía, buscaba la oportunidad, yo era una cierva que sabe que la va a encontrar un cazador. Y me encontró.
Estaba sola en casa, les había dejado que fueran ellos primero a la playa, tenía el mes, y no sé por qué me había venido muy fuerte y con molestias.
Sebastián entró y me miro, yo estaba en pijama, tumbada en el sofá, me asusté.
- “Cuñada, te voy a follar. Vas a saber lo que es un macho”-
-“Ni se te ocurra, se lo diré a toda la familia , así que…”-
-“Pero no puedo más, me tienes todo el día empalmado, con ganas de cogerte….”-
- “No podemos y además estoy con un periodo que parezco una fuente”-
Se sacó la polla, estaba enorme, erguida, dura. La verdad es que me encantó verle así, excitado, pero al tiempo dispuesto a obedecer, para conseguir que yo le diera algún placer.
-“La verdad es que estás muy caliente y yo algo de culpa tengo. No me doy cuenta y a veces ando muy ligera de ropa y sobre todo …lo de la playa nos ha unido…¿ Quieres que me desnude?”-
- “Sí, quiero verte en bolas”- la verdad sea dicha que antes de que el me contestara ya me estaba quitando la chaqueta del pijama y cuando expresó su deseo prácticamente estaba en bombachas.
- Por favor, déjame verte toda desnuda.”
-“Lo que pasa es que llevo un tampax.”-
-“Me da igual, lo necesito , sos la mujer más sexy que he conocido.”-
¡Uaauu! pensé ni mi suegra ni su mujer, las más era yo, eso se merecía un premio. Comencé a moverme de una manera sensual, como si siguiera una música tropical, Sebastián comenzó a masturbarse.
- “Anda, túmbate en el sillón. Creo que te debo algo…¿ Quieres que te haga una mamada?”-
Tan tranquila se lo había soltado, él se tumbó, pija en alto en menos de un segundo. Me apetecía demostrar que yo soy buena en eso, y además sabía por confidencias de su mujer, para eso es mi cuñada y mejor amiga, que ella no se lo hacía casi nunca.
Lo primero le di una lamida a todo el vástago, dejando un buen reguero de saliva, luego usé mis pezones para acariciar su pétrea verga.
- No te importa que te sujete las manos a la pata del sillón. Me da miedo que me agarres la cabeza y me hagas arrojar si me llega a la campanilla”-
-“Haz lo que quieras, pero chúpamela”- Tendió las manos, con el pantalón del pijama se las fijé a la sofá, lo tenía a mi disposición, atado , un juguete para mi boca.
Se la lamí bien lamida, con la punta de la lengua recorrí cada milímetro de aquella carne dura, después la lengua entera como si fuera un helado que una niña saborea, jugué con su glande, y con la línea que separa la ciruela del tronco, no usé la mano para nada, era sólo mi lengua y su polla.
- “¡Qué puta sos!, ¡qué bien lo haces!”-
- “¿ Quieres que me trague tu lechecita?”- me salió del alma aquella voz de niña inocente.
-“ Siiiiii…”-
La metí entera, y jugué con los labios y con la lengua, y su poco con los dientes. La ventaja de tenerlo atado era que aunque empujaba con la pelvis , yo controlaba la cantidad de polla que tenía en mi boca, de modo que no me dieran arcadas, si llegaba a tocarme la glotis.
Su YAAAAAAAAAA fue el aviso de la descarga de semen, me llenó la boca, cerré los labios para no perder una gota y mirándole a los ojos, la tragué de una vez.
- “Anda , vístete y ve a la playa con la familia para que nadie sospeche nada.”- le dije mientras le desataba.
Cuando se marchó, yo aproveché para hacerme un dedito, lo necesitaba.
Aquella noche me sentía culpable, mi marido tan alegre y tan bueno como siempre sin sombra de sospecha. Decidí darle un regalo. Casi no cené y subí antes que él a la habitación, usé la ducha quitando la alcachofa para darme una buena irrigación, era como una penitencia por lo que había hecho, mi cuerpo quedó limpio. Me puse unas medias negras de malla que quedan fijas a medio muslo, me calcé las sandalias negras de taco alto y me quedé esperándole.
Cuando entró mi marido se quedó de piedra al verme como una postal erótica que le dice mientras se pone en cuatro con todas las almohadas bajo el vientre: “ Hazlo por detrás” .
Va a buscar un forro para ponérselo. Cuando me encula , algo que no es habitual, usamos condones.
- “No necesitas forro, me he puesto una lavativa y estoy limpita. Y además quiero sentir tu leche .”-
Se desnuda viendo como yo , que he apoyado el torso en la cama, dejando la grupa en alto, me toco el clítoris. Tiene la verga dura, con la crema solar se embadurna la pija y la extiende con los dedos en mi esfínter, mete un dedo para lubricar el camino. Apoya el glande en la oscura abertura y empuja despacio, yo gimo, es una mezcla de dolor y placer, siento como va entrando toda en mí.
Se mueve despacio, disfrutando del estrecho canal, a mi no me gusta que me sodomicen, pero quiero pagar por mi lío con Sebastián y me toco el botoncito rosado para darme goce y que mi marido disfrute de mi placer. Cada vez acentúa su penetración , más honda, más fuerte el ritmo, sé que no va aguantar mucho más, yo acelero mi dedo.
Siento la leche en mi interior.
-“ Quédate mientras acabo”- le suplico y sigo apenas unos segundos hasta llegar al orgasmo.- “Ya, me vine”- le ronroneo cuando termino.
Nos quedamos tumbados, mi ano chorrea su semen, Genaro me abraza, me besa con una mezcla de dulzura y satisfacción.
- “Mi vida, sos una zorrita que sabes complacer a un hombre”-
Sonrío para mis adentros pensando en que no sabe lo puta que soy.
Gabriel: Un abuelo. El amor de otoño.
Gabriel está feliz, nunca había sentido lo que ahora siente, que le aceleraba el pulso llenándole de ternura: estaba enamorado. Cree que es la primera vez en su vida. Con su mujer ha tenido una relación magnífica, excepcional, le ha llenado toda su vida sexual, pero ahora que ha descubierto el amor, se cuenta que es un algo que nunca pensó existía. Vive en función de los paseos con Renata, su nuera, que les alejan de la familia, en los que están los dos solos, y se rozan las manos al andar, hasta que están lejos y se bañan, y dentro del mar como delfines juegan, se abrazan , se besan, y se ríen, nunca se ha reído tanto. Esa felicidad le llena de vida.
Coge con Susana, su mujer , pensando en Renata, en cómo será hacerla el amor.
Lo ha planificado, es bueno haciendo negocios, y la misma astucia que ha desarrollado para obtener éxitos en la empresa, la ha aplicado para lograr un lugar y un tiempo para poder hacer el amor. Pero ha surgido la ocasión sin buscarla, y sabe que la van a aprovechar. Su hijo le ha pedido que le acompañe, junto a Renata, a San Bernardo para ver que le parece el solar que les han ofrecido.
Así han salido los tres en el coche , al llegar lo primero que han hecho es ir a ver el terreno, tiene buena pinta, después han ido al almuerzo con los vendedores, y antes de entrar al restaurante han preparado la estrategia, comida alegre, un primer tanteo, Genaro se queda negociando mientras Renata y él se van de compras, quedan en dos horas para cerrar, y ahí , él haciéndose el poderoso mete una rebaja del 20%, que se quedará entre el 10 y el 15.
La comida transcurre animada, se habla de negocios, de la situación del país, del jamón español , de cómo ha ido evolucionando la afición al pescado en Argentina….. Renata es el centro de atención, preciosa, con un vestido con tirantes de un algodón ligero y floreado, sin corpiño, no lo necesita con esas tetitas tan duras y apetecibles, distrae a los vendedores cuando aparece algún escollo.
Gabriel está maravillado cómo se desenvuelve su amor, se da cuenta que con Genaro forman un equipo invencible en cualquier negociación, le llena de orgullo que una mujer tan atractiva e inteligente le haya dicho que está enamorada de él.
Tras los cafés , es Renata la que con voz cantarina le propone:
- “Suegro, ahora empieza la pelea, ¿ por qué no me acompañas a comprar un par de cosas que ví el último día que estuvimos acá?
Sos un buen compañero de compras, por lo menos eso dice Susana.”-
- “Nos vemos dentro de dos horas en la confitería del hotel M y papá te cuento cómo ha ido la negociación. Renata, no marees mucho a mi padre”- Añade Genaro siguiendo la estrategia que han preparado.
Se despiden y caminan dos cuadras hasta una boutique. Allí Renata elige un vestido negro de fiesta y tras pagar, marchan corriendo al telo más cercano al hotel donde han quedado.
Están solos y tienen una hora y media para ellos. Se besan en un encuentro de cuerpos y almas, ella se retira un poco, lo suficiente para que Gabriel le baje los tirantes del vestido que cae al suelo. La vuelve abrazar y sus manos recorren su espalda desnuda. La separa con los brazos en los hombros para poder ver su torso, los senos erguidos, los pezones sonrosados erectos, destacando en el bronceado de la piel.
- “¡Qué hermosa eres! Te amo”-
Renata abre la camisa del hombre y besa su pecho desnudo cubierto de un vello prácticamente blanco. Le chupa los pezones que se endurecen con la caricia mientras le desabrocha el pantalón.
Se ríe la mujer, los dos están medio desnudos, deleitándose en el otro, se vuelven a abrazar y los labios y las manos se atreven a más. El miembro está semierecto, lo nota a través del calzoncillo, lo toca con mimo, lo siente endurecerse. Sin soltarlo, con la otra mano se baja la bombacha, está totalmente desnuda.
Gabriel la separa, la mira emocionado, como si fuera la única y primera mujer sobre la tierra. Renata se tiende en la cama y abre las piernas para recibirlo. Él se quita la última prenda, avanza entre los muslos femeninos , apoya las manos en los costados de la mujer y su glande tantea buscando la húmeda entrada, es ella la que toma el miembro y lo coloca entre sus labios íntimos. La penetra despacio llenándola. Y se quedan parados mirándose a los ojos.
Gabriel comienza a moverse, lo hace con infinita sabiduría, Renata decide dejarse llevar por él, no va a jugar con su vagina entrenada, quiere que sea él quien lleve la voz cantante en la cogida.
Se besan, se acarician en un acto de amor y entrega.
-“ Mevoy a venir…”- musita Renata mimosa.
- “Quiero sentir tu orgasmo. ¿ Lo necesitas más fuerte?”-
-“No, sigue así, suave que me están matando”-
Gabriel nota la explosión femenina, están los dos con los ojos abiertos saboreando el placer del otro. La besa con mimo, ella responde con pasión lujuriosa.
Y vuelven al juego del émbolo, un poco más duro, más profundo, más rápido.
- “Me vuelvo a ir, por favor….dame tu leche.”- ruega la mujer.
El hombre acelera, se convierte en una máquina que taladra a Renata. Esta envuelve con las piernas al macho, le aprieta como una poseída , hasta que lo dos se funden en un grito de placer.
Se quedan abrazados, mimosos, besándose, volviendo en sí, la experiencia ha sido muy fuerte.
- “Sabes que estoy enamorado de ti, y que me doy cuenta que nunca lo había estado….Es curioso enamorarse de viejo…Si no es por ti , nunca hubiera conocido de verdad el amor.”-
-“Yo también estoy enamorada de vos, siempre me habías parecido un tipo encantador, pero fue como una bomba, cuando me sacaste del agua, pegada a tu cuerpo te descubrí y el amor me llegó como un rayo , no creí que fuera posible pero lo es.”-
-“¿ Qué vamos a hacer?”-
-“Amarnos, si se te ocurre otra cosa , te mato …”- le dice Renata mimosa-“ Y vernos y hacer el amor …..pero sin hacer daño…Yo quiero a tu hijo, mucho, creo que también lo amo…..es difícil …cómo el bolero…querer dos mujeres a la vez…en mi caso son dos hombres”-
-“Tienes razón, el hacer daño destruye el amor, tú debes seguir con mi hijo y yo con mi mujer….pero..”
-“Pero seguiremos amándonos. Acá es más difícil , estamos todos juntos , pero en Buenos Aires podemos amarnos todos o casi todos los días”-
-“Tienes razón, aquí es complejo , si he esperado una vida puedo esperar unos días”-
-“Anda , vamos a vestirnos que llegamos tarde”-
Ella se lava la concha y se ponen la ropa, no se duchan , no quieren perder el aroma del otro. En pocos minutos llegan al hotel M, Genaro y los vendedores están en el patio interior , al aire, en la mesa unos güisquis, se sientan. Les sirven las bebidas y les cuentan. Prácticamente han llegado a un acuerdo pero Genaro insiste que el dueño de todo es su padre , así que a él le toca decidir.
- “ Son unos novecientos mil pesos al cambio oficial….Renata, me parece que debes ir a probarte el vestido sin quitar al etiqueta, es muy atrevido y no sé lo que dirá tu marido….si quiere lo puedes cambiar. Y en eso el que manda es él…”- Dice Gabriel mientras saca del bolsillo una petaca de puros, la abre, toma un robusto, lo muerde, le quita la punta.-“ Genaro, ¿ me puedes dar fuego?.” -enciende el cigarro, da dos caladas y continua-“ Si quieren la operación en dólares tienen que hacer una rebaja del 35% y una del 5 si prefieren los pesos.”-
Renata espera a que acabe de hablar para levantarse e ir a cambiarse, lo hace en los aseos del hotel, se mira, tiene razón Gabriel es muy atrevido, negro en seda gruesa y oro, se abrocha al cuello y deja toda la espalda al aire, llega un palmo por encima de la rodilla, tiene dos problemas añadidos, se le marcan los pezones y al moverse se le ven gran parte de los senos por el lateral. Pero está espectacular. Cuando llega a la mesa todos se vuelven a mirarla.
- “Papá, me parece que tienes razón, es un poco demasiado atrevido pero lo que van a comerse los gusanos que lo disfruten los ojos de los humanos…En esto mando yo, pero en la pasta mi padre…así que o firmamos lo que él dice o nos vamos.”-
Renata se sienta y deja ver sus muslos largos, bronceados, perfectos, se ha hecho un silencio, la sexualidad de la mujer los tiene a todos atontados durante un par de minutos.
- “Creo que este silencio es una aceptación.”- dice Genaro muy serio , pone sobre la mesa el contrato, añade la cantidad y se los da a firmar a los vendedores. En ese momento la mujer se inclina para buscar la bebida y quedan a la vista casi todas las lolas. Como hipnotizados los hombres firman.
Un padre: Genaro.La encantadora esposa.
Hay días que se da todo bien, se hace un magnifico negocio y encima con tu mujer , que ha sabido jugar un rol importante en la consecución del éxito, coge contigo como una diosa de placer.
Era complejo el asunto, con un precio de compra el negocio podía ser bueno, con el que hemos conseguido el beneficio es seguro. Lo hemos comentado con mi padre y Renata , a la vuelta de San Bernardo en el coche. Mi padre me ha felicitado por haber llevado la negociación como la he llevado, centrándole para meter el gol. Como le he dicho yo, si pones el balón y fallas todo lo hecho no vale, y el ha pegado un disparo digno de Mecí, yo habré sido Iniesta, pero él ha sido nuestro maravilloso paisano. El empuje, la chulería como ha encarado el final ha sido genial. Y luego Renata que los ha entretenido con sus shows eróticos, porque había momentos en que sólo estaban pendientes de ella.
La cena en casa ha sido divertida, sólo el amargado de mi cuñado, que le hubiera gustado estar en el negocio, pero él no vale , es bueno para lograr que las obras vayan rápidas, pero lo de hoy lo habría cagado con su carácter, hay que tener mano izquierda y sólo dar el golpe en el momento adecuado. Mañana iremos papá, Renta y yo a Buenos Aires a acabar de cerrar la operación, serán dos o tres días.
Cuando hemos entrado en el dormitorio, mi mujer me ha besado como sabe ella, con picardía , me he dado cuenta que quería darme una buena ración de sexo y lo ha hecho. Me ha pedido que volviera en calzoncillos del baño, mientras ella se cambiaba. Al salir , allí estaba con el vestido negro que ha comprado hoy, la verdad es que no me extraña que se quedaran atontados, es una provocación. La tapa lo justo, que encima se marca bajo la tela, y al moverse uno piensa qué se verá.
Me ha hecho unos pasos de bailarina de strip- tease y se lo ha soltado, ha caído, deslizándose por su piel, hasta el suelo, quedando desnuda.
Se ha acariciado los pechos y luego sus manos han bajado hasta la concha, ha jugado un poco, a mí se me ha puesto como una piedra.
Se ha arrodillado y me ha bajado el calzoncillo, la verga libre ha quedado apuntado a su cara. Me la ha agarrado y me ha hecho una mamada de campeonato.
Cuando la he dicho- “ como sigas así , me corro.”- Se la ha sacado de la boca para, mirándome con ojos perversos, contestarme- “así dentro durará más”-
La verdad es que la chupa de vicio, sé que ha estudiado todas las técnicas sexuales para darme placer, me lo ha ido contando a medida que las descubría y hacía las prácticas con distintos juguetes. No podía más, cuando se concentró en la cabeza y alrededores con sus labios golosos, solté toda mi carga. Se la tragó entera, y después me limpió con la lengua, como una gata toma la leche del plato.
En la cama, desnudos, he querido devolverle el placer, comiéndome su concha, pero no me ha dejado.
- “Soy yo la que hoy quiero hacértelo todo”-
Yo me he quedado esperando que Renata recomenzara su ataque, y lo ha hecho con los dedos, las manos, los labios, los dientes, en pocos minutos me ha vuelto a tener con la polla en alto y entonces me ha montado.
Ha sido un polvo largo, perverso, ella ha jugado como sabe con su vagina y mi verga, la aprieta , la suelta, despacio, rápido, profundo, ligero, y mientras se acariciaba impúdica para excitarme más.
- “Dime que soy una putita”-
- “Mi putita”-
-“ Sigue, con palabras guarras”-
- “Putita….guarra…zorra…..perra…”-
Me he dado cuenta que cuando más veces la decía que era una puta, más y más se calentaba, era un espectáculo delicioso, verla tan bella, tan sexy y tan excitada.
Cuando ha llegado al orgasmo, su voz entrecortada ha casi gritado:
-“ S..o..y p..u..t..a, m..u..y p..u..t..a”
- “Mi zorrita , mi yegua”- he contestado mientras volvía a soltar mi esperma.
Nos hemos quedado abrazados, sudorosos, felices.
-“ Hoy has estado genial, de verdad, a mi padre y a mí nos ha impresionado como te desenvuelves en ..”-
-“Me alegro que estén contentos, yo también lo he pasado muy bien y me he quedado impresionada”- me contesta con una sonrisa de oreja a oreja.