La puta de tony….¿ahora sumisa?

Después de pasarlo bien con otro amante, al ver otra vez a Tony impone sus nuevas reglas y me impone un castigo...

LA PUTA DE TONY….¿AHORA SUMISA?

Después de la noche que pase con Don Matías y el mañanero que me dio por mi culito, nos dimos una buena ducha donde estuvimos jugueteando, metía sus dedos en mi conchita, magreaba mis nalgas, mis tetas, yo jugaba con su vergota, pero ya no cogimos, estábamos agotados y con mucha hambre. Pago la cuenta del hotel y nos fuimos a desayunar, llegamos a un restaurante muy conocido que está en las orillas de la ciudad y muy cerca de una plaza comercial. Tardamos más o menos dos horas en el desayuno, platicamos de las familias:

-Quiero confesarte algo Linda

-Dígame Don Matías - le dije muy tranquila y atenta

-¿Creí que nunca se me iba a hacer contigo? - lo dijo en tono muy serio

-¿Porque no? ¿Acaso soy de otro mundo? Dígame jajaja

-La verdad es por lo que se dice de ti en la tienda

-¿Y qué dicen de mí? - le pregunté sería con una mirada dura

-Dicen que eres una apretada, que casi no le hablas a nadie a pesar del tiempo que tienes trabajando ahí, que a lo mejor estas decepcionada de los hombres

-Mire Don Matías la verdad si soy muy sería y no me gusta darles confianza a los que trabajan en la tienda, porque son muy habladores, sus conquistas las hablan a los cuatro vientos, para demostrar que tan machos son, y a mis compañeras también les gusta el desmadre algunas más a otras menos, pero ya sabe algunas son muy admiradas, espero que usted no vaya abrir la boca, porque me lo ejecuto y lo digo muy en serio

-No mami no te enojes yo seré muy discreto, además no quiero perderte

En ese momento estaba muy molesta y el lo notó, después cambio el tema y me recordó que iríamos de compras. Ya en la plaza comercial entramos a diferentes tiendas, me compro tres vestidos muy sexys que delineaban mi cuerpecito, dos jeans de mezclilla de esos muy ajustables blusas coquetas, tres pares de zapatos de tacón alto y lencería, toda la ropa muy a su gusto que no dejaba nada a la imaginación, nos despedimos y quedó en que el próximo fin de semana saldríamos.

No me llevó a mi casa tome un taxi, debo confesar que si me sentí mal por lo que hablaban de mí en la tienda, aunado a eso mi nueva forma de ser, querer tener todo el sexo que no pude los años anteriores, venía a mi mente el recuerdo de Alberto el padre de mi hijo, pensaba - ¿Porque me dejó? ¿Nunca me quiso? Sólo me utilizo - derrame un par de lágrimas diciendo - jamás voy a llorar por un hombre y voy a disfrutar mi vida, ¡por tu culpa ahora soy así!

Jajaja jajaja que palabras tan dramáticas, ¿o ustedes que opinan amigos lectores? Así como en mi primer relato comenté que no me arrepiento de lo que he vivido, reconozco que lo de Alberto fue solo un pretexto para sacar mi verdadero yo, debo decir que si era inexperta pero el tiempo me ha dado la experiencia para ser una putita hecha y derecha.

Disfrute el resto del día con mi familia, inicio la semana de trabajo y seguía sin noticias de Tony, pensaba que lo estaba pasando bien por eso ni se molestaba en hablarme.

Durante el transcurso de la semana pensaba en las travesuras que haría con Don Matías, mis amigas me dieron consejos, hasta me decían que estaba muy desatada que si era yo o me habían cambiado jajaja jajaja.

Como cada fin le comenté a mi madre de mis planes, solo que esta vez me dijo que hablará con mi papá, porque ya eran muchas salidas y le preocupaban, así lo hice, hable con mi papá le dije que no hacía nada malo y que no descuidaría a mi hijo, tranquilo y sereno me dijo que disfrutará mis salidas con mucha responsabilidad. Igual que las otras ocasiones tome una ducha, arreglando la depilación de mi conchita, use la ropa que me compró, un vestido color rojo de tirantes que se unían en mi cuello dejando ver gran parte de mis senos, entallado que daba forma a mi cintura y caderas, de largo solo unos cuantos centímetros debajo de mi nalgas, de la ropa interior no había necesidad de usar brasier el problema era la tanga que se marcaba, a pesar de ser de hilo, no me gustaba como se veía mi cola así que decidí no usar tanga, los tacones eran de color rojo altos y de tiras, lo que es la juventud un cuerpo firme, y así me fui al encuentro con Don Matías. Esa noche paso por mi al centro de la ciudad me llevó a un salón de eventos sociales donde esa noche había cena baile, el iba muy elegante de traje, entramos y el gerente del lugar nos llevó a nuestra mesa, sentía las miradas de los hombres que estaban allí algunos con su pareja no disimulaban, muchos eran de la edad de Don Matías entre 40 y 50 años sus parejas de la misma edad y sólo uno que otro llevaba una pareja más o menos de mi edad, pidió una botella de vino tinto con la que acompañamos los alimentos, al comenzar el baile era música tropical la cual me gusta mucho, comenzamos a bailar:

-Mamita que bien bailas “si así como lo mueves lo bates que rico chocolate”

-Ay Don Matías no se mande, hasta hace que me sonroje, no sea coscolino jajaja es usted un atrevido

-Jajaja bien que te gusta que te diga piropos

Bailamos una tanda de música tropical, descansamos un rato, después comenzó la música de banda, en esa tanda no me dio tregua me bailó como quiso, para los amigos que son de otro país deben saber que la banda se baila muy pegado a la pareja, el hombre toma por la cintura además de meter la pierna entre las piernas de la mujer

-Linda que rico se siente bailar así, tu cuerpecito está a la medida

-¡Ay Don Matías! Esta aplastando mis tetas, no se queje si al rato no tiene que chupar, jajaja

-Ya tengo ganas de comerme esas tetas y esta colita

Me tenía bien sujeta de la cintura con una mano y con la otra magreaba mis nalgas, después bailamos un rato música romántica, allí definitivamente ya me tenía de a cartón de chelas besándome intensamente:

-Mamacita ya vámonos a otro lado, ya no aguanto las ganas de cogerte

-Don Matías no sea impaciente, apenas me estoy mojando, tiente mi conchita

Metió la mano bajo mi falda sintiendo mi conchita depilada y sin tanga

-¡Ay chiquita ya vienes preparada!

-Ajá ya para que las uso si después me las quita jajaja jajaja

Rápidamente salimos del salón, en su camioneta me dijo que ya no aguantaba, se bajó el pantalón:

-Mira como me tienes esta dura, dale unos besitos

-Si mi amor, mua mua mua, así o ¿me la como?

-Cometela como tu sabes

Me la metí hasta el fondo, su glande tocaba la campanilla de mi garganta, no me cabía toda

-Slurp slurp slurp, aaaggghhh aagghh tiene una verga enorme Don Matías mmm mm mm

-Si es para mí putita, mi zorrita tómala

Se la seguí mamando un rato, le dije que ya me llevará al hotel, se recuperó y de inmediato me llevó a un motel, bajamos de la camioneta, al subir por la escalera movía mi culito muy cachonda para mi macho, al entrar a la habitación me empezó a besar de manera muy intensa, le correspondía también, mordía sus labios su barbilla, le decía al oído con mi voz sensual:

-¡Mi amor hazme tuya, te quiero dentro de mí! Papito cógeme yaaa

No dijo nada, simplemente me quito el vestido dejándome totalmente desnuda, me acostó en la cama y se empezó a comer mi conchita, succionaba mis labios jugaba con mi clitoris:

-Aaaahhhh aaayyy aayy aayy, dame más papi, ya cogeme

Se desnudo pero no me la metió, saco de una bolsa de su pantalón una botella pequeña, era lubricante y me lo aplicó en mi culito, dando un masaje a mi ano metiendo sus dedos y me dijo:

-Hoy quiero primero cogerte por tu culito disfrutarlo mucho, así que agárrate

Ya lo había lubricado bien y el se unto bastante lubricante en su vergota, se sentó en sillón con su verga erecta, me acomodo dándole la espalda e hizo que lo montara, metió la cabeza poco a poco me fui bajando:

-Así chiquita comételo, con ese culito cogelon, mmm así aahh se siente rico

-Doonn Maatiiaas me esstaaa paartiieendooo, ay ay ay, espérese no se mueva, ay ay aaayyyy que pitote

-Tienes un culito sabroso, abrelo con tus manitas, si así ya entro

Despacio mi ano se acostumbró a ese pitote, comencé a subir y bajar, primero lento y suave, cambié el ritmo dándome unos sentones de repente lo hacía en círculos, siguiendo los consejos de mis amigas para hacer disfrutar a un macho, después de un rato me pidió que me levantará y me acomodara de perrita en el piso alfombrado, y volvió a meter su pitote en mi culito que a estas alturas ya estaba abierto y no le costaba trabajo meterlo y sacarlo:

-¡Papito hazlo despacito! Me vas a dejar muy abierta, ouch ouch, aaahhh aaahhh

-Mamacita no puedo detenerme, aagghh aggghh, se siente sabroso

Recordé los consejos de mi amiga Elvira, contraer mis nalgas y ano para presionar la verga de mi macho, me dijo que eso les gusta mucho, les encanta que les hagan mordidas de perrita, cuando lo empecé hacer vi su cara de satisfacción:

-Ufff que rico se siente, no te detengas chiquita

-¿Te gusta cómo me como tu pitote con mi culito? Te voy a sacar toda la leche

-Siiii chiquita, sacala toda, uufff uufff ya no aguanto, aaaggghhh aaahhh

Se vino dentro de mi culito, sentí como lo llenaba con ese tibio líquido, y todavía al sacar su pitote salpico mis nalgas abundantemente. Se tiro en el sillón con su verga aun erecta, lo cuál aproveché acercándome a gatas hacia él, separé sus piernas acomodé mi cara frente a su verga y la empecé a mamar, pasaba mi lengua en su cabeza suavemente, la pasaba por el tronco, llegaba a los testículos jugaba con ellos, engullía su verga hasta dónde más podía, provocando algunas arcadas, hasta que se la deje limpia saboreándome la leche de mi macho.

Nos pasamos a la cama a descansar un poco, pero antes pasé al baño para limpiar mi culito abierto.

-Aahhh Linda que deslechaste muy rico, te encanta la verga

-Si papito ya no soy la tonta de antes, ahora voy a disfrutar jajaja jajaja

-Jajaja jajaja de tonta no tienes un pelo, pero de putita lo tienes todo

No me sentí para nada ofendida, disfrutaba mi nueva faceta de putita, quería coger con cuanto macho me asediara, bueno así pensaba hasta que Tony el macho que me inicio me diera mi castigo, más adelante les platico como fue.

Después de un rato de charlar y descansar me volví a prender, me acomode de tal forma que hicimos un 69, se comía mi rajita y otra vez me engulli su verga, quería hacerlo otra vez por mi culito, pero le dije que no porque ya mi panochita quería verga, bromeando lo amenace que si no le daba a mi panochita saldría a buscarme otro macho. Seguimos un rato más haciendo el 69, me arranco dos orgasmos muy intensos, ya estaba muy lubricada entonces me monte en su verga, de cuclillas y dándole la espalda subía y bajaba y el levantaba sus caderas a la vez que tomaba mi cintura para llegar más profundo, que bien lo hacía, me retorcía de placer tuve otro orgasmo, baje mis piernas para apoyarme en el colchón e incliné mi cuerpo hacia delante los más que puede y movía las caderas en círculo, el lo disfrutaba mucho, volvimos a cambiar de posición ahora de misionero, se comía mis tetas y pezones, nos besábamos y mordíamos los labios con una pasión desenfrenada, hasta que explotamos juntos otra vez.

Nos quedamos acostados, acariciando nuestros cuerpos mutuamente, me dijo que vendría en un mes a entregar otros pedidos, que el me buscaría para salir una vez más, le dije que estaría ansiosa esperándolo. Ya por la madrugada me llevó a mi casa nos despedimos con un rico beso, entre a mi casa sin hacer mucho ruido, al otro día le dije a mis padres que me divertí mucho, el resto del día lo pasé con mi hijo, en la noche antes de dormir estuve pensando en todos los encuentros de sexo que había tenido, ya deseaba ver nuevamente a Tony para coger en lo que Don Matías venía otra vez.

Empezó mi semana laboral sin cambio alguno, al mediodía en mi trabajo recibí la llamada de Tony sólo para citarme en el bar de Fernando, no me extrañó, llegué por la tarde al bar no había mucha gente, Tony me esperaba en una mesa:

-¡Hola mi amor! ¿Qué tal lo pasaste sin mi estas dos semanas? - pregunto muy efusivo

-La verdad muy aburrida, me dejaste abandonada, por lo menos me hubieras llamado para avisarme - le contesté un poco sarcástica

-¿De verdad lo pasaste mal? Perdóname, pero ya estoy aquí para compensar mi ausencia

-¿Y tu como lo pasaste? De seguro muy bien más si ibas acompañado - se lo dije muy celosa

-No mi amor fui a un asunto de negocios, solo y mi alma, no te enojes

Estuve indiferente mientras el me platicaba de su negocio, le respondía poco, hasta que me dijo que iríamos a un lugar más íntimo, le dije que no tenía mucho tiempo que tenía que estar con mi familia, por fin me convenció y nos fuimos a su departamento, pero yo seguía con la idea de hacerme la difícil.

Llegamos a su departamento nos pusimos cómodos en la sala, empezó a besarme yo esquivaba sus besos, había pensado que si iba a ser una puta también seria cabrona, manipuladora de los hombres a mi antojo, le decía que no me tenia contenta, después de tanto insistir deje de negarme, le besaba muy cachonda, me empezó a desnudar mientras le decía:

-Eres un cabron, me dejaste sola y urgida, y si estuviste con otra terminamos

-Tranquila nena, un macho como yo puede tener a las hembras que quiera

-Conmigo no juegues Tony, porque puedo ser peligrosa

El hizo caso omiso de mis palabras, ya me tenía desnuda por completo y él también estaba desnudo, seguía besándome acariciándome, yo estaba ardiendo mi panocha estaba muy mojada, con muchas ganas de verga, me puso de perrita en el sofá jugando con su verga entre mis nalgas:

-¡Ya papito, cógeme por favor, tu puta quiere verga! - le decía muy caliente y ofrecida

-Con calma putita, hoy vas a saber lo que es bueno, vas a coger como nunca

De repente me dio dos nalgadas, con mucha fuerza en la palma de su mano y con un fuete repitió la dosis, respingue volteando a verlo enojada:

-¿Qué te pasa cabron? Me arden mis nalgas

-¡Cállate puta te voy a enseñar que con tu macho no se juega! - y medio dio otra vez con el fuete en las nalgas

-¿Qué te pasa Tony? Así no me gusta - le dije molesta pero a la vez asustada

-Según tu estuviste sola extrañando mi verga, pero ¿qué tal te divertiste con el pendejo que te invito los fines de semana que no estuve? - lo dijo encabronado

-¿Quién te dijo eso? No salí con nadie amor te lo juro

Me tomó del cabello hincándome, poniendo su verga en mi cara.

-¡Te dije que eres mi puta! , ¿o no?, ¡te dije que yo soy tu macho! Pero se de buena fuente que le diste la nalgas al proveedor de vinos, ¿o crees que soy pendejo? - no le contesté yo estaba sorprendida, ¿cómo carajos se enteró? me preguntaba

-Papi no te enojes fue solo un desliz, ya sabes que tú eres mi macho, eres mi papito - lo dije muy sumisa

-Mira putita para que te quede claro, sin mi permiso no coges, yo decido a quien puedes darle las nalgas ¿entendiste?

Me levanto y comenzó a besarme bruscamente mordía mis labios, magreaba mis nalgas y senos, me tiro en el sofá poniéndome otra vez de perrita y azotaba mis nalgas con el fuete:

-¿De quién son estas nalgas y panocha de puta? ¡Dilo!

-¡Son tuyas papi! Tuyas mi amor

-Correcto, ¿quién decide si coges o no?

-Tu papito, eres mi dueño

-Vamos bien, de ahora en adelante cuando te dirijas a mí me dirás: Mi señor, no podrás cuestionarme lo que te ordene, pedirás permiso para hablar, ¿entiendes?

-Si Tony… Digo Si mi señor

-Ahora vas a corregir tu falta

Puso su verga en mi boca, ni tarda ni perezosa comencé a besarle, pero de inmediato la retiró y me dijo:

-Para poder chupar y sentir esta verga en tus hoyitos, tienes que ganártela, demostrar lo puta que eres, y ya que tanto te gusto salir con tu proveedor, ahora vas a coger con unos amigos, ve a mi recamara y espera ahí

-Ssi ssi mi señor

-Así me gusta putita

Sin objetar y con mis nalgas rojas y adoloridas entre en su recámara, la verdad no entendía por qué no tenía fuerza de voluntad, ¿qué me pasaba? ¿la nueva Linda aparte de puta sumisa? No razonaba, solo entendí que debía obedecer a mi señor Tony…

En el siguiente relato les platicare como fue mi castigo, si es que debiera llamarlo asi