La puta de mi hermana

Somos dos hermanos muy calientes, pero solo hasta ahora lo descubririamos.

Todo sucedió, cuando tenía 15 años. En esos tiempos, mi hermana vivía con nosotros, ella era mayor que yo por dos años, y para ser franco, era una mujer muy, pero muy tentadora, pero a mí ella me calentaba desde que cumplí 12 años.

A mí siempre me gustaba espiarla, la veía detrás de una puerta: mientras se cambiaba ropa, cuando se masturbaba y cuando se besaba con sus "amigas". Para mí, esto, era muy excitante. Mi hermana, era un poquito más baja que yo, tenía un rostro muy similar al de una barbie, ojos azules y pelo negro, calculo que sus medidas eran 100- 67- 101, era un sueño para cualquier hombre.

Pero a mí siempre me inquietaba algo en ella, el hecho de no tener novio, con ese físico, era bien probable que a todos sus conocidos le gustase. Debido a esta intriga pensé en buscarlo en su diario de vida, así que esperaría a estar sólo en casa para leerlo, ya que ella nunca salía con él, ni con sus llaves y la había visto ocultar sus llaves en un armario donde guardaba ropa.

Ese día llegó, yo estaba sólo en casa, por tanto entré a su habitación, abrí el cajón donde ocultaba las llaves; sorpresa fue para mí, ahí estaba su ropa interior, al verla me excité y me bajaron unas ganas de corrérmela, lo cual hice sin problemas, pero, descuidadamente me sequé con una braga de mi hermana. Justo cuando me terminé de secar, escuché llegar a alguien, era mi hermana, quien se dirigía a su habitación, lo único que hice fue esconderme debajo de su cama, dejando su braga mojada sobre su cama y uno de mis pies a la vista.

Rápidamente se dio cuenta ella, de que su braga estaba húmeda con semen, entonces revisó su habitación, hasta que vio mi pie y me descubrió, me sentó en su cama y me preguntó: ¿Qué hacías acá antes de que yo llegara?

Pensé un rato en mi respuesta, pero ella siendo más astuta que yo, me dijo: Si no me convences, voy a mostrarle a mamá esto, y me mostró su braga con la que me había secado.

Sin dudarlo le dije la verdad.

Luego ella me abrazó y me dijo:

¿Quieres saber quién me gusta? Me preguntó y sin dejarme responder me dijo: Tú.

¿Yoooo? Le dije con incredibilidad.

Si, tu Me respondió, me gustas desde que té vi, por casualidad, masturbándote diciendo mi nombre y al ver tu polla me excité mucho, luego te descubrí espiándome, mientras me cambiaba de ropa, lo cual me hizo anhelar satisfacerte en un principio con lo que te dejaba ver, después de un tiempo he querido que seas el primero en mi vida. Ahora sólo quiero tenerte y a la vez ser tuya.

Terminado de decirme esto, se sacó la blusa, y como estaba sin nada abajo, quedaron sus senos perfectos a mi vista, al verla así me excité como nunca. Ella tomó mis manos y las puso sobre sus senos y me dijo: Es ahora, que estamos solos, cuando lo haremos.

Sin pensarlo dos veces, empecé a acariciarle sus senos, lentamente nos fuimos desvistiendo, nos besamos, hasta ahora el más rico de mi vida, mientras nos besábamos nuestras manos tocaban cada centímetro de nuestros cuerpos desnudos. Cada uno empezó a masturbar al otro, mientras yo le mordía los pezones, luego empecé a bajar lamiéndole, hasta llegar a su clítoris, empezando aquí, un juego con mi lengua, con el que hice que mi hermana diera unos gemidos de placer, los cuales me excitaban cada vez más.

Al terminar volví a besarle, le tocaba sus senos y empecé, lentamente, a penetrarla, los gemidos de mi hermana ya eran gritos de placer, me acosté y dejé que me cabalgara, parecía una experta saltando sobre mi polla. Retenía todo el semen, hasta que me dijo: Dame tu leche, quiero probar tu leche. Entonces saqué mi polla de su sexo y ella empezó a lamamérmela, me vine en su boca, ella tragó todo mi semen, terminamos, diciéndome: ¡Que bien me lo haces! Desde ahora cada vez que tengamos oportunidad lo haremos.

Pero yo siendo más astuto, me la follaba a diario.

Continuará