La Puta y el Cornudo III
Como os decía antes, mi nombre es Santiago. Una noche como otras muchas, me decidí a ir a un pub liberal al que suelo ir a menudo a follar.
Como os decía antes, mi nombre es Santiago. Una noche como otras muchas, me decidí a ir a un pub liberal al que suelo ir a menudo a follar. Pero ese día seria diferente para mi. Al entrar eche un vistazo general a la sala a ver si había algo de mi agrado, y vaya si lo había, estaba la novia de uno de mis empleados con una persona mucho mayor que ella que yo no conocía. Me di cuenta de que ella me había visto ya pues se intentaba ocultar, aunque ya la había visto. Por ello, me encamine hacia ella con una sonrisa en la cara.
Hola,…, Maria creo recordar que te llamabas, ¿No?.
Hola – me dijo la persona que le acompañaba saludándome afectuosamente.
¿Que tal? Mi nombre es Santiago – le dije
Yo soy Jaime y veo que a Maria ya la conoces.
Si, si, es la novia de uno de mis empleados
Ah, te referirás al cornudo – dijo Jaime. Ella es mi puta y yo su amante con permiso del cornudo. Pasa con nosotros y tomamos algo.
La verdad es que desde que la conocía le tenia ganas pues esta buenísima, pero no me imaginaba que frecuentase estos ambientes.
Vaya, vaya, tan modositos que parecían y en el fondo sois una putita y un cornudo – dije con tono de sorna.
¿Quieres tomar algo con nosotros? - me pregunto Jaime.
Sera un placer – conteste.
Fuimos a una mesa donde empezamos a hablar sobre que hacíamos, quien eramos y cosas por el estilo. Maria estaba callada y no sabia donde mirar. De repente Jaime empezó a desabrocharle la blusa a Maria. Le abrió dos botones mas esta y como no llevaba sujetador, me enseñaba todas sus tetas-
- Magnificas ubres – dije.
A continuación, Jaime le empezó a subir la minifalda, arremangandosela estando ella sentada. Entonces me di cuenta de que tampoco llevaba bragas y alli tenia su coño para todo mi deleite. Me estaba enseñando su cuerpo desnudo. Le pregunte a Jaime si podía y ante la afirmación de este empece a tocarle el coño a Maria. Esto no hablaba, solo gemía acompasada con los movimientos de mi mano.
¿Pasamos a esa habitación? - dijo Jaime.
Por supuesto.
Nos levantamos los tres y nos encaminamos a una especie de reservados que habían en el pub. Una vez dentro, Jaime empezó a desnudar a Maria dejándola totalmente desnuda. La cogió y la tumbo en la cama. Luego fue a los pies de Maria, los agarro y se coloco junto a su cabeza levantandole las piernas, Luego abrió estas.
Yo me quite los pantalones a toda velocidad y me tumbe sobre ella penetrándola con velocidad.
- Así que eres una puta zorrita que le gusta follarse al jefe de su novio, eh – le decía
Tantas eran las ganas que al cabo de no mucho tiempo note que me iba a correr, cosa que hice por supuesto dentro de su coño
- Me corro ….. aggg ……….. guarra ……… aggggggggg.
Me quede tumbado mientra veía como era el turno de Jaime de encularla. Cuando acabo y después de un rato de descanso, nos vestimos, me despedí de Jaime, morreando luego a Maria y me fui.
Eso fue un Viernes. El Lunes fui un poco mas tarde al trabajo para que Juan, asi se llama mi empleado; sufriera un poco. Teníamos una reunión a las 12. Cuando acabo la reunión le dije a Juan.
- Juan, ¿Te importa quedarte un momentito?
El me miro con cara de pocos amigo pero lo hizo.
Me imagino que ya sabrás lo del Viernes – le dije con una sonrisa.
Si – me grito con chulería y prepotencia.
Eso me cabreo mucho. Estuve pensando si soltarle una ostia en ese momento, pero decidí que si todo salia como tenia planeado, ya tendría ocasión de hacerlo mas adelante. Decido dejarlo para luego.
- No se si sabes que me folle a una puta en un local, y espero seguir follándomela si no quieres tener problemas.
Su cara fue un poema y toda su rebeldía se esfumó de repente. Se sentó en una silla casi llorando me pido q por favor lo olvidara.
- No pienso olvidarlo – le dije. Te he dicho que espero follarme a la puta cuando quiera o atente a las consecuencias.
Entonces me acerque a su oido y en voz baja le dije
- Me corrí en su coño y en su culo y no sabia lo cornudo que eras., pero ahora tu novia va a saber quien soy yo. Ahora vuelve al trabajo que entre otras cosas para eso te pago.
Por la tarde, cuando llegaba la hora del cierre, le llame de nuevo a mi despacho. Llamó a la puerta y entró.
¿Esta noche tienes algo que hacer? - pregunté
No Señor – contestó
Te equivocas. Esta noche me traerás a tu novia a mi casa.
Juan se calló, se dio la vuelta y se fue. Se iba a tragar su insolencia. Cogí mis cosas y salí hacia la puerta y al pasara por su lado le grite
- A las 20.00 os quiero allí.
Y me fui.
Me encanta dominar parejas porque me gustan las relaciones a largo plazo y creo que es lo mejor para algo así. Si alguna queréis conocerme, estaré encantado de vuestros comentarios en garvil42@hotmail.com.