La Puta y el Cornudo VII

Tras un largo viaje llegamos a Santo Domingo, el sitio que habían elegido para pasar “nuestra” luna de miel.

Tras un largo viaje llegamos a Santo Domingo, el sitio que habían elegido para pasar “nuestra” luna de miel. En el aeropuerto había un hombre con un cartel que ponía Sres de XXXXX. Se sorprendió algo cuando aparecimos los 3 ya que como es lógico, esperaban solo una pareja de recién casados. Nos presentamos y nos indico una limusina donde íbamos a ir al hotel, uno de estos con todo incluido.

De camino al hotel, el guía nos iba explicando cosas del país, pero yo veía que no le quitaba ojo a las piernas de Maria que iba como siempre con un vestidito corto de verano. Varias veces le pille mirando. El guía era un negro alto, muy joven, de unos 25 años:

  • ¿Te gusta? - le dije

  • Lo siento no, no,.., es que – respondió

  • Tranquilo – le dije enseguida. Ella es mi puta. ¿Quieres verla bien?

El pobre hombre se quedo callado pensando que era un trampa. En ese momento, ordene a Maria que se desnudase completamente, cosa que hizo. La cara de guía era una mezcla entre alucinado, cohibido y encantado. Le invite a tocarla cosa que empezó haciendo con algo de vergüenza pero cuando vio que no decía nada ni Juan ni yo, se lanzo a sobarle las tetas descaradamente.

  • Como no hemos traído mucho dinero quiero daros la propina a ti y al conductor ahora mismo, así que parad y tenéis una hora para follárosla y quedaros a gusto – le dije.

Golpeo en la ventanilla de la limusina. El conductor abrió un poco y vio a Maria desnuda detrás en el coche. Abrió mucho los ojos. El guía le dijo que aparcara en un sitio tranquilo que tenia una sorpresa para el. Este, así lo hizo. Paro en un sitio donde no había nadie y salio del coche. Abrió la puerta de atrás y el guía le dijo:

  • Vamos a follarnos a esta puta blanca.

Al conductor se le ilumino la cara. El guía saco a Maria del coche. En ese momento el guiá se saco la polla, que por cierto era enorme, y se la dio a Maria para que la chupara. Allí estaba inclinada hacia delante, chupando una verga de proporciones descomunales, y mientras el guía se había quitado los pantalones, se había puesto detrás de Maria y había empezado a follársela. Su polla no era como la del conductor, pero tampoco estaba nada mal. Yo me reí para mis adentros pensando en que si todos los nativos tenían semejantes vergas, iban a ser unas vacaciones muy divertidas.

Pasado un tiempo, el conductor cogió a Maria y la puso sobre el capo del coche. Sobre este la empezó a follar mientras Maria había cambiado y ahora le chupaba la polla al guía que se había puesto a su lado para ponérsela en la cara.. Mientras se la follaban les dije que podían correrse dentro ya que era su luna de miel y tenia que volver a España con un bebe dentro. Pronto, el conductor lo hizo e inundo a Maria con su leche. Luego le toco al guía hacerlo mientras Maria limpiaba la polla del conductor. Cuando se hubo corrida yo había avisado a Juan para que le limpiase la polla al guía:

  • Esperad, que el marido se pone celoso jaja.

Ellos se se rieron y el guía dejo que Juan le limpiase la polla, momento en que aprovecho para insultarle, llamándole cornudo, maricón y otras lindezas. Cuando acabaron, volvimos a montar en el coche y guía y conductor se deshicieron en darme las gracias por aquella magnifica propina que les había dado. Se pusieron a nuestra disposición para cualquier cosa que necesitáramos en el país. Yo se lo agradecí y tome sus numeroso de teléfono.

Entramos en el hotel. Les había extrañado que pidiésemos la suite nupcial con una cama supletoria, pero al vernos, supusieron que yo era el padre de alguno de ellos. Subimos a la habitación y me tumbe en la cama de matrimonio. Me apetecía correrme y así se lo hice saber a ambos. Se desnudaron primero y luego vinieron hacia la cama a desnudarme a mi. Una vez hecho esto, me empezaron a comer la polla, Maria la polla y Juan lo huevos. Estaba en la gloria cunado a una orden miá Juan cogió a Maria, le hizo ponerse encima miá y condujo mi polla hacia dentro de su mujer. Esta empezó a cabalgarme hasta hacerme correr.

Estaba cansado del viaje y les dije que me iba a echar un rato, que tenían 1 hora libre para deshacer el equipaje y si les daba tiempo salir por el hotel para verlo, pero que en una hora los quería a los 2 desnudos, despertándome con una mamada.

A la hora acordada note un hormigueo muy agradable. Eran Maria y Juan que estaban a su labor de comerme la polla. Esta vez hice que fuese Juan el que me comiese la polla. Quería correrme en su boca y así lo hice, advirtiéndole a continuación que se la tragara toda y no desperdiciara ni una gota.

A continuación fui al baño seguido de mis perros que vinieron detrás a 4 patas. Le hice entrar en la bañera, les dije que abrieran la boca y me mee en ambas. Cambiaba de una a otra mientras ellos tragaban.

Luego les hice sacar mi bañador y ponérmelo para bajar a la piscina. Les hice ponerse el suyo también y una vez preparados, bajamos los 3. Busque 3 hamacas algo alejadas del agua para evitar mojaduras inesperadas y nos tumbamos allí. Le dije a Juan que fuera a pedir algo de beber.

Maria estaba espectacular con su bikini y lo cierto es que llamaba la atención en la piscina. Vi como la miraban con lujuria y deseo otros clientes del hotel y el propio personal de este. Me fije en un camarero que había, feito, negro, delgadito y poco cosa. Siempre que descansaba miraba hacia nosotros y no le quitaba ojo a Maria de encima.

Ordene a Maria a ir a pedirme un coctail con la instrucción de que le trajese ese camarero. Maria así lo hizo. Mientras estaba con el, se la comía descaradamente con la mirada. En 5 minutos apareció el camarero con el coctail.

  • ¿Su numero de habitación pror favor?

  • Es la 906 – respondí. ¿Te gusta la perrita?

  • ¿Perdón Señor?

  • Vamos, hablemos sin tapujos. Te la llevas comiendo con los ojos todo el rato que estamos aquí. Ellos son recién casados y son mis 2 mascotas. Hago con ellos lo que quiero. ¿Te apetece follártela?

  • Señor, si es una broma no la entiendo.

  • No es ninguna broma. Dime, te apetece follártela ¿Si o no?

  • ¿A quien no le apetecería? - contestó.

  • Bien, te espero en nuestra habitación en 1 hora. La 9….

  • Si, la 906 Señor

  • Buena memoria jeje. Hasta luego.

Viendo lo que le iba a tocar hacer, Maria me miro con cara de suplica, pero no le hice caso, y a la media hora les dije que nos íbamos para la habitación.

Me encanta dominar parejas porque me gustan las relaciones a largo plazo y creo que es lo mejor para algo así. Si alguna queréis conocerme, estaré encantado de vuestros comentarios en garvil42@hotmail.com.