La próxima vez me toca a mi
Como una noche de insomnio se convierte en una de las mejores noches de mi vida.
La próxima vez me toca a mi
Que silenciosa está la habitación, que noche tan serena, se escucha maullar gatos en la calle, algún perro ladrando en el exterior, pero por otra lado, silencio por todas partes. Yo aquí en esta habitación de huéspedes, y ella en su propia habitación. Solo puedo pensar en querer levantarme e ir directo a la suya, pero sus padres duermen en una habitación de al lado. Tendré que ser fuerte y aguantar mis instintos. Oigo su gato andar por el pasillo, y puedo oír el chirriar de esta cama cuando hago algún movimiento.
Pero espera! Ahora no solo oigo los pasos del gato, he oído un pequeño chirrido de una puerta, quizás el padre o la madre de ella que se levantan para ir al baño. Hace mucho calor y no necesito ni taparme, mas que con el pijama que llevo. Aunque me daría apuro que si al levantarme de la cama se me notase un bulto mañanero con el pijama este de pantalón corto. Qué? Oigo unos pequeños pasos....escuchemos, se acercan a la puerta de la habitación. Empiezo a escuchar que alguien está abriendo la puerta, cerraré los ojos me haré el dormido. Lentamente se oye el pequeño chirrido de cuando se abre la puerta, y un poco más tarde escucho como se cierra. Así que esa persona está dentro conmigo allí durmiendo, tengo pánico.
De repente siento que alguien que ha sentado cerca de mi, hmmm este aroma me es muy familiar. Si, si, se trata de ella!, ha entrado a mi habitación en silencio para sentarse a mi lado, cada vez que recuerdo ese aroma me viene a la memoria el ardiente beso que nos dimos aquella vez.
Que bien se está, siento su mano como pasa por mi pelo, por mi cara, mis labios, el cuello, no se si aguantaré más con los ojos cerrados, tengo unas ganas terribles de levantarme y besarla locamente. Pero refiero seguir con el pequeño engaño. Empiezo a notar como sus labios me besan cerca de la oreja, como suavemente invade mi cuello y entra en el terreno de mis labios, Me cuesta frenar mis instintos, y evitar dar un movimiento para responderle el beso.
De pronto algo empiezo a notar, su mano se desplaza por mi pecho, acariciándolo, buscando rinconcitos, pero a parte de esto, algo de por abajo está empezando a crecer. Es imposible evitarlo pensando en la situación en la que nos encontramos. Ella no para de acariciarme cada vez más abajo intentando llegar allí. Por lo visto se dio cuenta de mi excitación, y empezó a jugar por encima del pantalón con mi miembro, le acariciaba de arriba abajo, pasaba por el interior de mis muslos, y mi excitación iba en aumento. No paraba de acariciarme, cada vez con más dulzura y más dedicación. Entonces una de sus manos entró por debajo del pantalón, y dejó salir mi sexo, estaba totalmente excitado, entonces empezó a jugar con él. Subía y bajaba, jugueteando acariciando, pasando una de sus manos por los testículos y acariciándolos. Nunca me había sentido tan bien, esa dulzura en el tacto me estaba derritiendo.
De repente paró el ritmo y me extrañó un poco, pero al poco rato sentí un enorme escalofrió que me invadía mi cuerpo, sentía mi pene envuelto en un mar de calor húmedo. Lo atrapó con su boca, su lengua jugueteaba con el glande, subía y bajaba muy lentamente, saboreando cada caricia, cada rinconcito. Su lengüecita hacía diabluras que me dejaban totalmente KO al acariciarse con la zona del frenillo, sentía que iba a explotar de un momento a otro. Sus manos seguían acariciándome y su boca inundaba mi pene de un placer increíble. De fondo no se oía nada, tan solo el fregar de sus labios con mi miembro, y algún que otro gemido que salía de mi, aunque por lo visto ella intentaba disimular algún gemido que dejaba escapar, a causa de las caricias que ella misma estaba proporcionándose al sentirse tan excitada.
Ella sentía que no aguantaría mucho así que aflojaba el ritmo y entonces pasaba sus pezones erectos por encima del glande, por lo visto le excitaba sentirla tan dura tocando sus pezones duros. Pero después seguía y seguía, dándome un placer que nunca imaginé, hasta que no pude más y solté un gemido algo ahogado intentando que no se escuchase mucho por no despertar a sus padres.
No se como se las arregló pero no dejó mancha alguna de mi semen. Cuando se tranquilizó todo me volvió a colocar el pantalón, no sin antes pasar su mano por encima de mi pene como despidiéndose de ella. Se acercó a mis labios y me besó. Entonces me dijo "La próxima vez de toca a ti", me cogió una de mis manos y la pasó cerca de su rajita, que podía sentir muy húmeda pidiendo aun más, pero decidí continuar con la comedia de estar dormido.
Se marchó de la habitación y enseguida volvió ese silencio característico de la noche.
Por la mañana desayunamos juntos con sus padres también allí, y me preguntó ella: - Que tal has dormido? Has podido dormir? - He dormido de maravilla, y si he podido dormir muy bien- intentaba disimular, haciendo ver que no me enteré.
Entonces ella puso una cara como de enfadada, apartándome la mirada. Cuando sus padres se marcharon pronto me acerqué a ella por detrás y le dije al oído "No te preocupes, que cuando tenga la oportunidad te tocará disfrutar de una noche de placer"