La Putita de mi ídolo III
Última parte de la serie....
Este es el último capítulo de la historia con mi ídolo futbolístico. Habrá quien quiera saber cómo termina… Y si, aunque sea un cliché y parezca una copia de Pretty Woman, es cierto y es lo que sucedió.
Las cosas seguían como antes, quedábamos nos divertíamos teníamos sexo salvaje y nunca pasaba de ahí, no íbamos a cenar o al cine, nuestra relación era estrictamente “profesional”.
Michael seguía conmigo, aunque en realidad no sé exactamente por qué, porque nos pasábamos el día discutiendo por estupideces –aún recuerdo el día que me montó un espectáculo tremendo porque me dejé el bote de champú abierto- nuestra vida sexual era inexistente y ambos hacíamos lo posible por pasar el mayor tiempo posible en el trabajo. Ya no íbamos nunca a los partidos de fútbol ni a cenar ni al cine ni nada, ya ni siquiera insistía en que teníamos que viajar a España para que pudiera presentarle a mis padres.
Vivíamos una vida de compañeros de piso con una relación tensa y fría… no había nada de la chispa que había al principio cuando cada defecto nos parecía una bonita extravagancia y no un motivo para ponerse de mal humor. Apenas me hablaba y cuando me hablaba era haciendo reproches y lanzando indirectas.
Pero volviendo a Pretty Woman, yo seguía viendo a Stevie, ya le llamaba así, como todos sus amigos… y aunque nuestra relación seguía siendo simplemente “profesional” a veces me hacía alguna que otra confidencia en la salita de la zona V.I.P. La primera noche que me hizo una confidencia/pregunta fue unos tres o cuatro meses después de haber empezado a vernos;
-Nena, ¿tú que harías si supieras que tu novio te engaña?
-No sé, pero… ¿Qué más da? Es decir, mi novio no me engaña y tú, que yo sepa, no tienes novio ¿no?
-Ya joder, no digas sandeces, te estoy preguntando como mujer qué es lo que harías. Las respuestas que me han dado mis amigos han sido típicamente masculinas, pero las mujeres sois mucho más sibilinas y quiero conocer tu opinión.
-Vale, a ver… pues partiendo de la base de que siguiera enamorada de mi novio como al principio, si me enterase de que me engaña… creo que mi primera reacción sería ponerlo verde y echarlo de casa en el caso de que viviéramos juntos, luego seguro que me daba un bajón tremendo y finalmente creo que me dedicaría a planificar una venganza contra él.
.¡¿Estás diciendo que eso es lo que va a hacer mi mujer si me pilla?!
-No no, claro que no, ten en cuenta que los mediterráneos somos más apasionados… tú y tu mujer sois británicos, mucho más flemáticos… aunque supongo que cuando te hacen daño, todos reaccionamos más o menos igual ¿no?
-No sé, pero bueno, da igual, olvídalo.
-Como quieras, pero me gustaría saber por qué me haces esta pregunta ahora.
Esa noche, el sexo (con Steve) no fue todo lo brusco y excitante que solía ser, siempre conseguía sorprenderme con algún truco nuevo, pero esa noche estaba como…. Entre preocupado y más blandito, como decir, más suave como si no quisiera hacerme daño (y total en eso no había tenido grandes problemas nunca).
No me imaginaba la verdadera repercusión y sentido de su pregunta, y seguía tranquilamente llendo a mi trabajo, compartiendo piso (ya estaba claro que compartíamos, porque la relación era mínima) y de compras… me encantaba ir de compras, había ampliado mucho mis gustos, mi armario ya no se componía únicamente de vaqueros converse y camisetas además de algún vestido solitario por si acaso. Ahora iba casi todas las semanas de compras, vestidos, faldas, taconazos, sandalias, maquillaje, pendientes, pulseras, collares, cremas… Iba incluso con una regularidad asombrosa al spa y a clases de cosas que antes me parecían una estupidez, como yoga, zumba y tai chi. Pero en realidad me gustaba y me sentía bien cuidándome para las veces que veía a Steve, total yo sabía de entrada que su mujer era modelo, y estar a la sombra de una modelo es bastante complicado.
Pasadas un par de semanas, y después de ver en las típicas revistas del corazón que Steven y su mujer habían tenido una bronca este llamó directamente. Antes siempre me mandaba whatsapp desde un teléfono que no he llegado a saber nunca de quien era.
La primera vez que me llamó fue muy rara, era martes y el número me resultaba desconocido, yo estaba en la consulta y lo último que esperaba es que sonase el móvi y aún menos que fuera el…Lo cogí muy sorprendida pensando en quien seria.
-Preciosa, ¿estas ocupada? Es que necesito hablar con alguien y la mejor persona para ello eres tú.
-Er… ¿Stevie? ¿Eres tú? ¿Qué número es este? ¿Qué te pasa?
-Si si soy yo… es mi número personal y lo que me pasa en fin… No sé, habrás visto en la tele y las revistas lo de mi pelea con Alex (su mujer) ¿no?
-Si bueno, algo he visto sí, pero esas revistas siempre se inventan las cosas… pero ¿Qué os ha pasado?
-Pues… que se ha enterado, ¡se ha enterado!
-Pero ¿se ha enterado de qué? Si no hay nada de lo que enterarse…siempre nos vemos en la sala V.I.P. del club y jamás hemos salido juntos a la calle….
-¡¡¡Se ha enterado de lo nuestro!!! Parece ser que una noche estaba en el club una amiga suya y claro, le fue con el cuento.
-A ver, a ver, calma… Ahora estoy trabajando pero podemos hablarlo luego cuando salga, ¿te parece?
-Vale, perfecto, pero ¿dónde quieres que nos veamos?
-Pues… no sé. Pásate por casa a eso de las cuatro, ahora llamo a la asistenta diciendo que vas a ir, no te preocupes por ella, es peruana, apenas habla inglés y odia el futbol, así que no te reconocerá.
-Ya. Muy bonito, pero no creo que a tu novio le parezca muy bien ¿no? ¿Y el conserje?
-Está de viaje de negocios, a ver venga apunta la dirección: Alexander Tower,L3 1BJ. ¿Vale? Si te pregunta el conserje dile que vas a mi casa y ya está. Y no te preocupes, mientras digas dónde vas y sepas el piso y el nombre de quien vive ahí, no dirá nada. Los médicos tenemos muchas visitas.
-Ok Ok… Pues a las cuatro nos vemos.
Menos mal que me quedaban pocos pacientes, porque mi mente estaba en la llamada y lo que había dicho. No había pensado nunca que su mujer fuera a enterarse… pero era lógico, tarde o temprano tenía que pasar, supongo.
Me escaqueé del trabajo y en cuanto pude, que fue a las dos y media… me fuí para mi casa, dije a la asistenta que se marchase, me di una duchita y me puse a esperarle.
Fue muy puntual, a las cuatro estaba allí, y llevaba peor cara que el primer día que le vi en el club y eso que aquella noche iba hasta el culo de todo tipo de sustancias.
-Hola preciosa, ¡vaya casa! ¿Qué tal ha ido el trabajo?
-Pasa pasa, siéntate… ¿te apetece un vino o una cerveza? ¿Pedimos comida china o una pizza?
-Cerveza por favor y a lo de la pizza, ¡me apunto!, Con el estómago lleno seguro que es más fácil llegar a una conclusión.
-Aquí tienes, tu cervecita y una Coca-Cola para mí. ¿Llamas tú a los de la pizza?
-Si, a ver que te cuento, directo al grano… Mi mujer se ha enterado y yo no se lo he negado, ya estaba un poquito harto de ella y aprovechando...
-Entonces, no entiendo nada… si tú quieres divorciarte ¿Qué se supone que tengo que hacer yo?
-No tienes que hacer nada, de hecho no sé porque te he llamado tan nervioso, el caso, que ahora ya podemos salir por ahí tranquilamente sin ningún problema.
-Oye oye, no corras tanto… ¿Se te ha olvidado el detalle de que yo tengo novio, y aunque ahora nos va fatal, no he pensado en dejarle por ahora?
-A ver, ¿a qué se dedica tu querido novio? Y ¿Por qué os va fatal?
-Es bioquímico y nos va fatal… no sé, supongo que son rachas por las que pasan todas las parejas.
-Vale, aceptamos lo de las rachas… Pero no me irás a negar que conmigovivirías mucho mejor, además, si le quisieras tanto, no le habrías engañado ¿o sí?
-Bueno eso es cierto, pero no esperaras que pasemos de amantes a novios así, en menos de media hora. Y además, ¿qué es eso de que contigo viviría mucho mejor? ¡¡Por si no te has enterado, yo trabajo, y me pagan muy bien!!
-A ver no, que me he explicado mal, lo que estoy diciendo es que me gustas, yo te gusto a ti, voy a divorciarme y tú… ¿vas a dejar a tu novio? Así que podemos ir teniendo una relación y ver qué pasa.
-Bueno eso suena bien, pero necesito tiempo para pensarlo, al menos hasta que este vuelva el viernes de su viaje… Y entonces tomaré una decisión ¿vale?
Cuando por fin se fue, me quedé pensando: ¿Cómo es posible que haya pasado de ser su amante a que ahora quiera divorciarse de su mujer y empezar a salir conmigo sin esconderse?
Ventajas y desventajas, me puse a escribir una lista, como siempre que tenía que tomar una decisión porque me gustaba ver datos y analizarlos.
Ventajas; es un tío que me pone muchísimo, le admiro, me hace reír y no va a querer tener hijos, ya tienes tres, y porqué no decirlo, es cierto que con él voy a vivir muy bien, además ha sido él quien ha decidido divorciarse y sugerido que empezásemos algo, eso es que le gusto.
Desventajas; es famoso ergo yo terminaré siendo semi-conocida, algo que no me apetece nada, tiene que viajar mucho, aunque bueno, eso no cuenta tanto, esta será posiblemente su última temporada y ya ha dejado la capitanía de la selección.
No veía más desventajas a la hora de estar con el hombre que me gusta, pero tampoco estaba segura, no sé si era buena idea pasar de amante a novia de la persona que veía como inalcanzable y ahora se me presentaba como totalmente humano, no sé si me apetecía verle en casa tirado en el sofá bebiendo cerveza con sus amigotes… todo eso podía romper la imagen idílica que me había creado en mi mente sobre él.
Esos días, del martes al viernes, estuve muy nerviosa, irritable y distraída… no daba una en el hospital y me había negado a operar, ¡y eso que era una de las cosas que más disfrutaba del mundo!
Cuando por fin llegó el viernes por la tarde y entré a casa, Michael ya estaba allí, viendo la tele. Al verme, sonrió y me dijo:
-¿Qué tal? ¿Ha ido bien la semana?
Este hombre es imbécil, ¿ahora se interesa por mi semana? Decididamente le dejo, porque cada vez me pone más de los nervios y no tengo ganas de que me salga una úlcera por culpa de este personaje.
-Michael, atiende… tengo algo que decirte, quiero dejarlo… Recogeré mis cosas cuanto antes y me marcharé de tu casa.
-¿Ehh? ¿Qué dices? A ver, ya sé que últimamente nos ha ido mal… pero esto de dejarlo así, ¿a qué viene?
Se hacía el tonto claramente, tenía una revista encima de la mesita y no sé cómo, pero estábamos Steve y yo en la portada.
-No, me parece la mejor idea que he tenido nunca. No quiero que ninguno de los dos desperdiciemos más tiempo de nuestra vida con una persona a la que no queremos.
-¡Ya! ¡Y una mierda pa´ti! Se nota que últimamente no has salido mucho por ahí ni has visto las revistas… ¡vaya morro tienes guapa!
-¿Qué dices? ¡Tú estás mal de la cabeza querido!
-Seguramente yo estoy mal de la cabeza, pero al menos no estoy en boca de medio Liverpool ni de ninguna revista sensacionalista.
Me tiró una de las revistas del corazón de mayor tirada en el Reino Unido, en la portada y bien grande, venía una foto mía y de Gerrard entrando en el hospital, saliendo de él y otra del día cuando comíamos pizza. ¿Cómo coño habían hecho los paparazzi para hacer fotos a dos personas en un ático?
-Bueno pues vale, sí, tengo una aventura con él, pero deberías estar halagado ¿sabes? En lugar de engañarte con un pringado, he escogido un tío al que admira todo el país.
-Joder, ¿encima pretendes que este muy contento y te de las gracias porque me has engañado?
-Bueno mira lo dicho, que mañana me marcho… ahora me voy a dar una ducha.
No me di la ducha, lo primero que hice al entrar al baño fue llamar por teléfono-
-Steve, ¿has visto las revistas de hoy? ¡Salimos en portada!
-¡No me jodas! No quería que salieras en las revistas…
-Sí, sí te jodo, ahí salimos, la noche que estuvimos en el hospital, y el otro día, comiendo pizza. Ya he dicho a Michael que mañana me marcho de casa, y cuando quieras podemos quedar para hablar del tema.
-¿Y dónde piensas vivir mientras tanto? ¿Por qué no te vienes a casa? Alex ya se ha marchado y se ha llevado a las niñas, y la casa es enorme…
-Bueno, sería una opción, pero si queremos llevar esto con calma, en plan salir y ver qué ocurre, ¿tú crees que vivir juntos es la mejor idea? Además piensa en los tabloides…”Steven Gerrard ya tiene nueva novia”, ¿tú crees que eso te daría buena imagen?
-Ya sé que es precipitado y tienes razón, pero tampoco quiero que lo pases mal, ¿dónde vas a quedarte mientas las cosas se calman?
-No sé, da igual, siempre puedo irme a casa de algún amigo o pasar unos días en un hotel hasta que encuentre un piso.
-Tengo una idea mejor, ¿Por qué no te vas a un piso bonito cerca del hospital?
-¿Hola? El hospital está en pleno centro y como me alquile un piso ahí me quedo sin poder comer… Sería una buena dieta pero muy poco saludable.
-Que no, que el piso lo pago yo… simplemente hasta que tengamos claro que hacer. No se te ocurra decir que no, si al final pasa lo que yo quiero, que es que vivamos juntos en casa, aquí en Formby, déjame hacer esto por ti, lo que yo quiero es que estés bien.
-Vale, buscare un piso que me guste y te digo cual es y así lo alquilas.
-No… tú mándame un WhatsApp diciéndome cuanto es el alquiler y tu número de cuenta y te lo alquilas y pagas tú.
-Perfecto. Pues ya te llamaré, aunque te repito que no me siento muy cómoda aceptando que tú me pagues el piso.
-Relájate, si sólo van a ser un par de meses o tres, luego podremos vivir a gusto en casa.
Todo esto era extrañísimo, había pasado de amante a novia oficialmente y ahora lo sabía todo Liverpool y casi toda Inglaterra, o al menos las marujas asiduas a leer ese tipo de revistas.
Al día siguiente llamé para decir que no iba a ir a trabajar, que necesitaba al menos una semana libre pero que si era muy muy urgente estaría allí. Y una vez que deje atado lo del trabajo, me arreglé (a buscar piso por el centro no se va con deportivas) y me dispuse a buscar un piso, que no fuera muy caro pero tampoco muy cutre.
Lo primero que pensé era que lo mejor sería ir a una inmobiliaria que me contasen que casas había libres, los precios y que zonas eran mejores y peores aun estando dentro de la zona centro.
-Hola buenos días, mire quería alquilar una casa por el centro, más que una casa, preferiría un ático, ¿hay algo así? Me dirigí a una niñata, muy hortera dicho sea de paso, que estaba sentada tras una mesa, con una cara de no poder con la vida increíble…. Al principio creí que ni me había escuchado porque ni se movió, pero luego levanto la cabeza y se me quedo mirando.
-Tu… tu…tu… Eres la novia de Gerrard, ¿de verdad ha dejado a su mujer por ti? ¡Qué fuerte! O sea no, eres guapa y tal, pero, a ver no eres ni inglesa… Daba tantas voces que debían estar oyéndola hasta en su casa… y luego lo de que yo no era inglesa y que no estaba mal, ¿Una gorda con acné estaba diciéndome a mí que no estaba mal? No podía creérmelo…Aun así conseguí contar hasta diez y decir:
-¿Podría hablar con tu jefe “bonita”?
-Si claro, un segundo… Se levantó y se fue a un despacho que imagino seria el del jefe… Era increíble como ese culo celulítico se bamboleaba, podría haber hipnotizado a cualquiera…
-Hola buenos días, Soy el señor Latham, ¿con quién tengo el gusto de hablar? Al menos el sr. Latham parecía una persona medio normal…
-Buenos días, soy Lara Montero y tengo interés en alquilar un ático por aquí, pero aquí Mrs. Campbell no ha sido de mucha ayuda ni muy educada, por eso la he pedido hablar con usted.
-Por supuesto, vamos a mi despacho y vemos lo que se puede hacer.
Antes de continuar hacia el despacho, me incliné sobre la mesa y dije susurrando a la gorda… -No seré inglesa, pero ni soy una gorda teñida como tú, ni soy una obtusa maleducada con los potenciales clientes como si eres tú. ¡Que tengas un buen día “guapa”!
-Bien, siéntese, usted me dirá en que había pensado…
-Bueno yo había pensado en un ático, aquí en el centro y me gustaría que estuviera cerca del hospital.
.Alquiler había dicho… Bueno, hay un par de áticos, no están muy cerca del hospital, pero tampoco lejos y hay autobuses frecuentemente. Son estos dos… Este es más nuevo y está mejor situado y son 2500£ al mes, este otro es similar y serian 1050£ al mes, ambos vienen amueblados, aunque eso no es problema…
-¿Sería posible ir a verlos? Ahora si se puede… Necesito mudarme cuanto antes.
-Si claro, podemos ir ahora mismo… Están aquí al lado.
Ya había mandado por la noche el mensaje a Steve con mi número de cuenta… ahora solo faltaba ver los pisos y tomar una decisión, estaba emocionadísima, por fin iba a tener una casa para mí.
Una vez vistos los dos áticos, decidí que era mejor opción la primera, la de las 2500£, era un poquito más cara, pero estaba mucho más cerca del hospital y tenía una terraza increíble… ya veía las fiestas, el tomar el sol en verano y todo lo que podía hacerse ahí.
-Y ¿Cuándo podría mudarme? ¿Tengo que hablar con los dueños, con usted o con quién?
-No no, todo es con la inmobiliaria… Nos pagas a nosotros y creo que puedes mudarte en cuanto pagues el primer mes más la fianza de 800£.
-Perfecto, pues usted me dirá el número de cuenta donde tengo que transferir el dinero, y así me mudo mañana mismo.
No me sentía muy bien dejando que pagasen por mí… pero racionalizándolo, tampoco debía sentirme mal, porque para un tío que cobra millones, pagar durante dos o tres meses dosmil quinientas libras tampoco era tanto.
Y esa misma tarde empecé a mudarme… Lo cierto es que era una casa enorme, bien decorada, con muebles de calidad y en un estilo minimalista, me sentía ya como si hubiera sido mi casa desde hace años.
Una vez hecha la mudanza del todo, con la compra recién hecha y todo en orden, llame a Steve porque quería darle las gracias por todo lo que había hecho por mí en esos días.
-Cuéntame nena, ¿Qué tal el nuevo piso? A ver cuando me invitas a conocerlo que tenemos que celebrarlo ¿no?
-Si claro, si por eso te llamaba, porque ya lo tengo todo hecho y quería que te vinieses a cenar y lo que surja… ¿esta noche a las ocho?
-Genial, ¿tengo que llevar algo?
-Vente vestido de capitán de los reds, que el resto ya lo pongo yo, no te preocupes.
Ya sabiendo que iba a venir, me esforcé en preparar una buena cena, y teniendo en cuenta que era una cocinera lamentable, lo que hice fue llamar a un catering y pedir que me trajeran comida japonesa para las ocho menos cuarto.
Algo que se me daba bastante mejor, era lo de arreglarme, así que a eso dedique toda la tarde… peluquería, manicura, pedicura un masaje…y al llegar a casa estaba como nueva para vestirme con mi mejor vestido rojo pegadísimo y escotado con unos taconazos.
Me trajeron el catering a la hora acordada y quince minutos más tarde allí estaba el gran capitán.
-¡Me encanta! Muy buena elección y además el precio es muy razonable teniendo en cuenta el barrio.
-Bueno, ¿pero es que sólo te has fijado en la casa? ¿No tienes nada que decirme a mí?
-Ehh si bueno, estas preciosa como siempre pero, ¿puedo ser sincero?
-Si- Cuando alguien pregunta que si puede ser sincero, es que te va a dar un hachazo de los buenos, siempre es así.
-A ver, tú me empezaste a gustar, digo a gustar de verdad el día en que te vi vestida de persona real en el hospital, con tus vaqueros, tus converse y la coleta despeinada, además esa profesionalidad y seguridad en ti misma me encantó. Pero, ahora siempre que nos vemos, vas tan arreglada, tan maquillada, es todo… tan irreal no sé como decirte, las cosas más “casual” me gustan más y creo que a ti también.
Tenía razón, en el fondo de mi alma yo era una perro flauta/hípster y eso de vestirme con tacones y vestidos imposibles me repateaba pero aun así lo hacía por el… Aunque pensándolo bien, él no era un gilipollas obsesionado con su aspecto, así supongo que no tenía que preocuparme tanto. ¡Por favor, si debía ser el único inglés mayor de dieciocho años sin tatuajes!
.Ya lo sé, y tienes razón a mí me gusta la ropa más cómoda y odio los tacones, pero suponía que a ti te gustaba todo esto en una mujer, al menos a juzgar por cómo viste tu todavía mujer.
-¿Es por eso? ¿Creías que me gustaba toda esta parafernalia por Alex? ¡Nada más lejos de la verdad! A mi Alex cuando la conocí me gustaba por ella, por cómo era, su modo de vestir me daba exactamente igual… como me ocurrió contigo el día en que empezaste a gustarme de verdad. Y si tu estas cómoda con vaqueros y converse pues estupendo.
-Bueno es saberlo. Ven, vamos a cenar, comida japonesa, ¿Qué te parece?
-Jajajja yo pensaba que ibas a cocinar, pero ahí puedo ver perfectamente la bolsa del catering del Etsu.
Me moría de la vergüenza, yo que pensaba engañarle un poquito haciéndole creer que era una estupenda cocinera…. Y yo sola había dejado la prueba del delito.
-No soy una gran cocinera, cierto, pero no puedes negar que tengo muy buen gusto para pedir comida japonesa.
Mi absurda forma de salir del paso le hizo reír… y en fin, me venía bien que me hubiera pillado, no fuera a ser que un día le diera por pedirme que le hiciera sushi y no tuviera tiempo de llamar al catering.
Nos pusimos a cenar tan a gusto… y a hablar de cosas no tan agradables pero necesarias.
-Entonces ¿Cómo vas a hacer lo de tu divorcio?
-Muy fácil, ya está mi abogado con ello, y como nos casamos con separación de bienes no debería ser largo, lo único que hay que ver con calma es lo de la custodia de las niñas, que supongo que se quedará ella porque yo viajo bastante y eso no me deja mucho tiempo libre.
-Entonces todo va bien ¿no?
-Si pero algo que a mí me interesa más es ¿Cómo fue lo de dejar a tu novio?
-Pues nada, el viernes llegué del trabajo y él ya estaba en casa y se lo dije, discutimos un poco y terminó soltando que ya sabía por las revistas que estábamos juntos. Y ahora estoy aquí, nada del otro mundo como puedes ver.
-Pues entonces ahora ya solo nos queda decidir cuándo nos mudamos juntos, yo ya te digo que por mí, cuanto antes. Y si quieres mantener este ático lo compramos y ya está… De hecho podemos mudarnos aquí o tener esta casa como segunda residencia o alquilarla y sacar dinero.
-Bueno, lo de mudarnos si me apetece, pero creo que sería más sensato esperar a que estés divorciado del todo y que las revistas dejen de tenernos en primera fila ¿no? Y lo de sacar dinero alquilándolo, ¿para qué quieres tú más dinero?
-Vale entiendo que quieres ir despacio, pero ya te digo que las revistas no van a dejar de tenernos ahí, más que nada, porque me divorcio de una pseduo-modelo y columnista. Y además si a partir de ahora empezamos a salir a la calle como cualquier pareja, van a saber quién eres.
-Esto no afectara mi trabajo ¿no?
-No sé, espero que no pero eso si lo tienes que tener claro, si salimos juntos tienes que tener presente, que para bien o para mal saldrás con una persona conocida que interesa.
-Bueno, paso, simplemente voy a hacer lo que me apetece que es estar contigo, así que si quieres en cuanto hayas solucionado todo lo de tu divorcio me mudo a tu casa.
A pesar de lo que me había dicho, que sería un divorcio fácil, nada más lejos de la realidad, y además se estaba montando un escándalo tremendo, tanto para él, que le calificaban de cerdo machista por algunas cosas que estaban pasando con su ex, como para mí, porque las revistas habían empezado a especular que si cuando se nos vió aquella noche en el hospital fué porque habíamos decidido usar el hospital como “nidito de amor”, que si yo había ido buscándole hasta conseguir mi objetivo (esto era cierto, y aunque fuera una de las muchas especulaciones de los periodistas me molestaba) y en fin, mierdas por el estilo.
Era todo un asco, al menos para mí, porque estaba teniendo problemas en el hospital, el jefe de servicio no hacía más que decirme que no podían tener el hospital todo el día lleno de periodistas preguntando y que aquello podía pasar factura a mis consultas. Pero nada más lejos de la realidad, porque las citas para tener consulta conmigo se multiplicaron y eso significaba más dinero para mí y para el hospital.
Fue pasando el tiempo, algo más de lo esperado, pero al final se fueron calmando las cosas y poco a poco la prensa y la gente se olvidó del tema.
-¡Por fin nena! Ya ha pasado todo, soy un hombre libre y divorciado… ya podemos irnos a vivir juntos, ¡Creí que no llegaría nunca este día!
-Me mudo hoy mismo, tienes que ayudarme a coger mis cosas y tenemos que montar una fiestecita en tu casa para celebrarlo.
-¿Tú estas segura de querer conocer a mis amigos?
-Si claro… ¿Tan malos son?
-No en absoluto, pero ya sabes lo imbéciles que podemos ser los tíos a veces. Pero si tu estas segura, monto la fiesta esta misma noche…Sólo necesitamos cervezas y pedir unas pizzas, como ves será una fiesta muy glamourosa.
La fiesta de esa noche fue una especie de aquelarre, aquel salón enorme estaba lleno de tíos, sus amigos, la mayoría no eran famosos, pero también había invitado a Jamie Carragher (su mejor amigo en el equipo) y a Luis Suarez (el de los mordiscos si, aunque visto de cerca parecía de lo más inocente).
La verdad es que eran unos tíos muy normales y se notaba que eran ingleses casi todos, porque esa manera de beber cerveza…. Pero me lo estaba pasando muy bien, además ninguno hizo referencia a como nos habíamos conocido o a lo que se había publicado sobre nosotros, excepto un comentario que escuché de Carragher a Stevie cuando estaban solos en la cocina:
-¿Esta es la de las notitas y las fotos, la que iba tanto por el club? Esta muy buena, pero ¿Cómo has pasado de tirártela a meterla en tu casa de forma oficial? ¿Tan buena es en la cama?
-No seas bruto ¡coño! ¡Y procura hablar con más respeto de la que espero sea mi mujer! Si, es la chica del club, pero es mucho más que eso, es la médico que atendió a mi hija cuando se rompió las costillas y ahí cuando la vi en su elemento, me empezó a gustar de verdad, lo siguiente pasó porque se nos fue de las manos a todos… Yo dejé de estar enamorado de Alex, ella tenía problemas con su novio, y al final pues… eso, aquí estamos.
-¿Perdón? ¿Acabas de decir “mi futura mujer”? ¿Os queréis casar? Pero ¿cuánto habéis estado juntos contando desde la primera vez que te la tiraste?
-No sé, ¿Un año? Quizá algo menos…Y sí, yo quiero casarme con ella, ella… no se lo he propuesto, así que no lo sé, pero espero que diga que sí porque ya he comprado el anillo.
Entré en la cocina intentando aparentar normalidad, porque las caras que se les habían quedado a los dos, sobre todo a Jamie, eran de película y la mía también debía ser digna de verse. ¡Ahora quería casarse! ¡Ni Schumacher en sus tiempos corría tanto!
-Venía a por más hielo, que me voy a tomar un vodka… ¿No habré interrumpido no?
-No no, estábamos hablando de…de…. Que Steve se quiere casar contigo pero no sabe cómo pedírtelo, le da miedito.
-¿Pero que dice este? ¿Steve?
-Pues, es cierto… que quiero casarme contigo.
-Vale, mañana cuando estés menos pedo y estemos solos, ya hablamos de esto de casarse porque me parece que lo que te hayas tomado te ha sentado fatal.
Flipando me hallaba, hacia menos de seis horas que estaba oficialmente divorciado y ya quería casarse conmigo. ¿Estamos locos o qué?
No había entrado nunca en mis planes casarme, pero…¿Por qué no?
Procuraba seguir con normalidad el hospital, las consultas y demás, pero resultaba difícil, los niños me preguntaban siempre como era Gerrard y me pedían autógrafos suyos, las mujeres me miraban con desconfianza como pensando: esta es la amante del futbolista ese y los hombres me miraban de arriba abajo con parada en mi delantera, no fallaba uno. Me resultaba complicado continuar así, pero bueno, tenía que aceptar que mi vida había cambiado, ahora además de médico, “era la novia de…”, la bruja con la que el futbolista había engañado a su mujer. Por eso mismo decidí, que si la gente iba a seguir mirándome, ya fuera por una razón o por otra, no iba a dejar de hacer lo que me apeteciese, es decir seguir con mi carrera y estar con el tío que quería, y si en este caso, este quería casarse pues nos casábamos.
-Oye gordo, que he pensado que sí, que si tú quieres nos casamos… sólo te pido que te olvides de los vestidos blancos, las iglesias y demás historias…nos vamos a Ibiza y nos casamos.
-¿Si? ¿En serio? ¿Te casaras conmigo? Pero… ¿En Ibiza? ¿Sin iglesia? Ya sé que no eres creyente pero siempre es bonito… ¿no?
-No… ya te digo que yo a iglesias no entro, e Ibiza ¿Qué tiene de malo? Si todos los veranos vas allí.
-Ya joder, pero no es igual ir a la playa que casarse.
-Bueno pues esto es lo que hay querido, yo cedo en lo de casarme, que ya sabes que nunca ha sido uno de mis sueños, y tu cedes en el modo de casarse. ¿Te parece bien?
-Vaaaale… Joder pareces Corleone haciendo ofertas que no se pueden rechazar.
Y así termina todo, ambos muy felices en Ibiza casándonos con una banda sonora nada habitual, porque teníamos a David Guetta y Armin Van Buuren pichando para nosotros. Tras un mes de luna de miel en Nueva Zelanda y Australia nos volvimos a Victoria Road a vivir juntos comer perdices y todas esas cosas que hacen los recién casados.