La profesora 2

Seguimos con la profesora, nueva parte

Recordaba cómo había llegado hasta ahí, un alumno la había narcotizado con cloroformo en el colegio, la había violado, humillado y secuestrado, y la había sometido, o casi lo había hecho.

Se encontraba en una habitación oscura, la única bombilla pendía de un cable y estaba fundida, las persianas estaban bajadas y no podían subirse, el cabrón había quitado las cuerdas, la única puerta estaba cerrada por fuera, ella se moría de miedo, pero había una cosa más, se estaba haciendo pis, llevaba 6 días allí y no había tenido que ir al baño, ya ni recordaba cuando había sido la última vez que había ido al baño, para mejorarlo, tenía atados los brazos con una brida de plástico tras la espalda y tenía cinta adhesiva en la boca, aunque la habitación estaba insonorizada, era para que no se jodiera las cuerdas vocales gritando, si al final ese hijo puta iba a ser bueno. Había ido a verla esos días, con el fin de continuar con lo que había empezado en el colegio.Al llegar a aquella casa, al parecer de sus abuelos fallecidos, él la había heredado, le había preguntado por su sumisión y tras conocer la respuesta la había encerrado, todos los días la violaba y ella no sabía cuando pararía aquel tormento, quería que acabara todo eso que la policía la encontrase allí, que le destuvieran, pero nunca ocurría, escuchó pasos en el pasillo y la llave girar, la puerta se abrió.

-Hola puta-dijo él

-Mmmmppppffff-refunfuñó ella

-¿Qué has dicho?-preguntó él quitandole la cinta

-Vete a la mierda- respondió ella tras coger oxígeno

-No, vamos a tener que practicar eso-respondió él

Alzó la mano y le dio un tortazo en toda la mejilla

-Volvamos a empezar. Hola puta-respondió él

-Hola-respondió ella

-Bien, bueno, a comer, ¿no? Estarás hambrienta-dijo él

Se bajó la bragueta y se sacó la polla

-¿Es necesario?-preguntó ella

-Sabes que sí lo es-respondió él

Le dirigió la polla a la boca y ella la abrió y se la tragó con cara de asco, le repugnaba aquello, pero ¿qué se le iba a hacer? Cerró la boca y comenzó a hacerle la mamada, de arriba a abajo, pasando la lengua por el glande y haciendo círculos con ella a su alrededor

Él fue tocando los pechos de la mujer, ya que estaba desnuda, tiró de los maltratados pezones, las marcas de las pinzas no se habían ido aún y él pasaba los dedos por dichas marcas, jugaba con el pezón e intentaba abarcar todo el pecho en la palma de la mano. Fue bajando la mano y rozó la vagina de la mujer, rasposa por la falta de depilación, metió el dedo y masajeó el clítoris

-Para-pidió ella sacando la polla de la boca

-¿Por?-preguntó él

-Porque me estoy meando y me estoy reprimiendo-respondió ella

-No pasa nada, lo arreglo en un minuto-respondió él

Rebuscó en un armario y sacó una palangana metálica y sucia y la puso en el suelo

-Estás de coña-respondió ella

-Voy muy en serio, aprovecha para hacer lo que gustes-respondió él

Ella se levantó y se colocó sobre la palangana, con las manos aún atadas a la espalda, y se agachó, pero Antonio le dio la orden de permanecer de pie y ella se irguió de nuevo y comenzó a orinar, un hilillo de pis, amarillento, cayó del agujero de la profesora a la palngana, emitiendo un sonido metálico al chocar con el metal, ella se moría de vergüenza. Cuando el goteo terminó, él le apartó el orinal de un puntapie y continuó tocandole el coño, metiendo sus dedos dentro, tirando de los pliegues del coño hasta que escuchaba como ella gritaba a pleno pulmón. Entonces paró

-Mira lo que tenog para tí- respondió

Sacó de una bolsa que había traído una correa negra de cuero con una bola roja en el centro

-Esto es una mordaza, te la pondré en la boca y así no gritarás-respondió. Le puso la correa con la bola ne la boca de manera que le obligaba a tenerla abierta y que no gritara.

Seguidamente, sacó un látigo con un montón de cuerdas de cuero. Mercedes empezó a gemir y de sus ojos salieron lágrimas mientras retrocedía por la habitación, pero Antonio no la dejó seguir, la cogió y la apolló contra una pared de espaldas, levantó el látigo y le dio un latigazo en el culo, ella se estremeció de dolor y su nalga derecha se volvió roja, pausa, una leve caricia y otro latigazo, la nalga s e enrojeció aún más, ella ya lloraba mientras aquel desalmado le golpeaba el trasero con aquel látigo del demonio y le pasaba la mano por el coño, que se estaba humedeciendo

-Pese a estar llorando te estás excitando-dijo él

Dejó de castigar el culo y le dio un latigazo en el coño, ella dio un gemido de dolor

-No llores, si te gusta, maldita perra de mierda-le replicó él

Su coño ya estaba rojo de la irritación y su culo mostraba los signos del maltrato en la irritación y las heridas provocadas por el látigo.

-Bueno, ya está bien de tanto calentamiento, chúpamela, pero chúpamela bien-dijo él

Le quitó la mordaza de la boca y le puso la polla delante, ella se la metió en la boca y comenzó a chupar, él la cogió del cabello rojo y pegajoso y aceleró el ritmo de la mamada

-Más rápido, venga, más rápido-exigía mientras le daba tirones del pelo a la par que metía y sacaba la polla de su boca con los bordes llenos de saliva y líquido preseminal y escurriendosele por la barbilla

-Para, déjame respirar-suplicaba ella en los intervalos en los que tenía la polla fuera

-Ni de coña-respondió Antonio mientras volvía a meter la polla dentro de la boca de Mercedes

Cómo siempre, no avisó de que se iba a correr y Mercedes recibió todo el lechazo en el interior de la boca, tan intenso que se atragantó y tuvo que sacarla de su boca para respirar por lo que derramó el líquido blanco al suelo

-¿Pero qué es eso?Te agachas y lo lames todo, el esta casa no se desperdicia nada, me lo decía mi abuela, así que venga, encima de que te doy de comer-dijo él

-Voy-respondió ella

Se agachó y lamió las lagunas de semen que se le habían derramado de su boca antes.

-Muy bien-dijo él complacido

-Espero que estés contento-respondió ella con frialdad

-No, aún no, quedan más cosas-respondió él

Volvió a meter la mano en la bolsa y sacó un objeto metálico y pequeño en forma de pica con un tirador en la base

-¿Sabes qué esto?-preguntó Antonio

-Sí-respondió Mercedes, aunque no lo dijo

-Exacto, un plug anal-afirmó Antonio haciendo como qué Mercedes le hubiera respondido

-Empieza cuando quieras-dijo ella con templanza

-Ohhh sí, esa es la profesora que me gusta ver-dijo él

-¿Cuál?¿La atormentada?-preguntó ella

-No, la sumisa-respondió Antonio

Volvió a colocar a Mercedes contra la pared y se sacó del bolsillo un bote de plástico, lo abrió y vertió su contenido en el orificio anal y repartiendo con la punta del plug

-Vamos, dentro-dijo él

Colocó el plug en la entrada del orificio y presionó mientras el culo se abría

-Para, para, para-pidió ella gritando

-Eh, ¿qué ha pasado con la Mercedes sumisa?-preguntó él

-Me haces daño-dijo ella

-Pues como siempre, iré más despacio-prometió él

Lo metió de nuevo más lentamente y moviendo circularmente el plug para meterlo más. Poco a poco y con muchos gritos de dolor, el plug estuvo dentro, a excepción del tirador, que permanecía fuera para poder sacarlo luego

-¿Sabes qué pasa si lo meto hasta el fondo,tirador incluido?-preguntó él

-Que no podrás sacarlo luego-respondió ella

-Exacto, si no lo saco taponará el agujero y tu mierda no podrá salir, al no poder salir se acumulará y la bola irá creciendo hasta que...boom reveinte, hemorragia interna, muerte por falta de operaciones-dijo él

-¿Harías eso?-preguntó ella asustada

-Tú cabreame mucho y lo comprobarás en tus carnes-respondió Antonio

Ella se acorbadó, sabía que él era capaz de hacerlo, por lo que le dejó hacer, él cogió el tirador e introdujo un dedo dentro, tiró del plug y este salió poco a poco produciendo un "plop" al salir por completo. Su orificio, dilatado por unos segundo, se contrajo ya que no necesitaba estar abierto sin el plug.

-¿Ya has terminado?-preguntó ella

-Más quisieras tú-respondió él

-¿Qué más quieres hacer?-preguntó la joven profesora

-Follarte, como todos los días-respondió él

Abrió las piernas de la mujer y le escupió en el coño, a continuación distribuyó la saliva por toda la raja y puso su pene enfrente de la raja.

-Voy-avisó

La clavó fuerte, sin esperar respuesta de la mujer, se la metió hasta que tocó las paredes del útero, hasta que sus huevos chocaron con su culo

-Ahhh-gimió la mujer dolorosamente

-Calla coño-dijo él

Le pegó un latigazo en el coño y siguió metiendo su herramienta dentro de la mujer mientras surcos de lágrimas caían por sus mejillas. Metía y sacaba, dentro, fuera, rápido, luego despacio, en la posición del perrito, el misionero, la amazona y un millar más, tanto que quedó cansado de tanto follar y ella acabó exhausta, con la cara roja

-Ya viene, ¿dentro o fuera?-preguntó él

-Vas a hacer lo que quieras-respondió ella

-También es cierto-respondió él riendo

-No sé de qué ríes, eres asqueroso-respondió ella

-Tú a callar, puta-respondió Antonio

Acabó dentro del coño de la profesora, una cantidad enorme que la llenó por completa e incluso le rebosó un poco que se escapó por la separación que había entre el tronco del pene y los pliegues de la vagina.

-Ale, ya está, mañana volveremos a probar y te va a gustar la práctica de mañana-respondió él

-Vete a la mierda, cabrón de mierda-gritó ella

-Sshhh, tranquilidad, bonita,no te vayas a morder la lengua y te envenenes, que te necesito viva para mañana-respondió Antonio

Sacó la polla del coño y le dio un par de nalgadas,salió de la habitación con sus juguetes dejandola tirada en el suelo

-Joder, joder, joder-susurró golpeando el suelo, con los ojos llorosos y aún en el suelo.

Si la apoyais, tendréis continuación, como siempre y sino pues aquí se acaba.