La Putita del Chat (1)

Historia veridica de como descubri que soy una putita a la que le encanta exhibirse y que la manose un desconocido, para empezar....

Después de una relación muy larga todo se hizo muy monótono y frio, mi pareja ya no me hacía el amor como antes, con la misma frecuencia y con las caricias que me volvían loca.

Tengo 26 años, tengo una cara muy linda y un cuerpo bastante deseable. Pero ni aun así lograba llamar la atención de mi hombre.

Entre a una etapa en la que estaba muy caliente, todo el día pensaba en sexo y si era posible podía pasarme un buen rato tocándome, acariciaba mis senos, apretaba mis pezones hasta ponerlos duros, empezaba a tocar mi conchita hasta abrirla e introducir un dedo, jugaba con mi clítoris, después de 2 orgasmos me quedaba tranquila un rato.

Pero aun así, no era suficiente, yo necesitaba algo mas y mi pareja no me lo daba a pesar de casi rogarle que me pusiera más atención y persuadirlo para que me hiciera el amor, el siempre estaba cansado o no tenía tiempo.

Algo que me vuelve realmente loca es que me hagan sexo oral, me encanta sentir como lamen mi conchita suavemente, como introducen la lengua lo más profundo que se pueda, tomándome de la cadera. Podría decir casi que soy una insatisfecha sexual, pues aunque yo amo demasiado a mi pareja, no me complace en lo mas mínimo.

Un día, por curiosidad entre a un Chat de Sexo, desde que entre me bombardearon con mensajes privados, pero entre ellos, uno llamo mi atención, era de un tal Vaquero, no me dijo nada vulgar, pero decidí agregarlo al MSN y platicar, el era más grande que yo, me dijo que tenía 40. Comenzamos a platicar y él se mostro en Webcam, no me desagrado su físico, así que decidí mostrarme, yo le guste.

Mientras avanzaba la conversación, se hacía más intensa, hasta que le pregunte qué es lo que le gustaría hacerme, el contestó

-Te haría sexo oral, lamería toda tu conchita, te metería la lengua, te lamería toda la vagina de arriba a abajo-

Eso me dejo sin aliento, y sólo lo estaba leyendo, comencé a sentirme húmeda con todo lo que él me decía.

Continuó

-Me encantaría chuparte toda la panocha, sentirla en mi cara, lamerte y que me des todos tus jugos en la boca, quiero que te vengas con mi lengua-

Yo estaba súper caliente.

-Ya encarrerado, te lamería el culo, quiero ensalivarlo y meterte un dedo-

Después de eso ya me había ganado, así que decidí compensarlo por semejante calentón, baje mi webcam para mostrar mi escote, comencé a tocarme los senos, metía mi mano a la blusa y jugaba con mis pezones, Vaquero estaba muy excitado, podía ver su cara, él me pedía más, me pidió que le mostrara mis tetas, quería ver mis pezones, yo trabajo en una oficina pero me las ingenie cuando nadie estaba cerca, y ahí estaba yo sacándome una teta, agarrándola con mi mano y moviendo mi pezón con los dedos. Fue una sensación muy excitante, casi tuve un orgasmo cuando le mostré mis tetas a un desconocido. Otro día me quite el bra y le mostré mi par de tetas, las moví y junte para él, a los dos nos encantó.

Él me propuso que nos viéramos, accedí a verlo a los 2 días de "conocerlo", en un lugar público.

Yo le dije el lugar y la hora, era un jardín muy grande en Coyoacan, bastante tranquilo y con algo de privacidad si la sabes buscar.

En cuanto entramos, comencé a llevarlo por un camino no muy concurrido, el estaba bastante nervioso, a diferencia mía, yo sabía lo que quería y lo iba a obtener.

De repente lo detuve y me abalance sobre él para besarlo apasionadamente, el me respondió de inmediato metiéndome su lengua y jugando con la mía. Nos soltamos y seguimos caminando, cuando vi que nadie nos observaba, le tome una mano y la introduje dentro del escote de mi blusa para que me agarrara una de mis tetas, el de inmediato me apretó una teta y comenzó a pellizcar mi pezón que ya estaba durito. Lo que más me excito fue escuchar su suspiro y ver su cara de placer, pues él no se esperaba que yo así de plano le permitiera manosearme.

Después saco su mano, pues alguien venia caminando, caminamos un poco más y le dije

-Aprovecha para tocarme ahorita que no viene nadie-

El no tardo en ponerse detrás de mí y abrazarme por la espalda para meterme las manos y agarrarme de golpe las tetas y jugar con mis pezones, mi blusa de tirantes le permitía hacerlo. Yo solté un suspiro de placer, pues a la vez sentía su verga ya dura pegada a mi trasero.

Me arrastro hacia una zona de árboles por donde nadie pasaba, me volteo hacia él y me pregunto si podía meterme mano; a lo que yo respondí que sí, que hiciera lo que quisiera.

Así que introdujo su mano en mi pantalón y mi tanga, sentí su mano y sus dedos tocando mi conchita, el se sorprendió y volteo a verme para preguntarme si estaba depilada, porque se sentía realmente rica y suave, me encantaba y ya estaba muy mojada, introdujo un dedo para abrir mis labios y tocar mi clítoris, su dedo se acerco demasiado a mi vagina, pero tristemente no me pudo meter el dedo, pues con mi pantalón resultaba imposible y estaban por pasar unas personas, así que saco su mano.

Al voltear a verlo, vi como acerco su dedo a su nariz y comenzó a oler lo que quedo de mis jugos, para mi sorpresa metió su dedo a su boca y comenzó a chuparlo; eso me puso a cien. No se imaginan como deseaba sentir aunque sea sus dedos dentro de mí, jugando en mi conchita.

Más adelante nos sentamos en una banca solitaria, nos seguimos besando con pasión, jugando con su lengua dentro de mi boca, imaginando que así lamería mi conchita, me tocaba con desesperación las tetas, su cara y su pantalón abultado me dejaban ver su nivel de calentura, y yo cada vez más excitada y deseosa, lamentando no haber querido ir desde el principio a un hotel.

Me dijo que si yo quería tocarlo, a lo que respondí metiendo mi mano a su pantalón como una desesperada, buscando su sexo, buscando su verga, algo que no tarde en hacer pues la tenía ya tiesa, al tocar su verga pude sentir que era muy gruesa y con muchas venas, parecía que le iba a reventar. Después el me dijo que si quería verla se la podía sacar; quite mi mano y el audazmente se la saco bajando el zíper de su pantalón, tome mi suéter y se lo puse encima por si llegaba a pasar alguien no lo vieran.

Cuando la vi me sorprendí, era una verga realmente gruesa y con muchas venas, tenía una curvatura hacia arriba, se veía deliciosa. Comencé a tocarle el miembro, empecé a masturbarlo, su cara de placer y sus gemidos me excitaban cada vez más.

Le dije -por favor fíjate que nadie venga- y me agache para acercar su verga a mi cara, la acerque a mi boca y le di dos mamadas rápidas solo para ensalivarlo, sino hubiéramos estado en un lugar público me habría comido esa verga sin problemas, estaba riquísima. A lo lejos vimos a unas personas y eso tuvo que terminar.

Yo no pensaba quedarme con las ganas así que quedamos de acuerdo en ir a un hotel para poder terminar lo que empezamos. Gracias a esto he descubierto lo que necesitaba, y lo que realmente soy, una putita y me encanta. Mañana tenemos esa esperada cita a la que pienso entregarme sin penas a cambio de puro placer, el placer de dejarme coger por un desconocido….