La princesa putita – primera parte

En una fantasia personal os contaré como a una inocente princesita la convierten en la mayor putita del reino. Dudo mucho que no haya ningun chico que no se caliente con mi fantasia.

Hoy os voy a contar una de mis fantasías:

A veces me imagino que estoy en la época medieval y que voy en una carroza con mi madre en busca de mi prometido, un rico conde que vive en un castillo.

En la carroza voy acompañada por mi madre y un par de soldados que nos hacen de escolta, además del conductor de la carroza.

En una zona boscosa de pronto se oye el silbido de una flecha que se clava en la garganta del conductor. Nos están atacando una banda de forajidos.

Uno de ellos salta desde un árbol a la carroza y la detiene mientras otro se abalanza sobre unos de los soldados cortándole el cuello de raíz. Al último lo hacen prisionero ya que se rinde sin pelear.

El jefe de los asaltantes entra de golpe en la carroza y dice: vaya par de palomitas.

Mi madre le ruega que respeten a su hija y que si la dejan marchar ella se quedará de rehén para que puedan recibir una gran cantidad de dinero a cambio. El jefe se ríe y dice, si, si, pero después que nos divirtamos.

De una patada hace salir a mi madre de la carroza y les dice a sus hombres: quitadle la ropa y fallárosla que lleváis muchos días con ganas de vaciaros.

Enseguida la desnudan y en medio del camino empiezan a follarla por todos sus agujeros. El soldado está desnudo atado a un árbol mirándolo todo y ante ese espectáculo su polla se pone dura.

El jefe me coge del cabello y me hace asomar por la ventanilla diciéndome, mira tu madre que puta es. Tiene  3 pollas dentro y seguro que aun le cabrían más.

Yo me pongo a llorar asustada y le digo: eres un cerdo asqueroso, ¿Cómo te atreves a hacer eso a mi madre?

El responde: fíjate bien y aprende porque a partir de hoy vas a ser nuestra putita y estarás al servicio de todos nosotros, a cualquier hora del día.

Estás loco, le contesto y revolviéndome le doy una patada en los huevos y salgo corriendo. El se duele pero puede gritar a sus hombres que me atrapen.

Me cogen entre dos y esperan las órdenes del jefe, que sale de la carroza aún doliéndose.

Eso que has hecho no está nada bien, tendrás tu castigo. Desnudadla.

En un momento me quitan la ropa y me dejan completamente desnuda y abierta de brazos, cogida entre dos hombres que huelen a sudor y van especialmente sucios.

El soldado al verme aun se le pone más dura y se ve que su polla incluso se mueve en espasmos. Fíjate, dice el jefe, mira como se la has puesto a tu soldado. Seguro que te fallaría aquí mismo.

Veo como de la polla del soldado incluso le salen gotitas blancas.

En ese momento mi madre recibe las descargas de los que la follaban dejándola rellena de semen por todos sus agujeros. Ella me mira con su cara llena de grumos y con su coño rezumando semen.

Dejad que la limpie digo yo, podría quedarse embarazada. El jefe se ríe, y dice: de acuerdo pero deberás limpiarla solo con tu lengua. Los hombres que me sujetan me llevan delante de mi madre y hacen que me incline estampando mi cara en el coño de mi madre: venga, dicen, límpiaselo.

Yo saco mi lengua y empiezo a lamerlo. El semen esta agrio, sabe mal, huele fuerte. Lo que recojo con la lengua lo escupo al suelo. Al ver que hago eso el jefe me azota con una vara en el culito muy fuerte y me arranca un grito de dolor: ayyyyyy!!!!

No putita, no, me dice: nuestro semen es sagrado y no pueden echarlo a perder. Debes tragarlo ya que a partir de hoy esta será tu única comida y bebida.

Hazlo hija, dice mi madre, sino nos mataran. Al oírlo, la obedezco y empiezo a tragar los grumos de las corridas. Al poco rato termino de recoger lo que salía de su coño y entonces me dicen: venga alivia al soldadito que ya está a punto.

Me hacen arrodillar delante de él y me ponen su polla en la boca. Solo al notar mi lengua el soldado no puede más y empieza a soltar chorros de semen que me llenan la boca, los cuales trago con cierta dificultad ya que no para de correrse.

Jo, dice el jefe, este si iba cargado. Entonces ordena a sus hombres que me aten con una cuerda al cuello y que se preparan a partir. Al soldado ya  mi madre les dice que ya se pueden ir, desnudos, a contarle al conde que su prometida va a ser la mayor putita de su reino.

Así me alejo de mi madre llorando y con aun restos de semen en mi cara, caminando desnuda y atada con una cuerda en mi cuello y manos.

Cansada y rendida llegamos a un sucio poblado y enseguida sale la gente a recibirnos. El jefe lo primero que hace es atarme a un palo en medio de la plaza y decir a los vecinos: Está va a ser nuestra putita y todo el que quiera podrá fallársela, pero solo por el culito y la boca ya que su virginidad es demasiado valiosa.

Hoy está cansada por el viaje y deberéis respetarla, pero mañana ya podrá ser de todos. Lo único es que no ha cenado y como solo come semen os pido que el que quiera se corra en este plato para que ella luego pueda comérselo.

Se hace una larga cola de gente, mayores, viejos y niños que se empiezan a masturbar y a correrse en el plato.

(Fin de la primera parte)