La puta de mi abuelo

Una nieta fogosa, con un cuerpo exuberante se trata de aprovecha de su abuelo, sin embargo el, zorro viejo sabe sacar provecho de ella.

LA PUTA DE MI ABUELO

Hola, mi nombre es Carmen y  luego de mucho tiempo de estar leyendo relatos acá en la web , me anime a contar  quizás la historia sexual más fuerte de mi vida.

Desde muy chica que el sexo me llamo mucho la atención.  Espiaba a mis padres , que eran muy activos sexualmente , escuchándolos a través de la puerta, me excitaba de sobre manera escuchar a mi madre quejarse cuando mi padre la penetraba, veía películas porno y me masturbaba con mucha frecuencia deseando perder mi virginidad de una buena vez y comenzar a disfrutar mi sexualidad. No paso mucho tiempo, cuando a los 14 años un vecino de mi edad, fue el afortunado de arrebatarme mi preciada virginidad. Por su inexperiencia, no fue un encuentro muy placentero o largo como había soñado y visto montones de veces, fue algo rápido, a escondidas, pero en fin ya eso me abrió las puertas de un mundo de posibilidades.

La naturaleza y herencia de mi madre, me dotó con un físico muy atractivo. Siempre me destaque por el resto de mis compañeras de ser la más tetona del curso. Me considero atractiva, tez blanca , nariz fina , ancha de caderas, tengo un buen culo grande , acinturada y siempre he tratado de ser muy sensual.

Tuve algunos encuentros con chicos de mi edad, pero nada importante, hasta que un tipo de 22 años me saco de la disco (yo tenía 16 ) , me llevo a un motel y recién ahí comencé a disfrutar el sexo como loca.  Desde ahí que me fije siempre en hombres mayores, más experimentados. Me gustaba follar cómodamente, no en un auto o en la casa de ellos donde en cualquier momento podía llegar alguno de sus padres, no a mí me gustaba follar cómodamente, como debe ser. Por lo mismo centre mi atención en hombres mayores, que tuviesen lugar donde follar, con más experiencia, que me dieran un buen encuentro sexual y hasta a veces obtener algún regalo de parte de ellos.

Me di cuenta que era un imán para los hombres mayores y que al ser atractiva, sensual, y tan caliente, podía obtener muchos beneficios con mi cuerpo, ya que los estudios no eran lo mío, como será que tuve que follárme a mi profesor para hacer que este me pasara de curso a base de sexo.

Salí del colegio, me fui a un instituto, ya que de la universidad ni hablar, pero perdí el año ya que nunca iba a clases, luego me inscribieron en otro, paso lo mismo. Mis padres ya se aburrieron conmigo y me dijeron que ya no podían darme estudios y que si o si, tendría que ponerme a trabajar.

Estaba algo acorralada, tenía 20 años , mi padre había dejado de financiarme, como para obligarme a trabajar tuve que acceder más a sus peticiones, como hacer el aseo en la casa etc, cosa que tampoco era lo mío. Hasta que llego el cumpleaños de la abuela y obvio, me obligaron a ir.

Mis abuelos tienen un muy buen pasar. Mi abuelo tiene varios negocios donde le va muy bien. Nunca fui apegados a ellos incluso sentía algo de repulsión por mi abuelo,  que a pesar de ser su nieta, yo notaba que siempre me miraba las tetas más de la cuenta. Es más, haciendo recuerdos, me acuerdo que cuando yo tenía 13 años, el viejo degenerado me sentaba en su falda y ahora que estoy grande me di cuenta que lo que sentía bajo mi culo, seguramente era la verga del viejo cochino.

Llegamos salude a todos y entre esos a mi abuelo. De inmediato sentí su mirada sobre mis tetas ( bueno que me encanta mostrar lo que la naturaleza me entrego, no lo culpo ) , pero no le di importancia y así trascurrió el almuerzo, junto a mis otros tíos y primos.

Estábamos en el patio de su gran casa, cuando mi abuelo acercándose a mis padres me toma de la cintura y le dice el comentario a mi padre lo hermosa que estaba su nieta. Yo me reí nada más, tratando de no demostrar el rechazo hacia mi abuelo. Sin embargo, en el transcurrir de la tarde, admirando el flamante auto de mi abuelo, algo se me vino a la mente: Si yo estaba buscando trabajo y mi abuelo tenia tantos negocios, era muy factible que me pudiese acomodar en alguno y siendo su nieta, podría obtener algún beneficio de la situación.

Espere que mi abuelo estuviese lejos de todos, cuando entró a su casa, lo seguí. Entró al baño y cuando salió me acerque y le dije si podía conversar con él. El de inmediato me dijo que si y me hizo pasar a su estudio, cerrando la puerta. Nuevamente me dijo lo bonita que yo estaba y otros piropos, hasta que me pregunto que necesitaba. Le conté que mi padre ya no me pagaba los estudios, que tampoco me interesaba estudiar, pero sí que me gustaría conseguir trabajo y que si dentro de sus empresas, no podría encontrarme un puesto para mí. Mientras yo le hablaba, mi abuelo me miraba de arriba abajo desnudándome con la mirada. Esa tarde yo andaba con una minifalda muy corta y como siempre con una blusa muy ajustada que mostraba mis generosas tetas. Mi abuelo por más que trataba de mirarme a los ojos se le iba la mirada hacia mis pechos y yo al contario de otras veces, los hacía resaltar más aun.

Se acerca a mí, me toma la mano y me dice que no tenía ningún problema, que el lunes me acercara a su oficina y que algo me buscaría, dándome un fuerte abrazo, más largo que la cuenta quizás.

Llegue el lunes a su oficina, pregunte por él y de inmediato me hicieron a pasar a su oficina en el 3º piso. Una secretaria muy atractiva me acompaño hasta la oficina de mi abuelo, donde este leía despreocupadamente el diario. Me saludo con un fuerte abrazo, luego de conversar un rato,  llamo a una mujer para que me enseñara lo que ahí tenía que hacer. Poco a poco fui aprendiendo, me gustaba lo que hacía, aparte que mi abuelo siempre me sacaba de la oficina, me hacia acompañarlo a visitar clientes, almorzar etc. Claro que tenía que aguantar que me tocara las piernas cuando íbamos en el auto,  que me abrazara, que me acariciaba el cabello etc.

Se notaba que yo le gustaba al degenerado de mi abuelo,  se quedaba pegado mirándome con mi ajustado vestido de trabajo y cuando se ponía detrás mío mientras yo escribía, sentía que su mirada se perdía en mis tetas, mientras me acariciaba el cabello, o cuando subíamos por el ascensor, me tomaba de la cintura, uno se da cuenta cuando esos gestos son de cariño o buscan algo más, en el caso de mi abuelo, no eran de cariño.

De todas formas no me importaba, mi abuelo tenía mucho dinero y yo tenía pensado hacer todo lo posible por lograr ascender a como fuera lugar en la empresa, aunque tuviese que acostarme con él, total uno más en mi lista,  daba lo mismo.  Fue así como yo también empecé un pequeño juego con él, me mostraba siempre muy cariñosa, me apegaba a él. Le colocaba las tetas muy cerca de su cara, a veces le hacía masajes en el espalda, haciéndole chocar mis tetas contra su cabeza. Mi abuelo cada vez reaccionaba más conmigo, me dedicaba más atención, me invitaba a salir más veces, diciéndome que le gustaba que lo vieran con una mujer tan joven  y atractiva como yo.

Una mañana lo acompañe a comprarse ropa y de paso me compro una buena cantidad para mí. Me decía que me gustaba verme bonita y yo me probaba la ropa y se la lucia, viendo en sus ojos el deseo por su nieta.

Mi abuelo debe estar ya por llegar a los 70 años, es grande de porte,  gordo,  algo calvo y el resto de pelos que tenía eran blancos, con una buena panza, siempre muy elegante, se notaba un viejo con dinero.  A su edad seguramente estar con alguien como yo, casi 50 años menor debe haber sido un sueño. Poco a poco el fue tomando más confianza, hasta que comenzó dándome unas pequeñas palmadas en el culo, las que a lo largo del tiempo se transformaron en suaves caricias a las que yo no daba importancia.  Cuando manejaba siempre me ponía su mano en mi pierna y yo en la de él, cada vez más arriba por ambas partes.

Ya las caricias de su parte hacia mi eran cada vez más evidentes, yo sabía que en cualquier momento, mi abuelo daría el primer paso y así lo hizo. Me dijo que tenía una reunión con unos exportadores que quería que lo acompañara a la costa para ver si podía cerrar un trato, para ir aprendiendo el negocio. Obviamente le dije que no tenía ni un problema en acompañarlo. Me dijo que me pasaría a buscar a las 6 de la tarde, que llegaríamos a dormir allá, para estar muy temprano al otro día en la reunión. A mis padres obviamente no les pareció nada de extraño  que saliera con el y así partí con mi abuelo hacia la costa, sabiendo muy bien lo que ahí iba a pasar. Sabía que tenía que dar mi paso en el viaje, y conversando y conversando, le dije que estaba ahorrando ya que estaba interesada en comprarme un auto, lanzando mi primera indirecta.

Llegamos al hotel, al lado de la costa, me mando a comprar cigarros a la esquina y cuando volví, me dijo que había un problema, que la reservación que le habían hecho estaba por solo una persona y que no quedaban más habitaciones. Sabía que era una mentira, pero de inmediato le dije que no tenía problemas con eso, que total era mi abuelo, que mal nos haría dormir juntos una noche.

Yo sabía muy bien que esa reservación nunca existió, o que fue solo de una cama, que mi abuelo había preparado el terreno para tirarse de una buena vez a su nieta, y esa noche lo conseguiría, claro que no le saldría barato,  por lo que yo  actuaba de la manera más ingenua para ayudarle a sus incestuosos planes. Una hermosa habitación, con vista al mar, y una cama muy grande que serviría para conseguir mis propósitos.

Bajamos almorzar al primer piso, un lujoso restaurant, donde nuevamente le plantee mi necesidad de adquirir un vehículo y si él podía ayudarme a financiarlo y que me lo descontara mensualmente  de mi sueldo. Mi abuelo que no perdía la atención a mi generoso escote, me tomaba de la mano y me decía que no tenía problema con eso, que en iríamos a ver un auto y que de ahí veríamos como hacer el tema del pago, consiguiendo de mi parte un gran beso en la mejilla y un abrazo muy apretado. No  dejaba de adularme y yo me mostraba muy coqueta con el, sabiendo bien lo que me esperaba al subir al cuarto.  Luego de bebernos un trago de bajativo, subimos a nuestra habitación.

Nos bebimos otro trago en el balcón, fumándonos un cigarro, mientras él me tomaba de la cintura y me decía que estaba muy contento que lo acompañara en sus negocios. Entramos y le dije que me pondría mi camisa de dormir, aunque me daba algo de vergüenza, porque había pensado que dormiría sola y que de haber sabido, me hubiese traído un pijama menos revelador. Mi abuelo mordiéndose el labio, imaginándome seguramente, me dijo que no me preocupara, que total era su nieta y que él tampoco había traído pijama, que solo dormiría con su ropa interior.

Saqué mi camisa de dormir especialmente comprada para la ocasión  y entre al baño.  Me desnude  completamente y me coloqué la camisa de dormir, que era imposible que dejara indiferente a mi abuelo.  Semi transparente, de color azul, me veía como una diosa, mis grandes tetas apenas se  tapaban  en la zona del pezón, mis piernas gruesas y mi prominente cola tapada solo hasta la mitad por mi corta prenda de dormir y un calzón diminuto del mismo color, que haría delirar a mi abuelo. Vestida así, realmente como una puta, salí del cuarto de baño, donde mi abuelo me esperaba ya acostado en la cama.

Casi le da un infarto al verme vestida así, caminando sensualmente por el cuarto, disculpándome con el ingenuamente, repitiéndole que de haber sabido que compartiríamos cuarto, me hubiese traído algo menos revelador. Mi abuelo casi no le salían las palabras, diciéndome que me veía preciosa, con una cara de baboso imaginándose ya tener en sus manos el cuerpo de  su nieta. Me acosté a su lado, dándole un beso en la mejilla de buenas noches, casi colocándole las tetas en la cara, para luego darle la espalda, pidiéndole que apagara la luz.

Pero no lo hizo, se apegó por detrás, yo actuando como si fuera de cariño, pero sintiendo de inmediato  algo duro que quedó contra mis nalgas. Hice como si no lo hubiese sentido, mientras él me acariciaba el pelo, diciéndome que tenía una nieta muy bonita que tenía mucho que enseñarme aun. Yo le decía que me gustaba estar con él, que quería aprender el negocio para tener una buena situación, ganar dinero y el diciéndome que con el conseguiría todo, siempre y cuando fuese una buena nieta.  Fue ahí cuando su mano que acariciaba mis cabellos, se metió bajo las sabanas y primero me comenzó acariciar la cintura y luego una suave caricia en mi culo.  Me mostré como sorprendida, moviéndome solo un poco pero sin sacarle la mano de mi culo.

-       Eres muy bonita

-        lo dices porque soy tu nieta

-       Nooo .. es verdad , eres toda una mujer

-       ¿Me encuentras bonita?

-       Divina mi amor … ¿te gusta que te haga cariño?

-       Mmm si … aunque me da algo de calor

-       Déjame correr la sábana … esta mejor así

-       Si .. mejor , tengo calor …

-       Mmm tu me hace sentir a mi calor …. Con estas bonitas piernas ( acariciándomelas)

-       ¿Tu encuentras?

-       Oh mi reina , claro que si … son hermosas , mmm muy suaves

-       Mmmm

-       Tienes una figura espectacular

-       No se .. yo creo que estoy algo gorda

-       Estas loca , eres hermosa

-       No mira , tengo rollos  ( colocándole la mano en mi vientre)

-       Mmmm … no mi princesa , eres una diosa , hermosa, no te sacaría ni un kilo, estas hecha a mano

-       No se … me gustaría ser menos culona

-       Oh mi cielo ..  tienes un culo divino ( ya acariciándomelo )

-       Abuelo, que haces!

-       Mmmmm haciéndole cariño a mi nieta

-       Noooo ,, ahí no … corriéndole al mano

-       Por que no mi amor, si es solo un cariño

-       Mmm pero no está bien

-       Ohhh mi linda niña , como quieres que un hombre no haga esto si estas hecha a mano

-       Ahhh abuelo .. no sigas .. no

-       ¿No te gusta acaso los cariño de tu abuelo?

-       Si , pero …

-       ¿Pero que?

-       No se , me hace pensar cosas

-       ¿Qué cosas?

-       Tu sabes .. cosas

-       Mm a mi también me pasan cosas …

-       Pero abuelo ¡ .. soy tu nieta

-       Mmmm pero eres toda una mujer .. yo te dije que te quería enseñar cosas

-       Pero pensé que era de trabajo

-       A veces mi amor hay que hacer otras cosas para ascender en la vida …

-       ahhh abuelo, ¿ que te está pasando?

-       uf si supieras como me tienes …

-       ahhh .. si se te está notando … mejor no

-       ¿no te gusta mi princesa?

-       Si, pero no está bien , soy tu nieta!

-       será nuestro secreto, podemos pasarlo muy bien …

-       abuelo .. mejor duérmete que me haces ponerme nerviosa

-       relájate .. acuérdate que quieres un auto … pues bien , si me tratas bien , lo podemos ver y me lo pagas dejando que el abuelo te haga cariño.. mm ¿Qué dices?

-       ¿de verdad?

-       de verdad,

-       ¿ solo cariño?

-       Mi amor .. seamos sinceros .. me gustas mucho , mira como me tienes , déjame hacerte mía esta noche y conseguirás todo lo que quieres con tu abuelo

-       mmmm .... se siente rico

-       eso es mi niña … ufff como te deseaba … mira nada más que pedazo de mujer

Ya no había vuelta atrás. Mi abuelo me apretaba por detrás y me acariciaba suavemente las tetas. Sentía abajo la presión de su verga frotándose contra mi culo y si la violación iba hacer inminente, más vale que lo disfrutara y la verdad las caricias sobre mis tetas ya me habían puesto cachonda.

Me acostó de espaldas y me beso en la boca. Me daba un poco de asco besarlo, pero me las aguanté y su lengua se metió en mi boca y no me quedó más reparo que chupársela.  Me manoseaba las tetas y el culo, hasta que cortó el beso y se fue en picada a mis tetas, confesándome que hace mucho tiempo lo volvían loco. Me las apretó fuertemente , manoseándomelas descaradamente, hasta que me las sacó y se las engulló, chupándomelas muy fuertemente, metiendo su cabeza entre ellas y yo dejando que hiciera todo lo que quisiera. Las agarraba con sus grandes manos apretándomelas muy fuerte, restregándoselas por la cara.

Comencé a fingir que me excitaba, respirando más fuerte y gimiendo suavemente. Pensé que el encuentro duraría muy poco. Al verlo tan excitado seguramente no aguantaría mucho. Lo más seguro es que me comería la concha, típico de los viejos que no se les para )  y me la metería un par de minutos acabando de inmediato, donde yo haría mi mejor actuación de estar excitada, y alcanzar un orgasmo junto a el. MI abuelo estaba como loco con mis tetas , metiéndome ya la mano por todos lados. Se arrodillo entre mis piernas, mirando a su nieta semi desnuda, con sus grandes tetas al aire, sus piernas abiertas y con tan solo un diminuto calzón azul que ocultaba su sexo. Fue ahí cuando metió su cara entre mis piernas y comenzó a besarme la concha por sobre la tela, para luego correrla un poco hacia el lado y meterme su lengua.  Reconozco que ahí si me excité, se notaba que el viejo sabía lo que hacía. Al poco rato me tenía muy caliente y realmente disfrutando de la comida de concha que mi abuelo me hacía. Duro un buen rato , hasta que saliéndose de ahí se acostó a mi lado y yo me dí vuelta ofreciéndole mi culo, sintiendo nuevamente las manos de mi abuelo en mis tetas.

En medio de las caricias, mi abuelo me toma de la mano y me la lleva atrás para que se la tocara. Obediente estiré mi mano hacia atrás, sin muchas ilusiones, sin embargo cuando meto mi mano dentro de su ropa interior, me encuentro con un enorme pedazo de carne de dimensiones descomunales. Sorprendida comencé a tocar el miembro de mi abuelo que realmente era de película porno.  Jamás había tenido un verga de esas dimensiones en mi mano y menos dentro mío. Me excito de sobre manera ver si era capaz de tragarme una verga de esas dimensiones.

-       Ufff abuelo

-       Mm ¿que te parece mi reina?

-       La tienes enorme ¡!!

-       Nunca he tenido quejas de ella

-       Es que realmente es muy grande

-       Ven , échale una mirada

Mi abuelo me suelta, queda de espaldas y sacándose su ropa interior queda ante mis ojos una verga de dimensiones increíbles !!. Jamás se me pasó por la mente que mi abuelo tendría semejante cosa entre sus piernas.  A pesar de que su gran barriga de pelos canos no lo hacía verse muy sexy, esa verga larga  y gruesa que no dejaba de mirar me volvió loca.

-       Dale un beso ahí a tu abuelo mi reina.

Menos mal que me lo pidió por que mi boca se iba sola ahí.  Me acomodé un poco más abajo, agarrándosela con ambas manos, admirando la pitón que mi abuelo se gastaba. Era tan gruesa que mi mano no alcanzaba abarcarlo por completo.

Se La chupe con todas mis ganas, mientras el estiraba su mano y me manoseaba el culo. Le di una chupada espectacular, zampándome la verga más grande que he visto en mi vida. Nunca imagine que el viejo gordo de mi abuelo tuviese una herramienta tan grande y con solo imaginármela dentro mío  mi concha se mojaba , mas ayudada por los dedos de mi abuelo trajinándomela.

-       Eso mi reina , sigue así

-       Mmmm

-       Que rico le chupas la verga a tu abuelo … si … si

-       Mmmmm

-       Subete arriba del abuelito

Había llegado el momento, ya no podía negar que me moría de ganas de sentir ese enorme pedazo de carne dentro de mí.  Rápidamente me saque los calzones para que entrara sin problemas y me monté sobre mi abuelo. Apenas sentí esa enorme cosa en la posición indicada bajé un poco sintiendo como todo mi coño era ocupado por la descomunal verga de mi abuelo. Mas y mas abajo y la verga de mi abuelo parecía que no tenía fin, causándome hasta algo de dolo por su grosor y longitud. Comencé a moverme de arriba abajo, enterrándome la verga de mi abuelo,  apoyada en su barriga, mientras el solo estiraba las manos y me manoseaba las tetas. Sentía mi coño por completo lleno con el pedazo de carne de mi abuelo y eso que no llegaba hasta abajo. Mi abuelo me hizo ponerle las tetas en la cara y aferrado a mi culo comenzó a moverse y a enterrármela, mientras no dejaba de chuparme las tetas. Realmente estaba disfrutando de la cogida que me daba mi abuelo, y ya mis gemidos no eran fingidos, salían espontáneamente cada vez que me enterraba su verga.

Ya entregada al placer, no tuve en reparo en ponerme en cuatro patas como mi abuelo me lo pidió. Con mi culo en pompa y mi abuelo al costado de la cama, me agarró de las nalgas y me comenzó a chupar el culo y la concha degeneradamente sabiendo que era solo momentáneo esa pausa de verga. Luego me toma por la cintura y apenas alcance a decirle que no me la metiera muy adentro, cuando nuevamente mi concha recibe la enorme tranca de mi abuelo haciéndome estremecer. Una , dos , tres metidas suaves y luego me la manda a guardar por completo, sacándome un grito , sintiendo como mi abuelo me la metió hasta el fondo dejándomela ahí sin moverse , aferrado a mi cintura causándome dolor , pero a la vez placer, al verme completamente llena , sintiendo como su enorme tronco llegaba a lugares jamás antes explorados. La saca y vuelve a darme dos o tres metidas suaves y nuevamente la mete hasta el fondo, causándome una dolor que no pude aguantar, debiendo echarme hacia adelante y decirle que no la metiera tan adentro que la tenía muy grande y que me había dolido. Me dice que lo hará mas fuerte y nuevamente, sumisa adopto la misma posición, sintiéndome nuevamente invadida por su verga, esta vez entrando solo la mitad.

Aferrado a mis nalgas, mi abuelo comenzó a follarme más suavemente, pero de toda forma deliciosa. Su enorme verga entraba ya a la perfección en mi concha , dándome un placer nunca antes experimentado, sintiéndome toda una puta , llena de verga no me di cuenta cuando yo misma echaba el culo hacia atrás buscando mas y mas carne hasta que le pedí a mi abuelo que me la metiera un poco más adentro. Mi abuelo hizo caso y la metió más adentro, se sentía mucho más rico y jadeando le pedí un poco más , luego otro poco, hasta que ya nuevamente la enorme tranca de mi abuelo estaba por completa dentro mio causándome dolor , pero ya un dolor soportable que al rato se desvaneció y comencé a disfrutar como nunca, inundando el cuarto de gemidos los que luego se transformaron alaridos  causándome un placer que no pude contener y comencé a acabar escandalosamente , mientras mi abuelo aumentaba el ritmo y la fuerza de sus embestidas llevándome hasta el cielo !!!.

Pero mi abuelo no acabó, continuó con su verga parada, dándome por detrás, orgulloso seguramente de haber dado un orgasmo a su nieta. Me empujo y caí de boca a la cama , con las piernas abiertas. De inmediato sentí su cara en mi culo, besándomelo por todos lados, separándome las nalgas y sintiendo su lengua en mi ojete. Jamás en la vida dejaría que semejante cosa entraría por ahí, eso ni pensarlo, pero el viejo sabía mover la lengua y a pesar de haber alcanzado mi orgasmo, disfrute de sus caricias orales.

Pero el no había acabado aun y quería disfrutar más de su voluptuosa nieta. Me hizo chupársela nuevamente arrodillándose a mi lado y metiéndomela en la boca, diciéndome que sería su putita. Ahí me confesó que el era de follar solo una vez en la noche, por que después no se le paraba, pero por lo mismo le gustaba follar harto rato y realmente fue así. A pesar de poner mi mejor empeño chupándole la verga a mi abuelo, esta permanecía como un roble y no daba ni muestras de querer acabar.  Me desnudó por completa, , me acostó de espalda, me beso por todos lados,  se montó sobre mí y me metió su verga entre mis grandes tetas , apretándolas contra ella , llevándola hasta mi boca .  En la misma posición, me colocó sus huevos, que también eran enormes,  en la boca obligándome a que se los chupara. Luego separándome las piernas , se acostó sobre mí y me penetró nuevamente , afirmándose de mis nalgas.

Con mis piernas abiertas y mi abuelo entre ellas, sentía su peso sobre mi cuerpo y su enorme verga nuevamente llenando mi concha. Me encantaba, aunque sus besos no me gustaban igual tuve que besarlo mientras me follaba. Para evitarlo, le dije que me cogiera por detrás, acostándome de lado, dándole la espalda, mi abuelo se apoderó de mis tetas y me metió nuevamente su cosa por detrás.

Quede nuevamente de boca con mi abuelo sobre mí, perforándome por detrás una y otra vez. Luego se acostó de espalda, me hizo montarme sobre el también de espaldas, con su cosa metida en mi concha y sus manos agarrándome las tetas y  abriéndole el coño, mientras yo me movía de lado a lado restregándole el culo sobre su cuerpo. Luego me hizo sentarme sobre él, dándole la espalda subiendo y bajándome enterrándome su cosa, nuevamente gimiendo sin fingir, ya que su enorme verga me entregaba un placer indescriptible. Como disfrutaba la pitón de mi abuelo, subiendo y bajando enterrándomela por completo.  Me hace darme vuelta, le coloco las tetas en la cara y sigo moviendo muy rápidamente sin dejar de trabajar sobre su verga, apretándosela con mi vagina, tratando que se viniera de una vez, aunque la cogida que me estaban dando era impresionante. Ya me iba a venir de nuevo y mi abuelo como loco me chupaba las tetas sin dejar de enterrármela, pero no mostraba ganas de acabar. Sabía bien que si me hacia acabar de nuevo ya las ganas se me quitarían, me secaría y me dolería la verga de mi abuelo, así que tenía que hacer todo por hacerlo acabar ahora.

Saqué todo lo puta que tenía en mi y chupándole la oreja, gimiendo más fuerte, pidiéndole que me agarrara el culo…

-       Ahhhhhhhh ¡ agárrame el culo!

-       Ahhhh que rica

-       ¡eso asi!, ¡fuerte!

-       ahhhhhhh

-       ¡Me vas hacer acabar de nuevo!

-       Córrase mi amor , mójele la verga a su abuelo

-       No.. quiero tu leche dentro mío … échame tus mocos adentro..

-       Ah no me digas eso mi reina que me matas!

-       Vamos abuelo, llénale la concha a tu nieta con mocos

-       Ahhhh

-       Vamos ..dámelos .. ¡dámelos!

Mi abuelo con más fuerza me penetraba, agarrado a mis grandes nalgas, abriéndomelas a tope, quejándose igual que yo, hasta que su dedo se coloca a la entrada de mi ano expuesto y con mi movimiento de arriba abajo comienza a entrar en él.  Cada vez que entraba mas su dedo, el  se quejaba mas y a pesar que me incomodaba un poco sentir su dedo dentro de mi culo, continué subiendo y bajando , sintiéndome perforada por ambos lados, aguantándome las ganas de acabar, hasta que no pude mas y comencé a tener un segundo y delicioso orgasmo gritando fuertemente de placer. Recién ahí mi abuelo ya no aguantó y apretándome muy fuerte y metiéndomela más fuerte y más adentro comenzó a quejarse y a descargarse dentro de su nieta que sentía como la enorme verga de su abuelo le inundaba el coño de leche.

Recién ahí mi abuelo me soltó quedando exhausto. Bajándome de él, me recosté a su lado con la concha abierta, recuperándome también del fogoso encuentro. Jamás en la vida se me ocurrió que mi abuelo me podría haber hecho acabar dos veces a su edad. Por lo demás estaba bien hecho el trabajo por lo que el auto seguramente ya era mío.