La puta de mi novio (04)

Durante unas vacaciones cometo una infidelidad que confieso, y mi novio me introduce en un mundo de perversión y fantasías.

Aviso: es recomendable la lectura previa del resto de capitulos.

Me despertó un cosquilleo, un lejano placer que fue transformandose poco a poco en una nueva excitación. Sentía desde la inconsciencia del sueño como se agitaba mi respiración hasta hacerse un suave gemido, un lento despertar pasando desde la locura del sueño a la casi consciencia del momento previo al abrir los ojos. En ese instante sentía algo recorrer de arriba a abajo mi sexo, muy despacio, con una delicadeza que me hacia mover las piernas sin sentido y agitar mi cuerpo suavemente sobre las sabanas. Abri mis ojos mientras mis manos se dirigian a mi entrepierna.

Tope con la cabeza de Cesar que al sentir mis manos sobre su pelo me dió los buenos dias mientras su lengua dejaba de lamerme y ascendia por mi vientre deteniendose un instante sobre mi pecho que la acogió con gusto. Rodeando mis pezones que reaccionaban a su saliva dando los buenos dias a su manera. Después su lengua se introdujo en mi boca. Su cuerpo estaba de nuevo encima del mio. Su pene empujaba sobre mi vagina acariciándome superficialmente. Estábamos empapados en sudor debido al calor de la noche. Moviendo un poco mi cadera logré que su polla consiguiese terminar en su objetivo.

De nuevo hicimos el amor. Entre abrazos y caricias. Recordando aquella primera vez con las sensaciones de ahora. Al cerrar los ojos volvia a ver las imagenes de la fantasía. Me volvi a encontrar con la sensacion de querer convertirla en realidad. Ya habiamos hablado de ello hacia un tiempo. Tiempo que lo convertia en una situacion muy lejana y que ahora no sabia si acariciaba ya entre mis manos. Era una fantasía de Cesar, aunque tambien la fantasía que toda mujer tiene pero que siempre piensa mas en conseguir. Aquella situacion me dejaba poco que reflexionar. El semen de Cesar me inundó y volvi a la realidad de las convulsiones de mi orgasmo. Mis sensaciones me hicieron coincidir con su orgasmo.

Permanecí en la cama un tanto desconcertada por el sueño y el cansancio. Cesar se levantó para ir al baño. Dejo la puerta de la habitación abierta. Una bocanada de aire limpio inundó toda la estancia. Habiamos tenido la ventana ligeramente abierta, pero aquella brisa de aire fresco me hizo incluso estremecer. Me incorporé para recoger las sabanas y poder taparme ligeramente y vi una silueta en la puerta. Me extrañó su altura por lo que no podia ser mi novio. Era una persona muy bajita. Cesar volvió del baño y cruzó breves palabras que no llegue a entender con la persona que me estaba mirando.

Vino hacia mi sonriendo: "Que descarado el chaval. Has calentado a mi compañero de piso". Yo me extrañe y le pregunte si vivia con niños pequeños. Cesar no pudo evitar dar una carcajada. Me dijo que era Juanma, un amigo de otro compañero del pueblo que llevaba ya algunos años viviendo en Barcelona. Intenté identificarlo mentalmente por si alguna vez lo habia visto por el pueblo pero apenas pude obtener una leve imagen. Es cierto que era bajito, apenas media un metro y medio. La conversación derivo sin tiempo a temas mas normales. Cesar me comentó los planes para el dia. Tenia que hacer mucho papeleo y yo le dije que mis padres iban a venir a visitarme una vez que ya habia terminado de instalarme en la residencia. Asi que nos despedimos mientras me vestía y decidimos de quedar al dia siguiente para bajar a la playa y aprovechar los ultimos dias de baño que quedaban.

El dia pasó a una velocidad frenética. Habia llegado a la residencia y me habia duchado a toda prisa antes de que vinieran mis padres. Casi en vez de quitarme el sudor habia conseguido sudar mucho mas. Cesar me llamó por la tarde para quedar esa noche, aunque no tenia fuerzas y finalmente quedamos en que me pasara a buscar por la mañana. Cogí la cama con ganas y enseguida me quede dormida.

Me desperté sobresaltada a media noche. Estaba agitada. Estaba sudando. Con las sábanas empapadas. Como estaban mis braguitas del sudor que caia por mi espalda. Encendí un mini ventilador que tenia en la mesilla y me levanté a abrir un poco mas la persiana. La claridad gano su particular batalla a la oscuridad. Quise cambiarme de ropa y al bajarme las braguitas sentí un cosquilleo que me estremecio levemente. A mi mente vino la imagen de mi cuñado y recordé sin mucha dificultad leves pasajes de mi sueño. Pasajes que me hicieron despertar justo en el momento que se avalanzaba sobre mi cuerpo. El resto lo recreé mentalmente cuando mi mano ya acariciaba mis labios vaginales.

Nunca me había atraido mi cuñado pero sin embargo ahora lo deseaba. Recorria presionando suavemente. Sintiendo como los labios se abrían al paso de la yema de mis dedos. Poco a poco fui penetrándome con uno, acariciando mi vagina por dentro, ese primer dedo dio paso a un segundo que inmediatamente fue abrazado por mi flujo. Yo pensaba en sus brazos, en su pecho y en como su lengua podría lamer cada centimetro de mi cuerpo limpiando y saboreando las gotas de sudor que surgian de mi cuerpo. Imaginé su polla entre mis pechos. Deje de masturbarme y me los acaricié.

Los apreté el uno contra el otro mientras imaginaba el tacto de su pene entre ellos. Como mi boca terminaba por acoger la punta cada vez que su polla volvia a aparecer entre mis pechos. Sentía su roce. Sentí el sabor de mi sexo al chupar mis dedos. Su imaginario pene bajo velozmente a mi entrepierna y mis dedos me penetraron muy profundo. Hacia tiempo que no me masturbaba yo sóla aunque encontré rapidamente los puntos que me llevaron al inexorable orgasmo. Poco pude hacer para extender su llegada al máximo. Imagine el semen de mi cuñado barrer mi clítoris y mientras me lo acariciaba sentía como al restregarlo sobre él terminaba de correrme. Sentí mi vagina presionar sobre mis dedos mientras mis gemidos inundaban el silencio. Estuve un rato sin sacarlos de mi hasta que de nuevo me encontré con el sueño.

Me desperto el movil. Cesar me llamó para decirme que lo esperase en la puerta de la residencia que ya salía para recogerme. Le advertí que tardaría el tiempo de una ducha. Me di cuenta que me hubiera gustado que ese tiempo fuera infinito. El agua tibia acaricio mi cuerpo. De nuevo sentí excitación cuando pase mi mano jabonosa entre las piernas, aunque no podia entretenerme con las caricias. Aunque si lo hice levemente cuando pase con el grifo de la ducha para aclararme, dejando que el agua me acariciara en cada rincón. De nuevo sonó mi movil asi que deduje que ya llevaria un rato esperándome. Me puse el bikini y cogi la toalla bajando a toda velocidad las escaleras. Riéndose y apoyados en el coche estaban hablando Cesar y Juanma. Ambos sonrieron al verme llegar agitada y solo con el bañador. No me esperaba a Juanma y como ibamos a la playa no creí oportuno vestirme de otra manera. Primero besé a mi novio que me agarró por la espalda y me atrajo hacia él.

Después me presentó a Juanma, al que por fin pude ponerle rostro. Sus ojos siguieron el movimiento de mis pechos hasta que tuvo mi cara enfrente de la suya. Si era muy bajito aunque me sorprendió mucho su constitución: era muy musculosa. Cesar me dijo que lo tenía que llevar al trabajo y aquello me alivió un poco. Me recorrian sensaciones extrañas y me parecía un tanto violento que nos acompañara a la playa. No hablé de nada en el trayecto, que se me hizo largo pese a que trabajaba muy cerca de la residencia. Con un "a ver si nos vemos pronto" se bajo del coche mientras Cesar me miraba y me decía que le ponía como una moto. Estuvimos hablando sobre él. Y me enteré que era bajito porque una enfermedad de niño le había impedido desarrollarse con normalidad. No presentaba malformaciones ni nada aparentemente. Salvo en los dedos de sus manos, el unico sintoma que tenía era su tamaño mucho menor del normal para un persona de su edad.

Llegamos a la playa justo cuando más gente habia. es curioso lo pintoresco de alguna de las gentes que alli se juntan, la ilusión que aparece en los rostros de los niños, y sobre todo las sensaciones de la arena abrasante bajo las plantas de los pies. Conseguimos encontrar un hueco alejado del agua pero tambien apartado de la aglomeración de gente. Nada mas extender la toalla Cesar se sentó detras de mi. Con mis manos recogí mi pelo mientras buscaba unas pinzas para retenerlo. Mi novio cogió la crema y comenzó a extenderla por mi espalda, en algunos instante sentí su boca besarme e incluso lamer mi piel con su lengua. Desabrocho la parte superior de mi bikini y la dejo caer sobre la arena. Comenzó a extender la crema por mis costados, acariciando tambien mis brazos y mis axilas. Me recosté sobre su pecho mientras sus manos abarcaban los mios.

Olvidamos por un instante la gente. Ladeé mi cabeza para besarle mientras que sus manos ya no se dedicaban a extender la crema sino a masajear y magrear a su antojo. Mi piel se erizó y recuperé la excitación de la ducha. El cosquilleo bajó de mis pezones a mi sexo. Volvi a mirar al frente y vi a gente tomar el sol despreocupada. A escasos metros de nosotros un hombre se hacía el dormido aunque de vez en cuando le pillaba con los ojos entreabiertos. La lengua de Cesar recorría mi nuca. Estaba calentandome mucho todo aquello hasta el punto que lleve mi mano hacia mi espalda, donde había ido notando presionar poco a poco el pene de mi novio que tambien había ido excitandose con las caricias. Se sobresaltó cuando con mi mano le acaricié la polla por encima del bañador. La acariciaba lentamente mientras me susurraba obscenidades sobre diversas personas que se encontraban a nuestro alrededor. Me estaba encendiendo por dentro. Casi ardía cuando me observó que dos chicos jóvenes estaban mirandonos y que no perdían detalle de mis pechos y de como reaccionaban ante las caricias de sus manos. No pude localizarlos cuando sentí su mano bajar por mi vientre, aunque accedió a mi invitación de adentrarnos en el agua.

-continuara-