La profesora de francés 2

La siguiente semana la profesora y su amiga nos enseñan que es eso de la dominación

La profesora de Francés II

El sábado siguiente Blanca y Sonia -así se llama a su "compañera" de piso nos invitaron a cenar a su casa. Tras la cena nos dirigimos a la sala y ahí, tranquilamente, nos dedicamos a las copas, los porros, la conversación. Cuando ya estábamos algo puestos, Sonia tomó la iniciativa de la conversación y la derivó hacia cuestiones sexuales, esto hizo que ambas parejas empezáramos a acariciarnos y a besarnos ... Yo no me lo podía creer: mientras Eva se prodigaba conmigo, enfrente tenía a dos mujeres que se besaban y tocaban, acariciándose los pechos, muslos, etc..

La conversación seguía y Sonia nos preguntó acerca de nuestros juegos sexuales; nosotros, la verdad, apenas "jugábamos", simplemente follábamos a saco. Ella, en cambio, nos contó que tenían una relación de ama-sumisa, y que, aunque pareciera lo contrario, Blanca era su sumisa.

  • No me lo creo- dijo Eva.

-¿quieres que te lo demuestre? -le preguntó Sonia.

  • me gustaría verlo- le respondió Eva.

Sonia sonrió, miro a Blanca -que estaba inexpresiva, sin decir nada- y le ordenó:

  • muy bien, zorra, arrodíllate y lámeme los pies.

Blanca, seguidamente, se arrodilló y empezó a lamer los pies de su ama. Nosotros mirábamos embobados, mientras la temperatura sexual de la habitación seguía subiendo sin parar: Eva me sobaba, sin ningún recato, el paquete y Sonia se acariciaba, también por encima de los pantalones.

  • Solo hay que saber mandar -decía Sonia- quieres que te lo demuestre ?

  • adelante- respondió Eva.

La camarera me miró fijamente a los ojos y sin pestañear me dijo:

  • ahora me vas a obedecer tú, perro: arrodíllate y lámeme los pies.

La verdad es que no se que se me pasó por la cabeza, pero no se si por lo excitante de la situación, la autoridad que emanaba de Sonia o ambas cosas, me dispuse de inmediato a cumplir su órdenes y, soltándome de la caricias de Eva, me arrodille y empecé, junto con Blanca, a lamer los pies de nuestra ama.

  • No ves? -dijo Sonia- no es tan difícil, nos lo vamos a pasar muy bien, verás…..

Acto seguido sacó de un cajón una cuerda y un pañuelo y dirigiéndose a su esclava le ordenó:

  • ¡desnuda a este perro!

Nos pusimos de pie y Blanca me empezó a desnudar dejando al descubierto la erección brutal que tenía. Sonia había puesto una silla frente al sofá y agarrándome de la oreja me obligó a sentarme en ella; luego me ató y me amordazó.

Yo permanecía sentado mostrando todo mi esplendor. Entonces el ama le dijo a mi “amiga” Eva:

  • Ahora vamos a hacer el amor delante de tu sumiso amigo, mientras mi esclava le hace una felación.

Dicho y hecho. Eva y Sonia se sentaron en el sofá y empezaron a besarse y acariciarse, poco a poco se iban quedando sin ropa. En un momento dado el Ama, mientras Eva le chupaba sus pechos, dio las oportunas órdenes a su sumisa:

  • cómele la polla, con sumo cuidado de que no se corra, ya que si lo hace te castigaré severamente.

Así llegamos a la situación en la cual Sonia y Eva se restregaban en el sofá, en un principio Eva estaba bastante pasiva, hasta que Sonia le empezó a meter en canción: cuando le empezó a comer su chumino dejó a un lado todos los límites ….. Ella también empezó a lamer el cuerpo de la camarera y tras correrse la una y la otra varias veces, acabaron haciendo un sesenta y nueve. Mientras tanto Blanca me chupaba el miembro -con mucha maestría por cierto- y cuando veía que me ponía rígido y que podía venir la corrida, dejaba de hacerlo hasta que me volvía a calmar.

Cuando la camarera-Ama y Eva se quedaron satisfechas, dirigieron su atención a nosotros. Sonia le comentó a Eva, como quien no quiere la cosa:

  • tenemos que hacer algo con estos dos, no se te ocurre nada?

Eva respondió:

  • a mí me apetece humillar a mi “profa” de francés.

A lo que Sonia respondió:

  • ¿más? - eso es fácil.

Y dirigiéndose a su zorra le dijo:

  • ven, acércate y ponte a cuatro patas contra el sofá.

La profesora obedeció y el Ama dirigiéndose a Eva le dijo:

  • toma esta crema y embadúrnale bien el culo.

Eva, solícita y sin poder borrar una medio sonrisa irónica de su carita, fue cumpliendo la orden, primero untó el culo con la crema, y luego fue introduciendo un dedo en el mismo y al final le metió dos.

La puta de su profesora estaba cachonda perdida y, mientras su sexo chorreaba, cada vez gemía más. A una orden del Ama me coloqué un condón y puse mi polla a la entrada del culo de la sumisa. Sonia se dirigió a Eva y le sonrió:

  • ¿quieres hacer los honores?

Eva se acercó me agarró del miembro con una mano y me ordenó:

  • ¡fóllatela!

La orden de Eva me sentó como una sacudida de electricidad en todo el cuerpo, por lo que empecé a taladrar aquel hermoso culo de una mujer de 35 años. El Ama me decía que lo hiciera fuerte y sin contemplaciones, por lo que de un empujón se la clavé hasta la empuñadura y empecé un mete-saca frenético.

Eva la estaba gozando: veía como sodomizaba a su profesora y como esta gemía de placer como una posesa; sus tetas se bamboleaban ante mis embestidas y la situación estaba al rojo vivo. Pronto me vinieron los primeros estertores de mi corrida y estallé en el orgasmo más placentero que recuerdo.

El ama Sonia y mi amiga Eva me miraban excitadas y sonreían.