La primera vez que te siento
Puedes saborear a alguien sólo de desearle?
Mañana he quedado con mi amante, no te lo he dicho ahora cuando hemos chateado. Me disculpas la omisión? Casi preferiría que no y vinieses a castigarme por ello. Pero tengo una buena excusa, la mejor, te va a gustar. Mañana voy a follar contigo por primera vez.
Quizás parecerá, desde fuera, observada la escena por un desconocido indiscreto, que viene mi amante a follarme ardiente, como siempre, lleno de pasión y deseo por y de mí. Que entrará por esa puerta y se acercará a mí y meterá sin preámbulo su mano entre mis piernas buscando mi humedad, pero serás tú quién me esté tocando el coño por primera vez y el experimentar por primera vez tu maestría se me quedará grabado para siempre.
Uno podría imaginar que es él el que me agarra del cuello y dirige mi cabeza a su antojo para hacer que me pierda, los ojos cerrados, en un océano de saliva y en la obscuridad de una boca inmensa que me come a bocados, pero serán tus labios y tu boca y tu lengua los que bese por primera vez y ahí descubriré su forma, su tacto, su dimensión, su humedad y su sabiduría.
Cualquiera diría que es él el que me abraza, me agarra, me junta y aprieta contra él y se restriega por mi cuerpo haciéndome notar la dureza que le provoca mi silueta llena de curvas lujuriosas y entregadas, que se amolda a él como un guante, pero será tu cuerpo musculoso y deportista el que note por primera vez rozando mi cuerpo, pegándose a él, deslizándose por él y aprenderé a reconocer por primera vez las chispas fulgurantes y ardientes que surgen de tu cuerpo y el mío al juntarse .
Parecerá que ese tanga negro de encaje empapado que él baja fiéramente desde mi intimidad a mis rodillas y luego a mis tobillos lo he elegido para él pero habrá sido para ti para quién mañana elija el más bonito y sexy que tenga, anticipando cómo lo deslizarás por mis piernas hasta dejármelo sin quitar al final de ellas.
Hasta yo misma podría pensar que estoy así de abierta, chorreando y expuesta para él, mientras él recorre mi sexo torrencial con su lengua y horada todos los agujeros que halle mientras explora cada rincón caliente, dulce y suave de mis pliegues que se retiran para darte paso a ti, loco por darme placer, con tu sabia lengua, con tu boca plena y con tus dedos exploradores.
Esos suspiros quizás saldrán de su boca, pero yo te oiré por primera vez, escucharé por primera vez el tono de tu voz, sabré cómo gimes, cómo exhalas excitado, cómo murmuras palabras soeces para excitar mis sentidos, mi cuerpo y mi imaginación y cómo gruñes buscándome todos los recodos incógnitos aún.
Cuando me agarres del pelo y me doblegues de rodillas en el frío suelo ante tu falo infinito y enhiesto, veré por primera vez tu cara de extremo deseo y ansia y nuestros ojos se unirán por primera vez en el placer anticipado.
Será como si él agarrase su miembro poderoso y lo dirigiese a mi boca anhelante, húmeda y abierta como mil veces antes, pero serás tú el que me entregarás el sagrado placer de rozar con mis labios tu capullo y pintar con tu líquido preseminal mi cara, presionando después hábilmente en mis labios con férrea decisión y seguridad, para entrar en mi por primera vez, cm a cm tu polla perforando mi boca plenamente abierta para tragarme tu hombría.
Mamaré su polla como mil veces, primero el capullo, despacito, ensalivándolo bien, deleitándome en ese contacto tan intimo y tan delicado, tan tierno y tan suave, muchas muchas veces, mientras mis 2 manos al unísono, perfectamente entrelazadas recorren su falo hambriento y empiezan a subir y bajar rítmicamente con preciosa armonía, mis manos cada vez con menos espacio, su polla cada vez más empapada, mi boca cada vez deslizándose más suave y a la vez prietamente, engulléndole más y más y más; pareciera, pero será a ti, Profesor, al que estaré engullendo, será tu polla potente y dura la que entrará en mi boca por primera vez, será tu pene de hierro el que traspasará mi boca y llegará a mi garganta para quedarse ahí alojado todo lo que yo pueda, mientras nos miramos a los ojos y me llamas Zorra
Nunca habrá visto nadie cómo me sube salvaje del suelo y me da la vuelta violento y desatado y me apoya en la mesa dejando mi sexo expuesto para ti y me azota el culo diciéndome “Hija de puta, me tienes cardiaco, te voy a follar viva ahora mismo”, porque ese ya serás tú, ahí ya sólo estarás tú y nadie más que tú entrará en mi de una sola estocada, deslizándose entre mis pliegues como mantequilla, haciéndome vibrar salvajemente de la fuerza de tu embestida, sujetándome fuertemente uno de mis pechos con una mano y tirando de mi cabello enredado en tu mano varonil con la otra.
Perderé el sentido sintiendo cómo me follas fuerte y duro, cómo tu polla entra y sale de mí sin parar, sin solución de continuidad, cómo me da hábilmente ahí dónde pocos llegan porque disfrutaré de tu polla inmensa muy dentro de mí, bombeándome como ninguna, mi coño exprimiéndote al máximo y palpitando en oleadas salvajes de placer mientras te recuestas sobre mi espalda y con fiereza muerdes uno de mis hombres hasta hacerlo sangrar en el mismo momento en que estalla el universo y un orgasmo sin parangón rompe en mi vientre y susurras en mi oído:
- Me estoy corriendo, Puta, siéntelo.
Y así, disfrutaremos los tres, totalmente entregados, yo a él, tú a mi, yo a ti, él a mi. Seguro que muchos verán a dos personas cuando en esa batalla 3 jugadores sacan sus mejores cartas y seguro que muchas mentes puritanas y que no conocen el verdadero sentido de la vida, considerarán una aberración este juego de espejos e imposturas, estas verdades a medias y estas realidades silenciadas. No saben nada. El deseo se puede y se debe compartir si es para goce de todos los participantes
Porque ahora mismo, aunque a él le ame y le desee desde tiempos inmemoriables más que a nada en el mundo, el dueño absoluto de mi deseo, erotismo, excitación y lujuria eres tú. Y todos estos sentimientos embriagadores y largamente disfrutados, están ahí por ti, porque tú has abierto otras compuertas y los has sacado y él se beneficia de ello, y tú, también, ahora mismo, mientras me lees, me saboreas, me gozas y te tocas por y para mí mientras te escribo esto, a punto puntísimo, de regar todo mi cuerpo con tu esencia divina.