La Profe Madu. Doctorado en la Universidad.

Regreso a la Universidad para conocer a una mujer Madura preciosa. Relato dedicado a Madu.

Después de varios años trabajando en la empresa privada, me surgió la posibilidad de acabar mi doctorado sobre ingeniería en la Universidad Politécnica de Cataluña UPC, así que no me lo pensé más, hice las maletas y me fui para Barcelona. Ya tenía 39 años, sin compromisos y deseando irme a una ciudad grande para conocer mujeres maduras (efectivamente soy un amante de las mujeres maduras grandes). Llegué a Barcelona y alquilé un apartamento en Sant Boi de Llobregat, así me quedaba cerca tanto la universidad como Barcelona ciudad. Los primeros días me los pasé conociendo la zona, paseando mucho y viendo un montón de hermosas mujeres, tanto jóvenes como maduras. En cualquier lugar había un montón de gente y Barcelona era impresionante. Era mucho cambio para mí y empezaba a sentirme cómodo en aquel lugar.

Comencé el doctorado con reuniones con profesores para enfocar el estudio y planificar el primer año. Pasaba las mañanas en los despachos de los profesores, algunos de mi edad, con los que entablaba más amistad.

Llevaba una semana por la facultad y biblioteca cuando de repente ante mí, por un pasillo, apareció una mujer espectacular, que me llamó la atención al instante. Vestía traje de falda por la rodilla y chaqueta con blusa por debajo, medias negras y zapatos negros de tacón bajo, super elegante, con el pelo rubio muy corto y gafas negras de pasta. Me quedé embobado mirando para ella como se acercaba hacia mí. Cuanto más se acercaba más se apreciaba las curvas de aquella mujer, que lucía con clase y estilo. Caderas anchas, pechos grandes… fabulosa mujer. Cuando pasó a mi lado comprobé que su estatura sería sobre 1,65m y su edad rondaría los 60 años, me quedé mirando para su cara pero ella pasó a mi lado sin fijarse en mí. Rápidamente me giré para verla por detrás y pude comprobar el brutal culo que tenía aquella mujer. Se marcaban bien sus tremendas cachas en la falda y sus gemelos con las medias.

No me pude resistir y comencé a seguirla por los pasillos de la Facultad. Iba alucinando mirando para aquella mujer que me había puesto alterado perdido. Ella continuó caminando hasta llegar a la puerta de un despacho, cogió las llaves y desapareció ante mí cerrando la puerta. Yo me acerqué a la puerta y pude leer:

Doctora _ _ _ _ _ _ _  MADU

Dibujo Técnico y Diseño.

Dep. Ingeniería

Era una profesora de la Facultad, estaba buenísima y me ponía a mil. Me había dejado embobado aquella mujer. Era todo lo que yo deseaba, mujer madura, hermosa y gordita.

Comencé a averiguar sus horarios de clase y de sus tutorías. Intentaba coincidir con ella por los pasillos y en los cambios de clase sólo por verla y disfrutar unos instantes mirándola.

Me gustaba mucho aquella señora y me decidí a ir a su despacho para pedirle poder asistir a sus clases para verla. Llamé a la puerta y me dejó pasar. Allí estaba ella sentada en su escritorio revisando papeles, tenía el despacho lleno de libros y dibujos artísticos por las paredes. Me presenté comentándole mi situación en la Facultad y que me interesaba repasar algunos temas de diseño de instalaciones para mi doctorado. Ella amablemente me dijo que sin problema podía asistir a sus clases y cuando tuviese libre me atendería en mis dudas.

Eso era lo que quería yo y discurría por mi mente – que ella me atendiese en todo –

A partir de ahí comencé a asistir a sus clases y a consultarle dudas que me inventaba para estar con ella más tiempo después de las clases o en su despacho. La miraba toda, la comía con la vista cuando estábamos juntos, ella debía de darse cuenta…

En casa, en mi intimidad, muchas veces dejaba suelta mi imaginación, y soñaba con estar con ella en su despacho besándola y sobándola toda, follándonos los dos. Y acababa masturbándome y corriéndome pensando en ella.

Un día al acabar su clase nos invitó a que asistiésemos a un taller que daba en la facultad sobre dibujo artístico que era su pasión, que no era de la asignatura, pero que le gustaba impartir. Era una oportunidad única para estar con ella y entablar más relación personal. Así que me anoté para su clase.

Aparecí puntual en el aula donde estaba prevista su clase pero allí no había nadie esperando, (bueno, era un viernes por la tarde) me sorprendió y llamé a la puerta.

Abrí despacio y allí estaba ella montando el proyector con el ordenador vestida con el traje de falda y chaqueta con el que la ví la primera vez.

- Pasa, pasa estoy intentando montar el proyector.

Solo estaba ella y me encantó, mi mente ya volaba pensando en estar con ella allí mismo.

Me acerqué a ella para ayudarla en la instalación, uffffff estaba tan cerca que la rozaba con mi cuerpo y podía olerla. Me estaba poniendo cardíaco. Ella a veces se agachaba a colocar cables y dejaba en pompa su tremendo culazo, cosa que yo aprovechaba para comérselo con la mirada.

Allí no aparecía nadie más y no sabía muy bien que hacer.

- Jajajaj nunca me viene nadie a las charlas artísticas, sólo algún despistado como tú.

-         Jajaja al ser voluntarias los chavales pasan.

- Bueno, lo dejamos o te apetece que te de la paliza jajajaj

-         Me encantaría escucharla y que me enseñe algo de arte.

- Ok, pero ya que estamos solos nos podemos sentar juntos en el ordenador

-         Perfecto.

Cerré la puerta del aula y me senté a su lado delante del ordenador y el proyector.

Madu comenzó a pasar artistas y sus obras, las mirábamos en la pantalla y ella comentaba sus características.

Yo estaba centrado en rozarme a ella sutilmente y mirar para ella. Su falda al sentarse le quedaba a medio muslo y se apreciaba el inicio del encaje de las media. Movía la pierna nervioso e intentaba rozarla con la de ella disimuladamente. Miraba de reojo a sus pechos enormes y al escote de su blusa. O miraba para sus ojos preciosos con sus gafitas tan sexys. A veces nos cruzábamos las miradas y ella se echaba a reir.

Así fue pasando el tiempo hasta que proyectó unos cuadros de mujeres grandes desnudas del artista Lucian Freud. Pegué un salto en la silla al ver aquellas mujeres.

- Te han llamado la atención en especial?

-         Pues sí, me parecen impresionantes.

- Ah, sí? Pero en concreto? Más el cuadro o las mujeres?

-         Uhmmmm todo, todo.

- Todo??? Ya veo… jejeje parece que te gustan…

-         Es cierto, me fascinan las mujeres maduras grandes.

- Ohhhh , de verdad? Por eso llevas más tiempo mirándome a mí que para la pantalla?

[Tierra trágame] me acababa de pillar al completo, sabía que la llevaba tiempo mirando.

-         Buenoooo, desde luego es usted una señora muy guapa y elegante.

- Ya, y con muchos kilos

-         Pero muy bien puestos jejejej y muy sexys

- Tú crees?

-         A mí me parece que está buenísima, me gusta mucho así. Además con la clase que tiene me da un morbazo increíble.

- Uhmmmm no me había dado cuenta jejejejej

Madu estaba poniéndome muy cachondo y provocándome de una manera brutal con sus palabras y sus gestos. No sabía muy bien como reaccionar, pero tener a una mujer así, tan tremenda al lado, me ponía cachondísimo. Así que acercándome a su oído le susurré lo mucho que me ponía desde que la ví el primer día.

-         Me pone muy cachondo usted señora, desde que la ví tengo unas ganas enormes de darle placer y hacerla gozar.

- Uffffff síiiii???? Me gusta oírlo. Y me gusta que te guste.

-         Me tiene loco por su cuerpo y su morbo.

-         Pues a qué esperas??? Estamos solos.

En ese momento mi mente pasó a otro nivel y me lancé como un loco con mis manos a sobarle los muslos mientras me abalanzaba sobre su cuello para mordérselo y besárselo.

- Uhmmmm que rico nene, Así, magréame bien con tus manos.

-         Joder Madu, qué buena estás gordita. Ufffffff

Continué sobándola bien mientras ella ya se lanzaba a mi boca para morrearnos salvajemente.

- Uffffffff, espera, hay que cerrar con llave.

Se levantó y bajándose la falda fue a la puerta a pasarle la llave para que nadie entrase y nos interrumpiese.

Yo la esperaba apoyado de pie en el borde de la mesa mientras miraba como aquella mujer venía hacia mi para devorarme. Se colocó enfrente a mí abrazándonos y comiéndonos las lenguas impulsivamente. No paraba de sobarla toda, aquel cuerpo grande me volvía loco. Le comencé a desabrochar la chaqueta mientras la miraba con pasión, terminó de sacársela y echarla en la silla, lentamente fui desabrochando los botones de su blusa mientras aparecían ante mis ojos unas tetas grandes y blancas fabulosas encorsetadas en un sujetador de encaje negro y rojo. Madu se desabrochó las mangas y se quitó la camisa ofreciéndome aquellos pechos ante mí. Me abalancé sobre ellos para chuparlos y besarlos y meter mi cabeza entre ellos. Qué maravilla de tetones.

-         Te gustan así grandes?

-         Me encantan Madu, son fabulosos.

-         Pues cómetelos bien anda.

Se los quité de la copa del sujetador y con mis manos se los apretaba y magreaba con dureza. Le tiraba de los pezones y se los lamía. A cada pinzada de pezón ella respondía con un gemido que me ponía más cachondo.

- Uffffff como me gusta que me los magrees.

-         Qué tetones tienes Madu.

Mientras succionaba aquellos pezones y areolas con mis manos recorría sus caderas para buscar la cremallera de su falda. Lentamente se la fui bajando a la vez que tiraba para que cayese hacia sus pies. Debajo llevaba un liguero en la barriga enganchado en unas medias con encaje, todo a juego, negras y rojas que le quedaban de vicio junto a unas bragas negras que cubrían su culazo y su coño. -Qué gusto tenía para la ropa-

Me tenía cardíaco, y quería darle placer.

-         Joder, como estás Madu. Te quiero comer toda.

-         Uhnmmmm , suena bien jejjejej

Así mismo la agarré por las cachas y la levanté sobre mi pecho para ponerla sobre la mesa bien abierta de piernas. Le agarré las bragas y se las fui sacando lentamente mientras le besaba todo su cuerpo. Que gozada de coño enorme tenía, que deseaba comer para hacerla correr.

Le comencé a besar y lamer los muslos acercándome a su raja para que se estremeciera de placer. Abrí con mis dedos sus labios para buscar su pipa y lamerla duro. Continué trabajándole bien su clítoris, succionándolo y estirándolo duro. Madu jadeaba y gemía de placer con mi boca en su raja.

- Uhmmmm, que rico nene. Cómetela toda bien. Siiiiiii

Yo no paraba de chuparla y al ver que se volvía loca le introduje dos dedos en su coño para follarla con ellos lentamente.

Con una mano la follaba y con la otra le masturbaba su pipa que estaba dura y grande de lo cachonda que estaba. Cada vez Madu se retorcía más sobre la mesa y sus gemidos eran más fuertes y constantes. Paré un poco para besarle la boca y decirle cosas al oído.

-         Te gusta?  Eres preciosa.

- Uhmmm síiiii, no pares. Dame caña

Madu necesitaba correrse así que empecé a penetrarla con los dedos y darle caña a su clítoris sin detenerme. La follaba, la masturbaba y ella gemía de gusto hasta que comenzó a retorcerse de placer.

-         Ahhhhh. Síiiiiiii. Me corroooo, me corroooooo.

Gemía y convulsionaba su cuerpo en un orgasmo fantástico que me encantaba habérselo dado. La contemplé como disfrutaba de la corrida acariciándose su cuerpo y respirando agitadamente.

[qué mujer!!! Tremenda!!!!

Continuará????

Disfruto de cada instante pensando en ti.

Relato dedicado a Madu.