La prisión 12

Mas humillada que nunca

LA PRISION

12ª PARTE

Estando de pie delante de ella, toda adornada de broches, me atreví a preguntarle.

LETI: porque OKI ese odio que tienen hacia, si mi pecado fue estar con un joven, me parece lo estoy pagando con creces. Pero cada día se empecinan más en humillarme y castigarme. Además ya perdí mi marido y mis hijos, te parece poco castigo.

Su primera respuesta fue un tremendo cachetazo me dio vuelta la cara e hizo temblar mi cuerpo como un árbol con el viento. Los broches vibraban que parecían salir como hojas y sentí dolores en mi cuerpo que parecía se iba a despedazar. Solo atine a sujetar mis tetas llenas de broches.

OKI: la señora quiere saber porque no la queremos

LETI: no es que quiero me quieran, pero quiero vivir con dignidad

OKI: miren chicas, (a las que estaban a nuestro alrededor) la señora quiere saber porque no la dejamos vivir con dignidad.

Todas rieron para quedar bien con OKI

OKI: sabes por que puta? Yo te voy a explicar porque eres la puta de todas y porque nunca tendrás dignidad acá adentro. Estas considerada violadora de niños y acá se paga.

LETI: pero si yo viole a nadie, solo los dos nos enamoramos

OKI: la orden vino de afuera, por eso tuviste una muerte encima acá, NO QUIEREN QUE SALGAS NUNCA DE ACA, ENTENDISTE!

LETI: una orden de quien? Porque?

OKI: no se cerda, vamos a lo nuestro

Quede hecha mierda, un zombie. Únicamente los padres de él podrían haber esto. Estaba condenada a vivir ahí hasta morir. Condenada a ser humillada, el trapo de piso de todas. Estaba en eso cuando un puñetazo me  pego en abdomen haciendo doblar hacia delante con el consiguiente dolor por los broches.

OKI: vamos bañarnos y desayunar, no putita ven así desnudita.

Reponiéndome como pude y con los broches en todo mi cuerpo camine detrás de ella. Ni siquiera me saco los tapones nasales ni el broche por lo que tenia que caminar respirando con la boca abierta. Entre las burlas y risas de las demás reclusas llegamos a las duchas.

OKI: (dirigiéndose a mí) tú no te bañas, espera ahí

LETI: Oki estoy toda sucia déjame bañar

OKI: alguna vez viste a alguna cerda limpia, calla ya

Me quede mirando como todas se bañaban y yo cubierta de broches en mis tetas y concha me quede mirando.

Cuando terminaron Oki dijo

OKI: bueno ahora a desayunar.

Cuando llegamos ya estaban todas, fuimos las última en entrar, a propósito. Entre detrás de ella y cuando llegamos a la mitad del salón se detuvo y yo detrás

OKI: (sujetándome del brazo y poniéndome delante de todas, incluidas las celadoras) buenos amigas, me han obsequiado en árbol para navidad, miren la cerda como la adornaron.

Entre risas y burlas de todos y mi humillación, tuve que soportar de pie

OKI: sabéis todas el número de celda, así que toda aquella que quiere colaborar para hermosear el árbol  traigan cosas.

Pensé más todavía, de las cosas que colgaban. Menos mal me dejo desayunar, esta famélica ya.

Terminamos de desayunar y fuimos al patio. Todas se acercaban a tocarme y yo tenía que mantenerme quieta, que hicieran lo que querían.

OKI: vamos a la celda

Ella caminado delante, yo detrás y el resto del grupo detrás y al costado mío. Parecía una condenada a muerte. Cuando llegamos había reclusas esperándonos con paquetitos que supuse serian para el árbol.

OKI: miren aun falta para Navidad y estamos terminando de adornar el árbol. Mañana adelantaremos la fiesta de NAVIDAD.

Fue mirando las cosas que habían traído y la que les parecía las apartaba para colgarlas luego de mí. Todos se fueron a dormir, por el inminente cierre de puertas y corte de luz.

Quedamos solas las dos en nuestra celda. Se acostó y me pidió que le chupara la concha.

Me acerque con cuidado por mi cuerpo. Me saco el broche de la nariz pero no los tapones y empujo mi cara contra su almeja. Empecé a chuparla y ella, sabiendo mis dolores de tetas me la apretaba igual. Trate de hacerlo rápido para evitar mis dolores pero ella me sacaba y me volvía a meter mi cabeza entre sus piernas. Había momentos que no podía respirar y me ahogaba y tosía. Ella apretaba mas mi cara sobre su concha, a sabiendas que tenia la nariz tapada y sola respiraba por la boca. Hasta que al fin derramo sus flujos sobre cara. Levante la cabeza y empecé a boquear ante la falta de aire, mientras ella esgrimía una sonrisa burlona.

Tuve que dormir acostada boca arriba y sin moverme por si movía las piernas los broches de la concha entraban a tirar y me producían dolor y si movía mi torso las tetas parecían explotar. Encima dormir con boca abierta, porque me puse otra vez el broche en la nariz.

A la mañana siguiente me saco todos y fue un alivio para mi. Fuimos a bañarnos y luego a desayunar. Hasta ahí todo normal. En el patio vi que Oki se alejo de mi diciendo que me quedara ahí. Tenía miedo quedar sola sin la protección de ella o de sus segundas, por mi condición de reclusa marcada, por suerte nada sucedió pese a las duras miradas de algunas. Volvió Oki y respire aliviada. Pese a ser castigada todos días por ella, realmente sino fuera que estaba sindicada como su hembra no se que me harían las demás conmigo. Oki  era como un seguro de vida para mí, pese a que tenía que tolerarla con castigos y humillaciones.

Volvimos a la celda y todo seguí igual. Vino una y trajo luces de navidad. Tipo 19 horas me empezaron a vestir de árbol nuevamente. Tenia que volver a soportar los broches y lo que quisieran colgarme. Conté 6 broches en mis labios vaginales tres de cada lado. Los tapones en la nariz. Me dibujaron el cuerpo con dibujos de pijas, conchas etc. Luego me delinearon las cejas bien gruesas, sombras y rojo bermellón en los labios. No podía sentarme  por los broches en mi almeja. Oki tomo dos argollas, y temí lo otra vez. Paso una argolla por una de mis tetas. Me pusieron un trapo a modo de mordaza y luego el otro aro en la otra teta. Estaban apretadas. Colgando de la parte inferior de los aros había unos ganchos que fueron colocando bolas de diversos colores. Yo estaba terriblemente asustada, no sabía a donde llegarían. Luego colocaron dos broches en cada pezón que me hacían doler mucho y diversos broches abrochados en distintas partes de mis tetas. Después trajeron unas pesas bastantes gruesas que fueron colgando de mi pelo, eran pesadas y sentía los tirones de pelo. Me pusieron una mordaza con bola luminosa y me subieron a un carrito para trasladarme. Era en verdad un árbol de navidad. Llegamos al medio del patio donde había puestos dos estacas paradas. Yo miraba espantada todo que me hacia. Abrieron mis brazos y los ataron a las estacas y luego mis piernas. Estaba dolorida en cuerpo y alma. Note que al lado de una de las estaca había una batería de coche donde conectaron un cable con luces de colores navideños y lo pasaron por mi cuerpo. Luego salieron del patio dejándome sola, sin movimiento y a oscuras. La única luz eran las que tenía en mi cuerpo que prendían y apagaban. Se hizo un silencio que daba miedo. Lagrimas caían por mis mejillas, era de dolor, impotencia, bronca. Me sentí terriblemente humillada, usada.

Se escuchaba desde el comedor la música y gritos de todas seguro tomando, comiendo y bailando riéndose del árbol que dejaron afuera. Así quede toda la noche, sola con mucho frío.

A la mañana siguiente me llevaron a la celda y me desarmaron toda. Solo quería un baño y tirarme en una cama.

Estaba durmiendo cuando escuche dos de la celda de al lado hacer el amor. Cuando terminaron se pusieron a conversar entre ellas. Sentí que una preguntaba por la jeringa y la otra decía que ya había llegado y estaba en frío.

Pensé jeringa, para que, pero como estaba como entre sueños no podía escuchar bien y volví a dormirme.

A medio día me despertaron sacudiéndome y fuimos almorzar. Cuando regresábamos a la celda y yo notaba miradas cómplices entre algunas ellas, pero no sabía a que se debía. Oki no estuvo en toda la mañana y ni pude saber adonde estaba. Estaba al cuidado de sus segundas. En la celda tuve que satisfacer a la dos que quedaron a mi cuidado. Donde estaría oki?  Misterio

Faltando cinco minutos para el cierre de celdas y luces entro Oki y me dio un largo besos en los labios delante de las otras. Vinieron dos más de la ceda contigua.

A las 22 horas cerraron las puertas y apagaron las luces. Me acosté y se abalanzaron sobre mi 4 de ellas sujetándome los brazos y las piernas abiertas una me puso una cinta adhesiva a lo largo de mi boca que impedía gritar. Oki se ubico de rodillas entre mis piernas. Yo trataba de luchar contra ellas pero era inútil. Oki saco de un bolso que había traído una jeringa de gran porte y llena de un líquido blanco. Trate de zafar pero era inútil. Metió el caño de la jeringa en mi concha, y comenzó a inyectarme ese líquido que estaba muy frío. Lo fue ingresando de poco, ante mi angustia y desesperación hasta dejarla vacía. Ahí lo saco y desarmo la jeringa. Sonó el celular de OKI

OKI: si ya esta, la inseminamos, esperemos haberla preñado.

Una voz que contestaba

OKI: de acuerdo al calculo que tengo de ella hoy es el día mejor de ovulación de ella y sino intentaremos de nuevo. No se preocupe. La hembra criara en su panza una bella criatura, se lo aseguro.

Yo ya libre de manos y piernas llore desconsoladamente. Me habían hecho inseminación artificial. De quien era? Porque?