La prisión (4)

Fuertes discusiones entre ambas.

LA PRISION (4)

Camino al patio le dije

YO: quisiera en lugar de ir al patio, ir a la cama, me duele todo el cuerpo y mira como tengo la cara.

ETHEL: a la cama conmigo?

YO: no te ilusiones, no me interesa en lo más mínimo estar contigo en una cama.

ETHEL: JAJA, has reconocido que eres mi hembra y obedeciste todas mis órdenes desde que salimos a bañarnos hasta ahora. Incluso admitiste ante la directora que lo eras.

YO: si, porque tengo miedo que vuelvas a pegarme.

ETHEL: bueno vete, yo voy a ver algunas cosas y luego voy. Esta noche veremos que pasa.

YO: es una amenaza?

ETHEL: para nada, vos vas a pedirme todos los días que te coja. Aun faltan 6 días para tu cumpleaños y creo voy a cumplir mi promesa antes. Para ese día tengo un regalo para ti

YO: no seas presuntuosa, yo también te dije algoal respecto.

ETHEL: si que tu mente nunca seria mía, pero acatas mis ordenes, como se entiende eso.

YO: bueno, me voy.

La deje y fui caminando despacio a mi celda. Me mire al espejo y vi., mi ojo y mis labios mejor. Era buena una pomadita que me dio la enfermera.

Que paliza ligaste Leti, me dije a mi misma. No deseo que eso forme parte de mi vida en la prisión. A diario hay aca, por una cosa o por otra, chicas golpeadas por sus parejas o grupos rivales. Algunas no tuvieron la suerte mía y terminaron en enfermería.

Me acosté, pensando dormir un poco, ya que la noche anterior, por los golpes recibidos no lo pude hacer. Di vueltas y vueltas en mi lugar de la cama y no podía dormir.

Repase, en mi mente lo sucedido desde que estoy con ella.

En el sexo que tuvo, no consentido, con mi cuerpo: realmente no pude hacer nada para impedirlo, es una mujer demasiado fuerte físicamente para mí.

En el baño y la paliza: aunque ella ni lo menciono, puede que tenga algo de culpa yo y la haya ofendido, cuando dije: quiero sacarme de encima la mugre de anoche.

Lo peor para mi son las constantes humillaciones, especialmente publicas que me hace.

La peor fue con la directora del penal: quien de MIS PROPIOS LABIOS,me escucho decir que yo soy la hembra de ella.

Donde estaba mi mente que no reacciono.

Odio la seguridad que tiene en todos sus actos, esa manera de manipulear a la gente, a mí sobre todo. Pero realmente tengo miedo.

A veces, cuando tengo que contestar algo, la miro a ella, como cuando lo de la directora y contesto con palabras que de mi boca, jamás hubieran salido.

Hembra, es para mi, una palabra a utilizar con los animales no con personas. Con personas serian novia de, mujer, etc.

Pero son términos de cárcel, como jaca, cortar a los debo irme acostumbrando.

Una cosa que impuso a mi llegada fue en cama desnuda total, pudiendo taparme con la sabana de la cama.

Y otra cosa, fue que vendió mi sujetador y mi tanga.

Siento ruido en el pasillo y presiento es ella.

ETHEL: hola bicho, como estas

YO: más o menos, me duele el cuerpo aun.

ETHEL: pero el ojo y los labios, están mejor casi bien. Se ve que es buena esa pomada.

Intento tocarme y me aparte

YO: no me toques la cara

ETHEL: tengo derecho a hacerlo

YO: que derecho, el de la fuerza?

ETHEL: para eso pague y luche por vos

YO: esa lucha con otras delincuentes

ETHEL: espera, espera, vos que sos, una carmelita que viene a redimirnos. No que yo sepa, eres una reclusa como cualquiera de nosotras y que debe cumplir 8 años, si OCHO años aca.

Siempre tiene algo para remover mis heridas

ETHEL: a ver si sentas la poca cabeza que te queda. Piensa que cuando salgas vas a tener 42 años. A quien vas a joder? A tus hijos? A ese Javier.?

Por favor ubícate. Con 42 años podes conseguir algún desahuciado que quiera tenerte para la cama o algún vivo que te prostituya en las calles.

Tus hijos para entonces ya tendrán otra mama y ni te conocerán.

Para Javier, vas a ser una aventura a sus 17 años, que el único recuerdo tuyo es una preciosa niña, que también tendrá otra madre.

A propósito te vino a visitar alguna vez? Te trajo, aunque sea, una foto de la niña,

Esa que te sacaron casi en la sala de parto, para que vengas a cumplir tu condena.

Reacciona, pórtate como una mujer.

Yo era un mar de lágrimas, me tapaba los oídos, para no escucharla y su voz resonaba en mi mente.

YO: eres cruel, muy cruel conmigo, me estas destrozando

ETHEL: no, al contrario lo hago para que vivas estos ocho años duros, lo mejor posible, pero tienes la cabeza de madera.

YO: lo mejor posible? Con vos? Que me pegas y me humillas ante todos, hasta delante de la directora.

ETHEL: mira (señalando al resto) todas ellas son esclavas a mi servicio, pero ninguna ha tenido la oportunidad de compartir mi cama. Trabajan para mi y pueden dormir con quien quieran. A veces alguna pasa la línea y hay que escarmentarla. Tu eres otra cosa, blanca menudita, supuestamente inteligente y te elegí como mi hembra. Ahora sino te gusta o no quieres, veremos que hago contigo.

YO: hoy me has hecho mucho daño, trajiste recuerdos que no quería tocar, y pintaste un después para mi, atroz, cruel como sos vos. Te odio, te odio.

ETHEL: bueno, piensa, recapacita y si quieres otro día hablamos. No olvides que también eres mi esclava y es como te debo tratar

Esa noche fue tranquila, durmió como si nada. Como si todo lo que dijo fuese verdad.

Y lo triste y lamentable es que tenía razón, muchas veces en la quietud de la noche pensé como seria, cuando salga de aca. Podré ubicar y ver a mis hijos? Conseguiré algún trabajo, habiendo sido convicta. Mucha gente nos rechaza por esa condición. Cuando saben que estuviste presa, te apartan como a leprosos, no te dan trabajo y no te quieren ver en la puerta de sus casas. Entonces sino consigues alguien que crea en vos, te quedan dos caminos, prostituirte o volver a delinquir. Yo sino consigo algún trabajo tendré que optar por alguna de esa, porque de profesora nadie me va a tomar, porque cuando pidan mis antecedentes penales, chau, fui.

Trate dormir pero escuchaba a algunas chicas reír, a lo mejor contando cuentos y me hubiera gustado estar, mas para no pensar y distraerme.

De pronto en nuestra jaula y no sabia donde, por la oscuridad, escuche a dos haciendo el amor. Trate de no escuchar, pero parecía estaban a mi lado. Escuchaba los besos que se daban, escuchaba el ruido de la cama, los murmullos, los quejidos, las palabras dulces que se decían y por ultimo el estallido de ambas, luego, otra vez el silencio.

Sin pensarlo toque mi almeja y estaba mojada. Me hubiera gustado tener un orgasmo, desde Javier que no tenia, pero tenia miedo que con el movimiento se despertara Ethel.