La profesora de Biología (2)

Su actitud había cambiado desde hacía media hora, y parecía que ahora disfrutaba calentándome con la presencia en el mismo local de su marido, y yo no iba a ser el que diese un paso atrás, después de tantos días deseando ese momento

No sabría decir que nos pasó los días posteriores al encuento en el bus en aquella excursión, pero cada vez que nos veíamos, había entre nosotros una especie de calma tensa. En clase, evitaba mirarme cuando se dirigía al resto de los alumnos, en cambio, la había pillado haciéndolo disimuladamente en los momentos en que nos ponía alguna tarea. Ahora pienso que recelaba de que yo pudiese irme de la lengua y que se airease todo aquello. Por mi parte, no me atrevía, o no sabía como dirigirme a ella, yo si la miraba, y lo hacía mucho más cuanto más cerca la notaba. Tengo que decir que Teresa era esa clase de mujer que, aunque su manera de vestir era más bien informal y casual, siempre te hacía recrearte en su imagen. Las camisas siempre entreabiertas, las camisetas marcando sus pezones emergentes y duros, los pantalones marcando culo y las faldas enseñando unas piernas preciosas...... al menos yo la veía así, y se lo hacía saber con mi mirada.

Después de varios días de miradas y de apreciar cierta inquietud en sus gestos, cadas vez que nos encontrábamos, una mañana al acabar su clase, y mientras ella recogía unos papeles, me hize el remolón hasta que vi que ya era el último en abandonar el aula, y al pasar por delante de su mesa, se dirigió a mi:

  • Daniel, espero que no hayas contado a nadie lo que pasó en la excursión - me dijo en un tono un tanto imperativo.

  • Por supuesto que no,  y si lo hago que pasaría, no creo que estés en condiciones de exigirme nada - le contesté un poco molesto con su tono amenazante.

  • Sabes que me compromete, y además, también sabes igual que yo, que fue un tremendo error, además de que soy una mujer casada, también me arruinaría mi carrera como profesora

  • Para mí no fue un error, y apostaría que para ti tampoco...

La conversación me estaba gustando, ella se estaba poniendo a la defensiva, la veía nerviosa y me hizo pasar a llevar la iniciativa.

Y también apostaría que no será la única vez que follemos…. Es más, estoy desando que llegue la siguiente ocasión.

Ni lo sueñes, no sé lo que me pasó ese día, me dejé llevar, me confundí, pero no habrá otro día, no puede ser – me interrumpió bruscamente

Y mientras se marchaba hacia la puerta le solté:

Sé que intentas evitarme, y eso es señal de que no podrás resistirte - Se lo lanzé así, para ver su reacción.

Ella se marchó airadamente con un "Estás loco…" que me sonó tan bien que me hizo sonreir…

No era capaz de quitarmela de la cabeza, y al llegar a casa, no pude evitar hacerme una paja pensando en ella, en el polvo de la excursión y en la cara que puso al marcharse.

Era el mes de Diciembre, y los planes del fin de semana empezaban a coincidir con cenas varias, de empresa, de equipos deportivos, de amigos, .... En el gimnasio al que iba de vez en cuando organizaron una cena, y aunque no era muy asiduo, Carlos, un amigo de la infancia, un par de años mayor que yo y que vivía en la ciudad, me convenció. El vivía con sus padres en un piso en el centro por lo que me quedaría a dormir allí, y así evitar el problema del regreso a casa.

La cena fue divertida, nada fuera de lo normal, pero había gente de diferentes edades y condiciones, y pasamos un rato muy divertido. Sobre las 12 de la noche, cogimos un taxi y nos dirijimos a seguir la noche en la zona de copas de la capital. Siempre había oído hablar del ambiente nocturno de la ciudad, a pesar de que solo había ido en contadas ocasiones. En el primer local al que nos dirijimos, un antro oscuro y lleno de humo (por aquel entonces todavía se podía fumar en los bares), nos tomamos un par de cervezas en la barra, charlando y mirando al personal, sobre todo a las chicas.

Decidimos cambiar de lugar, y entramos en otro un poco más currado, un diseño más moderno, una barra amplia, una zona de mesas bajas con sofás a modo de reservado, y también otra de mesas más altas con taburetes. El pub estaba abarrotado, sólo en la zona de mesas se podía adivinar un poco de comodidad. Como pudimos, nos acercamos a la barra a pedir, y después de un buen rato, y ya con las copas en la mano, nos acomodamos en una mesa alta, para poder sentarnos y charlar de la cantidad de chicas que pasaban por nuestro lado.

Una vez acomodados y con las copas servidas, una de las chicas que salía del baño le pidió fuego a Carlos, y claro ésta que Carlos accedió, eso sí, excesivamente amable, y también un poco torpe, quizá por el nerviosismo del momento, ya que la chica se veía muy segura de si misma. Y se marchó convencida de que la seguiríamos con la mirada hasta que llegase a la mesa que ocupaba con un grupo de amigos, 4 chicas y 3 chicos. Y fue precisamente en ese momento cuando la noche pegó un vuelco, al fijarme en el grupo de amigos, allí estaba Teresa. Tuve que mirar 2 o 3 veces para darme cuenta que no estaba soñando, que era ella la que allí estaba conversando alegremente con un grupo de amigos, muy pegada a uno de los chicos, que supuse sería su marido, o eso quería creer, ya que así entendería todo mucho mejor. Empezé a ponerme nervioso, sabía que ella vivía en la ciudad, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza que podría encontrarla.

Llevaba 5 minutos que sólo contestaba monosílabos cuando la vi levantarse y dirigirse hacia el baño. No podía desaprovechar esa ocasión, le dije a Carlos que iba al baño, y la encontré haciendo cola en un pasillo estrecho, oscuro y apartado del resto del local. Era la última, por lo que al llegar tuve una perfecta visión de su culo perfecto, llevaba unas mallas negras que le daban un aire de chica mala, con una blusa blanca que transparentaba un top también blanco, que ocultaba un sujetador negreo intencionadamente visible por las costuras del top. Me acerqué por detrás, hasta estar muy cerca de su cuello para susurrarle al oído:

  • Que sorpresa tan agradable, ni en mis mejores sueños hubiese pensado en encontrarte hoy por aquí.

Se giró sorprendida y un poco asustada, y al comprobar que era yo, su sorpresa no disminuyó:

  • Pero..... Que hace tú aquí? ¿Como me has encontrado? - balbuceó un poco nerviosa por la situación.

  • Eso es lo de menos - le dije - El caso es que la noche se ha vuelto super interesante.

Y aproveché la cercanía necesaria para poder hablarnos para darle un beso en el cuello, ella se revolvió, y una fuerza que no pude reprimir me hizo dirigir mi boca a la suya, lo hize violentamente, y agarrandole la cabeza, sabía que intentaría apartarse. Al principio lo hizo, pero la fuerza de mis brazos y la habilidad de mi lengua para jugar con la suya le hizo dejarse llevar unos 15 segundos. Poco a poco, la fuerza de mis brazos cesó, y la consciencia de la profesora que está besando a un alumno en el mismo pub en el que está con su marido regresó, y me apartó:

  • Estamos locos Dani, mi marido está a sólo unos metros, y no puedo hacerle ésto... - Y antes de que yo pudiese responder prosiguió - No sé que me pasa contigo, pero haces que me pierda, no paro de pensar en lo que pasó y no puedo decir que no me haya gustado, más bien todo lo contrario, pero no podemos seguir con ésto...

  • No debemos - le corregí - Pero yo no puedo evitarlo, y por lo que veo, tu tampoco

Y volví a intentar besarla, me frenó, miró alrrededor, y fue ella la que me besó entrelazando nuestras lenguas, y parando en seco el beso me dijo:

  • Dejalo aquí, tengo que volver con mi marido y mis amigos, me echarán en falta....

Y sin ni siquiera ir al baño, regresó a su mesa, dejandome allí con ganas de volver a encontrarla.

Logicamente, no pasó mucho tiempo sin que tuviese la necesidad de volver al baño, pero ahora lo hizo acompañada de una de sus amigas, las 2 venían riéndose, estaba claro que la pandilla de amigos estaba dandole fuerte también a las copas. El pub cada vez estaba más lleno, y el paso de la gente se hacía cada vez más dificil. La amiga de Tere se iba abriendo paso entre la gente, aproveché la situación para colarme detrás de Teresa y recorrer pegado a ella el trayecto que la separaba del baño.

Le cogí la mano, y me acerque todo lo que pude, hasta que le hize sentir mi respiración muy cerca de su cuello, y lejos de apartarme o incomodarse, me apretó la mano y se paro intencionadamente hasta que nuestros cuerpos se pegaron. Acto seguido, llevé su mano hasta mi polla que casi reventaba el pantalón, y le susurré al oído:

  • Mira como me tienes desde que te vi antes.

  • Lo sabía, y estaba deseando notarlo - Me dijo mientras me magreaba la polla por encima del pantalón

Su actitud había cambiado desde hacía media hora, y parecía que ahora disfrutaba calentandome con la presencia en el mismo local de su marido, y yo no iba a ser el que diese un paso atrás, después de tantos días deseando ese momento, por lo que mi mano pasó a sobar ese culo que me volvía loco. Mi otra mano ya la rodeaba y trepaba hacia sus tetas, sabiendo que el tumulto de la gente en el pub nos serviría de cobijo ante posibles miradas ajenas. Llegué a sus tetas, las noté duras y emergentes, ya no podía parar, su mano en mi paquete y sus tetas en mi mano, me hizo perder el conttrol e intentar besarla, para lo cual la paré al lado de una columna, mientras su amiga se perdía entre la gente camino del baño. Allí nos besamos violentamente, y metía mi mano por dentro del top y logrando esquivar la opresión del sujetador, alcanzé sus pezones, duros, excitados, mientras ella metió su mano por dentro de mi pantalón, me causó un escalofrío cuando alcanzó mi polla, que seguía empalmada, dura como no había estado nunca, y mirandome a los ojos, me empezó a pajear muy suavemente, casi sin espacio para hacerlo, pero casi hace que me corra, no tanto por el ritmo incómodo de su mano en mi polla, si no por el morbo de hacerlo allí, y mirando me a los ojos.

  • Me vuelves loca, niñato - me dijo en plena masturbación

  • No hemos hecho más que empezar - utilizé un tono retador y chulesco

Se apartó bruscamente, como recordando que su amigo podría volver a ver donde se había perdido, y me dejó allí más caliente de lo que había estado nunca, creo que la hubiese follado allí mismo, si hubiese podido.

Esperé cerca del baño a que saliera, dispuesto a seguir con lo que había dejado a medias, pero me paró en seco, miró a su amiga y entendí que no podía ser. Mientras me miraba fijamente, se acercó, me acercó algo a la mano, mientras me decía:

  • Así es como me has dejado, en 10 minutos volveré al baño, y quiero que me las guardes hasta entonces.

Lo que me dejaba era su tanga empapado en sus propios jugos, la muy puta me quería poner a 2 mil revoluciones, y lo estaba consiguiendo.

Nunca 10 minutos fueron tan largos en mi vida. Volví al baño y aproveché para mear, puesto que la copas empezaban a hacer efecto en mi vejiga. Al salir me la encontré besandose con un tipo que esperaba para entrar en el baño que yo dejaba, me quedé paralizado, era su marido, que también estaba un poco perjudicado por las copas. Nada más cerrarse la puerta del baño de tíos, ella me agarró de la mano y salimos de los baños, atravesamos todo el pub, imposible que nadie nos viese entre tanta gente, y conseguimos llegar hasta la puerta, y al cruzar la calle, unas escaleras conducían a un patio interior de unos edificios, y sacando unas llaves abrió un portal.

  • No me digas que vives aquí? - Pregunté sorprendido

  • Nooo, es el piso de una de mis amigas, vive sola y quedaba en el pub, por lo que no habrá nadie, y siempre tiene unas llaves de repuesto en mi casa.

  • No dejas de sorprenderme - le dije mientras nos comíamos la boca esperando el ascensor.

  • Desde que me llevaste la mano a tu polla no puedo dejar de pensar en tenerla dentro... Me vuelves loca cabrón

Entramos en el ascensor y mi desabrochó el pantalón, saliendo mi polla como un resorte.... Se agachó y se la metió en la boca, de una manera golosa y sensual a la vez. Sin tiempo a saborear el momento, nos paramos en el 6º piso, y con los pantalones por la rodillas se abrió el ascensor. Entramos en el piso a empujones, y contra la primera pared que encontramos nos apoyamos bruscamente, allí nos comimos la boca, jugando con nuestras lenguas, mucha saliva que embardunaba nuestros labios. Al mismo tiempo, nuestras manos ibán trabajando en desnudar nuestros cuerpos, así aparecieron ante mí sus tetas no muy grandes, pero si duras y emergentes. Mis besos fueron descendiendo por su cuello hasta llegar a los pezones, rosaditos, muy duros, casi puntiagudos, que chupé como niño pequeño primero, para mordisquear después, mientras ella miraba al techo dejando libertada para que no dejase un milimeto de su piel sin recorrer con mis labios.

Acto seguido, quiso recobrar la iniciativa y me empujó hacia una de las habitaciones, y ya en la cama quiso continuar lo que inició en el ascensor, y se acercó a mi polla, que seguía tiesa y pidiendo a gritos una mamada de una boca experta.

  • Te vas a cagar de la mamada que te va a hacer tu profe de Biología - me dijo con la cara de mayor morbo que había visto en mi vida

Y acto seguido, me escupió en la polla y empezó a chupar, al principio lo hizo lentamente y centrandose en el capullo.

  • Como la chupas, me encanta, ohhhh - Intenté decir para reforzar su habilidad

Se notaba que sabía lo que hacía, ninguna chica me había hecho una mamada semejante, cuando pasó a chuparme los huevos casi se lo agredecí, ya que estaba a punto de correrme, y no quería hacerlo tan pronto, por lo que tenía que evitar que volviese a metersela dentro de la boca, y me separé torpemente.

  • Que te pasa Dani?? No me digas que te ibas a correr?? -

Sabía como dominar cada momento, pero en ese momento, pasé a la acción y ya totalmente desnudos, busqué como mi boca su coño, no puedo decir que estuviese mojado, estaba encharcado.... Estaba claro que no sólo estaba disfrutando yo, si no que Teresa tenía un calentón del 15, que si, que era mi profesora y que, a sus 30 años, tenía mucha más experiencia que yo, pero a ella también le excitaba al situación.

  • Ahora seré yo el que te coma el coño.

  • Lo estoy deseando, comemeloooooo..... Ya te diré si apruebas el examen o no....

"Que cabrona" pensé yo, estabamos fuera de nuestras casillas, y ella respondía asumiendo el profesora-alumno.

Empezé a buscar con la lengua sus labios, y poco a poco, empezé a moverla lentemente. Apoyó su mano en mi cabeza, quizá para dirigirme o quizá para marcar el ritmo, el caso es que empezó balbuceando un irónico "Bastante mejorable", para pasar en 10 segundos a gemir largamente:

  • Chupame cabrón.....quiero correrme.......no pares......

  • MMmmmm....correte....Mmmmm - balbuceaba entrelezando palabras con lamidas

No tardó en llegar un largo aullido, señal de que se estaba corriendo en mi cara........ Sus jugos llenaron mi cara, pero ni podía ni quería dejar de chupar mientras escuchaba sus gemidos.....

  • Metemela Dani, metemela, la quiero dentro de mi.......quiero que me folles......Quiero esa polla en mi coño, lo llevo queriendo desde el día que te vi en el laboratorio con esa chica - exclamó totalmente fuera de sí.

Y diciendolo se puso encima de mi, y con extrema habilidad, me agarró la polla, la puso mirando al cielo, y entre la dureza de mi polla y la humedad de su coño, entró sin ninguna dificultad, comenzando un vaivén lento, muy placentero.

  • A que nunca te han follado así niñato - volvió a llamarme

  • No sabía lo zorras que podían llegar a ser las profesores - le espeté guiñandole un ojo, y probando hasta donde podía llegar

  • Pues ya lo sabes......... una zorra que hoy está a tu disposición....

Y comenzó a aumentar el ritmo. Sus tetas seguían el compás del movimiento de sus caderas encima de mi, logré agarrarlas con mis manos y pellizcar sus pezones, se extremecía cada vez que lo hacía, por lo que centré mi atención en estimularlos cada vez más, y cada vez más fuerte. Aceleró todavía más el ritmo de sus caderas y de sus jadeos, y yo ya no aguantaba más, mi polla estaba a punto de reventar dentro de ella, y en es mismo momento llegó su 2º orgasmo, largo, escandaloso, brutal.....

Los 2 caímos rendidos, uno al lado del otro, en una habitación desconocida.....

En ese trances estabamos cuando escuchamos abrirse el picaporte de la puerta, ignoraba quien sería...

  • Shhhhhhuuuu...... No digas nada.....Será mi amiga que ha ligado......

  • Si te pilla que le vas a decir.......

  • Tranquilo, su habitación está al fondo del pasillo....... Una vez que entren allí, saldremos sigilosamente....

Nos limpiamos tibiamente, y nos vestimos......esperando escuchar cerrarse la puerta de la habiación. Cuando ésto ocurrió, salimos rapidamente, cerramos la puerta de la calle sin hacer ruido y cogimos el ascensor, que todavía estaba allí.

  • Por cierto, ni me acordado de usar condón, no sé si.....

  • Tranquilo niñato (volvió a insistir), tomo la pildora, no hay problema.........

Respiré aliviado, la verdad.

Cuando llegamos al pub, ya estaba cerrando y la gente se agolpaba fuera. Mi amigo Carlos, estaba apoyado en un coche un poco confundido, me había marchado sin decirle nada. Por lo que respeta a Teresa, sus amigos estaban justo saliendo, no estaba su amiga ni tampoco su marido, parece que aún no habían salido del pub, algo que alegró a Teresa, ya que así su marido la encontraría con sus amigos en la salida.