La puta madre será posible 1/3.

El lechazo que le mandé fue a parar a su nariz, otro a su boca, el tercero a su cuello, otros a las tetas.

La puta madre será posible que todo sea siempre en contra 1/3.

Es cierto que cuando nos ponemos a pensar sobre las macanas que hemos hecho en el pasado, analizamos lo que debería haber sido lo correcto, lo que tendríamos que haber hecho, distinto a lo que hicimos…

ESTOY EN LA CÁRCEL.

Hago una retrospección, un análisis exhaustivo de mi vida, como me dijo que hiciera una oficial de policía, no sé bien qué carajos me quiso decir, pero me parece que me fijara en lo que hice, si me toca de nuevo no sé si nos los corto, no sé si salen sin ningún rasguño.

Miro a través de los barrotes redondos, apoyando mi cara en esos hierros fríos, una celda de cuatro por tres, somos cuatro presos, después te llevan a una individual en la que casi no te podés dar vuelta, creo que cuando me metan en esa me va a dar un ataque de pánico, un olor a mierda y a pis, las paredes descascaradas la pintura, me pongo a pensar…

Soy Aldo Montes, me dicen Toro, tengo 20 años, mido un metro ochenta, peso 85 kilos, morocho de ojos claros, con un físico trabajado, trabajado por la tierra, el sol, el frío, el calor y las horas de tareas brutas…

En mi familia somos nueve, mi padre, mi madre, cuatro mujeres y tres varones, todos mis hermanos y hermanas eran más grandes que yo, de edad, ya que a los once años era tan alto como el más alto…

Desde chico pensé que iba a ser diferente, que yo lo podía lograr, tenía muchos objetivos, muchas ilusiones, yo quería, quería…

La escuela no me gustaba mucho, es que todo lo que enseñaban ya lo sabía, parece como que tenía un radar para captar las enseñanzas, con una vez que la maestra mencionara algo ya se me grababa a fuego, terminé la primeria un año antes…

Los sábados y domingos en los que todos estaban en el río, la pileta, el club o la plaza, yo en la biblioteca, me la pasaba como seis horas leyendo todo lo que pudiera y me quedaba, me quedaba…

Siempre pensé en que no sería como mi papá, que se conformaba con alquilar un campo y trabajar casi toda su vida para unos patrones arrendatarios, no señor, no señor yo me compraría mi propia chacra, tendría mi propia tierra, para eso me mataría trabajando, aunque el otro día escuche que “la única manera de salir de pobre y rebelarse contra la opresión es estudiar”…

La hectáreas de tierra que mi padre alquilaba las destinábamos a plantar maíz, no es fácil el tema, hay que pasarle el arado a la tierra, sembrar, cuidar las plantas de los pájaros y los ratones, tener cuidado con el agua que necesitan, desmalezar, cuando los granos tienen un color amarillo muy intenso, antes que se pongan demasiado duros se cosecha.

Si las mazorcas están verdes, su sabor no está bien definido, cuando ya están muy maduras, se vuelven duras y de textura patosa.

En el caso de las mazorcas de maíz que se usan para palomitas, la cosecha se realiza cuando las hojas que cubren la mazorca ya están secas.

Después de la recolección, para una conservación duradera, es conveniente airearlas. El clima es un factor determinante en el cultivo de maíz, que se puede cultivar en variedad de condiciones climáticas, sobre todo en climas templados, en los que puede cultivarse más de una cosecha en el mismo año (INTERNET).

Mis esfuerzos físicos era cada vez más exigentes, con el arado yo hacía casi el doble de mis hermanos, trabajaba varias horas más que ellos, cuando llegaba a casa llegaba destruido, mis hermanas me daban la cena, me preparaban un baño, la verdad es que me cuidaban, bueno yo también las cuidaba, hace dos semanas en un baile del pueblo, me agarré a las trompadas con cuatro que se quisieron hacer los vivos con mis hermanas, me dejaron la cara toda marcada pero no se la llevaron tan fácil…

Cuando tenía 11 años y nos estábamos bañando en el río mi padre me vio desnudo…

_No no, por qué el pendejo tiene que tener semejante pedazo y yo con siete hijos algo tan modesto, qué injusticia Señor, qué injusticia, ese fue el momento en que mi padre me entró a odiar, a tener bronca, a darme los trabajos más jodidos, los más intrincados, los más molestos y pesados, mis hermanos lo mismo, la puta madre será posible que todo sea siempre en contra , qué culpa tengo yo de tener una buena pija, una poronga de burro, mis hermanas no tienen ningún problema, incluso mi madre me abraza y besa como ellas…

Tanto mi madre como mis hermanas son mujeres acostumbradas al trabajo rudo, a pasar muchas horas al sol, haciendo tareas pesadas, por lo tanto tienen unos culos, unas piernas, una cintura muy pero muy estilizadas, unos cuerpos fibrosos, ágiles y si le agregamos unas melenas negras y ojos claros como mi madre y mi padre, resultan unas potras espectaculares…

Mi madre es Josefina, mi hermana mayor Teresa, la que le sigue Amelia, otra Juana y la última y mi más compinche Etelvina.

Una media mañana mientras estábamos en el medio del campo, dentro de los surcos, con un calor de cagarse, transpirando hasta por las pestañas Teresa me pregunta…

_Toro, eso a vos se te para, mirando mi entrepierna…

_Siiii, Tere todas las mañanas aparezco con la pija como un fierro ja ja…

_Si yo te la toco se te parará…

_Creo que sí, dale, probá…

Y vino, me agarró la pija con las dos manos y me entró a hacer una paja, de eso sabía…

El lechazo que le mandé fue a parar a su nariz, otro a su boca, el tercero a su cuello, otros a sus tetas…

_Toro qué bien, sos todo un campeón, ya vamos a seguir hablando, no comentes nada de esto con nadie, entendiste, entendiste…

_Entendí Tere…

Mi padre es Esteban, es familiero, le gusta compartir con la familia muchos momentos, que estemos todos juntos en el almuerzo, en la cena,  la macana es que de ahí dirige los trabajos que nos encarga a cada uno, a mis hermanas, el ordeñe de las vacas, darle de comer a las gallinas y a los chanchos, mi hermano mayor es Julián, me parece que no es muy inteligente, si no terminó la escuela primaria, mi padre siempre lo manda con una nota al almacén de ramos generales por las compras y el otro Roberto, el Roby como le decimos, es muy especial, un día, también en medio del sembradío, me bajó los pantalones y me la empezó a chupar, yo le acabé al instante en la boca, se tragó todo y siguió chupando, la segunda vez también se lo tragó todo…

Terminé un año antes o me dieron por aprobada la primaria, parece que no querían tener a un alumno como yo, grande de físico, discutidor y bastantes veces peleador, lo que nunca pude corregir es mi manera hosca bruta campechana rodeando ser mal educado de hablar, cuando te tenía que decir algo te lo mandaba sin tener ningún prurito, a decir por mis hermanos y hermanas era un “deslenguado”.

El problema vino cuando quise ir al secundario, mi padre dijo que no me hacía falta, conque supiera leer y escribir tenía bastante, que me fijara en él que fue hasta segundo grado y todo lo que tenía.

Pensé en que si no nos tuviera a nosotros, sus hijos de trabajadores gratuitos se cagaría de hambre, pero no se lo dije, la que me defendió fue mi mamá, que yo rendía el doble de los otros varones, que me lo había ganado, igual trabajaría por las tardes.

Así con el caballo iba y venía del pueblo, del colegio a casa, era el único que llegaba a caballo, todos me gastaban a bromas, era considerado el bruto, el inculto, el pobre, el hijo de un arrendador, hay que considerar que al colegio iban los hijos de los hacendados, de los comerciantes, los hijos de los pobres no hacían el secundario.

Si bien tenía doce años, no había ni comparación con los trece años de mis compañeros y compañeras, eran todos unos enanos en relación a mí.

Me hicieron sentar en el último banco del aula, para que no tapara el pizarrón.

La relación con mis compañeros no existía, eran muy chicos de tamaño y de mente, comparados conmigo que tenía sexo día por medio ja ja.

Me acuerdo de mi hermana Teresa, Teresita como le empecé a decir, buscó la ocasión y  nos quedamos solos en medio del maizal, había hecho con chalas una especie de cama, se acostó y quiso que yo me subiera entre sus piernas, ella no tenía la bombacha, saqué mi verga y se la puse en la puerta de su canaleta, notaba que estaba toda mojada, pero era un rajita cerrada, le pasé mi pija una y otra vez, tratando de abrir un poco sus labios, cuando lo logré la acomodé y empecé a empujar, se fue metiendo.

_Hijo de puta, la puta madre, cómo duele, esperá, esperá, seguí, seguí, despacio, no sabía qué carajos quería, yo como un boludo obedecía.

Cuando fue entrando más ella gemía, lloraba, casi gritaba y cuando más se movía más se le metía, estuvimos un buen rato hasta que se la pude meter toda.

Al rato creo que había acabado varias veces, esto lo digo después de haber tenido experiencia, por la lubricación que daban sus jugos vaginales, la agarraba de las nalgas, con mis rodillas apoyadas en la chala, se la metía y sacaba con fuerza, nunca pregunté si le podía acabar adentro, muy boludo de mi parte, yo era el más educado sexualmente de todos, por todo lo que había leído en la biblioteca, tendría que haber preguntado, Teresa me aclaró que estaba en los días en que no podía quedar embarazada, que cada hermana tiene bien calculado los días en que vamos a tener relaciones, que yo tengo que ser el macho de todas mis hermanas, por eso digo, para qué le voy a dar pelota a mis compañeritas de trece años, si mis hermanas tienen 23 Teresa, Juana 22, Amelia 21 y Etelvina 20, Julián 19, Roberto 18 y yo forro pinchado

Ya que está digo que mi madre Fernanda tiene 41 años, mi padre Esteban 50 años.

Con mi hermana Juana fue un poco mejor la cosa, ella me dijo que a la tardecita fuera al galpón, dónde guardábamos los caballos, ahí nos encontramos, también había preparado una especie de cama sobre la alfalfa, un poco mejor, no me quedarían las rodillas todas cortajeadas por la chala del maíz.

No empezamos a besar, a desnudar, quedamos los dos en pelotas, muy lindas tetas tiene mi hermana, y como todas un culo espectacular.

La cama de alfalfa resultó de lo más conveniente, se ahuecó en el medio por lo tanto tuve que levantarle las piernas a mis hombros y se la fui metiendo despacio, ella bufaba, gemía, no dijo que me retirara, que le dolía, nada de nada dijo, yo con un poco de experiencia de haber estado con Teresita, traté de no meterla a lo bruto.

Juana gozaba bastante me parece, aunque no decía nada, no digo tanto como Teresa pero algo tendría que decir no.

Luego de echarnos el primer polvo quedamos mirando el techo, los dos en pelotas, nos acariciábamos y hablábamos sobre los caballos, cuando la tuve dura de nuevo se la metí más rápido, acabamos de nuevo juntos, así quedó establecido, Teresa en el maizal, Juana en el galpón, ellas me indicarían los días en que podíamos tener sexo sin riesgo de embarazo.

Todo lo que decían los profesores se me quedaba registrado, además copiaba todo lo del pizarrón, si quisiera podría ser el mejor alumno, pero no va conmigo, no me portaba del todo bien a propósito para no parecer un sabelotodo, cada tanto hacía alguna macana y me mandaban a dirección.

La directora era una señora cincuentona, alta, flaca y con mucha teta, doña Remedios Castellano, viuda del ex médico del pueblo, el que nos hizo nacer a todos.

Yo ya quería irme a la mierda del secundario, si todo lo que enseñaban ya lo sabía, me aburría, a mí me gusta estar cogiendo con mis hermanas y estar con mi caballo o con el arado.

_Toro, Toro, qué voy a hacer con vos, cuando creo que te estás enderezando, que te vas a portar bien, hacés una macana, cómo tengo que hacer para que te portes bien, decime. Palabras de la directora.

_Señora directora, (dije que soy un deslenguado no), lo que me pasa es que tengo una pija muy grande y la necesito descargar, cuando no lo hago me pongo de mal humor, si usted quiere yo voy a su casa y tenemos sexo, le aseguro que jamás va a olvidarlo.

Así le dije, quería que me expulsara y así darme el gusto de no venir más al colegio.

Me quedó mirando perpleja, abría grande la boca y los ojos, alcanzó a balbucear…

_Anda al aula, andate al aula.

La próxima vez que tuve que ir a dirección fue por defender a un compañero de uno de tercero, el más grandote le quería pegar porque sí, para dejar sentado que era guapo, cuando se topó conmigo se le terminaron las ínfulas.

_Toro, Toro, otra vez.

_Ya le dije cuál es mi problema, mi pija necesita aliviarse, es grande. (Deslenguado).

Muy suavemente pasó por mi lado acariciándome el pelo, cerró con llave la puerta de dirección.

_Quiero ver si es cierto eso que decís, mostrámela Toro, mostrámela.

Ningún problema tuve, me bajé el pantalón, un poco el calzoncillo y apareció mi gran pija, y eso que no estaba dura.

_A la flauta, que hermosa poronga, perdón, dijo la directora.

Se acercó la tomó con una mano, la sopesó, con la otra mano también la agarró, yo me dejaba hacer, se arrodilló y me la empezó a chupar, casi al instante le llené la boca de leche.

_Ajjj, ajjj, tragaba la directora, me tendrías que haber avisado, fue todo muy rápido, se quiso levantar, yo le puse mis manos sobre sus hombros impidiendo que lo hiciera.

_Dire, eso fue por la novedad, siga que no se bajó ni un milímetro, siga por favor.

Levantó la cabeza me miró con esos ojos color marrón y la siguió chupando, un buen rato, yo le acariciaba el pelo, le metí la mano dentro de su camisa, por sobre el corpiño le acariciaba las hermosas tetas que tiene, al rato se volvió a tragar todo mi semen.

_Toro, por supuesto que de esto no se puede contarle a nadie, me entendés no Toro.

_Directora soy hombre de campo, “cerrado como culo de muñeca”, jamás va a salir de mí una palabra que pueda perjudicarla.

Una vez por mes iba a su casa, por las noches, tenía que dejar el caballo como a cinco cuadras, nos pasábamos unas cuantas horas, yo la cogía de todas formas y por todos lados, el día que se la metí por el culo estuvo dos días sin ir a trabajar, así pasaron casi dos años, todo terminó cuando la boluda se lo contó al cura, la intimó a que terminara esa relación, que no era digna de Dios y que si se entera el pueblo tendría que mudarse, además que era un menor y no sé qué más le dijo, el asunto es que me pateó, no quiso tener nada más conmigo, la puta madre será posible que todo sea siempre en contra ,.

Había terminado tercer año, había ido a ver cuándo era la fecha de entrega de boletines y fiesta de fin de año, al salir de la escuela las vi, el grupo de las chicas de quinto, las recibidas, las diosas de la escuela, una más bonita que otra y que ropas usaban, no se compraban en el pueblo, eran la avanzada en moda, se las traía un viajante o iban ellas a la capital a comprarla.

Silvia, la reina de las diosas venía caminando hacia mí, yo me estaba por subir al caballo pero la esperé.

_Vos sos Toro, no.

_Así es y vos sos Silvia no.

_Ja ja cómo es que sabés mi nombre.

_Y debe ser por lo mismo que vos sabés el mío, por todo el tiempo que estamos en el colegio, decime qué puedo hacer por vos.

Si bien es una chica preciosa, hermosa por dónde la mires, yo no me achicaba ante su belleza, primero porque sabía que me considera una cagada, un bruto campesino, un pobre, el hijo de un arrendador, o sea que no es dueño de su tierra y segundo que yo cojo casi tres veces por semana ja ja.

Me acuerdo de la primera vez con mi hermana Amelia, ella se ocupa de ordeñar las vacas, tenemos seis.

Me citó también dentro del galpón de ordeñe, sin dejar de ordeñar, agachada a más no poder, se levantó el vestido y me mostró el semejante culo y los pelos de la concha.

_Dale Toro, aprovechate de mí que estoy ordeñando.

Yo me arrimé, me bajé el pantalón y el calzoncillo a los tobillos, la tomé de la cintura, la puerteé y se la empecé a meter, no dejaba de ordeñar, yo traté de seguir el movimiento de su mano ordeñando en el meter y sacar, acabé enseguida el primer polvo, no dejé en ningún momento de seguir dándole, cuando acabé por segunda vez lo hicimos juntos, ese es el estilo que quiere mi hermana Amelia, ella se acomoda sobre una baranda o se agarra de la puerta, agachada y yo de atrás dándole, más adelante voy a contar cuando empecé a querer metérselas por el culo a mis hermanitas, me envició ver a mis dos hermanos teniendo sexo anal ja ja.

Continuará.