La puta sumisa de tu mujer

Ella es así. Los dos lo sabemos. Y tú las has comprendido mejor que nadie. Así que me la enviaste porque me conocías y sabías que ella me gustaba.

Y cuando llegó tu  mujer me dijo que querías que la follará duro sobre la mesa de mi despacho y que hiciéramos una grabación con el móvil para enviártela.  Me pareció bien porque en esto mandas tú, aunque seas cornudo y todo lo hacemos por tu placer, a tu gusto.

Así que tras hacer que me chupara la polla de rodillas, como tú me indicaste (cogiéndola del pelo y follándomela lentamente, muy lentamente),  la doblé sobre la mesa de mi despacho y me puse a follarla duro, con fuerza, para hacer que se corriera varias veces porque los dos sabemos que es multiorgásmica, algo puta y le gusta que le den duro.

Es muy puta, aunque todavía no se ha soltado. Y la verdad es que respondió, que sacaba el culo para recibir mejor mi polla, para que la punta le tocara el útero, según le gusta a ella. Lo sé porque tú me lo has contado.  Y se corrió varias veces con mi polla metida en su coño, mientras gritaba como una perra en celo.

Luego se vistió, salió del despacho y se sentó en la mesa en la que trabaja como mi secretaria. Es probable que dentro de una hora la vuelva a llamar para volver a follármela porque la verdad es que es tan puta que me ha dejado con ganas.  A veces es ella misma la que entra y sin mediar palabra se esconde debajo de la mesa y me la chupa, mientras hablo por teléfono contigo, con algún cliente o con mi mujer.

Y luego, cuando cuelgo, es ella misma la que se levanta la falda, se pone a horcajadas sobre mi regazo y se clava la polla lentamente, muy lentamente, como si quisiera saborear el momento. Está mojada, muy mojada. Y comienza a moverse con furia mientras me dice que le va a contar al cabrón y cornudo de su marido  todo lo que hacemos porque así se excita. Todo lo que ella hace, en realidad, porque es ella la que suele tomar la iniciativa. Y tú lo sabes. Porque el dinero que te hacía falta ya no es la cuestión pues hace tiempo que, gracias a mi, pagaste el crédito del chalé en la playa que te iban a embargar. ¿Te acuerdas?..

De eso hace ya muchos meses y ella sigue entrando en mi despacho. Y tú sigues recibiendo las grabaciones de nuestras folladas. Ya no necesita prostituirse conmigo, su jefe, pero sigue entrando a mi despacho. Y tú sigues enviándomela. Gratis. Has descubierto que eres un cornudo consetido y te gusta. Lo sé porque ella me lo cuenta todo. Y dice que no se te pone dura si no es sabiendo que eres un cornudo.

Y ella ha descubierfto que es una puta, que le gusta ser una golfa, una perra salida y una zorra siempre dispuesta y mojada para ser follada. De hecho la llevo a mis citas de negocios y tras la cena con los clientes, se mete en la cama con ellos para facilitar la venta. Es muy puta. los dos lo sabemos. Y además muy sumisa porque últimamente me pide que le azote el culo después de haber sido usada. Pero eso tú no lo sabes. Ahora sí. Enhorabuena. Tienes la mujer que todo cornudo consentido desea.