La prisión 14ª parte

Los negocios de OKI, problemas para mí

LA PRISION

14ª PARTE

Después del tener lo gemelos y se los llevaran, mi vida volvió a ser la misma de antes del embarazo. La hembra de Oki, su

esclava, su basura con la diferencia que durante más de seis meses

Después del parto también pase a ser su vaca lechera, ya que me ordeñaba dos o tres diarias. El médico de la prisión quería darme una inyección para cortar la leche, pero Oki se opuso, diciendo que ella se ocuparía de mí.

Y así fue, mamaba mis tetas y otras veces me ordeñaba con sus manos. Tenía mis pezones, por ello, muy sensibles y doloridos.

Un día vi a Oki hablando con un directivo nuevo de la prisión.

No pude y ni tampoco me hubiera dejado escuchar lo que conversaba, pero estaba segura que seria de mi. Algo tramaba, seguro para joderme a mí. Me corrió un frío por la espalda cuando recordé las palabras de ella la primera vez que hizo la intentona de embarazarme. Esas frases las tenia en mi cabeza grabadas a fuego “en cualquier momento te cargan otro muerto para prolongar tu condena, de caja saldrás en un féretro”  de solo pensarlo se me ponía la piel de gallina.

Luego que termino de hablar con el director, se acerco a mí, yo temblaba de pies a cabeza, me tomo de los pelos y me llevo a la rastra hasta la celda. Me hizo estar parada en el centro de la celda, mientras parada frente a mí, empezó a decirme que había llegado a un acuerdo con el director.

Yo estaba temblando, pues sabia que las cosas de Oki nunca para mi fueron buenas, al contrario y espere lo peor

OKI: bueno princesa tengo un negocio entre manos, para nosotras.

Esa princesa me sonó mal, nunca me había llamado así, y ese negocio que decía, para ella seguro seria un negocio pero para mí un calvario.

OKI: como te decía, un negocio que nos dará mucha plata a ambas

Seguro para ella la plata, para mí poner la cara y recibir los golpes.

OKI: es sencillo, no me interrumpas entendido?

LETI: si Oki

OKI: visto el buen resultado que dejo tu embarazo, hable con el nuevo director, que es flor de tipo, para volver a hacerlo. Conseguir gente que quiera tener hijos y que no pueden por distintos motivos. Ellos ponen la platita y el semen, vos te embarazas y yo cobro, pasándole al director una comisión.

LETI: no Oki, basta. Ya tengo casi 40 años, recién di a luz dos gemelos que pretendes que me embarace de nuevo, no por favor.

OKI: tienes varios años más, según la medicina, para engendrar más hijos. Eres fuerte y tres o cuatro mas puedes dar a razón de uno por año como mínimo.

LETI: no Oki es una locura, que quieres que se vaca o una maquina para tener hijos.

El puñetazo que medio en el bajo vientre me doblo el cuerpo hacia delante y ella aprovecho para agarrarme de los pelos y seguir golpeándome en la cara, al tiempo que acerco su cara a la mía

OKI: te pedí acaso yo opinión al respecto. Solo te indicaba lo que haríamos. Sabes que tu opinión me importa un carajo y si digo lo haremos lo vamos a hacer. Durante el embarazo la pasaste bien, buena comida, buena vida y es en eso lo único que debes pensar.

LETI: pero Oki yo…

Los golpes me llovían de todos lados y no sabia adonde Irian, pero si los recibía yo.

OKI: puta, reputa, sucia de mierda, yo te voy a enseñar a obedecer.

Ya me dolían todos los huesos del cuerpo, tire de rodillas delante de ella, me abrace a su cintura

LETI: esta bien Oki, lo que vos quieras, pero no me pegues mas por favor, te lo ruego.

OKI: así me gusta, que entiendas razones.

Salio de la celda dejándome sola. Me tire sobre la cama y llore desconsoladamente. Me dolían hasta las uñas de los pies. Creo que fue la mayor paliza que me dio, desde que estoy con ella.

La oí que volvía y me tire en el suelo como una perra sarnosa, esperando a su amo.

OKI: bien, ya esta todo en marcha. Vamos a publicar un aviso ofreciendo vientre en alquiler, lógicamente con la dirección de otro lugar. Así que prepárate, eres mi nueva conejita, jajaja

Salimos al patio, yo detrás de ella, como siempre, llena de golpes en todo mi cuerpo y en especial en la cara.

PRESA: oye leti, parece que te gusta que te peguen antes de coger

OTRA: si, son minas que gozan más cuando las cagas a palos y luego las coges.

Seguimos caminando, Oki llevaba una sonrisa de oreja a oreja por lo que escucho y yo roja de vergüenza. A Oki le fascinaba mostrarme ante cualquiera en forma humillantes para, como ahora o cuando me hizo de árbol navideño. Ella gozaba con mi humillación y mis torturas. Le encantaba pegarme ante la menor excusa y si no la tenia la inventaba.

Pasaron varios días, hasta que director llamo a Oki a su despacho. Yo me quede en la celda, esperando lo que seguramente presumía, que había un cliente y que me embarazaría.

Oki volvió eufórica de la reunión y me dijo que había una clienta que pagaría mucho dinero. Mañana traerían el semen para congelarlo en la heladera de enfermería, presto para usar en mi próxima ovulación. Juro que tenia deseos de que me viniera la menopausia y así evitar todo.

Todas las mañanas antes de levantarme de la cama, Oki, con un termómetro que le habían dado en enfermería, me tomaba el estado febril de mi cuerpo. En cuando vio un cambio, envío a una reclusa a buscar el frasco y la jeringa.

Me hizo abrir bien de piernas y me inyecto la larga jeringa en mi concha, para luego ingresar el semen en mi cuerpo.

Al día siguiente repitió la operación como refuerzo de la primera.

Luego salimos a bañarnos y a desayunar. Nuevamente me hizo comer en el suelo y sin las manos. Salimos rumba al patio. Oki estaba feliz por la posibilidad de cobrar por mi embarazo. Ahora ni ella sabia quien era la persona que encargo hacerlo.

Yo no podía decir nada, pues si abría la boca por algo, Oki ya me pegaba y le tenía terror tanto a los golpes que propinaba como la saña con que golpeaba.

Ella empezó a hablar con distintas reclusas, en especial jóvenes a fin de reclutarlas para ampliar su negocio. Les ofrecía dinero a cambio de preñarse para otros. Tres de ellas aceptaron el ofrecimiento, previa revisacion médica.

Todas cobraban un importe dinero, para una detenida, que podía comprar cigarrillos, drogas y alguna bebida.

Le comente a Oski

LETI: a esas tres les pagas para preñarse y yo que tuve gemelos y quieres hacer embarazar de nuevo no me dite ni un centavo

OKI: calla, tú eres mi hembra y lo cobro yo

Esa noche Oki me hizo el amor y me prohibió hablar más del tema. Asimismo me dijo que para la mañana iba a haber una sorpresa para mí.

No quiso informarme que clase de sorpresa era, pero viniendo de Oki, no podía esperar algo bueno para mí.