La princesa dormida

Esto me esribio mi gran y unico amor...

La princesa dormida

Esto me escribió mi gran y único amor:

"Habíamos hecho el amor por horas. Ella me pidió que la deje reposar un rato. La verdad yo quería continuar haciendo lo que me gustaba con ella, pero quería verla dormir. Ella tiene el sueño muy ligero y generalmente al moverme en la cama se despertaba y me pedía con su dulce voz que no me separe de ella. Así que aproveché la oportunidad para darme una ducha.

Al volver a la habitación gocé de un espectáculo maravilloso. Ella estaba dormida profundamente. Se había inclinado sobre la almohada y reposaba de costado. Su vestido se había quedado levantado dejando ver la maravillosa geografía de sus caderas y sus glúteos. Delicia que mis manos habían recorrido muchas veces.

La deseaba muchísimo. Pero por encima de ese deseo inconmensurable me llenaba un gran y profundo amor. Verla dormir era hermoso. Ella yacía tierna e indefensa. Dulce y virginal,. Maravillosamente dormía mi princesa. Agotada por horas de disfrutar de un sexo puro lleno de amor. Ella era mi pasión. No podía moverme, no quería hacer el menor ruido. Nunca mis ojos habían mirado extasiados tanta belleza. La amaba, la deseaba. Quería verla dormir así por horas.

Lentamente me acerqué. Mi respiración se acomodó a su ritmo. Le acaricié el cabello y le di un beso en sus deliciosos labios. Ella se agitó levemente. Me aparté con rapidez. No quería despertarla.

Esperé unos minutos antes de empezar a acariciarla. No quería despertarla pero necesitaba tocarla, acariciarla, manosearla, hacerla mía con mis manos.

Le acaricié los senos debajo del vestido. Mis manos recorrieron sus nalgas y sus caderas. Me deleite con la bella anatomía de sus piernas. Me sentía en el olimpo, acariciando a una diosa. Me sentía tocando un ángel.

La deseaba con locura. Quería poseerla, pero no quería despertarla. Nunca había disfrutado tanto mirándola y acariciándola. Y me enamoré más de ella, de mi princesa."