La putita encontrada

Una putita, la que por fin la conocí y me la tiré.

La putita

Mi verga iba entrando poco a poco, el capullo estaba dentro de su culo, paré un poco, notaba como ella se relajaba, sus gritos se iban convirtiendo en jadeos

Después de tanto tiempo dándole vueltas al asunto, que si no te atreves que si sí, que si eres un cobarde, etc, etc. llega el día en que nos vamos a conocer, nada, yo creo que es por tu conveniencia, claro... la nena tiene que ir a una emisora de radio a recoger unas entradas, unos vales para unos masajes o qué sé yo, me llama para que la acompañe, yo gustosamente acepto. Yo no espero nada de este encuentro, solo poner una cara real a todas esas fantasías que habíamos tenido en el chat, unas fantasías un poco subiditas de tono, ¿no? Pero que nos lo hacían parar bien, ella dirá que no, todo es mentira etc, etc. Desde luego que la vida es rara, ya me ves a mí con treinta y... diciendo chorradas en un chat, pero qué leches, me gusta, más sabiendo que ella aún lo disfruta más y eso me pone ciertamente muy caliente. Todavía recuerdo aquel día en que le envié la foto de mi verga, buffff, acabó haciéndose un dedito en el baño... cada vez que lo pienso... Pero bueno, ese no es el tema, a lo mejor en otra ocasión lo explico con más detalle. En fin, llega el día, habíamos quedado a una hora en cierto sitio, Rox, así se llama ella, como no! Haciendo honor a la lucidez del sexo femenino no lo encuentra, se pierde y me llama diciendo:

-Estoy en la calle cerca del Hotel donde hay un restaurante chino -De acuerdo no te preocupes voy a buscarte

Así fue, me acercaba con el coche y veía el suyo parado en la puerta del restaurante, ¿nervios? Un poco, pero bueno, no va a pasar nada, o ¿sí? Mantén la cabeza fría. Frío fue el encuentro, distante... ¿qué esperabas??¿¿Que se te tirara encima?? Un simple saludo, un beso de amigo, huele bien pienso, y no está nada mal... bonita boca, hummm y esas tetas, la foto que me envió no engaña, y el culo?? No seas descarado, ya tendrás tiempo de mirárselo. Le digo que me siga con el coche, damos un par de vueltas (un poco tontas) buscando aparcamiento, aparco y me subo en su coche... ella está más nerviosa que yo se le nota. La indico para llegar al centro de la ciudad, la conversación... ni me acuerdo de qué hablábamos, me fijo en sus manos, son bonitas, me las imagino rodeando mi verga... para, no va a pasar nada!

Llegamos cerca de la emisora, aparcamos, no es lo suyo esto de aparcar. Mujeres, como son y como están, nos bajamos del coche y es entonces cuando le miro el culo... hummm tanto he fantaseado con ese culo, no está mal, me acuerdo de la foto que me envió, es una chica de palabra... vale la pena, más sabiendo lo que piensa del sexo anal, cuando me dijo que le gustaría que la follaran el culo se me puso la verga dura, el sueño de todo hombre pensé.

Bueno, con estas, llegamos a la emisora. Está situada en un edificio del centro, entramos, y nos dirigimos al ascensor, entramos. En el ascensor mi mente se dispara, ¿y si le entro? Un silencio tenso hasta que llegamos a nuestra planta, rehusamos mirarnos a los ojos, al menos yo. Entramos en la emisora recogemos las entradas y volvemos hacia el ascensor, otra vez dentro, parece que el tiempo se ha congelado, hay cierta tensión y mi cabeza fantasea, pero mantengo la calma, no, no, no la cagues...

Pero sucede algo, siento sus ojos clavados en los míos, el ascensor es pequeño, pero a la vez me parece enorme, tengo a mi fantasía al lado, pero lejos a la vez... la miro, nos miramos, se acerca a mí, me besa!, no me lo puedo creer, un beso dulce, un pequeño choque de sus labios con los míos, otro, que boca más dulce, su boca se entreabre, la mía también, su lengua busca la mía, se encuentran, empieza una pequeña lucha de lenguas... que bien besa, me encanta, se separa de mí, sus ojos están encendidos, brillantes, la miro de arriba abajo, de aquí no te escapas pienso. Rápidamente pulsa el botón de paro del ascensor, se vuelve a acercar a mí, y me vuelve a besar, yo le correspondo, mi lengua explora su boca, saboreándola, mis manos recorren su cintura buscando esas nalgas que tan entretenida ha tenido mi imaginación, tantos meses imaginado y ahora en un minuto estamos ahí, besándonos y mis manos amasando su culo. No hablamos, no hace falta, nuestras miradas lo dicen todo. Se agacha, arrodillada delante de mí, su cara está a la altura de mi entrepierna, sus manos palpan mi erección, tremenda erección, me duele la verga aprisionada en los téjanos, levanta la mirada hacia la mía:

-¿Esto es por mi culpa? -¿Tú que crees? -¿Te excito? -Mucho, siempre me has excitado, no sabes como me ponías de cachondo cuando hacía que te corrieras por el messenger.

-Habrá que hacer algo con esto ¿no crees? – sopesando con su mano mi bulto.

-Hazme lo que quieras...

Sus manos desabrochan mi cinturón, mientras acaricio su pelo, sigue desabrochando botones del tejano, me los baja un poco hasta las rodillas, en mi calzoncillo hay un pequeño surco de líquido... tengo la verga a reventar, me baja el slip, mi verga salta como un resorte golpeándole levemente la cara de mi fantasía, realidad por el momento. Me la agarra con una mano, rodeándola, vuelve a alzar la mirada buscando mis ojos y me besa dulcemente en la punta de la verga, sacando levemente su lengua y llevándose consigo una gotita de líquido, se relame (buffff, joder con Rox), sin dejar de mirarme, su boca se abre poco a poco, sus labios rodean mi capullo, me ensaliva, su lengua recorre mi tronco hasta la base, hace el camino contrario hasta volver a llegar a mi capullo, morado ya de la excitación, y se mete mi verga en la boca...

-Ahhhhhg, jooderrr, sigue, no pares.

Me parece la mejor mamada de mi vida, increíble, me tengo que morder el labio para que mis jadeos no se escuchen, miro hacia abajo, veo su cabeza en un movimiento de vaivén, se la mete hasta donde puede, su mano me acaricia los huevos, ¡¡qué pasada!!! En eso, sentimos unos golpes, vienen de abajo, el conserje del edificio está aporreando la puerta, Rox separa su boca de mi rabo, sin dejar de menearlo con una mano, me dice:

-Venga nene…¿ no te querrás quedar con dolor de huevos no?? -Estoy a punto, a punto....

Me suelta una sonrisa picarona, agacha la mirada y se vuelve a meter mi verga en su boca, acelera el ritmo, buffff...

-Sigue, putita, sigue, asssssí, me voy a correr, ¡¡¡me corro!!!!

Pensando que se separaría, pero no, sus manos me cogieron por la cintura y su boca seguía comiéndome la verga, hasta que exploté en una corrida brutal:

-AHHHHHHHHGGGGGGGG

Mi cuerpo entró en una serie de espasmos, a cada espasmo un chorro de leche salía empujado desde mis huevos, estallando en la garganta de mi amante, ella no se separaba de mi rabo, casi pierdo el equilibrio, tengo que avergar mis manos en la pared de la cabina. Finalmente, veo como mi verga morcillona, brillante, sale de su boca, se incorpora, y me besa en la boca... ¡¡que tía!! En mi vida pensaba que saborearía mi propia lefa, pero para ascos estoy yo ahora, estoy flipando, como si me hubiera fumado toda una planta de maría:

-Anda, súbete los pantalones – mientras con un clínex se recogía restos de mi corrida de su barbilla.

-Rox, no tengo palabras...

-Venga, abajo parece que están nerviosos, vamos antes de que llamen a los bomberos -Jajaja – una risa nerviosa – y tu ¿qué?? -Llevo el tanga empapado, a ver si eres tan bueno en vivo como escribes -Me estás haciendo una proposición ¿deshonesta? – Activo el ascensor y pulso la planta baja -Ahora me dirás que no estás deseando follarme o ¿te conformas con esto? -Para que te voy a engañar, estoy como loco – mientras mis manos acarician su culo -Pues a ver donde me llevas, estoy deseando sentirte dentro de mi

La puerta del ascensor se abre, el portero nos mira, salimos cabeza gacha y yo con una cara de gilivergas satisfecho, enfilamos la puerta de salida y pienso que en casa no hay nadie, mi mujer está fuera, pero ¿en casa? Intento mantener la cabeza fría, hace tres minutos que me he corrido en su boca, pero mi verga parece cobrar de nuevo vida, da igual, en mi casa o donde sea, estoy deseando follarme a esta preciosidad, ahora mismo sólo pienso en eso, en recorrer con mi lengua cada pliegue de su cuerpo, en comerme su coñito empapado, jugar con su culito prieto....

Ya en la calle:

-¿Donde vamos? -Vamos al coche, rápido que no quiero que te enfríes.

-Tranquilo, estoy demasiado caliente para enfriarme, la única manera será utilizando esto – pasa su mano disimuladamente por mi paquete – que veo que ya está otra vez a puntito...

-Claro, como no lo va a estar… ¡¡ Está como loca por pincharte!! -¿Ah si? Pues venga -¿Vamos a mi casa? -Donde sea, pero ya

Montamos en su coche y nos dirigimos hacia mi casa, a esta hora hay bastante tráfico, estoy impaciente por llegar, por abrirla de piernas y clavarle la verga hasta la base de mis huevos. La miro mientras conduce, mi mano se posa en su pierna, se gira y me dedica una miradita de picarona, como diciendo hoy me puedes hacer lo que quieras.

Llegamos a la puerta del parking de casa, abro con el mando, bajamos por la rampa y le indico mi plaza, menos mal que los coches de al lado no están, eso facilita mucho las cosas. Nos dirigimos al ascensor, ¡¡otro ascensor!!, esta vez soy yo quien ataco, me abalanzo sobre ella buscando su boca, mis manos buscando sus tetas, noto como tiene los pezones duros, ya queda menos, tranquilo. Segundo piso, hemos llegado. Saco las llaves y abro:

-No te fijes mucho en la casa, está un poco desordenada.

Cierro la puerta tras nosotros y entramos en el salón, sin mediar palabra nos unimos en un abrazo buscando nuestras bocas, fundiéndose estas en un beso apasionado, nuestras manos exploran nuestros cuerpos por encima de la ropa, mi lengua busca la suya, mientras tropezando mis pies con los suyos nos vamos acercando al sofá cayendo en él.

-Que cachonda me tienes – Me dice – tengo la rajita ardiendo – me coge una mano y me la posa en su entrepierna.

-Es verdad, me encanta que estés así, te voy a follar como nunca te lo han hecho... – Mis manos empiezan a desabrochar botones.

-A ver si es verdad, me tienes loca pedazo cabrón.

La tumbo en el sofá, me sitúo delante de ella, le quito los zapatos, mis manos suben hasta el broche de su pantalón, ojalá hubiera llevado falda, de ser así mis dedos ya hubieran tocado su coñito, pero ya es cuestión de minutos. Bajo la cremallera del pantalón y se asoma un tanguita de color blanco, mi mano se introduce en él, empiezo a notar el principio de su vello, cortito, bajo y me encuentro con su chochete, mojadito, calentito...

-Aufff – suelta un pequeño gemido.

Mi boca besa la suya, su cuello, saboreo su perfume, su piel es suave, mordisqueo sus orejitas, sus manos se enredan en mi pelo. La incorporo y le quito el jersey dejando a mi vista dos buenas tetas cubiertas por un bonito sujetador blanco, mis manos se apresuran hacia ellas, las empiezo a acariciar, las amaso, ella cierra los ojos, le esta gustando. Me pregunta si sería esta misma cara la que ponía cuando leía lo que me gustaría haberle hecho por el messenger.

-Por fin voy a ver como te corres – le digo.

No dice nada, se tira encima de mí, empezando a desabrochar mi camisa, casi arrancando los botones, yo estoy sentado, ella encima de mí rodeándome con sus piernas. Mis manos pasan por su espalda buscando el cierre del sujetador, se resiste un poco, ahora. Que par de tetas más ricas, mi vista se queda clavada en ellas. Rox se incorpora un poco poniendo sus pechos a la altura de mi boca, reacciono enseguida y mi lengua lame sus pezones....sus aureolas, su canalillo, como me gustan sus tetas, ella me decía que las tenía caídas, pero no, son estupendas, grandecitas, unos pezones duros, maravillosas.

La levanto de encima de mí, la tengo de pie enfrente, desnuda de cintura para arriba, le bajo los pantalones, tiene el tanga empapado, me ayuda y saca la primera pierna, la segunda, me levanto, la beso, mientras con una mano acaricio sus tetas, con la otra amaso su culo, buscando la tira del tanga, metida entre sus nalgas, separo un poco la tira y un dedo mío recorre su interior, su ojete, el principio de su rajita, ella separa un poco las piernas, está empapada, sus muslos están húmedos de sus flujos. Ella mientras no pierde el tiempo, ya sin camisa, me despoja de la camiseta, su boca recorre mi pecho, su lengua busca mis pezones, sus manos se dedican a desabrochar mis pantalones, me los baja, al mismo tiempo se lleva consigo los calzoncillos, mi verga vuelve a estar libre. Nos seguimos besando, su cuerpo pegado al mío, sus tetas contra mi pecho, mi verga dura contra su tripa.

-Te voy a follar.

-Lo estoy deseando.

La tumbo en el sofá, me deshago de los pantalones y los calzones, los tenía por los tobillos. Mis manos llegan a su cintura, bajo el tanga, quiero ver su rajita, quiero tener su rajita en mi cara. Levanta el culo y me ayuda a bajarle las bragas, madre mía, que coñito más bonito, bien depiladito... me arrodillo delante de ella, separo sus piernas, observando como se abre su rajita, sus labios hinchados se separan y dejan paso a una rajita rosadita muy húmeda, mi mano aprisiona su chochito, mi cara se acerca a su raja, mi lengua pasa superficialmente por ella, Rox da un respingo:

-Sigue, sigue, no aguanto másssssssss...

-Tienes un coñito precioso – mientras hablo mis dedos recorren su raja, deslizándose fácilmente, empapándose de ella, de vez en cuando uno o dos dedos los meto en su rajita, mi dedo pulgar frota su clítoris, está durito, la miro a la cara, me gusta ver su expresión.

-Siiiiiiiiiii, siiii, sigue, Hummm, -Siempre me he imaginado como te tocabas aquel día en el baño, me ponía tan cachondo.

-No paresssss, por favor.

-Rox, tócate para mí.

Me mira, con esos ojos de lujuria, está preciosa. Su mano derecha se dirige a su entrepierna, enseguida su dedo corazón se desliza por su rajita, yo la ayudo separándole los labios, abriendo bien ese chochito que me pide a gritos que lo folle. Se introduce un dedo, dos, los saca, los mete, yo con mi lengua le acaricio el clítoris, ella gime, cada vez más alto:

-ahhhh, ahhhh, ahhhh, te gusta como me meto los dedos eh?? Hummm bufffff -me encanta, quieres que te folle?? -Siiiiiiiiiii fóllame, métemela, siiii – moviendo sus dedos en su interior, su cintura se mueve al mismo ritmo que sus dedos entran y salen – quiero tu verga, ahhh, ahhh, quiero sentir algo más duro que mis dedos, fóllame cabrón!!

Me pongo de pie delante de ella, me acaricio mi verga, está a reventar, deleitándome con la magnifica visión que tengo delante, allí está ella, en el sofá, abierta de piernas, sus dedos follándose su rajita, no aguanto más, me la voy a follar. Me sitúo delante de ella, flexionando un poco las rodillas, mi verga quedando a un palmo de su rajita, ya ha dejado de tocarse, sus manos se dedican ahora a acariciar mi cuerpo, mi torso, mi culo, mi verga...

-¿Esto es lo que me vas a meter? -Hasta el fondo cariño.

La agarro por los muslos tirándola un poco para afuera del sofá, quedando su culo prácticamente avergado en el borde, coloco una de sus piernas encima de mi hombro, la otra pierna se la separo bien, su rajita se abre totalmente para mi. Su mano me agarra la verga y la dirige hacia la entrada de su chocho...

-Ehhhh, tranquila, poco a poco.

-Joder ¿A qué esperas? Metémela de una puta vez

Me inclino hacia ella, la beso, me besa, con mi mano dirijo mi verga hacia su rajita, sintiendo en mi capullo la humedad que emana de dentro, paso mi verga a lo largo de su raja notando como sus labios se separan indicándome el camino. Sus manos me agarran del culo empujándome hacia ella, mi rabo entra dentro, de golpe.

-Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh, Siiiiiiiiiii, fóllame, fóllame... ahhhhh – Noto como sus uñas se clavan en mis nalgas.

-Te voy a follar zorrita, Ummmm, voy a hacer que te corras – empiezo a bombear suavemente, un ritmo acompasado que ella sigue con sus caderas, parece como si siempre lo hubiéramos hecho – ¿Te gusta mi verga? ¿Te gusta? -Sssiiiii, siiii, no paresssss, Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhggggggggggg

Sus piernas me rodean, me acercan más a ella, mi rabo entra y sale de ella, mis huevos hacen tope con sus nalgas, mi cintura se mueve cada vez más rápido, la saco casi entera, sólo dejo mi capullo dentro de su coñito, volviendo a entrar, cada vez más rápido. Nuestros jadeos se confunden, nuestros ojos se buscan, nuestras lenguas también... Noto como el sudor recorre mi espalda, noto como su rajita hace presión en mi verga, es genial.

-Espera cielo, vamos a cambiar – Salgo de ella, observando como sus labios se cierran, mi verga está brillante, empapada de sus líquidos, al igual que sus tetas, brillantes de su sudor.

Me siento yo en el sofá, mi verga dura mirando al techo. Rox se sitúa delante de mí, colocando una pierna a cada lado de mi cintura, me agarra la verga con su mano dirigiéndola hacia su rajita, mirándome a la cara se sienta encima de mí huevos, clavándose mi rabo hasta lo más hondo.

-Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh, como me gusta....

-Y a mí, Hummm, muévete, muévete... Ahhhhhhhh

Y vaya si se movía, su cintura no paraba de subir y bajar, sus cachetes golpeaban contra mis piernas, plaf, plaf, plaf, sus tetas se bamboleaban a la altura de mi cara, mi lengua intentaba cazar sus pezones duros, Ummmm, una auténtica gozada. Hasta ese momento podría decirse que era uno de mis mejores polvos, sentía la verga durísima dentro de su mojado rajita, notaba sus fluidos en mis piernas, mis manos amasaban su culo... y ella seguía y seguía cabalgándome, cada vez más rápido, cada vez con más fuerza... mis manos agarradas a su culo, separando sus cachetes, de vez en cuando soltando una pequeña bofetada...

-ay!! – se quejaba con cada palmada mía.

-¿Te gusta? ¿Eh? -Sisisiiiiiii, me encanta tu verga… Ahhhh.. la quiero toda.

Una de mis manos recorría su culo, la otra separaba una nalga, pasaba por su ojete y llegaba a la unión de mi verga con su rajita, mi mano se empapaba de sus jugos mientras palpaba la húmeda unión de nuestros cuerpos, ella continuaba moviéndose encima de mí. De repente coloco un dedo en la entrada de su culo presionando su ojete...

-Ahhhhhhhhh!!!, Siiiiiiiiiii, méteme un dedo en el culo, Siiiiiiiiiii

Sus deseos para mi son órdenes, además, estaba deseando hacerlo. Poco a poco fui esparciendo parte de sus flujos por su ojete, acariciándolo en círculos, observando que tal y como lo iba haciendo, mi amante ralentizaba sus movimientos con mi verga dentro, creo que para facilitarme el trabajo. Mi dedo índice presionaba la entrada de su culito, que ojetito más estrecho, no quería hacerla daño, por lo que intentaba controlar mis impulsos e intentaba ser lo más suave posible, pero... era difícil en esos momentos con toda la sangre de mi cuerpo concentrada en mi verga, y mi verga entrando y saliendo de esa preciosa mujer.

-Aprieta un poco másssssssss..... sssiiiii. Así, ufffff, másssssssss

¡¡¡Joder!!! Pensé, vaya tía, es como una bomba sexual. Mientras mi dedo se abría paso en su prieto camino, tenía ya dentro de su culo hasta la primera falange, seguí apretando a la vez que lo movía en círculos, poco a poco su culo iba cediendo y me encontré con mis nudillos clavándose en sus nalgas. Así seguí poco a poco metiendo primero un dedo, luego dos, moviéndolos en círculos dentro de su culo, notando como éste se dilataba, mientras ella seguía y seguía recorriendo mi verga con su rajita arriba y abajo, Hummm.

-Sisisiiiiiii, como me gusta, como me gusta, quiero que me folles el culo, quiero que me lo rompas, ahhhhh, metémela por el culo Sisisiiiiiii.

-La quieres? La quieres por el culo? Aaaaaaaaaaaaaaaah, que dirá tu maridito cuando llegues a casa con el culo abierto? Ummmm -Me da igual, sólo quiero que me lo hagas, aaaaaaaaaaaahhhhhhhh, ¿no tenías tantas ganas? Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

¿Ganas? ¡Me moría de ganas! La cogí por la cintura y nos separamos, tenía el rajita empapadísimo, mi verga brillaba de sus flujos.

-Date la vuelta cielo.

Se dio la vuelta, apoyó las rodillas en el suelo, la cabeza hundida en el sofá, su culito bien alzado, con las manos se separaba las nalgas, que visión

-Todo tuyo cabroncete, follamelo, venga

Me situé detrás de ella, dirigí mi misil a la entrada de su culo, apoyé mi capullo en su ojete y apreté un poquito...

-Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh!!! -¿Te duele? -Siiiiiiii, ahhhhhhhh, pero ¡¡sigue, sigue!! Ahhhhh

Mi verga iba entrando poco a poco, el capullo estaba dentro de su culo, paré un poco, notaba como ella se relajaba, sus gritos se iban convirtiendo en jadeos, mi mano supongo que ayudaba, ya que le estaba dando unos masajitos en el clítoris.

-Venga, venga, sigue, Aaaaaaah, sigue, sigue.

Diciendo esto, me sorprendió echando su culo para atrás y empalándose entera, tenía mis huevos tocando con sus nalgas, notaba como su culo presionaba mi verga, que gusto… Mi mano seguía explorando su rajita, y yo empecé a moverme dentro de su culo, primero despacio, luego más rápido, más rápido, mis huevos rebotaban en sus nalgas.

-Te gusta, te gusta? Aaaaaaaaaaaahhhhhhhh, que rico tu culo! -Ahhhh, ahhhhh, Sisisiiiiiii, siiiiiiii, sigue, sigue, sigue, no pares, fuerte, fuerte, así, siiiiiiii.

No podía más, notaba como me venía.

-Me voy a correr -Y yo, no pares, ahhhhh, sigue, sigue, córrete dentro, lléname el culo, ahhh, ahhhh.

Las últimas embestidas, de tan fuerte que le daba, el sofá tocaba contra la pared.

-Me voy a correr en tu culo de zorra!, ahhhhh -Sí, córrete, Aaaaaaah -Me corro, me corro, ahhhhhhhhh, aaaaaaaaaaaahhhhhhhh, toma mi leche… -¡¡¡Y yo!!!!! Ahhhhh, siiiiiiii, ahhhhhhhhh!!

Mi cuerpo entró en unos movimientos espasmódicos, a cada latigazo un reguero de semen llenaba el intestino de mi amante, ella arqueaba la espalda, notaba en mi mano como su rajita ardía, mientras nos corríamos ella giró la cabeza y buscó mis ojos, nos miramos mientras nuestros flujos salían de nuestros cuerpos. Qué cara, qué bonita, esa imagen me costará mucho olvidarla.

Quedé por unos instantes dentro de ella, mi cuerpo sobre el suyo, recuperando el aliento. Busqué su boca, nos besamos. Salí de su culo, era genial ver como ese agujero se cerraba poco a poco y como mi corrida salía de él, bufffff, vaya tarde.

Nos levantamos, nos duchamos y nos vestimos.

Mi sueño se había cumplido, pero creo que el de ella también.

Media hora después estaba en su coche camino de su casa, como despedida un tierno beso y un hasta pronto