La primita (2)

La cosa se fue poniendo muy caliente en mi habitación mientras educaba a mi primita.

Ahora les cuento con detalle lo que paso esa fantástica tarde y espero que les guste tanto como me gustó a mí.

Yo- Empieza quitándote la falta poco a poco por que esto forma parte de la seducción.

Y ella sin pensarlo empezó a buscar la cremallera y su falda empezó a caer lentamente por sus bronceadas piernas. Dejando a la vista esas braguitas blancas mucho más pequeñas que las que había visto anteriormente y donde se podían observar que ya tenia vello púbico.

Primita- Ahora te toca a ti. Prenda por prenda.

Yo- Eso no es justo, las chicas lleváis mas ropa que los chicos y pronto yo no tendré que con jugar.

Primita- De acuerdo, ¿ ahora que me quito?

Yo- Esa camiseta tan ajustada que llevas.

Pude ver en ese instante que los pechos de mi primita no tenias desperdicio, a pesar de ser tan grandes no parecía que el sujetador los subiera mucho sino que estaban decoración. Yo me quité la camiseta que llevaba como prueba de buena fe y ella miraba mis pezones y se empezó a reír.

Primita- Tus pezones son mas pequeños que los míos y mas claritos.

Yo- Eso tendré que comprobarlo.

Se quitó el sujetador con un facilidad que nunca he llegado ha entender, por que los tíos debemos ser muy patoso para desabrocharlos, por lo menos yo. Su pechos no cayeron mucho estaban sorprendentemente firmes y voluptuosos nada separados y con unos pezones en le medio morenitos amplia aureola y gran empitonada, la delicia de cualquier bebé.

Primita- Ahora quiero ver eso que tanto se esconde y tiene ganas de salir.

Yo- De acuerdo, pero después te quitas las braguitas y harás lo que yo te diga si quieres jugar con él.

Primita- Vale pero date prisa que me muero de curiosidad.

Me bajé los pantalones de chándal primero y pudo observar mejor el bulto con mis calzoncillos y yo que lo mostraba todo lo posible para ver su cara. Después lentamente me los baje y salto mi pene como un soldado cuando cantan zafarrancho de combate. Ella se quedo con la boca abierta y expresión de alucine.

Primita- ¿Me lo dejas tocar?

Yo- Primero debes cumplir lo que me has dicho antes.

Yo ya estaba que de verdad me empezaba a doler, no se cuanto tiempo mas podría aguantar sin reventar. Y se empezó a quitar las braguitas dejándome ver ese preciado triángulo de las bermudas donde nos perdemos habitualmente los hombre (y alguna mujeres por que hoy en día no se sabe).

Yo- Eres la mujer mas hermosa que he visto en mi vida. Y ahora te dejo que te acerques y lo toques como yo te diga, pero despacio que las cosas con prisas se disfrutan menos. Debes acariciarla rodeándola con tu mano de arriba abajo pero sin apretar mucho al principio.

Primita- ¿Así esta bien? ¿O lo hago mal?

Yo con la excitación que llevaba en la ultima hora no pude contestar nada, por que empecé a soltar chorros de semen a diestro y siniestro. Ellas se asustó y la soltó.

Cuando me pude recuperar le dije que no tuviera miedo que eso es lo normal cuando una chica tan hermosa como ella tocaba a los chicos. Yo me enfadé un poco por que no tenia planeado descargar tan rápido.

Le comencé a explicar que no era normal que durara tan poco, pero que dentro de un momento le demostraría como es lo normal ( si es que existe alguna cosa normal en este tema).

Yo- Ahora voy a demostrarte lo que nos gusta a los chicos tocar cuando estamos con una chica.

Se acostó a mi lado y la besé tiernamente para que no se asustara mas de lo que ya estaba con mi eyaculación sorpresiva. Con mis manos recorría su cuerpo, primero sin tocar nada abiertamente solo insinuando su silueta. Acariciaba su cara mientras la besaba, bajando por el cuello alrededor de sus pechos, por el ombligo y finalmente sus piernas.

Sin darme cuenta sus pezones se habían despertado clamando al cielo junto con su piel de gallina por mis caricias. Me dedique a bajar su cuello besándola en todo momento hasta llegar a sus pechos y pasé la lengua por sus pezones. Su respiración era increíblemente rápida y profunda y yo estaba disfrutando de un manjar prohibido. Me hubiera gustado que de verdad esos pechos produjeran leche por que en ese momento me sentía con las ansias de un bebé para extraer algo valioso de ahí.

Cuando creí que ya había tenido bastante degustación Láctea me dediqué a seguir bajando con mis besos primero hacia el ombligo y me pare para lamerlo un poco y su reacción me indicó que le gustaba por que sus manos se colocaron detrás de mi cabeza y la acompañaban en su recorrido instintivamente empujando hacia lo mas preciado. Me resistí un poco para hacerla sufrir pero por fin ataqué dulcemente su clítoris, que en ese momento ya estaba como sus pezones, pidiendo guerra.

Empezaron sus gemidos y temí que la pudieran oír sus padres o los míos por lo que le di a probar mi dedo y así tenia la boca ocupada mientras yo seguía explorando con mi lengua lo inexplorado. Y después de unos minutos de ardua labor llegó su primer orgasmo y por la gran cantidad de líquido que segregó me dije que no hace falta más lubricación par mi soldadito.

Yo- ¿te ha gustado primita?

Primita- No había sentido nada igual en mi vida. ¿Siempre es así de bueno?

Yo- Con práctica e imaginación pueden ser mejores. Pero ahora te toca aprender mas cosas a ti.

Primita- Dime que es lo que quieres que haga.

Yo- Primero quiero que hagas lo mismo que me has hecho antes y te seguiré indicando cuando llegue el momento.

Se arrodilló en la cama y me cogió el pene haciendo un torpe paja, pero viéndole los pecho colgando y ese culito que me traía loco no importó mucho. Yo ya la tenia morcillota y poco estimulo faltó para que se pusiese en guardia.

Yo- Ahora primita para un momento y vas a hacer algo nuevo. Quiero que te la acerques a la boca y le beses la punta con delicadeza.

Primita-Huele muy raro y la punta empieza esta pegajosa.

Yo- Confía en mi. Al principio como todo te tienes que acostumbrar a las cosas nuevas pero te prometo que te gustará mucho. Y ahora besala y poco a poco la vas metiendo en tu boca como si fuese un helado que te guste mucho.

Pude observar que su cara era de asco al principio, y poco a poco le iba cogiendo el tranquillo a eso de mamar. Con algunas instrucciones mas mías consiguió que mi placer fuera increíble. Y tuve que concentrarme seriamente para no correrme y poder seguir disfrutando de la velada.

Yo- Ahora primita para un momento.

Primita-¿ No lo estoy haciendo bien?

Yo- Ya lo creo que lo haces bien, has aprendido muy rápido y he disfrutado mucho.

Primita-¿ Pero si aún no has acabado?

Yo- Me lo reservo para lo que te voy a enseñar ahora. Va a ser toda una mujer para siempre. Vas a perder la virginidad y tendrás un placer increíble, aunque al principio te molestará un poco pero se te pasa enseguida.

Primita- He sentido que la primera vez duele mucho y que sangras. Eso me da mucho miedo.

Yo- ¿Acaso no confías en mí? ¿No has disfrutado completamente conmigo?

Primita- La verdad es que sí.

Yo- Pues te prometo que lo que vas a disfrutar ahora va a ser mejor que lo anterior. Tumbate aquí y disfruta.

Comencé besándola tiernamente otra vez y acariciando sus pechos ya abiertamente. Ahora era yo el que quería disfrutar lo máximo. Abrí sus piernas y me coloque en la entrada y rozaba mi pene para que ella supiera lo que se le venia encima. Volvía a respirar agitadamente y me decidí a empezar el avance de la tropa. Primero mi glande se deformaba para ir entrando en aquella vagina tan estrecha. Ella hacia fuerza como para repelerlo pero no aguantó mucho y me dejo el camino libre. Poco a poco fui haciendo fuerza para abrir camino hasta que noté que el glande ya estaba dentro y me dije, ahora es pan comido.

Ella empezaba a soltar pequeños gemidos, una mezcla de placer y dolor a la vez, yo cada vez entraba más adentro hasta que note como un tope. Era el momento de la verdad, ahora serás una mujer le dije.

Ella me miró asustada y yo la besé para amortiguar el grito que pudiese dar y que dio. Una vez toda dentro paré un momento para que respirar y le sonreí para que tranquilizará, que todo esta bien y le susurré que era toda una mujer increíblemente hermosa.

Una vez dicho esto empecé el bombeo primero lentamente y se fue acelerando según mi instinto me dictaba. Estaba nervioso y pensé que no podía desilusionarla la primera vez, ella debía tener un orgasmo que la hiciera feliz y lo conseguí con mucho esfuerzo ( después de todo, esa eyaculación imprevista la principio me facilitó un mayor aguante para la faena gorda).

Primero llegó ella al orgasmo y yo poco después, ya que al sentir que ya lo había conseguido me excite sobremanera y acabé.

No quise parecer el típico machista que una vez que acaba se regodea con su placer y se olvida de su compañera y me dediqué un par de minutos a seguir besándola y susurrarle cosas al oído. La abracé y perdimos la noción del tiempo hasta que me recuperé y miré el reloj. Sus padres no tardarían mucho en irse y le dije que se vistiera para que no sospecharan nada.

La besé y le dije que era la mejor alumna del mundo y que seguro que podría enseñarle mas cosas. (En ese momento en mi cabeza estaba reventar ese trasero que me volvía loco).

Espero que les guste este relato y me gustaría leer sus comentarios para animarme para los siguientes y corregir lo que no les guste.

Un saludo

Duke78