LA PURGA:mi madre pago su tiranía Part3
LA PURGA. Durante doce horas es permitido cualquier clase de crimen.nElizabeth ya habia sido humillada y vejada por aquel negro. Aun faltaban horas de suplicio, pero la carne es debil y pese a todo ella podia sucumbir ante aquella polla negra, bajo la atenta mirada de su hija Sloane.
ANTES DE LEER ESTA HISTORIA, TIENEN QUE LEER LAS DOS PRIMERAS PARTES, PORQUE SI NO, NO VAN A ENTENDER.
PRIMERA PARTE:
LA PURGA: mi madre pago su tirania Part1
SEGUNDA PARTE:
LA PURGA: mi madre pago su tirania Part2
Comienzo de la tercera parte:
Sloane, 22:41 pm.
Me controlé al abrir la puerta.
Robert estaba parado en el marco de la puerta, normal, mirándome-esta bien, señorita Sloane?-
-no-negué tratando de sonar normal.
El asintió mirando mi habitación-la seguridad es excelente, señorita, no se preocupe. Puede dormir tranquilamente, igual estoy aquí para protegerla. Aunque le recomiendo, que se quede encerrada en su dormitorio, por seguridad y prevención-estupido!Así que quiere que no valla donde mi madre?! Maldito!-ya hable con la señora Armstrong-sonrió ligeramente, seguro a recordar tremenda follada-esta encerrada en su habitación con ordenes de mo abrir su puerta-
-que raro que no se despidiera de mi. Me gustaría ir a...-
-le aconsejo que no lo haga-advirtió-hay que abstenerse a las posibles consecuencias-me miro fijamente-mi pulso se aceleró cuando llevo su vista a mis tetas.
-esta bien-solté molesta sin pensarlo. Él me quedo viendo, analizando y yo huí de su mirada hacia el televisor-eso es todo? Estoy viendo una película-
-no la molestó más; desea algo señorita Sloane para acompañar su película? Unas botanas?-
Asentí aprovechando la oportunidad-unos Doritos, helado de fresa puesta en copa con crema cha y... una lata de pepsi-las latas de pepsi estaban en la refrigeradora del garaje, tenía un poco más de tiempo.
Sonrió-en pocos minutos regreso-
Cerré la puerta con seguro y me apoyé en ella para escuchar si bajaba las escaleras. Bajó lento y lo suficiente como para que se escuchara. Espero unos y voy hacia la pared del lado derecho y abro el pasadizo, corriendo voy hacia el dormitorio de mi madre, una vez dentro compruebo la puerta, cerrada. Era obvio que la iba a cerrar en caso que yo quisiera hablar con Elizabeth.
Me paro alado de mi madre, está acostada, desparramada sobre esta, con los ojos cerrados. Tiene entreverado su cabello rubio; sus ojos están hinchados seguramente por haber llorado; sus labios están bien rojos como sonrojados debido al beso o besos que ese desgraciado le dio; miro sus pechos llevándome una gran sorpresa, hay varias marcas rojas circulares en ambos pechos, chupones, ese maldito no le succionaba los pechos dejándole varios chupones, aparte de eso de los ve brillantes, aún hay restos de saliva en sus senos; su vientre tiene marcas de dedos; al mirar su entre pierna esta igual como la vi hace varios minutos atrás, con un liquido viscoso, semen. Sus piernas los tiene abiertas y extendidas, sus brazos están a los lados de ella. Comienzo a moverla para despertarla, pero no lo hace. La sacudo desesperadamente y veo que solo frunce el ceño.
-mamá-le dijo molesta moviéndola groseramente, pero nada. Ni siquiera responde.
Pero... por qué esta durmiendo profundamente?
Miro alrededor del cuarto, todo parece normal, al parecer. A excepción de la cama donde hay restos de semen. Agarro una sabana abajo de la almohada y la tapo cubriendo su vergüenza.
Dejando un beso en su frente sudada, voy corriendo hacia el pasadizo, cerrando la puerta de este del cuarto de mi madre, ni siquiera la dejo unida como estaba, no quiero arriesgarme a que se de cuenta Robert. Voy por el angosto pasillo y al llegar a mi cuarto, también cierro el pasadizo, la película estaba punto de acabar y me tiro a la cama no sin antes agarrar una salida de baño, y me la pongo.
Me quedo mirando fijamente la pantalla pensando en como y que momento matar a Robert, él es un profesional, por algo es guardaespaldas.
Sin proponérmelo el cuerpo desnudo de Robert paso por mi mente. Su cuerpo fornido, duro y musculoso. Como contraía sus nalgas llenas de carne negra embistiendo y contrayéndose al alcanzar el orgasmo. Mi cuerpo tembló y mis pezones se pusieron erectos. Me había excitado en pensar en él.
Al ver mi celular veo una llamada perdida de mi padre de hace dos horas, por lo que lo llamo.
-Aló-escucho la voz agitada de mi padre.
-papá, hola-digo aliviada.
-Sloane, amor mío-escuchó que alguien le dice algo a mi padre pero no alcanzo a escuchar que-cómo esta todo por aya?-
Un conflicto interno se debate dentro de mi, si contarle o no a mi padre lo que esta ocurriendo. Lo ideal seria que le contara, pero si me pongo a pensar mi madre no hubiera querido, eso sería una humillación que las personas aún si es solo mi padre, que se entere que un negro, como ella dice, la haya violado y para su pesar, excitado en la follada-bien...papá-
-seguro?-dice ahora interrogante, soy mala mintiendo.
-si y qué haces?-
Se demora en responder-con tu abuela-
-salúdame a la abue Catherine, puedo hablar con ella?-
-no-dice rápidamente pero por la misma se ríe de forma nerviosa-creo que se esta bañando y estoy en el cuarto de huéspedes-
-no sabia que te quedabas con la abuela?-
-bueno como me vine para Canada porque no alcanzaba a resguardarme para la purga, me acorde de mi suegrita-
Mi abuela Catherine es igual físicamente que mi madre, salvo que tiene cabellera roja.
-Sloane, estoy revisando unos papeles, salúdame a tu madre y un beso para ti amor mío-
-si papá, chao-no me respondió si no que cortó. Me quedo mirando el celular notando lo raro que estaba Michael al hablar. Unos golpes en la puerta me hacen botar el celular a la cama del susto. Me controlo y levantándome voy hacia la puerta.
Robert, serio como siempre, tiene una bandeja de plata donde esta todo lo que le pedi.
-gracias-le digo agarrando la bandeja.
-de nada señorita-
Dejo la bandeja en el velador alado de la cama y al cerrar la puerta Robert la detiene a medio cerrar y dice-feliz noche de purga-da media vuelta por el pasillo-
Elizabeth, 1:21 am.
Me despierto sintiendo el cuerpo entumecido. Abro los ojos, las luces del cuarto están apagadas. Me siento despacio y un fuerte dolor en mi cuerpo me hace gemir de dolor.
Los recuerdos de haber sido follada por Robert me hacen abrir mis ojos con preocupación.
Me acuerdo exactamente como al llegar me amenazó de no hacerle caso de matar a mi hija no sin antes violarla ante mis ojos.
Por lo que hice todo lo que me pidió. Le saqué el pantalón y bóxer.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver su polla negra. Era inmensamente larga como una regla e inmensamente gorda como el tubo de escape de un auto y bien negra como su dueño, peludo y lleno de venas grises. Me acuerdo que abrí mis ojos sorprendida. Me hizo masturbarlo y meterme a la boca aquel falo. No se como pude hacerlo. Llego su polla hasta mi garganta y se corrió botando grandes cantidades de semen caliente. Maldito negro!.
Pero eso no fue lo peor, aunque eso era humillación, lo que me hizo en la cama era lo peor. Ahí mi cuerpo se rindió ante la excitación que aquel negro me daba. Al chuparme mi coño, meter su lengua y dedos ahí, presionar mi clitoris como si no hubiera mañana me hizo llegar al orgasmo que por fortuna me las aguante para no gemir al llegar.
Y cuando me la metió.
Casi muero.
Esa polla entro en mi coño excitado y mojado, entro de una sin barrera. Llenando toda mi vagina con su pene hinchado y palpitante. Al bombear comenzó lento y yo, excitada, no le resiste y me deje follar, para mi vergüenza hasta abrí mas las piernas para darle espacio. Apretó mis pechos y vientre, bombeo después duro y certero. Nunca me había excitado tanto al tener sexo. Nunca había tenido una polla así de grande, jamás. Al correrme lo hice con ganas, dejándome llevar por aquel placer. Pero al terminar y el bombeando aun dentro de mi, llore por haberme excitado con la polla de aquel negro, esto era humillante. Nunca odie a las personas de color, ni me daban asco, pero este si. Desde que llego no pierde la oportunidad de verme atrevidamente, por lo que siempre he sido déspota con él incluso mas que con otros trabajadores.
Me follo con ganas y placer, lujuria. Y de paso me hizo follarlo, lo cabalgue. Cabalgue aquel mástil metiendo se entre mis piernas. Mi vientre se contrajo como nunca y me lleno de su semen por segunda vez.
Lo bueno que me dio esa pastilla anticonceptiva, no me gustaría quedar embarazada de aquel tipo.
Adolorida me levante de la cama y fui tonteando las paredes al baño. Prendí la luz y comencé a llenar la tina de agua. Quería darme un baño antes que aquel tipo regrese, lo iba a matar.
Robert, 1:28 am.
Para esta hora ya ha de haber despertado Elizabeth.
Por lo que subo las escaleras hasta su cuarto. Espero que la señorita Sloane este dormida y no se le ocurra contradecirme. Por su bien, aunque....si desobedece.... saldría favorecida por aquel cuerpo virginal. Sonreí.
Abrí la puerta despacio encontrándome el cuarto a oscuras como lo deje, pero la puerta del baño esta entre abierta y la luz estaba prendida. Elizabeth despertó.
Caminé despacio y mi asome por la puerta. Ella estaba desnuda apoyándose a la tina. Nuevamente el deseo entro en mi.
Desabroché silenciosamente mi pantalón, los baje completamente al igual que mi bóxer, también me quite mi camisa y quede completamente desnudo en el marco de la puerta.
Mi polla se levanto victoriosa y feliz, estaba muy orgulloso del tamaño, largo y anchura, de mi verga, es bastante grande y estaba ya completamente dura como una roca listo para volver a follar al coño blanco de mi patrona. Elizabeth nunca imagino que yo estuviera ahí, estaba muy concentrada en lo que hacia, hasta que yo me acerque por detrás y la tomé por las caderas. Un grito de sorpresa escapo de sus labios.
-no!-susurró-ya no por favor, ya hice todo lo que me pediste-
-pues quiero mas coño blanco-susurré en su oído.
La sujete contra el borde de la tina y mi otra mano sujetaba su espalda para que se mantuviera doblada. De espalda a mi. Me acomodé entre sus piernas y metí el glande de mi polla contra los labios de su vagina.
Trató de levantarse pero yo la mantenía sujeta, sus grandes, llenas y duras tetas que hace solo horas chupe y succione como bebé buscando leche, colgaban contra el jacuzzi y su vientre estaba también puesta contra esta. Trato de moverse pero no pudo, yo la mantenía firme, forcejeaba, pero eso me excitaba mas.
La punta de mi verga se apretó firmemente contra su coño y moví fuerte mi cadera hacia delante y la clave de una sola embestida en su vagina. Estaba húmeda y estrecha.
Como lo hice duro mis huevos chocaron con su clitoris y parte de su monte de venus.
Elizabeth trató de resistirse, lucho unos segundos y entonces pareció desistir de oponerse a lo que estaba haciendo, comencé embestirla fuertemente provocando el típico ruido de nuestros sexos al follar, la penetraba fuertemente empujando mi polla en lo más profundo de su vagina, hasta donde pudiera llegar.
Para mi sorpresa su vagina estaba más mojada. Sobre todo me sorprendí cuando comenzó a arquear su espalda como tratando de recibir mi polla mas adentro en su mojada y estrecha vagina.
-te encanta mi verga negra?-
No respondió pero comenzó a gemir-dime te gusta mi verga?-exigí.
-...n...no...-dijo con dificultad.
-entonces se la debería dar a tu hija para ver si a ella le gusta-dije clavándose mas y mas fuerte.
-no!-dijo casi gritando.
-entonces...-mordí cu cuello-te gusta mi polla negra?-
-si...-dijo gimiendo.
-si que?-me agarre de sus tetas mientras la bombeaba.
-si me gusta...-
-que te gusta?-
-tu....AAH!-chilló al embestir con mas fuerza que la anterior-...tu...polla negra-
-de que color es?-
-negra!-
-es mejor que la de blancos-
-si....!-
Gruñí acelerando mis empujes
dentro de su coño, sentí como mis huevos hervían y se inflaban de esperma. Estaba llegando al orgasmo, estaba cerca, Elizabeth también estaba llegando, se movía al compas de mis embestidas y gemía como perra en celo.
-qué me has hecho...-dijo con dificultad-maldito negro de mierdaa....AAHHHHH-
Las paredes de su vagina apretaron mi verga, fue ahí cuando ella dejo sus caderas contra mi polla y dejo escapar un fuerte chillido. Su vagina apretó aun mas mi polla y alcanzo el orgasmo.
Por la misma llegue a mi orgasmo. Apreté sus tetas y gruñí con una ultima embestida en su vagina.
Acaricie sus nalgas y le susurré-ve a la cama, ahora!-
Saque mi polla y ella caminando adolorida salió del baño. Apagué la luz y fui tras de ella.
Me acerque a la cama.
Estaba ella acostada, mirándome, me coloqué entre sus piernas y mi polla nuevamente se irguió.
-acaso no tienes switcher de pagado-dijo como horrorizada.
La presione contra la cama. Empuje mi verga contra su aun mojada raja, esta entro de nuevo, sintiendo el calor de su coño, mientras mi polla se deslizaba completamente en su interior. Mi verga la había penetrado hasta lo más profundo.
-maldita blanca!-dije molesto y excitado-me estoy haciendo adicto a su vagina-
Elizabeth comenzó a llorar- ya no, por favor, deténgase... ya no! Ya no!-
Las grande tetas se movían en cada embiste. Su vagina estaba mojada y tibia, la sentía deliciosa que apretada alrededor de mi pene. Puso sus manos en mi espalda y se agarro fuertemente, y sus piernas se adueñaron de mis caderas. Comencé a besarla con pasión, metí mi lengua en lo mas hondo de su garganta y ella comenzó a morderlo de forma erotica.
Empezó a mover sus caderas acoplándose con mis empujes, empezó a mover sus caderas en forma rítmica, circular , haciendo que su vagina produjera un delicioso masaje sobre mi polla. La señora Armstrong estaba totalmente entregada a mi. Las paredes de la vagina empezaron a apretarme deliciosamente, la forma en que su vagina me apretaba era una sensación realmente exquisita, empuje aun mas profundo en su interior, en el momento en que ambos alcanzábamos el orgasmo.
Gemimos y nos besamos. Todo mi cuerpo estaba aplastando el suyo, más ella no se inmutó. Me acarició la espalda, baje mi boca a chupar sus pezones, después le comencé a dar besos en su mejilla dándome cuenta que sus ojos brotaban lagrimas bañando estas.
-por qué lloras si disfrutaste?- viro su cara mientras sollozaba.
Me acosté a su lado, y la puse de espalda a mi, ambos de lado la apegué y sujete cada una de sus tetas entre mis manos, metí mi verga entre sus nalgas. Poco a poco su respiración fue disminuyendo, cuando yo cerraba los ojos, escuché un ruido.
Al abrir los ojos fije mi vista en la pared diagonal a mi, la pared se estaba cerrando.
Continuará...