La prisión 16ª parte

Mi noche de bodas con Oki en prision

LA PRISION

16ª PARTE

No creo que mi vida en prisión vuelva a pasar una noche como la de mi boda. A mi confesión a Oki de que estaba enamorada de ella, esta se emociono y le cayeron unas lágrimas, pero fiel a su forma de ser, dura e impenetrable, se recompuso enseguida y volvió a su imagen de siempre.

Desperté muy temprano en la mañana y Oki dormía placidamente a mi lado desnuda como yo. Como estaba hambrienta de sexo, comencé a buscarla para coger. Con un poco de recelo los fui haciendo de a poco, debido al carácter hosco de Oki. Podía reaccionar para la mierda y golpearme. Bah, tantas palizas recibí de ella que una mas no me hacia mella, pero esta estaba justificada era nuestra noche de bodas. Yo mismo me desconocía, nunca fue mi forma de actuar. Pero no se si es porque estaba caliente o porque me seguía la emoción de haberme casado.

La cuestión que empecé dándole besos en los labios y viendo que ella se puso boca arriba dormida o fingiendo dormir, para ver hasta donde llegaba yo, no intento ni moverse más.

Envalentonada por la situación, aunque siempre alerta, seguí y acaricie fuertemente sus tetas y mame de sus grandes pezones como queriéndole sacar leche. Ella hizo algunos movimientos que me animaron a seguir y baje a su concha, abriendo con mis dedos sus labios vaginales y meter mi lengua en ella. Sentí su mano en mi nuca, presionándola suavemente, como dándome luz verde a lo que hacia.

Eso avivo más mis ansias y parecía querer comerme la concha de Oki. Mis labios enfundaron su clítoris pajeándolo repetidas veces, cuando siento los dedos de Oki buscando mi concha. Me puse de forma de facilitarle la acción. Penetro mi ya mojada concha con tres de sus dedos, moviéndolos al compás de mi boca pajeando su clítoris.

Pese a mi resistencia, tiro de mi pelo para sacarme y caer a su lado. Estaba desesperada de seco y me tire de cabeza en franca posición 69 ofreciéndole mi concha a ella. Fue tremendo el orgasmo que recibimos en nuestras bocas. Quedamos abrazadas mirando el techo.

OKI: amor, parece que el matrimonio incentivo tu apetito sexual. Nunca habías buscado vos , siempre esperabas ser buscada. En los últimos meses note una mayor actividad en ti, aunque siempre pasiva.

LETI: te dije que me había enamorado de vos, sin quererlo. Te confieso tuve un temor enorme a tu reacción cuando empecé a buscarte. No se como me anime, creo de lo caliente que estaba, pero temía que despertaras y me golpearas. Y cuando te pones a golpear no mides quien esta enfrente.

OKI: mi amor, hace varios meses no lo hago contigo. No puedo golpearte por haber buscado hacer el amor. Siempre que te pegue fue con motivos, como no obedecerme o un gesto impropio hacia mi.O cuando metías algún bocadillo en una conversación mía con otras presas.

LETI: si, aprendí a obedecerte y no meterme en tus conversaciones.

OKI: dime, desde que estamos juntas muchas veces tuviste el deseo de buscarme.

LETI: si muchas, eres mujer y no notaste en mis ojos y mi cara el deseo de estar contigo en algún momento?

OKI: no, confieso que no. Tal vez por los negocios no te veía como ahora. Cuando te pasaba eso y yo te ignoraba que hacías.

LETI: llorando espera que cayeras en un profundo sueño y me masturbaba, tratando de moverme lo menos posible y reprimir mi grititos y suspiros. Así era también mis orgasmos, siempre por la mitad. Muchas veces te movías y yo paraba de masturbarme y después lo pagaba con dolores ováricos.

OKI: mi amor, has lo que hiciste hoy que me encanto.

Me dio un beso en los labios y dijo de ir a bañarnos. Iba a levantarme y sentí mareos y se lo dije. Saco un test de embarazo que había guardado de la vez anterior y me llevo a orinar en un tachito que teníamos siempre ahí. Efectivamente, confirme lo que sospechaba, estaba preñada de nuevo.

OKI: fantástico, estas preñada

LETI: Oki?

OKI: si amor, dime

LETI: este quiero llegar a quedármelo aunque sea hasta los tres años. No puedo así. Parirlos y luego en tres días me lo sacan. Después de todo es un hijos mío con un desconocido. Quiero conservarlo hasta que dejen.

OKI: sabes que eso es imposible. Ya esta vendido por encargo, sabes no podemos tenerlo.

LETI: vendido a un hijo de puta que me uso para tenerlo. Y yo que? No tengo derecho a él, soy su madre.

OKI: sabes que no tienes derecho a nada. Eres una presa condenada a muchos años y sabes que de acá no saldrás viva. Entonces por lo menos deja que tu hijo sea feliz. Es duro para ti, pero es así, solo estas para parirlo.

LETI: (Llorando) si, mientras tú haces el negocio con el crápula del director.

OKI: no me hagas que te golpee de nuevo Leti. Las cosas son así y tú lo sabes. Lo tienes y chau. Vamos a bañarnos y desayunar.

LETI: no, ve tú. A mi se me fueron las ganas de todo.

OKI: esta bien te traeré algo.

Quede sola en la celda y en el pabellón. Me tire en la cama y llore. Llore mucho. Luego me levante, me puse el guardapolvo y salí rumbo a las duchas. En el camino a ellas me felicitaban por mi luna de miel y por mi embarazo. En las duchas estaba Oki. Se la veía feliz, no se si porque esta preñada o por su casamiento. Reía con otras.

OKI: decidiste venir amor, que bien.

LETI: vine porque me sentía sucia y hambrienta.

OKI: ven que te enjabono.

Empezó a enjabonar mi cuerpo y en un momento se puso a mi espalda, mientras hacia que enjabonaba mis tetas por delante. Besaba y chupeteaba mi cuello. Pese a la bronca que tenía la deje hacer por miedo a que me golpeara delante de sus amigas. Pero al mismo tiempo, y realmente me desconocía estaba de nuevo caliente. Me arrincono contra la pared, se puso frente a mí apretando su cuerpo en el mío, mientras su mano jugueteaba ya con mi concha. Entre el agua de lluvia que caía sobre nuestros cuerpos y el morbo de ser mirada que unas 10 o 15 reclusas, tuve un orgasmo brutal. Cuando acabe y ella se separo de mí, un aplauso cerrado y gritos de bien, bravo, surgió en esas mujeres.

Yo estaba roja de vergüenza y Oki, sonreía ufanamente, ensanchada en su ego, como diciendo “ven lo que hago con mi hembra, cuando y donde quiero.”

Me tomo de la mano envuelta en una toalla y fuimos a desayunar.

A todo esto, todas en el comedor, incluidas las guardias sabían ya lo ocurrido en los baños. Y lógicamente ella quedo como una reina que hace lo que quiere con su esclava, haciéndola acabar cuando y donde quería.

Luego fuimos al patio. Ella ensanchada, orgullosa, atendiendo las felicitaciones de todas. Las reclusas le pedían lo hiciera de nuevo. Yo a su lado temblaba

LETI: Oki, por favor no. Ya bastante humillación pase en los baños.

OKI: lo vas hacer de nuevo, pero al revés.

Me llevo a unos escalones se sentó abriendo sus piernas e indicándome que pusiera de rodillas a chuparle la concha, ante el delirio de todas. No pude dejar de hacerlo, ante el temor de que me pegara enfrente de todas. Mientras apretaba mi cabeza en su concha, asegurándose que no rehúya al reto, comencé a chuparla. A los pocos minutos Oki pegaba gritos, mientras yo recibía su orgasmo en mi boca, ante a presencia de todos, que aplaudía a rabia.

Nos retiramos a la celda ante los

“BRAVO Oki!” “muy bien Oki” “que sepa quien manda en la pareja”

Con lágrimas en los ojos llegue a la celda, mientras ella iba a ver al Director.