La primera vez que toqué un chocho

Todo lo que experimentas siendo joven nunca se te olvida y lo retienes en la memoria siempre sin olvidar los detalles de ese día maravilloso que descubres el sexo, que solo escuchando las conversaciones de tus amigos mayores que te cuentan sus experiencias sexuales y deseas tenerlas tú también.

La primera vez que toqué un chocho.

Todo lo que experimentas siendo joven nunca se te olvida y lo retienes en la memoria siempre sin olvidar los detalles de ese día maravilloso que descubres el sexo, que solo escuchando las conversaciones de tus amigos mayores que te cuentan sus experiencias sexuales y deseas tenerlas tú también.

Ocurrió en verano cuando tienes todo el día libre si apenas ocupaciones y con solo 12 años estas deseando salir a la calle para encontrarte con tus amigos para jugar al fútbol o meterte con las amigas del barrio, ese día me llamó mi amigo José al portal para que fuéramos a su casa a pasar la tarde oyendo música y viendo alguna revisa porno que su padre tenía escondidas en su armario.

Subimos a su casa sobre las cinco de la tarde mientras me decía que estaríamos solos ya que sus padres se marcharon al chalet para regresar entrada la noche, así que disponíamos de mucho tiempo para estar a nuestro antojo, entramos en su piso con mucho calor en nuestro cuerpo debido a la excitación, pensaba yo, y también por la prisa de llegar al lugar para ver las revistas.

Cogimos unas cuantas revistas y nos fuimos a su habitación, una vez allí nos tumbamos en su cama comenzamos a mirar aquellas mujeres desnudas con sus pechos, vaginas y siendo penetradas por tíos con unas pollas grandiosas que nos parecía increíble comparándolas con las nuestras, no era la primera vez que no hacíamos pajas viendo esas hermosas mujeres.

Tardamos poco en bajarnos los pantalones y comenzar a sacudir nuestros penes reclinados en la cama cada cual con su revista mencionando lo que mas nos gustaba de las mujeres que íbamos observando, en plena faena y en un silencio total escuchamos una voz femenina que gritaba el nombre de mi amigo José, mi amigo se levantó diciendo " es Mª Carmen, tapate", se subió su pantalón y salio a la terraza que tenía en su habitación, yo hice lo mismo y salí a la terraza viendo al otro lado del muro que dividía las terrazas a nuestra amiga asomando sus tetas cubiertas con una camisa blanca que adivinaba sus pechos grandes.

Ella era un año y medio mayor que nosotros, y entre nosotros siempre la mirábamos con deseo debido a sus pechos grandes, era la mas desarrollada de todas nuestras amigas y siempre se quedaba la última en subir a casa, eso hacía que todos tuviéramos deseos de tocarla y en ocasiones entre varios amigos la llegamos a palpar sus pechos entre jugueteos.Tenía un pecho grande para su edad (creo recordar ahora que puedo comparar) sobre una 95 o 100 y estaba gordita para su edad, blanca de piel, rubia con melena sobre los hombros.

Mi amigo le preguntó que quería, ella le contestó que sus padres se habían ido de compras y se aburría, y vosotros que hacéis?, viendo unas revistas le replico mi amigo, yo estaba callado observando sus hermosas tetas, entonces le dije que pasara con nosotros, "vale", contestó, y cuando levantó su pierna para saltar el muro vimos sus braguitas blancas en el instante de separar sus piernas, saltó a nuestro lado, mi amigo se giró mirándome a los ojos adivinando lo que pensaba en ese instante.

Pasamos al interior, primero mi amigo , ella después y luego yo mirando su culo pensando en lo que momentos antes vi en aquellas revistas, una vez dentro ella soltó una carcajada al ver encima de la cama las revistas abiertas y adivinando lo que estábamos haciendo momentos antes, cogió una y pasando las hojas nos miró diciendo " así de callados estabais ", esto es una porquería y además todas están operadas, no son de verdad", entonces mi amigo le contesto "y como son las de verdad?, hay diferencia?", a nosotros nos gusta, ella me miró y me preguntó, " a ti también te gustan?", si, le dije, entonces ella se giró diciendo que se iba al baño, se fue hacia el baño y mi amigo dirigiéndose a mi me dijo que podíamos meterle mano como otras veces en la calle, bien le dije, pero estas seguro que se dejará?, le pregunté, estoy seguro que le gustará, y si no porque no se ha ido a su casa?.

Entonces cogimos las revistas y sentándonos en la cama comenzamos a mirarlas, yo mientras miraba una mujer con sus tetas desnudas imaginaba que eran de nuestra amiga, cuando ella regresó a la habitación sonrió al vernos con las revistas en las manos y parándose delante de nosotros dijo, "ahora vais a seguir mirando esa porquería?, mi amigo le dijo que no sabia que hacer en ese momento, siéntate con nosotros y dinos como son las tetas de verdad?, ella dijo "vale pero quedaros quietos y sin tocar", y cuando se sentó entre los dos comenzó a quitarse la blusa dejando sus pechos cubiertos con un sujetador blanco que me pareció enorme, se quitó el sujetador apareciendo unos pechos blancos con unos pezones sonrosados bellísimos, se dirigió hacia nosotros y sentándose entre los dos se tumbó en la cama cerrando los ojos, entonces ella dijo con voz suave, "estos son de verdad"..

Mi amigo comenzó a tocarle los pechos y yo le seguí a continuación, cada uno en un pecho amarrándolos con fuerza por si se pudieran escapar (era la primera vez que tocaba una teta de verdad), le apretaba con fuerza con una mano y con la otra retorcía su pezón, era increíble la sensación que sentía y me excitaba enormemente notando como mi pene se ponía duro, metí el pezón en la boca chupando con ansias y mordiéndolo , bajé mi mano a sus muslos recorriéndolos de arriba abajo hasta que llegué a sus braguitas, le aparté la braga y al fin toqué una vagina con toda mi mano, ella separó sus piernas y dejó espacio para que pudiera tocarla sin apreturas, llegué a su chocho notando la calida sensación suave y humedad de sus flujos, metí mi dedo en su interior recordando aquellas revistas porno que había visto.

Elevando mi vista hacia ella vi como mi amigo estaba sentado junto a sus pechos con la polla sobre sus tetas y ella se la cogia con una mano haciéndole una paja, entonces me baje los pantalones y saqué mi pene, le bajé hasta los tobillos y abriéndole las piernas me arrodillé frente a su chocho sonrosado, durante unos segundos contemplé la primera vagina que había visto en directo y allí estaba para mi, con las dos manos comencé a tocarla por todos lados mientras me llegaba su olor que me excitaba enormemente chupando mis manos llenas de sus líquidos, me coloqué entre sus muslos apuntando con mi pene a su vagina y cuando le puse la puntita en su interior ella cerró sus piernas dejándome fuera, "siéntate aquí y tu también", dirigiéndose a mi amigo.

Nos tumbamos junto a ella en la cama y con cogiendo nuestros penes con sus manos comenzó a masturbarnos con rapidez, yo mientras tanto tocaba su chocho notando como subía su pelvis con movimientos suaves, abría y cerraba sus muslos aprisionando mi mano entre ellos, entonces metí mi dedo dentro de su vagina sin apenas hacer fuerza y noté lo húmeda que estaba, ella retorcía sus piernas con fuerza y suspiraba gimiendo cada vez con mas fuerza, yo notaba que me apretaba el pene cada vez con mas ritmo y fuerza, entonces sin poder aguantar mas me corrí en su mano quedándome echado en la cama relajado y sacando mi mano de su chocho me la puse en la cara oliendo sus flujos que me gusto enormemente.

Entonces ella se levantó y limpiándose las manos sobre sus pechos se subió las bragas, se puso el sujetador y mirándonos a los dos sonrió, se dio la vuelta y se marchó sin mediar palabra.

Esa fue la primera vez que había tocado y saboreado un chocho, su chocho, pero no fue la única vez, me dejó un recuerdo que busqué y encontré de nuevo su hermoso coño.

Continuará