La promesa
La promesa que había echo la iba a cumplir.
"Ahora si te daré en el gusto, es una promesa..."
Las palabras quedaron resonando en mi cabeza... pues era la promesa de una entrega intentada en varias ocasiones, pero nunca llevada hasta el final.
Recuerdo el día en que por primera vez entregaste a mí tu ano virginal, nunca antes había sido penetrado y me entregaste a mí el privilegio de estrenarlo, y más aún me prometiste que nunca más nadie pasaría por él, solo yo.
Ocurrió una noche de verano, después de haber hecho el amor repetidas veces te pedí que te voltearás, ya lo habíamos hablado, así que supiste que el momento de ser poseída analmente había llegado.
Estabas nerviosa pero dispuesta, y así entregaste tu botón cerrado a la fuerza de mí carne que lo penetró de 3 momentos... al final cargaste todo tu trasero sobre mi carne que dura gozaba del abrazo apretado y tibio de tu ano, por fin mío. Y te entregaste a mí.
Al conversar hoy recordamos los instantes en que lo habíamos vuelto a hacer, y como siempre fue muy superficial o corto, y así nunca he tenido el gusto de acabar en el, derramar mi semen dentro de ti al poseerte.
Cuando hablamos me dijiste que habías tenido la ocasión de conversar de este tema con algunas amigas y que una de ellas les había dado el secreto apropiado para ser penetrada analmente y así disfrutar realmente esta alternativa de sexo.
Me haz ofrecido compartirlo conmigo y que me harás disfrutar enormemente. Ahora solo deseo tenerte pronto, pues sé que cumplirás con lo que has dicho, pues siempre cumples.
Las promesas de amor son exquisitas al hacerlas contigo:
También probaremos una deliciosa forma de amarnos, al ofrecernos para satisfacer el placer del otro hasta acabar y lo haremos de tres maneras.
Te desnudaré completamente y te tenderé sobre una cama, besaré tu boca, tu cuerpo y me instalaré entre tus piernas, donde comeré y lameré, y chupare y acariciaré tu sexo hasta llevarte al orgasmo, y así disfrutaré del momento en que tu sexo comience a convulsionar hasta rendirse al placer... y probaré todo el sabor de tu gusto y amor.
Me desnudarás totalmente y me llevarás a la cama, allí me besarás y acariciaras hasta ubicarte a la altura de mi carne que aferrarás con ganas y que harás el amor con tu boca, tus labios y tu lengua hasta llevarme al éxtasis del orgasmo y estallar mi placer en ti para que pruebes y disfrutes del semen que derramaré para ti.
Mutuamente nos daremos el placer y ubicándonos en un 69 delicioso nos daremos a la tarea de hacernos el amor uno al otro, yo comiendo tu vulva y tu comiendo mi pene, hasta que el orgasmo nos arrebate a ambos... ¿quien ganará? Será una deliciosa competencia.
Eres mi delicioso placer y mi sueño erótico, vienes a mí siempre y casi cada día te recibo en mi cama para sentir los placeres que me has dado, que me das y que me darás.
Espero por ti.